Capítulo 47

En Topkapi un nacimiento se daba, Nürfidan Hatun estaba en labor de parto, todo el palacio estaba pendiente del nacimiento, Hafsa Kadin había quedado en el olvido por el sultán y por la valide, las concubinas le habían tomado cariño a la pequeña Fahriye.

—Es un Şehzade —dijo la kalfa saliendo al encuentro del sultán el cuál sonrió con felicidad, la valide miró con orgullo la puerta para luego ver con burla a Nazikeda.







—Sultana—dijo Hafsa haciendo reverencia

—Ven, trae a Fahriye

—¿Que hará ahora?—le paso a la pequeña

—Matar a Nürfidan—la miró

—¿Puedo hacerlo yo llegado el momento?

—Si quieres — sonrió y miró a la pequeña—se parece a el

—Por desgracia —dijo la joven






—Ya tienes un príncipe es momento de que mates a tus hermanos—le recriminó Neslihan

—¿Que hablamos sobre eso?

—Me dijiste que mientras no tuvieras un Şehzade no ibas a matarlos ya tienes a Orhan puedes matarlos

—Madre.

—Mata a Bayaceto por lo menos

—Bayaceto está loco, por eso vive aquí con libertad—le gritó

—Hazlo por tu hijo—le dijo—el es el heredero

—Lo pensaré por mientras vete—suspiró

—Ya sabes lo que tienes que hacer Nürfidan— dijo Neslihan agarrando con fuerza su brazo

—Si valide, está misma noche comenzaré —trato de soltarse






—Su Majestad —sonrió

—Mi hermosa Nürfidan —sonrió —ya se ha lo que vienes, ya tome una descicion, sólo ten paciencia—la beso








—¿Cómo es eso de que han mandado a llamar a mis hermanos— dijo Nazikeda nerviosa

—No lo sabemos, pero escuche a Neslihan decirle a los mensajeros que el sultán espera a todos nuestros hermanos junto a sus esposas y hijos — dijo Safiye

—Esperaremos a que lleguen, nuestros aposentos por desgracia están lejos, pero conozco unos pasadizos cerca, en caso de que algo pase, se utilizarán —dijo Turhan suspirando nerviosamente

—Zumbul ve al antiguo palacio y avísale a mi madre sobre la llegada de los Príncipes, que nadie te vea entrar ni salir —dijo Mahienver

—Hay unos pasadizos que conectan sus aposentos con los de nuestros hermanos, cualquier cosa corran hacía ahí y saquen a mis hermanos—dijo Nazikeda

—Todo estará bien—dijo Kaya— Por allah que si.










Días después.

—Hermana—dijo Yusuf besando su mano —¿Por que nos han llamado?

—Yo tampoco lo se, cortaron toda comunicación con nuestra madre—suspiró—tengo miedo

—Todo estará bien— dijo Murad

—Eso esperó—dijo Turhan viendo los—Vayan ya, su majestad los espera—abrazo a sus sobrinos

  —Están tan grandes—dijo Kaya cargando al pequeño Alí

—Lo están —dijo Leyla kadin










—Hermanos—dijo el sultán y estos hicieron reverencia

—Su majestad, ¿A que se debe su llamado?—dijo Mustafa

—Quiero pasar tiempo con ustedes antes de la campaña

—¿Iremos de campaña?— dijo Süleyman

—No todos, solo uno o dos, aún no se—dijo sonriendo

—Que bien—murmuró Orhan












—¿En que piensas?—dijo Firial

—Se que tu no me lo recriminaras—dijo Nazikeda

—Habla ya—susurró

—Mataré a Selim

—¿Cómo?

—Una enfermedad, ya tengo todo planeado

—Eres mi sobrina, te apreció mucho y pronto me tendré que casar, pero se que tu padre amaba a todos sus hijos pero ¿Por que Selim?

—Fácil, si ella se queda sin más Príncipes no podrán matar a mis hermanos, bien sabes que mi tío Bayaceto moriría si Azad tiene más hijos

—Por el bien de mi hermano lo haré—susurró  Firial y a Nazikeda sonrió para luego salir de los aposentos de su tía




—Gul quiero que consigas todo, ya sabes si o si tiene que morir—susurró

—Descuide sultana, tengo a alguien especial para eso, nadie sosprechara de usted

—Perfecto—dijo y Hafsa entró junto a Fahriye

—Sultana—le sonrió

—Que bueno que estas aquí —sonrió y cargo a la bebé

—Usted quiere un bebé por lo que veo—sonrió

—Si, pero no paso tanto tiempo con Halil, por mis hermanos

—Dele un tiempo al paşa, la hará feliz, yo esperó poder encontrar a alguien cómo el.

—Cuando lo encuentres me avisas, haré que seas feliz, Fahriye se quedará aquí y...

—No, me la quiero quedar, ella es todo lo que tengo

—Eso me alegra, sabía que la ibas a amar—sonrió — entonces ambas serán libres pero quiero verla cada cierto tiempo.

—Siempre nos tendrá aquí, Fahriye la quiere y espero que ella juegue con un hijo suyo algún día

—Allah así lo quiera—le sonrió

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