✡ CXLI

Capítulo 141: Xen

Fran avanzó con gran tranquilidad, mientras Sendor volvía a sentarse en el suelo para empezar a recitar sus hechizos. El báculo volvió a brillar con intensidad.

El mago, quien ya conocía bastante bien el poder de Fran, ni siquiera consideró necesario preguntarle si estaba preparado, y con un movimiento de su báculo hizo que uno de los muñecos empezara a moverse.

El líder se hizo sonar los huesos de los nudillos y del cuello. A continuación esbozó una amplia sonrisa.

—Bueno, empecemos con esto. Tengo cosas que hacer.

En respuesta a eso, el muñeco se lanzó al ataque con los puños cubriendo la parte inferior de su rostro. Sus brazos estaban firmes, frente a su cuerpo.

Raidel, Keila y Alisa se sorprendieron al ver aquello, ya que Sendor no había tomado esa precaución cuando hizo que los muñecos lucharan contra ellos. Pero ahora que el oponente era Fran, el muñeco estaba con una guardia defensiva bastante alta.

El líder simplemente lo esperó en su posición, mientras agitaba su brazo derecho de atrás hacia adelante para calentar sus músculos.

El mago les lanzó una rápida mirada hacia los nuevos miembros.

—Abran bien los ojos, muchachos, porque tal vez no vuelvan a verlo pelear en un buen tiempo... —Soltó una risita.

Ellos supieron entonces que estaban por ver algo sorprendente, así que procuraron no parpadear.

Y en cuanto el muñeco llegó hasta Fran, le lanzó un rápido gancho en dirección hacia su hígado, pero éste lo bloqueó con la palma abierta de la mano. Un fuerte estrépito resonó en todo el lugar a consecuencia del impacto, pero Fran parecía estar ileso... A continuación el líder arrojó un rápido puñetazo con su puño libre, aprovechando que la guardia de su rival estaba baja. El golpe fue dirigido hacia su cabeza, pero Sendor ya esperaba un contraataque, así que alzó el brazo del muñeco justo a tiempo para cubrirse del golpe.

El ataque de Fran terminó por impactar contra la guardia de su oponente en un estruendo ensordecedor que resultó mucho más fuerte que el anterior. De hecho, fue tan poderoso que el brazo del muñeco se rompió de su cuerpo a causa del del impacto y luego salió disparado por los aires. Incluso se había formado una pequeña onda expansiva.

Sin su brazo izquierdo, el muñeco retrocedió rápidamente, mientras Sendor soltaba un chasquido con la lengua, algo molesto. No esperaba que en realidad pudiera derrotar a Fran, pero al menos quería darle un golpe limpio... Quería hacerle pagar de alguna forma por haberle encomendado semejante misión tan fastidiosa de controlar los muñecos por días enteros para que los novatos entrenaran.

Con una sonrisa en los labios, Fran no lo dejó escapar y persiguió al títere por los alrededores. El líder se movía con la velocidad de un guepardo, por lo que terminó por alcanzarlo en cuestión de segundos. Y fue entonces cuando le propinó una fuerte patada lateral que chocó directamente contra su cabeza.

Otro estruendo resonó y el muñeco cayó al suelo con varias grietas profundas en un extremo de su cabeza, allí en donde la patada de Fran había impactado.

Sendor, quien estaba visiblemente furioso, soltó maldiciones por lo bajo, como si estuviera a punto de perder una apuesta.

Por su parte, los tres nuevos miembros estaban allí, mirando la batalla, con las bocas bien abiertas del asombro, como si no pudieran creer lo que sus ojos estaban mirando. ¿En verdad Fran estaba masacrando tan fácilmente a semejante monstruo al que ellos no pudieron causarle ningún rasguño por una semana entera de incesantes combates? ¿Quién demonios era ese hombre en realidad?

El mago se dio cuenta que retroceder no iba a servir de nada, así que hizo que el muñeco se lanzara al ataque en un combo de golpes y patadas, sin importarle que a éste solo le quedara un brazo.

Sin dejar de sonreír, el líder bloqueó varios golpes y luego le arrojó otro de sus contundentes puñetazos hacia el torso de su rival que resultó tan rápido como un rayo.

El muñeco volvió a caer al suelo con nuevas grietas en su pecho. Fran soltó una especie de chasquido con la lengua y arremetió contra el rival dando rodillazos y puntapiés que resonaron fuertemente contra la masa metálica, la cual poco a poco fue destruyéndose y llenándose de grietas cada vez más grandes y profundas. No obstante, luego de que el huracán de golpes hubo concluido, el muñeco volvió a ponerse rápidamente de pie, y se lanzó al ataque de inmediato.

Todos pudieron observar que la criatura estaba ya casi irreconocible. Las grietas se formaron por todo su cuerpo dando como resultado una masa de aspecto extraño que sin embargo se movía con la misma velocidad que al principio de la pelea.

Fran esquivó varios golpes y patadas mientras soltaba un suspiro.

—Bueno, supongo que tendré que usar mi haz bajo la manga —dijo él con lentitud.

—¿Haz bajo la manga? —murmuró Raidel, sorprendido. ¿Acaso después de todo lo que él ya había mostrado seguía teniendo un haz bajo la manga?

Fran sonrió mientras sus brazos y puños empezaban a llenarse de una especie de líquido completamente rojo como la sangre, el cual además era burbujeante y parecía altamente viscoso. Un hilillo de humo salía del líquido rojo y se alzaba hacia los cielos.

—¿Lava? —exclamó Raidel con una mueca de asombro en el rostro—, ¡Por todos los dioses, es lava!

Keila y Alisa estaban tan sorprendidas que ni siquiera habían escuchado sus palabras.

Los brazos y puños de Fran estaban recubiertos de lava. Una sustancia mucho más caliente que el fuego, y también más mortífera.

El calor que ésta desprendía era tan intenso que incluso los presentes que se encontraban a varios metros de Fran podían sentir claramente el gran calor emanando de él.

—Bueno, ¿en qué seguíamos? —dijo el líder, mirando al muñeco que se había detenido de repente.

—Hey, Fran, eso no es justo —gruñó Sendor desde la lejanía—. Tu Rem es demasiado poderoso como para usarlo en este... muñeco.

El líder soltó una risita.

—Bueno, qué te parece mi propuesta: Si yo lo derroto de un golpe, yo gano. Pero si el muñeco puede ponerse de pie después de mi ataque, tú ganas —miró a su compañero—. ¿Qué dices?

Sendor lo pensó por un momento... Si solo era un golpe, entonces tal vez el muñeco podría resistirlo...

—Bueno, está bien, acepto —dijo al final, mientras ponía en movimiento el títere metálico.

Éste se lanzó rápidamente al ataque. Sus movimientos seguían siendo tan precisos como al principio. Era toda una suerte que aquel muñeco no sintiera dolor ni cansancio...

Pero el rápido ataque de Fran llegó primero.

Emitiendo un potente rugido, el puño recubierto de lava del líder penetró el pecho de la criatura con tanta facilidad como si éste estuviera hecho de plastilina. A continuación el muñeco salió despedido unos metros por los aires y finalmente chocó sonoramente contra el suelo. El ataque le había provocado un gran agujero en el pecho. Pero más importante aún, una considerable porción de lava impregnaba la herida del muñeco y sus alrededores. El metal que estaba en contacto directo con la lava empezó a ponerse rojo y blando como si se estuviera derritiendo o fundiendo... El muñeco empezó a descomponerse hasta que finalmente quedó en una masa irreconocible... Aunque lo más sorprendente de todo era el hecho de que un único golpe de Fran había sido suficiente para provocarle semejante daño...

Sendor escupió al suelo.

—Bueno, tú ganas... —reconoció, mientras contemplaba con gesto sombrío el derretido metal que en otros tiempos había sido su muñeco de combate.

Fran soltó una carcajada mientras la humeante lava de su cuerpo poco a poco iba desapareciendo hasta que finalmente volvió a la normalidad.

El líder se fijó en los nuevos miembros.

—Bueno, muchachos, ¿aprendieron algo hoy?

Ninguno de ellos le respondió. Todavía seguían con la boca abierta y miraban a Fran como si fuese alguna clase de criatura superior o algo por el estilo. Eso le arrancó otra risotada al líder.

Raidel estaba especialmente sorprendido porque el número de Fran dentro de la organización era el veintisiete mil. En cambio, Raidel era el cuarenta y un mil... Fran no le superaba por mucho (solamente por catorce mil posiciones), pero aún así él había acabado de demostrar que era muchísimo más fuerte que Raidel...

Si Fran, quien apenas era el veintisiete mil, ya tenía este tipo de poder, ¿entonces cómo serían las diez personas más fuertes del White Darkness?

—¿C-cómo...? —balbuceó Raidel en cuanto se hubo recuperado de su asombro—. ¿Cómo pudiste provocarle semejante daño al muñeco?

—Ah, eso es por mi Rem de Lava —explicó Fran con tranquilidad—. Verás, la lava es...

—¡No, no, no! —lo interrumpió Raidel, mientras se acercaba a él—. A eso no me refería.

—¿Entonces?

—Antes de que tú hicieras aparecer el Rem de Lava, tus golpes fueron extremadamente poderosos.... Tus nudillos pudieron hacerle varias grietas a ese metal extremadamente resistente... ¿Cómo pudiste hacerlo?

Fran notó que Keila y Alisa también estaban muy interesadas.

—¿Es que acaso no lo sabían? —dijo Fran, encogiéndose de hombros—. Todo esto tiene que ver con el Flujo de Energía.

—¿El Flujo de Energía? —dijo Keila, desconcertada. Era la primera vez que había escuchado algo así, al igual que Raidel.

—A pesar de que vienen de Roca Blanca no pensé que no supieran algo tan básico —dijo Fran—. Verán, el Flujo de Energía es... —pero luego se detuvo sin saber muy bien cómo explicarlo. A continuación miró al mago como si le estuviera pidiendo ayuda.

Sendor soltó una risita.

—Bueno, yo tampoco he tenido que explicarle a nadie acerca de esto, pero puedo intentarlo —el mago se puso de pie, y se dirigió hacia los novatos—. Ustedes sabrán que todos los seres vivos poseen energía vital en el interior de sus cuerpos, ¿verdad?

Ellos asintieron con la cabeza.

—Bueno, a eso se le llama "Xen", a la energía vital que todos los seres vivos poseen dentro de sus cuerpos —explicó el mago—. El Flujo de Xen o Flujo de Energía es constante y está repartido en el cuerpo de cada ser vivo de manera regular y uniforme —dijo—. Sin embargo, es posible para una persona alterar el Flujo de Energía de su propio cuerpo, pero esto se logra tras varios años de duro entrenamiento, claro.

—¿Alterar el Flujo de Energía del cuerpo? —dijo Raidel, sin entenderlo muy bien.

—Eso sirve para muchas cosas —dijo Fran—. En este combate en particular, concentré gran parte de mi Xen en un único punto...

—¿Concentraste tu Xen en tus puños? —dijo Keila.

—Sí, exactamente —asintió Fran—. Uno puede dar golpes demoledores cuando sabe cómo controlar el Flujo de Xen.

—Pero no te hiciste mucho daño pese a haber golpeado ese duro metal con semejante fuerza —señaló Raidel, mirando los puños intactos del líder. No tenían ni un rasguño.

—La piel, huesos y articulaciones de tus puños se hacen más resistentes cuando concentras tu Xen en ellos. Fue por eso que mis nudillos no salieron lastimados...

Raidel recordó cuando el desgraciado de Deon golpeó con sus puños desnudos la capa metálica que recubría el cuerpo del Comandante Legnar de Ludonia... Deon no se había dañado los puños, pero la coraza metálica de Legnar había quedado destrozada... Evidentemente Deon sabía controlar el Flujo de Xen. Cuando fue a Ludonia y masacró a todos los guerreros parecía un dios... Sus ataques habían sido tan poderosos...

Tras el espectáculo que había desatado Fran derrotando a su rival con tanta facilidad, los nuevos miembros habían quedado bastante silenciosos, como si estuvieran abrumados por el poder del líder.

Alisa y Keila se estaban preparando para el entrenamiento de aquel día. Mientras tanto, Raidel se encontraba contemplando las montañas artificiales que se alzaban a lo lejos, y luego se dirigió hacia Fran a paso firme. Tenía una expresión de determinación en el rostro.

—Bueno, ya lo decidí —dijo tajantemente.

—¿Qué es lo que decidiste? —dijo Fran, quien estaba sentado en el suelo revisando una pila de papeles que Raidel no sabía de dónde los había sacado.

—Quiero que usted me entrene —dijo con firmeza en la voz—. Quiero aprender a manipular el Flujo de Xen.

—Bueno, eso no está a discusión —dijo él mientras volvía a bajar la mirada hacia sus papeles.

—¿Qué? ¿Por qué? —gruñó Raidel, creyendo que le había dado una negativa.

—Me refiero a que por supuesto que los entrenaré —suspiró Fran—. Al parecer ni tú, ni Keila, ni Alisa saben controlar el Flujo De Energía, así que yo les entrenaré... Pero no te emociones demasiado. Debes tener en cuenta que una persona tarda años en poder manipular el Flujo de Xen hasta alcanzar un nivel aceptable de control como el mio...

Raidel soltó una carcajada.

—¡Eso es lo mismo que siempre escuchaba cuando estaba en la Academia Legacy! —dijo el muchacho—. Decían que me tardaría años en controlar el Rem. Pero a la hora de la verdad pude hacerlo en tan solo un par de meses...

—Bueno, veo que Alisa no es la única prodigio aquí —dijo Fran sin parecer muy sorprendido—. Pero aún así esto es mucho más difícil que simplemente aprender a controlar el Rem... Esto está a otro nivel.

—Haré lo que pueda —dijo el muchacho con un extraño brillo en los ojos. Necesitaba ganar poder lo más rápido posible, y para eso haría lo que fuera que estuviera a su alcance. Después de todo, tenía una venganza que perpetrar...

—Les enseñaré lo básico en estas dos semanas —dijo Fran.

—¿Solo disponemos de dos semanas? —dijo Keila, quien se había acercado al lugar.

—Sí, porque nuestra primera misión es en dos semanas...

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