Emboscada
Rosy dormía plácidamente cuando al darse la vuelta, notó que Mario no estaba en la cama. Abrió un poco los ojos, y efectivamente, él ya no estaba en la cama. Rosy ya se habia acostumbrado a que Mario se levantara temprano en la madrugada a comer algo, pero le extrañaba que lo hubiera hecho en otro planeta. Se habría vuelto a dormir de no ser por el ruido que escuchó: un vaso de vidrio rompiéndose y unos cuantos golpes y disparos.
Levantandose, comenzó a buscar muy callada su ropa, encontrando primero su ropa interior. Una vez que tuvo su vestido en la mano, escuchó pasos viniendo hacia su habitación, varias personas a juzgar por el ruido. Aún algo adormecida, rápidamente rodó hacia el lado opuesto de la cama a la puerta, justo a tiempo para evitar la ráfaga que fue descargada sobre su cama. Miles de disparos de láser agujerearon la puerta y la cama. Por suerte, a ella no le sucedió nada, aunque se la estaba viendo difícil tratando de vestirse. Finalmente, decidió que solo se colocaría la ropa interior y convirtió su vestido en una bata, para que fuera más fácil colocársela.
Una vez que los disparos cesaron, al menos unos 10 hombres en armadura verde entraron con sus armas apuntando al frente, listos para disparar. Rosy tenía su varita en la mano, y lo primero que hizo fue arrojar lo que quedaba de su cama sobre los intrusos. Usando su magia, congeló la cama a la pared, atrapando así a 5 de los intrusos. Los otros 5 lograron esquivar el ataque, pero no contaban con que Rosy ya se había hartado de no usar toda su fuerza para evitar en lo más posible herir a otros.
Rápidamente tomó el arma del que estaba más cerca de ella y la levantó, causando que el disparo fuera al techo. Le dio un golpe en el casco y saltó por encima de su cabeza quedando a su espalda. Uno de sus compañeros no reaccionó a tiempo y le disparó. Rosy lo arrojó contra el que le había disparado y de un salto se prenzó con sus piernas del cuello de un tercero, dando una vuelta para arrojarlo al suelo. Una vez en el suelo lo golpeó en el casco para noquearlo. Levantando su varita, hizo levitar a los últimos tres y los estrelló contra el techo, para después dejarlos caer hacia el suelo.
Rosy (agitada) : Margareth, pero ¿como nos encontró? ... espera ¡Mario!
Rosy transformó su vetido nuevamente, dejándolo con el diseño original. Corrió hacia la entrada de la habitación y escuchó pasos subiendo las gradas. Se colocó en la pared de la salida de las gradas y esperó a que el intruso se acercara. Cuando calculó que lo tenia cerca, salió de su escondite con su varita en posición de ataque.
Mario (asustado) : ¡Rosy, Rosy, espera, soy yo, Mario!
Rosy (asustada y aliviada) : Hay Mario, no me pegues esos sustos.
Mario iba con una bata roja.
Mario : Lo siento, es que después de lo que me pasó no sabía que pensar. Pero veo que te deshiciste de los que mandaron por ti.
Rosy : Sí, espera, esos ruidos que escuché, ¿eras tu?
Mario : Sí, me desperté como de costumbre y baje a hacerme unos panes y a tomar algo, no te quise despertar. Como sea, solo me puse esta bata y mi calzoncillo y baje, solo para ser recibido por unos 15 soldados de Margareth, pero por suerte pude con ellos. Supuse que habian enviado unos por ti, así que cuando terminé vine hacia aquí, me alegra que estes bien.
Rosy : Bueno, yo también estaba preocupada por ti, así que también me alegra saber que estas bien. ¿Vas a vestirte no?
Mario (recordando que va en bata) : ¡Ah, claro!
Mario fue corriendo a la habitación, se vistió y regresó.
Mario : Veo que solo madaron 10 a por ti.
Rosy : ¿Desde cuando es competencia?
Mario : Solo decía. ¿Cómo crees que nos encontraron?
Rosy : Debió haber sido Carol, es la única forma. Aghh, no debí haber confiado en ella, nos tendieron una emboscada.
Mario (la toma de los hombros) : Oye, yo también confie en ella. Además (se ruboriza) si no nos hubieramos quedado, lo de anoche no habría pasado.
Rosy (se ruboriza también) : Supongo.
Mario : Bien, ¿que te parece si salimos de aquí?
Rosy : Bien, yo al frente.
Mario : Tu mandas.
Mario y Rosy bajaron lentamente las gradas, Rosy con la varita al frente, y Mario con la mano en el mango de su espada. Mario volvia a tener su ropa de siempre, solo que sin la gorra. Una vez llegaron al piso de abajo, notaron que habian varios agujeros de disparo por todo el corredor.
Mario : Como desearía que Ignis y Luxia estuvieran aquí.
Rosy : Aún es de madrugada, seguro vienen en camino.
Mario : Eso espero.
Siguieron caminando hasta llegar a la sala del trono, la cual daba directo a la salida. Las puertas de la salida estaban obviamente cerradas, pero lo que llamó su atención fue ver a Carol de pie frente al trono que le correspondía. Parecía bastante asustada.
Mario (enojado) : ¡Así que nos tendiste una trampa...!
Rosy (pone su mano en el hombro de Mario) : No creo que ella lo halla planeado Mario.
Carol (con la voz entrecortada) : Lo ... lo siento.
Margareth (saliendo de atrás de Carol mientras le apunta a la cabeza con un arma) : Vaya, vaya, vaya, si es la pareja maravilla. Me sorprende saber que sigan juntos después de todo.
Rosy (enojada) : ¡Margareth! ¿Como supieste que estabamos aquí?
Margareth : No lo sabía, pero al expandir mi reinado hacia aquí no pude evitar sentir curiosidad por los 'invitados de honor'. Me sorprende que sigas viva, pero eso no importa, tu suerte se acaba aquí.
Mario dio un paso al frente, pero Margareth sujetó más fuerte a Carol, quien cerró los ojos.
Margareth : Un paso más y juro que adornaré este lugar con su cerebro.
Mario levantó la vista, logrando ver a Luxia e Ignis en la ventana. Lentamente bajó la vista de nuevo, tratando de disimular. Rozó suavemente el hombro de Rosy, quien entendió que tenía un plan. Rosy sabía que tenia una sola oportunidad, así que lo hizo...
En un abrir y cerrar de ojos, Rosy se había transportado entre Margareth y Carol, levantando el arma de la primera. Con un rápido movimiento la golpeó en el cuello, causando que retrocediera tratando de recuperarse. Tomó a Carol de la cintura y la arrojó hacia Mario.
Rosy : ¡Mario, atrapa!
Carol : ¡No, espera, ahhhhhhhh!
Carol salió volando por los aires, pero Mario la atrapó a medio vuelo, depositandola en el suelo.
Mario : ¿Estas bien?
Carol (aún asustada) : ¿Físicamente? Sí, ¿emocionalmente? No.
Mario : Bien, como sea, lo sentimos, ahora ¡corre! Nos encargamos del resto.
Carol : ¡No debes decirlo dos veces!
Carol salió corriendo, tras lo que Mario saltó hacia donde estaba Rosy, obteniendo a Luxia e Ignis en el camino. Se puso a la par suya, pero Rosy colocó su brazo frente a él impidiendole seguir avanzando.
Mario : ¿Que pasa?
Rosy : Ella es mi problema Mario ... tu sal y encargate de que el resto de gente esten bien.
Mario : Pero ... no te dejare sola, estamos juntos en esto ... ya lo hice una vez y mira como terminó.
Rosy : Lo sé, pero esta vez será diferente.
Mario : ¿En que?
Rosy : ¿Confias en mí?
Mario (gruñendo) : Sí.
Rosy : Bien, vete entonces.
Mario (se ponde de puntillas para besarla) : Cuidate.
Rosy : Lo haré.
Mario salio corriendo del lugar.
Margareth (en tono burlón) : Arghh, que meloso, creo que me va a dar algo.
Rosy (volteandose) : Has llegado demasiado lejos Margareth.
Margareth : ¿Tu crees? Porque yo no, no me interesa como sigas viva, o como lo convenciste de seguir contigo, pero cometiste tu último error al dejar que tu ego te dominara.
Rosy : La que deja que su ego la domine eres tu. No se si ya lo olvidaste pero ... yo siempre fui la más fuerte.
Rosy levantó su varita causando que el piso alrededor de Margareth comenzara a levantarse, aprisionandola. Margareth fue capaz de salir de dicha prisión, solo para ser recibida por una enorme ola. Rosy arrastró dicha ola por todo el lugar, para congelarla al final. Margareth la rompió completamente furiosa y lanzó una enorme llamarada hacia ella. Rosy la contuvo con su varita y se la devolvió, envolviendola además en una capa de agua. Margareth la atravesó y fue directo hacia Rosy, tras lo que comenzaron a pelear usando sus extremidades. Rosy bloqueaba todos sus golpes, mientras con su varita iba congelando poco a poco el suelo bajo Margareth, hasta que la hizo resbalarse y caer al suelo. El suelo bajo ella se levantó, pero Margareth fue capaz de hacerse a un lado justo antes de ser aplastada contra el techo. Furiosa, extendió sus manos hacia Rosy.
Margareth : ¡Basta de juegos!
Rosy (apareciendo atrás de ella) : Tienes razón.
Margareth no pudo voltear a tiempo, y fue recibida por un enorme impulso de electricidad, el cual la mandó a volar. Rosy saltó y la interceptó en el aire, somatandola contra el suelo gracias a la ayuda de una enorme ventisca. Marhareth comenzó a levantarse poco a poco.
Margareth (esforzandose para hablar) : ¿Co ... como es posible?
Rosy (seria) : Ya me harté de ser la chica buena ... si quiero defender este universo, defender a mis amigos, a las personas que amo ... debo usar toda mi fuerza, incluso si eso implica herir a otros seres vivos.
Margareth : Eso ... no te detuvo contra Dimentio.
Rosy : Él venía de otra dimensió, así que no había mucho remordimiento.
Rosy hizo surgir dos columnas de hielo del piso y encerró a Margareth en medio de ambas. No importó cuanto trató de liberarse, le fue imposible. Rosy se acercó a ella.
Margareth : Adelante, ¡matame!
Rosy : No, haré algo mejor, tu poder ... no te pertenece.
Rosy lanzó su mano contra el pecho de Margareth y lo apretó fuertemente. Una luz comenzó a brillar en su mano, y de un solo tirón, arrancó una bola de luz del cuerpo de Margareth. Las columnas que la sostenían se derritieron, causando que callera al suelo de rodillas. Rosy sostenía la bola de luz frente a ella, observandola con detenimiento.
Margareth (bastante débil) : ¿Que ... que me hiciste?
Rosy : Me encargué de que no puedas herir a nadie ... nunca más.
Rosy apretó la esfera de luz en su mano hasta que la rompió, causando que calleran miles de fragmentos de luz al suelo. Bastante seria, volteo a ver a Margareth.
Rosy : Espero que no te incomode estar en prisión.
Rosy salió de la sala del trono, encontrandose a Mario en el camino.
Mario : ¡Rosy! Y dime ¿que pasó?
Rosy : Ya me encargué de Margareth ... permanentemente.
Mario (sorprendido) : ¿La ... la mataste?
Rosy : ¿¡Que?! (Sacudiendo sus manos en señal de negación) ¡No, no, no! Solo le quité sus poderes, para que no pueda herir a nadie más.
Mario : Me parece. Las naves que estaban por aquí ya se retiraron, por cierto ¿donde esta ella?
Rosy : En la sala del trono, sin sus poderes no irá a ningún lado.
Mario : A menos que Tenebris se la lleve.
Ambos salieron corriendo hacia la sala del trono y efectivamente, Margareth ya no estaba allí.
Luxia : Yo no me preocuparía tanto.
Rosy : ¿Porque lo dices? Aún sin sus poderes, esa mujer es una amenaza si esta suelta.
Luxia : Sin sus poderes es peso muerto ... y Tenebris no es el tipo de persona que lleva peso muerto. No me sorprendería que la termine usando como combustible.
Mario : Pase lo que pase, creo que ya es hora de salir de aquí y continuar nuestra búsqueda.
Rosy : Opino lo mismo.
Así, ambos se despidieron de todos en el reino, asegurandose de que todo estuviera en orden. Finalmente, desaparecieron del lugar para continuar su travesía para detener a Tenebris.
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