Capítulo 10

Hace ya mucho tiempo atrás los astros reyes se cruzaron por primera vez creando una mañana oscura en la cual nacieron dos personas. Uno era hijo directo de la luna y el otro del sol.

Ambos hermanos cayeron a la tierra en forma de estrellas en lados distintos del mundo, de los que se crearon tierras de distinta vegetación y fauna.

Ayudaron a extender sus territorios con el poder que se les fue otorgado y gracias a ello los dos hermanos se encontraron años después en sus fronteras.

El hijo del sol cuestionó a su hermano menor el porqué su falta de poder. Aquel joven de cabellos blancos como su madre le explicó el porqué, el poder que tenía lo utilizaba más que nada en la belleza y frutalidad de las plantas y animales que creaba para que su reino fuera próspero. El mayor entonces le ofreció un trato.

“Te daré una parte del poder que padre me dio. Lo único que pido a cambio es que extenderás la belleza hasta mi reino carente de ella”

Inseguro aún, el menor aceptó.

Pronto las oscuras pero extensas tierras del mayor encontraron color y el mundo creció con claro poder y armonía por parte de ambos hermanos.

Pero todo cambió cuando la luna y el sol, en el segundo encuentro, enviaron una sombra que se dividió en dos.

La primera pareja de humanos fue encargada al cuidado del menor para que los protegiera e hiciera que se desarrollen.

El mayor se opuso alegando que él los protegería mejor pues portan más poder y fuerza que el otro. Sus padres astrales explicaron que gracias al trato antes hecho ahora el menor tenía más poder que su hermano.

Sin más, el hijo mayor volvió a sus tierras molesto con su hermano menor. Mientras este decidió crear ayudantes para sus labores. A la imagen y semejanza de los humanos que disfrutaban de aquellas bellas tierras de la luna y el sol.

Entonces Haru, Natsu, Aki y Fuyu nacieron como sirvientes de la luna con poder solar.

Izuku leyó maravillado la leyenda sobre el inicio del mundo según los habitantes de Yuuei. Era como si una historia cualquiera se le fuera relatada y al mismo tiempo una fantasía asombrosa, era curioso como le parecía un mito tan interesante como nunca leyó.

—¿Qué es eso que lees?

La voz cansada de Todoroki se escuchó pasando la puerta de la habitación que ambos compartían desde la llegada de Midoriya.

—Un libro.

Izuku trató de hacer un chiste en lo que seguía sentado en la cama con las piernas cruzadas y leyendo sobre las habilidades de Las Estaciones en el grueso libro.

—Vale, pero ¿sobre qué? —el bicolor no pareció molestarse sobre el extraño sentido del humor de Midoriya quien estaba demasiado sumergido en las palabras escritas en tinta y mapas viejos trazados sobre las desgastadas hojas. En cambio, se acostó al lado del chico pecoso para poder sentir su aroma un poco más cerca.

—La historia de Yuuei.

—Oh, ¿en serio? —se acercó lentamente para apoyar su mentón sobre el hombro del rizado esperando no asustarlo. Sosprendentemente este se acomodó mejor en el pecho del bicolor mientras tragaba con la vista página por página.

—Sí.

—¿Y es qué parte vas?

—¿Ya has leído este libro?

—No, pero me sé toda la historia de Yuuei, como el buen guardián que soy.

Se sorprendió de ver como el pecoso movía sus grandes ojos de lado a lado tardando no más de dos minutos por página.

Hipnotizado por el chico más lindo que había visto empezó a frotar su cabeza contra los rizos verdes. El dueño de ellos sentía un leve masaje en su cabeza por los cuernos del mayor, estaba por pedirle que se detuviera hasta que sintió los brazos del bicolor enredarse sobre su vientre dándole un cálido abrazo. Aquella acción hizo que su corazón casi se le saliera del pecho, sus mejillas enrojecieran fuertemente, comenzara a temblar, además de que sintió un gran mareo.

Todo era tan extraño, aquella sensación era como si... Estuviera completo.

Suspiró tratando de ignorar todo lo que pasaba a su alrededor, finalmente llegó a una parte que estuvo esperando desde el día anterior cuando se encontró con Kyoka.

—¡Oh!

Tal expresión llamó la atención completa de Shouto que preguntó de inmediato.

—¿Qué pasó, Midoriya?

Hubo silencio durante un largo rato hasta que las palabras del pecoso fueron dichas.

—To... Todoroki.

—¿Sí?

Shouto no entendía que pasaba con su pecoso, pero seguía escuchando.

Todoroki-kun.

Aquellas palabras hicieron que una corriente como si de un rayo se tratara pasara por toda la espalda del bicolor.

—¿Có-... —titubeó— ¿Cómo has dicho, Midoriya?

—¿Está bien dicho? ¿Todoroki-kun?

—¿Ah?

Izuku levantó el libro señalándole un párrafo en especial.

—Aquí dice que para personas que consideras amigos o cercanos se usa “-chan” y “-kun”. Así que tú serías Todoroki-kun, ¿no es así?

Ppr alguna razón la energía que sintió Shouto no fue tan satisfactoria como pensaba que era.

—Sí —titubeó la palabra.

—Entonces Kirishima, Shinso y Kaminari serían con "-kun" ¿no?

—Ah, sí.

—Vaya, así que una tribu asiática vino y se unió a ustedes.

—Eso fue hace mucho en los tiempos de guerra.

—Interesante.

Nuevamente Midoriya se acomodó entre los brazos y pecho del bicolor leyendo todo lo que podía respecto a su lenguaje.

Cuando un país de oriente fue casi destruído un grupo, una tribu escapó hacia donde el sol y la luna eran venerados por igual, en las tierras mágicas de Yuuei. Lugar de criaturas míticas, las cuales los recibieron y escondieron durante las guerras humanas provocadas por aqueo hijo del sol.

Pronto la tribu enseñó su escritura a los nativos híbridos del bosque, tuvieron descendecia con ellos y se volvió una sola nación. Ayidaron a la prosperidad por lo que Las Estaciones permitieron su estadía para las siguientes generaciones.

Los kanjis pronto se volvieron la escritura de los nativos y tomaron poder cuando los destinados se descubrieron hace miles de años con un accidente que cambió las reglas esyablecidas en aquellos tiempos de guerras.

Los párpados de Izuku ya no daban para más. Los mimos en su cabello por parte de Shouto eran de su agrado, era un lindo detalle, le producía una extraña mezcla de emociones que hacían que su corazón saltara de su pecho. Recordaba el beso que se dieron hace unos días y se preguntaba si aquello sería igual la próxima vez que lo hicieran o si sería más intenso.

Algo pasaba con él, no sabía que era eso, pero por alguna razón no le desagradó que sus mejillas se volvieran rojas si Todoroki estaba ahí para protegerlo.

Solo logró leer una parte del libro sobre los destinados.

Un destinado es aquel que curará tus heridas, si te las hace, serán incurables; pero será incapaz de lastimar a su pareja, porque moriría si eso pasa.

Un destinado es el camino más rápido al amor y la felicidad.

Aquellos de la sangre de las estaciones deben encontrar a su destinado, a su compañero de vida antes de los veinte años.

O ellos...

Sus ojos se cerraron y el libro fue retirado de sus manos que se enredaban entre la ropa del contrario que velaría por su sueño.

Seguro y sus ojos cansados le habían jugado una mala pasada, lo que leía no podía ser verdad.

Todoroki no podía morir.

Feliz día de san valentín a todos los presentes aquí :D 💖

Luego de esto no sé cuando publicaré, escribiré un poco más para publicar más seguida uwu

Pásenla bonito que público solo por San valentín xd
Mátenme :'v

Comenten teorías, lo que quieren o creen que pase

Bueno
Bye bye,deers ❤💚💙

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