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— Tenemos que hablar — Thom aparece en mi campo de visión. Alzo una ceja confundida. — Ahora, Emily. — dice entre dientes clavando su mirada en la mía. Asentí confundida mientras él tomaba mi brazo y yo me dejé llevar.

— ¿Y bebé? murmuré por lo bajo, sentí su sonrisa, pero negó con su cabeza mientras seguíamos caminando. Giró por un pasillo y me arrinconó contra la pared colocando sus brazos a un lado de mi cabeza. Estaba muy serio y no sabía el porqué.

— Cuando arreglemos las cosas entre los dos voy a llamarte de nuevo así. Ahora quiero que hablemos, que me digas lo que sientes y porque quieres alejarte de mí sin ni una explicación. — abrí mi boca para hablar, pero él levantó su dedo, indicándome que guardara silencio. — Y de verdad quiero entenderte, pero no me vengas a decir que no quieres hablarme porque...— tomó aire y luego soltó un suspiro profundo. — te marchas y no quieres dañar a tu sensible y honorable corazón. — Joder, estaba enojado. ¿Acaso notaron ese sarcasmo? Porque a mí me llegó al cora.

— Yo...— Thom alzó sus cejas, dándome una mirada de "Dime la verdad, Emily", aclaré mi garganta. Miré a sus ojos y solté un suspiro por la nariz, rindiéndome ante su mirada. — Es verdad que no quiero salir lastimada, porque nadie quiere eso ¿Verdad? — él asintió con su cabeza, todavía tenía sus brazos alrededor de la mía. — Y no te he mentido. Además, eres el mejor amigo de mis hermanos y no quiero que ellos se enojen contigo por algo que pueda suceder entre nosotros.

Él sonrío divertido alzando y subiendo sus cejas. Lo miré confundida.

— ¿Algo entre nosotros? — preguntó divertido. Abrí mi boca sorprendida, pero ni una sola palabra salió de mis labios.

— Yo...

— Déjalo, ya lo has dicho todo. — me sonrío y besó mi mejilla. — Ya se me fue el enojo...— se acercó a mi oído y susurró con una voz ronca —, bebé. — lo empujé divertida y me marché hacia mi clase.

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— ¡Amo las fiestas! — grita Thiago en mi oído. Suelto una carcajada mientras alzo mi vaso hacia arriba — ¡Y amo verte tan contenta, amiga! ¡Oye, mesero, dame otra bebida, pero hazla más fuerte esta vez!

El chico que estaba junto a la barra asintió divertido por la actitud de mi amigo y empezó a preparar la bebida que le había pedido Thiago. De repente, aparece Thom quien nos miraba confundido, bajó su vista hacia el vaso de vodka que tenía en mis manos y luego miró a mis ojos. Empezó a caminar rápidamente hasta que llegó hasta mi lado.

— ¿Qué haces? — preguntó tajante.

— ¿Bebiendo?

— Espero que la hayas visto cómo te preparaban esa bebida, no sabes que podrían echarte. — murmuró revisando mi vaso.

— Thiago me consiguió la bebida. — contesté colocando mis ojos en blanco. — No hay porque preocuparse.

Thomas soltó un suspiro exasperado y me arrebató el vaso de mis manos, lo dejó en una mesa que estaba a un lado de nosotros y cruzó sus brazos sobre su pecho. Lo miré sorprendida por lo que había hecho.

— ¡Oye!, ¿Qué haces? Estaba tomando eso. — intenté tomar el vaso nuevamente, pero él agarró mi brazo.

— No confíes en nadie y mucho menos en una fiesta. Puede ser que Thiago sea un buen amigo, pero no sabes quién preparó esa bebida. — solté un suspiro, mirando a sus ojos.

— No seas exagerado.

— No lo soy, viví una experiencia en la cual a alguien que apreciaba mucho le pusieron algo en la bebida y la perdí. No quiero que eso suceda contigo, bebé. Ten cuidado, a veces las personas no son como aparentan.

Pasé mis brazos sobre sus hombros y sonreí de costado, él me miró confundido — tal vez por mi arrebato —, colocó sus brazos sobre mis caderas y empezamos a bailar al ritmo de la canción que estaba sonando.

Mis hermanos habían desaparecido apenas llegamos a la fiesta, hacía como media hora atrás había visto a Luke con una chica y, estaba de más, decir que era lo que estaban haciendo en este momento. Samuel sin registro alguno de la fiesta que habíamos montado en nuestra casa.

Nuestro padre se había ido hacía una semana y como siempre al final de mes se tenía que hacer una fiesta para el equipo del instituto. Este mes les tocaba a mis hermanos y que mejor que hacerla un martes a la noche y sabía que mañana iba a asistir a clases con tremendo dolor de cabeza por todo lo que había bebido.

Me merecía ese dolor de cabeza.

Y más por lo que estaba por hacer.

— Baila conmigo, Thom. — murmuré en su oído.

— Eso estoy haciendo, bebé. — sentí su risa y como me apretaba hacia él, no podíamos juntarnos más porque no podíamos, pero podía sentir todo del él y me encantaba.

Alcé mi cabeza y clavé mi mirada en sus ojos, en esos ojos que tanto me volvían loca y que me encantaban. Tragué saliva relamiendo mis labios, preparándome para la idea tan loca que estaba cruzándose por mi mente. Thom bajó su vista hacia mis labios y luego la subió rápidamente hacia mis ojos, sonrío coqueto y me apretó aún más hacia él.

— ¿En qué estás pensando, bebé? — murmuró con una voz ronca.

Jodeeer, no me hables con ese tono que aquí nos calentamos todos.

— Estoy pensando cuán suaves serían tus labios — Thom apretó sus labios tratando de ahogar una carcajada. — ¿Qué? A veces pienso cosas como esas y esta noche tengo ganas de besarte. ¿Acaso no puedo decirlo en voz alta?

— No es que no puedas decirlo, bebé. — él río divertido. — Solo que cuando estés sobria y pienses en lo que sucedió esta noche mañana a la mañana, querrás meter tu cabeza en un balde con agua fría. — él se estaba burlando de mí, lo sabía por el tono de voz que estaba utilizando.

— Joder, Thom. No te burles.

— Voy a quedarme esta noche solo para verte sufrir por tus acciones y decirte que tomar alcohol trae consecuencias. Lo sé por experiencia. —

Mordí mi labio y medité lo que había dicho Thom y tenía razón, mucha razón. Pero mañana sería otro día y podría arrepentirme luego. Tenía esta oportunidad y no iba a desaprovecharla.

— Mañana será otro día, puedo arrepentirme luego. — dije y besé los labios de Thom. Por un momento él se quedó estático, sin movimiento alguno, pero luego de unos segundos reaccionó y siguió mi beso.

¡Estaba besando al mejor amigo de mis hermanos!

¡Y besa tan bien! 

Pasé mis manos por su cuello, lo atraje hacia mí, besándolo y entregándome. Thom apretó su agarre en mi cintura y sentí una sonrisa en la mitad de nuestro beso.

— Definitivamente quiero estar mañana aquí para ver tu reacción. — soltó una risita por lo bajo. Me separé de él y mordí mi labio.

— Creo que es algo de lo que no me voy a arrepentir mañana. — le di un beso rápido. — Thom soltó un suspiro mientras relamía sus labios.

— Igual yo. — susurró mientras se acercaba hacia mi para volver a otra ronda de besos, pero antes de que pudiéramos entrar a esa ronda, vi a Luke que estaba detrás de Thom con su boca abierta y un vaso de alcohol en su mano.

— Lo mato. — leí sus labios y empezó a caminar rápidamente.

— Joder. — dije separándome de Thom, él me miró confundido y se dio media vuelta, hizo una mueca con sus labios, pero antes de que pudiera decir algo o yo interferir, Luke arremetió contra Thom y le dio un golpe en su cara. 

— ¡No, Luke! —grité colocándome en el medio de ambos, puse mis manos en el pecho de mi hermano para detener su ataque hacia Thomas.

— ¡Es mi hermana, Joder! — exclamó Luke, sentí a Thomas detrás de mí y rogué que no hiciera algún comentario porque no podría con ambos. Thiago había desaparecido desde que fue a buscar unos tragos y Samuel brillaba por su ausencia. — Carajo, pensé que...pensé...

— Luke, tienes que calmarte, joder. Me estás poniendo nerviosa.

— Luke, amigo... — cerré mis ojos al escuchar la voz de Thomas. Tiré uno de mis brazos hacia atrás para tantear en donde estaba el castaño, sentí su mano junto a la mía. 

— No quiero escucharte, sabes como soy con mi hermana. No quiero verte.

Mi hermano se abalanzó hacia Thomas, pero lo detuve al tener mis manos en su pecho, trataba de caminar en la dirección que Luke se dirigía. Me era muy difícil, él tenía mucha más fuerza que yo.

Obvio, es un jugador de futbol americano.

Vi de reojo como Thiago venía corriendo hacia nosotros junto con Samuel y suspiré de alivio, la única persona que podía controlar a Luke era Sam.

— ¿Qué mierda pasó? —Samu llegó y nos miró confundidos.

— Yo puedo decirte. — alguien más se sumó a nosotros, todos giramos en dirección de esa voz y quise desaparecer.

— No te metas en esto, joder. No tienes lugar aquí. — ella sonrío divertida colocando una mano en su cadera, mirándome de una manera que me hacía sentir incómoda.

— ¿Por qué no? Ustedes son mis hermanos ¿Cierto? Y hasta donde yo sé, esta es mi casa. — blanqueé mis ojos y miré a mis hermanos. La pelea con Thomas había pasado a segundo plano gracias a Samanta, pero no sabía si eso era bueno.

Alcohol, enojo y mi hermana no era una buena combinación. 

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¡Hola, Hola! ¿Cómo están? Espero que les haya gustado este capitulo, a mi me encantó escribirlo. 

¿Qué pasara? ¿Emily se arrepentirá a la mañana sobre el beso con Thom? Yo amo a estos dos cX 

Nos leemos en el próximo capitulo. Un abrazo a todos. 

Millones de gracias por todo el apoyo. 

TheRoseWhithe.