Capítulo 2

Despertó en su cama bajo las cobijas y el temblor sobre su frío cuerpo.

Se levantó a paso lento para  buscar por la casa a su padre. Este se hallaba sobre el sillón con unas botellas tiradas alrededor de él, como era la reciente costumbre.

Volvió a su habitación para alistarse e ir a trabajar con Ochako en los puestos de comida del pequeño mercado que su pueblo tenía y llenaba a la par que los rayos del sol se asomaban por el horizonte. Antes de salir se acomodó sus botas rojas, otro regalo de su madre antes de morir.

—¿Volverás al bosque?

La voz rasposa y apagada de su padre llamó su atención antes de abrir la puerta de madera. Sin embargo, ignoró la pregunta.

—¿A qué hora llegaste ayer?

Un silencio de ultratumba se instaló ente las paredes de barro, piedra y madera sin nadie que fuera capaz de cortarlo. El ambiente era denso, casi tanto como la niebla que acarreaba el otoño a sus finales, y el pequeño crujir en la puerta principal llenó el vacío que ambos crearon soltanto cortas oraciones.

—En la madrugada.

—Iré a trabajar.

Nuevamente el silencio.

Izuku ya se estaba cansando de esperar a que su padre le dijera algo, cosa que no creía posible, aunque estos últimos días había estado muy conversador a comparación del último año sin la presencia femenina que le daba el vigor a la casa.

Decidido a irse abrió la puerta en su totalidad listo para cumplir su cometido. Pero otra vez su acción se vio interrumpida.

—No vayas al bosque o desaparecerás como los otros.

Con molestia escuchó esas dolorosas palabras pensando en la libertad que tiene de advertirle algo después de no haberlo hecho durante ese triste año.

—No vuelvas tarde o un espíritu te llevará con él —advirtió el pecoso.

En silencio, finalmente, se retiró de su casa caminando por sobre los pisos de piedras y tierra debajo de sus zapatos hasta el mercado.

Las personas lo observaban, otra vez.

Lo estaba tomando como algo ya casi normal fuera a donde fuera, ya no le sorprendía nada de las personas que lo rodeaban a diario. Solo podía confiar en un par de ellas en todo el reino, gracias a ellos estaba seguro que no necesitaba más.

Al ver el puesto donde Ochako estaba hablando animadamente con Tenya, un soldado bajo las ordenes del rey, una sonrisa y la alegría de la mañana volvió a su ser.

Las expresiones que ambos llevaban en sus rostros le daban la idea de lo que sucedía entre ambos de sus amigos. Sobre todo los sonrojos que se notaban sobre sus mejillas.

—Ochako, Iida, buenos días —saludó.

—¡Ah!, Midoriya, buenos días —correspondió el saludo el guardia.

—¡Izuku! Hola —la chica salió del puesto para abrazar con cariño a su mejor amigo—. Ay, pensé que no volverías ya.

—Bueno, ahora creo que no me iré.

—¿No vas ultimamente al bosque de Yuuei?

La pregunta de Iida lo hizo pensar en su respuesta. Ya no tenía pensado volver, el ciervo estaba curado y él debía de volver a la rutina para mantener a su padre y a su persona. Después de todo, su progenitor ahora se concentraba en la bebida y los juegos de azar en la vieja cantina del pueblo.

Quizo responder con objetividad o sus amigos notarían como se sentía y lo harían hablar. Ya los conocía lo suficiente como para saberlo.

—Ya no, debo concentrarme en el invierno y las fiestas.

Sus amigos admiraron con duda la brillante sonrisa que el pecoso les brindaba, no aseguraba que el chico estuviera bien, tampoco que estaba mal; simplemente era algo que los dejaba pensando de si lo que veían que proyectaba Midoriya era real.

—¿Entonces ya no volverás? Aunque te hubiera recomendado nunca ir, muchos de mis compañeros han ido y no han vuelto, como Kaminari.

—¿Kaminari desapareció en Yuuei?

La sorpresa en los rostros de Ochako e Izuku eran dos grandes poemas. No estaban enterados de aquel dato, y les parecía extraño ya que cada que el joven rubio se acercaba a la aldea los saludaba siempre, hasta los buscaba para conversar.

«Ustedes son los más extraños aquí, eso es genial», les dijo que aquella era la razón por la que siempre que le tocaba vigilancia en ese pueblo los buscaba; claro, además de que eran de edades continuas. Denki siempre mencionó que se unió a la guardia para ganar más dinero y poder cuidar a su hermana quien se hallaba gravemente enferma. Era un chico que, por más que fuera algo tonto, era un luchador por lo que quería.

En otras palabras, era un buen chico.

—Sí, le pregunté a Inasa los detalles pues él tenía la vigilancia ese día.

—¿Y qué fue lo que dijo? —preguntó la fémina.

—Al parecer lo vio con una bolsa en la espalda y algo cubierto por una manta entre sus brazos. Para cuando fue a buscarlo había desaparecido.

—¿No lo buscaron luego? —Tenya negó ante su pregunta.

—Cuando lo intentaron los guardias sufrieron de ataques por parte de animales salvajes y otros extraños seres.

—¿Seres?

—Izuku, es el bosque de Yuuei, no esperes menos que criaturas mágicas salvajes —la castaña señaló en lo que lavaba un tomate en agua para ponerlo con los demás—. Aunque me sorprende que Kaminari se haya metido ahí, la primera vez que lo hizo regresó lleno de miedo.

—Quien sabe, el bosque debe de tener algo que atrae ¿no?

—¿Uh? ¿a qué te refieres, Iida?

—Para que Kaminari y Midoriya vayan hacia el mismo lugar significa que debe de haber algo interesante.

—¿Eh? ¿Yo?

Uraraka se quedó pensando con la mirada sobre el frío cielo que había más allá del toldo que los protegía de cualquier cosa que cayera sobre ellos.

—Uhm, es verdad... —divagó.

—¡O-Ochako! ¡Eso no es-!

No obstante, antes de que dijera algo más un golpe sobre la mesa de madera en la que se apoyaban las verduras cortó el regaño a su amiga.

—Si no es verdad, ¿por qué sigues yendo? ¿Eh, Deku de mierda?

No hacía falta presentación para el rubio que se hallaba frente a ellos. Y está por demás que Midoriya siquiera pensara en que la conversación volvería a ser —relativamente— tranquila. Después de todo, Bakugou Katsuki era una bomba andante.

—Hola, Kacchan.

—No evites la pregunta imbécil, contesta.

—Bakugou, cálmate o te detendré denuevo.

La mirada rubí del rubio se dirigió con molestia en cara al miembro de la guardia acompañado de un silencio sepulcral que se instaló fuertemente a su alrededor llamando la atención de todo aquel que pasara.

Bakugou chasqueó la lengua, se levantó de la mesa en la que se apoyó y volvió a mirar al chico de pecas.

Izuku, por su parte, solo podía sentirse cohibido ante quien fue "su amigo de la infancia" sin tener ni una pizca de ganas de responder a lo que le pedía. Usualmente no se había encontrado con el chico que lo molestaba desde que empezó a ir al misterioso bosque. Pero estaba seguro de que aquellos molestos ojos se posaban sobre su persona cada que corría por la aldea hasta que se perdía entre los árboles.

Con la cabeza gacha dejó que la castaña se enfentara con palabras al rubio que lo tomó estrepitosamente de su camisa para susurrarle:

—Sé que escondes algo y pienso saber qué es.

Luego de eso, no dijo ni una palabra del bosque ni del bello animal que habitaba allí.

Heya!
Pensaba publicar el viernes pero nanoDcampbell me convenció de hacerlo más temprano uwu

Feliz Nochevieja!🎉🎊

Ahora comentó que un ship secundario y de gran importancia es el Shinkami, así que será recurrente proximamente. Plis, no mierdeen(? A otros ships ya pasó en una historia y me asusté :'v

Las fechas de publicación ahora serán martes y viernes (aunque los martes no aseguro nada :v)
Además de que pronto inicio unas clases de verano (y no vacacional, pasé satisfactoriamente mi año uwu) pero serán fuertes clases :'v

Así que trataré de cumplir >:)

Bueno, sin más que decir que le den estrellita si les gustó y comenten lo que quieren que pase

Bye bye❤💚💙

Es mi ultima publicación del año jsjskcreisi Salu3

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