14| Es ley

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Jodeeeeer.

Esto sí que estaba poniéndose bueno.

¿Quería que mis hermanos golpearan a Thomas? Por supuesto que no.

¿Quería discutir con Samanta? No, pero era mejor antes de que golpearan a Thomas.

Solté un suspiro frustrada, colocando mis dedos en el puente de mi nariz para armarme de paciencia.

— No tienes lugar en esta situación, Samanta. Vete de aquí. — ella río divertida y se giró hacia Samuel quien nos miraba confundido a un lado de Luke. Thom estaba a mi lado, Samanta y Nathan al frente de nosotros y Thiago junto con Luke y yo. Estábamos en una especie de ronda y, por suerte, todavía no habíamos llamado la atención de la gente que estaba en la casa.

Y rogaba que así fuera.

— ¿Quieres saber que está sucediendo con tus hermanitos? — dijo sarcásticamente.

Aproveché en mirar su atuendo y me sorprendió su manera de vestir, ya que ella nunca, hasta donde yo sabía, se había vestido así. Traía una minifalda de cuero negra con unos zapatos plateados de tacón alto que mostraban sus uñas recién pintadas a la perfección, arriba llevaba una remera del mismo color que sus zapatos y una campera de cuero. Su cabello estaba recogido en una coleta alta con un planchado perfecto que hasta me daba envidia.

— Dime. — contestó él de manera cortante. Mi gemela sonrío de una manera que demostraba que le divertía la situación.

— Sam, no hagas caso a lo que ella dice. Yo puedo explicarte lo que estaba sucediendo, no es algo para armar un alboroto. — interrumpí la conversación antes de que a mi hermano le de un ataque de ira y termine golpeando a Thomas.

— ¿Por qué no quieres que ella me diga? — Sam me miró confundido mientras cruzaba sus brazos por encima de su pecho. Thiago me observaba de la misma manera sin entender nada.

¡Ay, amigo! ¡Qué desastre que he armado!

¡Solamente por un jodido y sensual besito!

— ¿No es para armar alboroto? — Luke dio un paso hacia delante arremangándose su chaqueta. Samuel lo miró extrañado por su arrebato. No temía por Luke, ya que él podía controlarse, pero Samuel era muy protector. — Yo creo que sí y que agradezca que estás tú a su lado, si no, estaría en el piso conmigo arriba golpeándolo. ¡Joder, Emily! ¡Joder! — Luke apretó sus puños y enfureció su mirada hacia Thomas, sentí como este se tensaba a mi lado

— ¿Por qué no te ahorras el discursito de niña y vienes a golpearme? Joder ¡Solo fue un beso! — Thomas dio un paso hacia delante acercándose a Luke. Thiago abrió sus ojos y me miró entre sorprendido, divertido y maravillado, me encogí de hombros cuando cruzamos miradas. Mi amigo negó con su cabeza con una sonrisa en su rostro.

Cuando miré a Samuel vi que su rostro no era felicidad, sino, de enojo. Samanta me observó y se marchó maneando sus caderas perdiéndose entre la gente que estaba en la casa. Suspiré frustrada, no era el momento de ir tras ella.

— Ya basta los dos, es asunto mío a quién beso y a quien no. No tienen por qué meterse en mi vida. — ambos hermanos se miraron por un tiempo y luego fijaron su mirada en mí, Thomas suspiró a mi lado y dio un paso hacia delante, apretando sus manos en forma de puño.

— Tienes razón, hermana. — dijo Samuel arremangando su camiseta mientras asentía con su cabeza. Luke dio otro paso hacia delante, acercándose aún más a Thomas. Los miré atenta, sospechando su jugada, pero sin saber que tramaban ambos. — Nosotros no debemos de meternos en tu vida amorosa, eso nos quedó claro. — dio un paso hacia adelante, Thomas me observó de reojo y me guiñó un ojo, lo miré confundida.

¿Qué carajos estaba pasando? No entendía nada.

Miré a Thiago y con la mirada le pregunté que estaba sucediendo, pero él se encogió de hombros y negó con su cabeza, indicándome que él tampoco entendía lo que estaba pasando.

— Pero él es nuestro amigo y eso indica que hay ciertos códigos que debe cumplir. — Dijo Luke clavando su mirada en Thomas, estaba enojado, podía notarlo.

— Como no meterse con la hermana. — dijo Sam y dicho esto, arremetió contra Thomas. Golpeó su rostro haciendo que girara su cabeza. Thomas masajeó su mandíbula y solo se dedicó a mirar a mis hermanos.

— Es ley. — murmuró Luke y golpeó de la misma forma que Samuel. Thomas lo miró.

— El primero me lo merecía. — apretó sus labios en una línea firme. — El segundo no. — y golpeó a Luke de tal manera que este cayó al suelo. Ahogué un grito y tapé mi boca con mis manos sorprendida de toda la situación.

Habíamos llamado la atención de varias personas.

Samuel vio a Luke en el suelo y empujó a Thomas haciendo que este también termine en el suelo. Mi hermano estaba arriba del castaño golpeando su rostro, Luke se levantó del suelo y ambos empezaron a golpearlo.

Tenía que detenerlos porque iban a matarlo.

— ¡Joder! ¡Paren! — me agaché y tomé el brazo de Luke, tirándolo hacia arriba, para separarlo de Thomas, aunque este también daba sus golpes ya que ambos de mis hermanos estaban con su rostro golpeado. — Thiago, ayúdame.

Mi amigo salió del trance y quiso separarlos, pero era imposible ¡Eran jugadores! Obviamente que tenían fuerza. Era imposible. Me puse de pie y grité al aire:

— ¡Qué alguien me ayude! ¡Hay que separarlos! —

Y todo fue un caos.

Varios chicos, a quienes conocía ya que también eran jugadores y los había visto entrenando con mis hermanos, aparecieron en la batalla campal que estaban armando los tres idiotas y lograron separarlos. Respiré aliviada.

Miré a Thomas, quien tenía todo su ojo sangrando junto con su labio y nariz. Respiré nerviosa. Giré mi cabeza y observé a mis hermanos quienes respiraban agitados y estaban golpeados con todo su rostro lastimado. Thomas a pesar de que era uno solo, había dado pelea.

Apreté mis labios y me dirigí hacia Luke.

— ¡¿Por qué te metes en cosas que no te incumben!? — grité empujándolo, no se movió ni medio centímetro. Él me miró confundido. — ¡Deja de meterte en mis asuntos, maldita sea! No tenían porque golpearlo de esa manera, ¿acaso están locos? Podían haberlo matado, joder.

— Está bien. No se ha muerto ni ha terminado en el hospital, sabemos controlarnos y cuando parar. Y él sabe como son las reglas de los amigos, hay leyes que debes de respetar. La primera y las más importante: "No te metas con la hermana."

— ¿Y si yo fui quién se metió con él? — pregunté furiosa. Ambos se quedaron el silencio.

— Em, ya basta. Deja el asunto. — sentí la voz de Thom detrás de mí. — Ya todo quedó claro. — miré al castaño confundida. Estaba defendiéndolo ¿Qué le pasaba?

— Pero...— él negó con su cabeza y me sonrío de costado.

— Ya deja el tema en paz, Emily. Todo terminó. — dicho esto miró detrás de mí y se marchó, dejándome con millones de preguntas y con un nudo enorme en la garganta.

¿Qué había pasado? No entendía nada.

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