Capítulo 36: "Te quiero, para siempre"

P.O.V Lilly

Es sorprendente lo lejos que te puede llevar el cariño que le tienes a una persona, digo, a mí me llevó a compartir una mesa con Raymond Olsen para que no le dijera a nadie sobre los antecedentes penales de Jack. Y entonces, de la nada, mi familia y los Gómez aparecieron de la nada, Alex casi golpea a Raymond por mí, y él no es violento. 

Me sentí mal por ellos, habían venido aquí para evitar que me pasara algo malo, y eso que ni siquiera sé cómo se enteraron. Pero en cualquiera de los casos, ellos salieron a la mitad de la noche a buscarme porque sabían que estaba en peligro, y que no venía de forma voluntaria. El único problema en sí, fue que ya no sé cómo voy a detener a Raymond de publicar las fotos, ni siquiera sé por qué él y Clair nos odian, pero lo que sí sé, es que se supone me iba a dar los detalles de lo que tenía que hacer para que él no dijera nada, pero justo en ese momento mis hermanos y los vecinos salieron al ataque y salió corriendo del lugar. 

Maldito imbécil cara de burro. 

- ¡Lilly! -me llama Eve agitando la palma de su mano en mi rostro. 

Doy un brinco, ¿cómo es que llego a mi lado tan rápido? 

- ¿¡Qué!? -pregunto en el mismo tono. 

- ¡TE PREGUNTO SI TIENES MI CUADERNO! 

- ¡NO! 

- ¿¡POR QUÉ ME GRITAS!? 

- ¿¡POR QUÉ ME GRITAS TÚ!? 

- ¡PORQUE TÚ ME ESTÁS GRITANDO! -respondió con una mueca.

Cubro mi cara con las manos. Eve parece confundida, pero inmediatamente se encogió de hombros y sale de mi cuarto dando saltitos. La observo irse. Hay que llevarla a un doctor. Ha estado medio cu-cú desde que la raptaron y la llevaron a un corral. 

Me preocupa creer que es de mi propia sangre. 

Quizás yo reaccione así si me secuestran. Bueno, pero si el secuestrador fuera Jack... 

¡Concéntrate!

Bien, bien, la verdad es que me siento mal por hcer que nos castigaran a a nosotros y a los Gómez por una falsa coartada, que, en el fondo, también era mi culpa. 

Debía hacer algo. 

Tenía que demostrar mi agradecimiento con algo que esas bestias salvajes entendieran me costaba hacer y era buena en eso para demostrar mi gratitud. 

¡Ya sé! 

*** 

-Lilly te amo- dijo Alex aún absorto en la pila de galletas que estaban en la mesa. 

Zac y Eve tenían la mandíbula en el piso, eso hasta que se miraron el uno al otro y comenzaron a empujarse mutuamente para llegar primero a comer. 

- ¡Alto! -me puse delante de las galletas a modo de escudo -, estas galletas son para compartirlas con los vecinos. 

Eve ladeó la cabeza, Zac arrugó la frente y Alex soltó directamente un:  "¿es en serio?". 

-Sí, es en serio-apunté hacia la puerta-, vamos. 

No sé que pinta tendría para un ajeno a nuestra historia que una chica tocara el timbre de la casa vecina, con una bandeja repleta de galletas, seguida por sus hermanos que gruñían por lo bajo. 

Francamente no sé de qué se quejan. ¡Alex y Eve salen con dos de los vecinos!  ¡deberían agradecer que les traigo un regalo!

-Paren- ordené después de tocar el timbre. Esperando que dejaran de murmurar por lo bajo.

Blake Gómez abrió la puerta, echó una rápida ojeada a las galletas y a mí, lucía confundida. Luego su mirada fue hacia Alex, le dio una sonrisa y mi hermano casi se desmaya, por otro lado le guiñó el ojo a Eve y mi hermanita hizo lo mismo. 

- ¿Qué hacen aquí? -preguntó con cautela mirando las galletas. 

- ¿No es obvio? -le respondí levantando la bandeja con una sonrisa-, horneé galletas, para demostrar mi agradecimiento por ir por mí el otro día.

 - ¿Podemos pasar? -a diferencia mía, Zac no fue sutil.

Gómez tres se apartó para darnos paso e ingresamos a una bonita sala de estar. 

Blake me guió a la cocina, con mis hermanos siguiéndome de cerca, o más bien, a las galletas. 

En ese momento incómodo, nadie dijo nada. 

-Iré por mis hermanos- dijo Blake caminando fuera de la cocina, aún observándonos con cautela. 

-Es linda- comentó Zac, inmediatamente volteamos a verlo-, dime Alex, ¿cómo conseguiste qué volteara a verte?

En respuesta, Alex le golpeó el brazo mientras Zac seguía riéndose. 

Rodé los ojos divertida, esa dupla nunca terminaba de cansarme. 

Unos segundos después se escucharon gritos y quejas de  la escalera. 

- ¿Por qué tengo que bajar? -esa era la inconfundible voz de Félix. 

- Porque es la novia de Jack- le recordó... Carly. 

- ¿Y? 

-Y trajo galletas- le recordó Blake con voz aburrida. 

- ¿Y? 

- Y es Lilly- dijo la voz maravillosa y atractiva de Jack. 

Pero el romanticismo se fue a la basura con las quejas de Félix: 

- ¡Puede ser el bendito presidente y de todas formas no justifica interrumpirme mientras juego videojuegos!

Vi a Eve rodar los ojos, hacer crujir los nudillos  y caminar lentamente. 

-Déjame a mí- masculló. 

-Eve también está- dijo Blake. 

- ¿¡Qué!? -la voz de Féliz denotaba pánico, pero Eve ya había salido de la cocina-, Blake, ¿crees qué me oyó? 

No pude oír la respuesta de su hermana porque lo único que oí fue golpes y chillidos como niña de Félix. Mientras que, tanto Alex como Zac, tenían una mirada orgullosa en sus rostros y una sonrisa satisfecha. 

Minutos después Félix ingresó a la cocina mientras Eve le sostenía la oreja izquierda y lo soltaba bruscamente. 

- ¡Ya te pusiste bélica! -reclamó Félix sobándose la cara. 

-Lamentamos eso- repuso Carly con una sonrisa que se desvió a la mesa con galletas-, se ven increíbles. 

-Gracias, nosotros ya comprobamos eso- replicó Alex un poco ansioso, luego se enfocó en mí-, ya socializamos con los vecinos ¿feliz, Lilly? ¿podemos comer? 

 Entrecerré los ojos, y, esperé poder dirigir una mirada mortífera a Alex, pero él sólo alzó una ceja desafiante. 

Suspiré. 

-Adelante. 

Zac, Eve y Alex hicieron un grito de guerra y atacaron la mesa, mientras que los Gómez se miraron confundidos y después de un rato decidieron imitar a mis hermanos. Por lo tanto, la mesa de la cocina parecía un campo de batalla minado. 

Sonreí, todos los chicos estaban divirtiéndose, lanzándose galletas, atrapando galletas y comiendo galletas. 

Bueno... casi todos. 

-Gracias- dijo una voz a mi lado-, se considera demasiado tierno y estúpido traer galletas a esta casa.

- ¿Por qué estúpido? -pregunté aún sin mirarlo. 

-Porque somos una panda de salvajes bélicos. 

Reí y me volteé, sí, seguía igual de atractivo. 

- ¿Acaso has visto a mis hermanos? 

Jack pareció considerarlo. 

-Buen punto. 

Sonreí, tomé su mano y lo arrastré fuera de la cocina. 

-Gracias- hablé centrada en sus ojos-, por ir a por mí.

-No fui yo el que se dio cuenta de que no estabas- confesó-, tus hermanos estaban muy preocupados, y cuando me enteré, también entré en pánico. 

Sonreí enternecida. 

-Ahora es la parte donde me explicas la razón lógica de por qué estabas con Raymond. 

Suspiré y aparté la vista. 

No quería llegar a este punto. 

-Él sabe- respondí aún con la vista fija en el piso-, él sabe de lo que pasó. 

- ¿El accidente? -preguntó con total despreocupación. 

-Sabe que chocaste en una carrera clandestina- estaba muy angustiada que empecé a juguetear con mis manos. 

- ¿Sólo eso? 

Asentí. 

-Al menos eso creo. 

-Lilly, ¿crees que eso me importa? -preguntó incrédulo. 

Levanté la vista y vi su rostro con las cejas alzadas.

- ¿No te molesta? 

-No, de hecho, me va a ayudar a seguir con mi reputación de chico-malo- repuso con orgullo. 

Lo golpeé levemente en el hombro.

- ¿Hablas en serio?

Él sólo rió en respuesta. 

*** 

Me acomodé en el pecho de Jack. 

-La película es aburrida- demandó Carly desde el sofá. 

Mis hermanos se habían ido, pero, con ellos se fue Blake y como Félix seguía a Eve donde sea, también se fue. 

Yo, por otro lado, me quedé a ver una película en la casa Gómez. Lo cual, sólo era una excusa para pasar más tiempo con Jack. 

-Vete- la animó Jack con una sonrisa. 

Carly le sacó la lengua y le hizo un par de muecas. Se levantó, fue hacia un par de cartas que el correo había dejado hace unos minutos, les dio una rápida ojeada a cada una, rodo los ojos con una y las lanzó a la mesa de la sala. Luego, sacó sus llaves. 

-Vuelvo en dos horas- nos miró fíjamente-, no intenten nada. 

Pude ver cómo no le daba confianza nuestras caras angelicales, sin embargo, igualmente salió por la puerta. 

Pasados unos minutos de ver una pantalla en la que la chica le recamaba al chico por algo y lloraba, volví mi vista a Jack. 

- ¿Seguro de que no estás molesto?

- ¿Por qué debería? ¿Vendiste todas mis cosas y no me dijiste? 

-Por negociar tu vida sin ti. Por encargarme de Raymond cuando probablemente eran tus asuntos y no los míos. 

Jack me observó larga y evaluadoramente. 

-Que te preocupes por mí no me molesta- dijo-, pero no quiero que te pongas en peligro. Te quiero Lilly, para siempre. 

Sonreí.

Estábamos a punto de besarnos cuando la puerta se abrió de golpe y por instinto me aparté. 

- ¡Lo sabía! -no había que ser un genio para adivinar que era Carly. 

- ¿Qué quieres? -preguntó Jack de mala gana. 

-Olvidé las llaves del auto- respondió con los ojos entrecerrados-, ahora me voy. 

Y de un fuerte golpe cerró la puerta tras de sí. 

-Hermanas- murmuró Jack. 

De repente me fijé en las cartas. 

-Sí, hablando de eso- señalé un sobre. 

Era un sobre de admisión a la universidad Central, según lo que sé, estaba en Los Ángeles, y era muy difícil entrar. De hecho, el proceso de postulación era demasiado intenso. 

Iba a debatir si abrirla o no, cuando Jack me ganó y en menos de un segundo ya había roto el sobre y estaba leyendo. 

- ¿Qué dice? ¿Qué dice? -me sentía como una niña pequeña. 

-Dice que la aceptaron- murmuró-, Carly irá a Los Ángeles. 

Ambos compartimos una mirada y empezamos a hacer un baile raro de felicidad, aunque ni siquiera era mi hermana me alegraba por Carly. 

Sólo había un detalle. 

-Oye- dije mientras releía la carta-, ¿por qué dice "a diferencia de las otras veces por favor conteste"?

Jack frunció el ceño, pero de repente me tomó del brazo y me arrastró al segundo piso, a la habitación de su hermana mayor. 

No supe bien a qué se refería o qué planeaba hacer cuando de repente se agacha a recoger una hoja arrugada en el papelero del escritorio de Gómez 1. 

Le arrebaté el papel de la mano y lo comparé con el que recién Jack y yo habíamos abierto. 

Era exactamente lo mismo, con la ligera diferencia que este parecía haber sido enviado hace una semana. 

-No lo entiendo- dije comprobando otra vez, buscando algún error-, ¿por qué Carly no querrá ir a esta Universidad? 

No esperaba que Jack me respondiera. Después de que me dio el papel, se sentó en la cama, parecía concentrado en otro tema, más allá de lo que yo le decía. 

-Tal vez aplicó para otra Universidad y le gusta más o... -empecé a dar locas teorías pero Jack seguía en silencio. Hasta que, de repente murmuró: 

-Nosotros. 

- ¿Qué? - ok, en definitiva no entendía nada. 

Jack se levantó, y me hizo mirarlo fíjamente. 

- ¿No lo entiendes Lilly? Carly no quiere ir por temor a dejarnos. 

***

UFFFFFF  

De acuerdo, estoy saliendo del resfriado, gracias. Y no pude actualizar antes porque estaba haciendo un proyecto de física, pero, aquí está. Técnicamente aquí en mi país sigue siendo Sábado, así que no me equivoqué. 

He decidido que Zarly ya no existe, no tiene sentido, no hay química, y simplemenyte los veo como amigos, o cuñados, pero nada más. Si a,guien me da una buen, pero muy buena razón para que estén juntos les daré un momento al epílogo. Pero hasta entonces ZARLY SE ACABÓ. Sí, lo sé, triste vida, pero no puedo hacer nada. 

En fin, aquí puse un poco de Jally y DRA-MA, ¿qué creen que pasará con Carly y sus secretos? 

Descúbranló la próxima semana en: Guerra de vecinosss!!! 

Bye-Bye

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