Capítulo 14: "Cumpleaños Main"
Eve en multimedia
P.O.V Alex
Ya ha pasado casi una semana desde la derrota contra los osos come miel. De verdad que fue humillante.
Y le debo toda la humillación a Zac y a Gómez dos.
Lo que pasó fue que íbamos muy bien al principio. Demasiado bien, diría yo. Así que, naturalmente, las cosas se pusieron en nuestra contra.
Jack decía una idea de formación, Zac decía otra, a fin de cuentas, que, el equipo se dividió y todo lo que habíamos ganado se fue al demonio.
- ¡Todo fue su culpa! – venía gritando Zac en el camino a casa.
Dado que no encontramos a Lilly en el público y mi melliza parecía muy ocupada en escapar de la multitud furiosa, me tuve que ir caminando con Zac.
-Sí, lo sé- dije algo aburrido. No habíamos parado de hablar de eso en todo el trayecto a casa-. Yo estaba ahí también, ¿recuerdas?
Saqué de mi bolsillo las llaves para abrir la puerta de entrada porque ya nos acercábamos. En eso vimos a dos rubios y una castaña que pasaron corriendo a nuestro lado, eran Eve, Gómez tres y su amigo.
Eva paró a nuestro lado, se despidió con un gesto de Blake y Matt y nos saludó a ambos.
- ¿Y tú? – preguntó Zac desconcertado mientras pasábamos por el jardín de la casa- Eve, ¿dónde fuiste?
-Correr... por mi vida... todo culpa de Matt- jadeó mientras llegábamos al umbral de la casa y yo abría la puerta.
-Explícate cuando hables bien- le aconsejé alzando una ceja.
Eve asintió y fue a su cuarto, seguramente a tomar un baño.
Zac y yo compartimos una mirada.
- ¡Adiós anciano! – le grité mientras corría lo más rápido lo que podía para llegar a las duchas primero.
Gran error.
Zac me agarró el tobillo y caí de bruces en la escalera.
- ¡No te metas conmigo, novato! – me devolvió él que en tanto se adelantaba.
Está de más decir que no me iba a quedar de brazos cruzados. Entonces me levanté rápidamente y me lancé encima de él cuando ya había llegado al segundo piso.
Así fue como empezamos la quinta guerra civil Mason en lo que va de la semana, hemos progresado en eso si me lo preguntan, antes eran once guerras entre nosotros ¡por día!
- ¿Qué hacen? – preguntó Lilly.
Zac y yo levantamos la cabeza y nos sentamos en el piso.
- ¿Por qué hueles a refresco de limón? – Zac frunció el ceño.
Lilly se tensó.
- Pregunté primero, Zac.
Mi hermano suspiró.
-Bien... ¡Adiós! – acto seguido se levantó rápidamente y se encerró en el baño que él y yo compartimos.
Gruñí.
-Lo odio- expresé.
-Está bien... Alex, ¿me puede explicar?
Le conté sobre la pequeña división que sufrió el equipo y de cómo nos encontramos a Eve siendo una maratonista por la calle junto con Blake y Matt, finalmente le dije el propósito de la pelea con Zac por ver quién se quedaba con la ducha primero.
-... aparentemente él ganó- concluí cansado y me levanté del piso. Iba a irme, pero me acordé de algo para preguntarle a Lilly:
-Por cierto, hermana, ¿por qué hueles a bebidas?
Lilly gruñó molesta.
- ¡Diablos! Es el tercer baño que tomo y el olor no se va, maldigo a Clair Benson- masculló la última parte.
Lilly también me explicó lo que le pasó en el partido.
-Espera... ¿dices que Carly Gómez te ayudó? – preguntó Zac saliendo del baño después de haber tomado su ducha.
-Pues sí- Lilly se encogió de hombros-, Eve también estaba ahí.
- Apropósito de Eve, ¿dónde está? -pregunté.
-Que yo qué – saltó Eve detrás de la puerta de su cuarto por la que salió en seguida.
-Nada, hablábamos de lo que ocurrió en el partido, ¿qué fue lo que te pasó a ti?
Eve hizo una mueca a la pregunta de Zac.
-No mucho, la verdad- se rascó la nuca, evitando el contacto visual con nosotros-, yo... sólo... estaféaunaspersonasconBlakeyMatt
- ¿Qué? – dijimos mis hermanos mayores y yo al unísono con cara de incredulidad.
Lentamente, Eve nos contó lo que le pasó a ella. Sin embargo, para sorpresa de mi hermano y mía (incluso de Eve), Lilly no reaccionó porque tuvo contacto con el enemigo.
- ¿No vas... a decir nada? – pregunté confuso, mi hermanita me dio un codazo por recordarle a Lilly lo del tratado.
Lilly se encogió de hombros.
-Ya no es necesario. Creo que los Gómez no son tan malos- nos señaló-, pero eso no significa que la guerra acaba.
Asentimos.
Sin decir una palabra más, fui al baño a ducharme.
***
[Días después...]
Eve y yo nos dirigíamos a clases, últimamente todos estaban emocionados por la fiesta de cumpleaños de Victoria Main que era hoy en la tarde. Incluyendo a mi hermana menor, Eve había estado como loca viendo ropa en línea para poder usar ese día ya que no le gustaba ninguno de sus atuendos "normales" que tenía. Afortunadamente Lilly no hizo lo mismo, pero desde hace tres días que mi hermana mayor y su manía de controladora total tenían todo planeado.
Zac y yo no somos tan complejos, tenemos una tradición: empezar a preocuparse de lo que vamos a usar en una fiesta unos diez minutos antes de irnos.
-Oye, Alex- Eve me despertó de mi imaginación-, ¿con quién vas a ir al baile de otoño que organiza la escuela la próxima semana?
La pregunta fue inesperada.
- ¿Por qué lo dices?
Eve rodó los ojos.
-Porque este año no podemos quedarnos en casa a ver televisión y comer chucherías como siempre lo hacemos- hizo una pausa para abrir su casillero y sacar sus libros, yo hice lo mismo-. Mamá dice que tenemos que ir, y papá la apoya. Y eso es igual a nosotros en problemas, si no me crees, resuelve tú la ecuación.
Suspiré derrotado.
- ¿Y es necesario ir? -pregunté esperanzado de que me dijera "no".
-Sí, además nos confiscan las llaves así que no podemos entrar a casa.
-Sé que esto sonará estúpido, pero, ¿cómo vamos a volver? -cerré mi casillero y volví a ponerme en marcha hacia el aula de historia.
Eve también cerró su taquilla y se apresuró a alcanzarme.
-Se supone que ellos ya habrán llegado de la cena importante que tienen ese día y nos abrirán la puerta- negó con la cabeza derrotada-. Pero se van a asegurar de que llevemos una cita al baile.
- ¿Qué? – de acuerdo, ahora sí estoy preocupado.
Eve se encogió de hombros.
-Si no quieres dormir en el césped es mejor que invites a alguien- dijo y señaló a la clase, algo así como para mostrarme las opciones.
Entramos y mientras la profesora nos explicaba sobre la primera guerra mundial yo pensaba en qué tan malo sería dormir en el jardín.
***
- ¿Y bien? -Zac me presionó- ¿A quién van a invitar al baile?
-Ni idea- contestamos Eve y yo.
-Bienvenidos al club- ironizó Zac recostándose en la silla.
Estábamos en la cafetería tomando el almuerzo y esperando a Lilly, que, de algún modo, se había retrasado.
-Ya casi todos tienen pareja- se lamentó Eve.
-Estamos muertos- sentencié.
En eso Lilly se sentó con una mirada de felicidad.
-Hablen por ustedes- dijo mientras ensartaba un par de zanahorias en su tenedor y se las echaba a la boca.
- ¿En serio? – preguntó Zac asombrado-, ¡te felicito! ¿Quién te invitó?
Lilly desvió la mirada, tragó en seco y murmuró:
-Jack Gómez.
- ¿¡Qué!? -Dijeron seis voces. Fruncí el ceño, creí que éramos tres. Entonces miré una mesa lejana de donde había provenido el ruido: Los Gómez habían tenido exactamente la misma reacción que nosotros, me imagino que Jack les había contado.
Sacudí la cabeza, confuso, ese no era mí tema.
- ¿Cómo pasó? – preguntó Eve aún consternada.
Lilly hizo una mueca.
-Bueno...
FLASHBACK
Unos minutos antes, en el receso, Lilly estaba acomodando algunas cosas en su casillero, cuando de repente, Jack Gómez vino corriendo con mirada asustada, y, sin decirle nada, se escondió en la orilla de estos.
Lilly cerró su taquilla y miró a Gómez número dos que pretendía esconderse en el hueco que formaban los casilleros y la pared.
- ¿Qué se supone que haces? – preguntó divertida, cruzándose de brazos.
Jack se llevó un dedo a los labios para pedirle que se callara.
Lilly frunció el ceño y gesticuló un: ¿Por qué?
A lo que Jack sólo le hizo una seña para que esperara.
- ¡Jackie-poh! ¿Jackie-poh? ¡¡¡Jack Gómeeez!!! -gritaron a lo lejos.
Jack se tensó y buscó la forma de esconderse, Lilly vio en sus ojos desesperación, y aunque deseó delatarlo, no lo hizo. Así que volvió a abrir su casillero para simular que sacaba unos cuadernos.
- Oye, Lilly, ¿has visto a Jack? – preguntó alguien a sus espaldas.
Lilly se volteó, tratando de aparentar indiferencia y no se sorprendió al encontrarse con Susan Foster, la chica que estaba loca por Jack desde hace cuatro años, mirándola con una sonrisa psicótica.
-No Susan, la verdad es que no lo he visto, creo que se fue al campo de fútbol, según me dijeron unas chicas- no le gustaba mentir, pero cuando lo hacía, le salía muy creíble.
A Susan se le cayó la cara de psicópata y la reemplazó por una aún más psicópata.
-Oh- dijo sonriendo-, me encanta cuando se hacen los difíciles. ¡Gracias Lilly!
Dicho esto, se lanzó a correr nuevamente ignorando la mirada preocupada de Lilly y Jack. Finalmente, este último suspiró aliviado, miró a todos lados y salió de ese escondite, sólo para encontrarse con la mirada divertida de Mason número dos.
-Así que...- Lilly no dejaba la diversión que esto le provocaba-, ¿me vas a contar el por qué o voy y le digo a Susan que estás acá?
Jack abrió mucho los ojos, pero luego relajó sus expresiones y explicó:
-Susan no me ha dejado en paz todo el día, quiere que vaya con ella al baile de otoño y aunque le diga que no, va a seguir molestándome- de repente su rostro se iluminó-. A no ser, que me consiga una pareja para el baile.
Lilly lo miró escéptica.
-Sí, suerte con eso- empezó a caminar para irse, pero la mano de Jack sobre su muñeca para que parara la detuvo.
Se volvió algo molesta y arqueó las cejas con prepotencia.
- ¿Qué? -escupió.
Jack alzó las cejas divertido ante el atrevimiento de la chica.
- ¿Ya tienes pareja para el baile de la próxima semana? -preguntó de la forma más natural posible.
Lilly abrió mucho los ojos, sorprendida. Al parecer los papeles se estaban invirtiendo, era él el divertido y ella la sorprendida.
-Olvídalo, ¿yo? ¿Ir contigo? Jamás- sentenció-. ¿Por qué no le preguntas a una de tus tantas admiradoras?
Empezó a caminar para alejarse, pero Jack se puso a su lado.
-Porque todas se ponen cu-cú cuando les hablo- respondió obvio el chico-, por otro lado, ¿a ti quién te ha invitado? Nadie. Y a menos que quieras ir sola, yo me veo como la mejor opción.
Lilly paró de caminar y se detuvo a mirar a Jack a los ojos. Pensó en la advertencia que le habían dicho sus padres sobre tener que ir con alguien al baile o dormir en el patio de la casa.
Veamos pensó o voy con molestia Gómez o duermo en el jardín... con insectos, tal vez ratas, arañas...
-Está bien, iré contigo- cedió.
Jack sonrió triunfante, ahora no se tendría que preocupar de las acosadoras que no lo dejaban tranquilo.
-Paso por ti el viernes a las siete- dijo mirando a Lilly-, dile a tus hermanos para que no me maten.
La chica sonrió divertida.
Tal vez, después de todo, este trato no fuera el peor que hizo en su vida.
FIN FLASHBACK
Todos mirábamos a Lilly con una mezcla entre confusión, enojo y sorpresa.
-Está bien, pero si ese inútil te hace algo, que sepa que iré tras él- advirtió Zac apuntando a Lilly.
Mi hermana mayor sonrió.
-Es tan romántico-suspiró Eve-. Es como Romeo y Julieta; familias rivales, una historia de amor sin fin.
-Cálmate Eve- Lilly alzó las cejas mientras tomaba un sorbo de jugo-, no es como si nos casáramos.
-Eso dices ahora- murmuré-, y luego, sin que te des cuenta, tendremos que ser familia con los Gómez.
Lilly se atragantó con el jugo que estaba tomando, y eso nos hizo reír a Zac, Eve y a mí.
***
- ¡Dónde están mis pantalones! – demandó Zac mientras corría por toda la casa en ropa interior buscando sus dichosos pantalones.
- ¡Zac! ¡Debiste preparar todo antes! – le regañó Lilly desde el baño mientras ella y Eve se terminaban de maquillar.
- ¡Pero estoy muy seguro que lo hice! ¡Es sólo que ahora no están! -protestó Zac desde algún lugar del primer piso.
Yo ya estaba vestido, y miraba entretenido la desesperación de Zac en busca de su ropa. Al principio no iba a hacer nada, pero ¿qué clase de hermano sería si no escondo el atuendo de mi hermano mayor?
Obviamente lo encontrará... en algún momento.
- ¡Aquí está! – celebró Zac desde la cocina. Así es, los escondí allí, no veo el problema.
Yo solo me contuve a reír en mi interior, porque sería demasiado sospechoso si rió ahora.
Lilly y Eve salieron del baño.
- ¡Guau! Chicas, se ven espectaculares- felicité.
Ambas me sonrieron.
Eve usaba una camiseta naranja, una chaqueta roja, unas medias negras, shorts blancos con diseños de color negro y unas botas de gamuza cafés hasta la rodilla, además de que se había hecho ondas en el pelo para dejárselo ondulado.
Lilly, por el otro lado usaba una falda étnica, un top negro, tacones del mismo color y un collar y también su pelo suelto.
Y todo esto lo sé porque en la semana se pasaron hablando de la ropa que iban a usar, incluso la memoricé.
Unos minutos después estábamos todos en el auto de mis padres, oyendo como Zac le daba la lata a papá para que le comprara un auto.
- ¡Vamos, pá! ¡Hasta la vecina tiene uno! -protestó desde el asiento del copiloto.
- ¡La vecina trabajó por ese auto! -remarcó papá.
- ¿Qué te hace pensar que yo no puedo hacer lo mismo?
- ¡Que te despidieron de tres empleos este verano!
-Me gusta pensar que esos trabajos no tenían "visión".
Hasta ahí decidí oír.
Lilly estaba mirando el paisaje, extrañamente feliz, mientras escuchaba música con audífonos.
-Eve- llamé.
Mi melliza, que se sentaba a mi lado se volteó a verme.
- ¿Qué?
- Recuérdame mis opciones para invitar al baile- me rasqué la nuca, incómodo.
A Eve se le encendió la mirada.
-Veamos- dijo mientras veía su teléfono-, hoy hice una lista de tus posibles opciones, y, si descartamos a Melissa porque Jacob la invitó, a Zoey también porque va a ir con Austin y a Sarah porque va con Dallas, nos deja libre a... Blake.
- ¿¡Qué!?
-Ya me oíste- Eve se encogió de hombros-. Ella es la única a la que no la han invitado, posiblemente porque los chicos tienen miedo de que los rechace, o que ella y sus hermanos les den una paliza, o que los rechace mientras le da una paliza.
- ¡Pero yo no quiero terminar con un ojo morado! -alegué.
-Si mal no recuerdo te llevo diciendo desde hace días que invites a alguien al baile, pero, ¿me hiciste caso? Noooo- replicó mi hermana en forma sarcástica.
Suspiré derrotado.
Este es mi fin.
P.O.V Blake
Odio esto.
- ¿Por qué? ¿Qué te hice Carly? – pregunté mientras estaba frente al espejo con un estúpido atuendo para ir a la fiesta de Vic. Si fuera por mi voy con traje de pikachu de esos que son como pijamas, pero la bruja de Carly dice que no.
- Vamos Blake- pidió Carly desde el living- ¡Baja ya! Se nos hace tarde y los chicos quieren ver como luces.
Me negaba a bajar y que Félix me hiciera la vida imposible por llevar este atuendo tan bobo.
- ¡Sí, baja, ya tengo la cámara!
Ese era Félix.
- ¡Jack, golpéalo de mi parte! – pedí.
- ¿Si lo golpeo, tú bajas? -negoció mi hermano mayor.
Suspiré desecha.
Bueno, en algún momento tenía que bajar.
-Vale.
Bajé las escaleras y vi a Félix tendido en el sofá, posiblemente del golpe de Jack.
-Te ves bonita- dijo Jack.
- ¡Muy bonita! – corrigió Carly.
Alcé las cejas.
Eso lo decía porque ella sí se veía bonita.
Tenía un pantalón floreado, una camiseta suelta color crema, zapatillas-botines beige, una cartera rosada en la que guardaba sus lentes de sol del mismo color y una pulsera dorada para darle otro toque. Se dejó el cabello suelto con un poco de fijador, y a ella sí se le veía bien.
Yo, por otro lado, era un monstruo pinkie. Un top rosado, jeans, una chaqueta rosa palo y tacones del mismo color, y un collar que me regaló Carly en forma de estrella. Finalmente, mi hermana quiso dejarme mi cabello con ondas y natural.
-Te mataría- mascullé a Carly-, pero estos pantalones me cortan la circulación.
Mi hermana rió divertida y nos apuró para que llegáramos rápido.
- ¿Sabes que aún así me voy a burlar de ti? – me dijo Félix cuando nos sentamos en la parte de atrás del auto de Carly.
-Puede ser- respondí- pero para cuando se te ocurra burlarte te lanzaré un tacón y quedarás paralítico de por vida.
-Vaya, ni siquiera con ropa de chica actúas como tal- bromeó Jack desde el asiento del copiloto.
-Ya sabes lo que dicen- comentó Carly echando a andar el auto-, la ropa no hace a Blake agresiva. Blake hace agresiva a la ropa.
Nos echamos a reír por la comparación de mi hermana, y es que en cierto modo era verdad.
***
Cuando llegamos, Vic nos saludó amablemente, dejamos sus regalos en una mesa y vimos que la fiesta recién comenzaba.
Vic usaba un top negro, una falda blanca con encaje blanco y botines negros, se veía muy feliz.
Al cabo de unos minutos el lugar empezó a llenarse de gente. Así que para evitar multitudes me fui a la mesa de bocadillos y me serví algo de jugo de la ponchera.
Iba a tomar el cucharón cuando una mano se me adelantó.
- ¡Oye! -protesté levantando mi vista para ver al desconocido.
¿Por qué me persigue la mala suerte?
Alex Mason estaba frente a mí.
-No veo por qué te enojas tanto, después te puedes servir tú- replicó.
-Como sea- rodé los ojos.
Él estaba a punto de devolverme el comentario, pero de repente se detuvo. Se rascó la nuca, nervioso y preguntó:
- ¿Por qué estás aquí? No pareces de las chicas que...
- ¿Ignoran multitudes? -completé irónica-, lo sé. Es que no me gusta mucho, estar rodeada de falsos que pretenden ser amigables cuando en realidad quieren apuñalarte por la espalda y ganar atención.
Él asintió pensativo.
-Te comprendo.
-No, no lo haces.
- ¡Claro que sí!
- ¡Que no!
-No puedes pasar ni cinco minutos sin llevarme la contra- comentó.
- ¡Claro que puedo! -reclamé, luego me di cuenta de mi error- Oh.
Alex se rió.
- ¿De repente tengo cara de payaso? – pregunté molesta.
-Sí, parece que te pusieron pintura en las mejillas.
-Culpa a Carly-resoplé.
Alex soltó una pequeña risa para luego quedar en silencio.
-Blake... ¿oíste del concierto que dará Yellow Summer en unos meses en la ciudad?
- ¡Pues claro!
Y así como así esa banda nos salvó de un posible silencio incómodo.
Al cabo de unos minutos, Alex hizo una pregunta que no me esperaba:
-Blake, ¿me acompañarías al baile de otoño?
Abrí mucho los ojos, sorprendida.
-No es lo que crees- se apresuró a decir-, es que necesito a un acompañante o duermo en el jardín. Por favor- suplicó- eres mi única alternativa.
No voy a mentir, me ofendió con: "mi última alternativa".
Pero fuera de eso, yo necesitaba ir al baile con alguien antes de que el idiota de Albert me lo pidiera.
-Hecho. Pero después me explicas lo de "o duermo en el jardín" -hice comillas con los dedos.
Alex se sorprendió de mi respuesta.
- ¿En serio? -cuestionó alzando las cejas.
-Sí, ¿crees que no puedo manejarlo? -desafié acercándome a él con los brazos cruzados.
-La verdad- se acercó también-, creo que...
Fue interrumpido por unos gritos que se daban en el patio, miré a Alex y ambos corrimos a ver de quiénes eran.
Al menos, yo ya reconocía a uno de ellos, es decir, me paso discutiendo con él toda la vida.
Cuando llegamos al patio de la enorme mansión de Vic, mis sospechas eran ciertas y frente a mí estaba Félix, pero si me extrañó verlo peleando con Eve Mason.
- ¿Chicos? -llamamos Alex y yo al unísono.
- ¡No se metan! – nos gritaron, también al mismo tiempo.
¿Qué bicho les picó?
****
Ok 3496 palabras y no voy a dar lata con nota de autora. Este es un capítulo muy especial porque llegamos a los 100 votos!!!! Así que adelanté harto para no dejarlos con la duda, pero aún así, no puedo, está en mi ser.
Dedicación a @XcPlayGirlX
Ya puse algunos momentos románticos *suspira*, así que se los dedico a @AylinZurita por pedirlos.
Voten, comenten blablabla
Nos vemosssss.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top