°♡. ꒰ u n o ꒱. ♡°

El lobo siempre ha tenido la razón.

El instinto. La voz. La sensación en su interior; el animal acechando en las profundidades oscuras de su ser... él es sabio.

Lo instruye y lo lleva a tomar decisiones que serán provechosas a la larga; es esa parte ineludible de sí mismo que no puede dejar de escuchar porque sabe que siempre habrá una razón oculta que cambiará el curso de las cosas.

El lobo es un espíritu antiquísimo que habita en su cuerpo para guiarlo, hacerle fuerte y demostrarle que hay una forma de vida oculta completamente diferente al humano completo y común.

Entonces, tomando en cuenta su importancia y la relevancia que tiene en su toma de decisiones, JongIn no puede no escuchar su llamado y adentrarse en la oscuridad del bosque esa noche.

Había cambiado a su segunda piel para aprovechar la completa capacidad de sus sentidos y se sumergió en el follaje ennegrecido por la falta de luz solar. Y corrió. El instinto lo impulsó a ir rápidamente hacia adelante, subiendo las pendientes desiguales del bosque y esquivando los árboles frondosos.

El sonido del río, que había crecido considerablemente durante los últimos días, llegó a sus oídos desarrollados y su nariz se alzó para olfatear todo a su alrededor.

Era difícil encontrar algo más que la frescura del agua, la humedad de la tierra y la vivacidad y tranquilidad del bosque, pero la experiencia le había dado a JongIn algunos conocimientos de utilidad en momentos como este.

Así, sin desmotivarse en lo más mínimo, JongIn trotó hacia la orilla del río y comenzó a recorrer la zona.

Si no puedo percibir su aroma, entonces debe estar cerca del agua.

Había algo ahí, el lobo lo sabía, y eso aumentaba su respuesta, sus deseos de hallarlo, y a raíz de eso su búsqueda fue aún más exhaustiva y cuidadosa.

Fue gracias a esa terquedad y confianza ciega que pudo verlo.

Habría sido imposible encontrarlo si JongIn fuera más distraído, si hubiera sido menos consciente de que algo ocurría o si hubiera sido más perezoso y conformista, porque el pequeño lobo estaba acurrucado y bien escondido entre las rocas a las orillas del río, mojado y temblando, extremadamente silencioso e intentando obtener calor.

JongIn se detuvo y su mirada se enfocó completamente en el cachorro abandonado, echado a su suerte y luchando por sobrevivir.

Una sensación incómoda tiró de su corazón al verle, retorciéndose y creando algo, y antes de darse cuenta estaba inclinándose y tocando el costado de la cría con su nariz. 

El cachorro tembló ligeramente, sus pequeños párpados se movieron con suavidad y un par de cuencas azules se enfocaron en él débilmente. Y entonces esa sensación retumbó nuevamente en su interior y JongIn sintió una paz que nunca había experimentado.

Se sentía lleno, completo. Como si nada más le faltara.

Y él sabía por qué.

El cachorro gimió, muy bajito y tímidamente, y alzó su pequeña cabeza para dejar un breve y suave toque en su nariz, juntándolas en reconocimiento a su presencia.

Y con eso, este niño le había enternecido el corazón. Nada más faltó para tenerlo a sus pequeñas patas lastimadas, y tomar una decisión al respecto fue sumamente sencillo.

JongIn lamió su mejilla una sola vez y abrió sus fauces para tomarlo cuidadosamente de la piel de su lomo; de esa forma emprendió su camino de regreso a casa, con el pequeño cachorro colgando tranquila y silenciosamente y el alfa gimiendo con aceptación. 

La pequeña cabaña aún tenía las luces encendidas y la puerta semiabierta debido a su carrera repentina y desesperada hacia el río, así que entró con bastante facilidad, sin necesidad de cambiar de forma para ello. Cerró la puerta con una de sus patas y caminó hacia la chimenea en la pequeña sala de estar.

Ahí había una alfombra limpia hecha con la piel de un oso que JongIn había cazado hace algunos años; era cómoda y mullida y serviría para darle calor al pequeño, así que lo dejó sobre ella cuidadosamente y el chico abrió nuevamente sus ojos azules para enfocarse en JongIn con debilidad.

Había dejado caer su pequeña cabeza sobre la alfombra y todo su cuerpo parecía haberse desplomado por el agotamiento y la falta de alimentos; fue una imagen completamente dolorosa, y presenciarla tan cerca resultó ser mucho más impactante y desesperante de lo que podría haber sido inicialmente.

Ya era bastante malo ver a un cachorro indefenso en esas condiciones, y el sentimiento terminaba siendo extremadamente grave y doloroso en la situación actual de JongIn.

Se movió hacia la cocina y se transformó para abrir el frigorífico y sacar del interior una taza que había llenado con carne medianamente cocida, la calentó en el microondas destartalado que servía a base de puros milagros y suerte y llenó un pequeño recipiente con agua; esto lo llevó a la sala y se lo presentó suavemente.

Se sentó a su lado, observándolo mientras el chico se estiraba cuidadosamente y comenzaba a olfatear la comida; luego de un momento donde no hizo más que oler y mirar, los ojitos azules se enfocaron en él con ciertas dudas y JongIn asintió en respuesta, señalando la carne.

ㅡEs para ti, no te preocupes; puedes comerlo.

Y eso fue suficiente para hacerle ladrar y moverse, tambaleante, hacia los alimentos.

JongIn le dio estabilidad al ver sus piernas temblando en medio de su lucha por mantener su peso y le acarició las orejas con suavidad, hundiendo sus dedos para tratar de desenredar los mechones sucios del pelaje gris que cubría su espalda; además, él trabajó diligentemente para otorgarle algo de calma y calor con su contacto.

Fue inocente y protector, como un guardián vigilante que vela por su protegido con gran delicadeza y respeto.

JongIn se sintió satisfecho cuando el cachorro terminó de alimentarse, bebió varios sorbos de agua y caminó hacia él para echarse muy cerca de sus piernas. Los ojos entrecerrados lo miraron fijamente, expectantes, y JongIn lo complació en silencio y cambió de forma para poder acurrucarse a su lado y darle protección.

El cachorro ladró tiernamente y no tardó en encontrar un lugar seguro bajo su cuello, apoyándose en su garganta y haciéndose una pequeña bolita contra su cuerpo, y JongIn simplemente le dejó hacer lo que quería, le permitió moverse hasta encontrar su propia comodidad y se mantuvo allí mientras el pequeño se tranquilizaba, su respiración comenzaba a ralentizarse y, finalmente, encontraba calma a través del sueño.

Una vez se encontró profundamente dormido, JongIn comenzó a limpiarlo tranquila y gentilmente, lamiendo el pelo enredado y descuidado para deshacerse de la suciedad; una vez se encontró satisfecho con su trabajo, se acostó, agachó la cabeza para cubrir al cachorro con la misma y cerró los ojos para alcanzar el sueño con su compañía.

Era gracioso: la forma repentina de haber encontrado un motivo para vivir.

. . .


La primera transformación en un cambiaformas ocurre cuando este cumple diez años humanos, por lo tanto, el cachorro que JongIn había salvado hace tres noches era indiscutiblemente menor a esa edad.

No podía convocar su forma humana y dependía mucho de sus instintos como lobo y, ahora, del propio JongIn para poder sobrevivir, así que JongIn tenía que trabajar duramente para poder proporcionarle los conocimientos que necesitaba para crecer adecuadamente y ser independiente.

No era una tarea molesta o difícil. El niño sabía las cosas más básicas; tenía una idea bastante generalizada de cómo cazar, jugaba a las luchas y a las mordidas y era atento a JongIn cuando este entrenaba en su forma de lobo, sin tardar en imitarlo para aprender.

Esas acciones le hicieron saber que él había estado haciendo esto con anterioridad, tal vez se trató de algo instruido por su madre o padre omega antes de desaparecer de su lado y el conocimiento simplemente había persistido en su joven mente hasta que JongIn pudo pulirlo y traerlo de nueva cuenta a su vida.

Despertó la curiosidad de JongIn, por lo tanto, no puede evitar el deseo de obtener algunas respuestas.

Tenía comunicación con los miembros de las manadas cercanas y un lazo telepático completamente provechoso para este tipo de situaciones, así que, determinado, una noche decidió comunicarse con Im JuSeon mientras el cachorro dormía plácidamente apoyado en su pata.

"Hey, JuSeon, discúlpame si te estoy molestando, pero tengo una pregunta para ti" llamó a través de su unión telepática y el hilo de la comunicación se activó, haciéndole saber que el alfa al otro lado estaba escuchando. JongIn continuó. "¿Has sabido algo sobre un cachorro perdido recientemente?"

"Oh... ¿lo has encontrado?" preguntó con suavidad, un halo de esperanza notable bajo su preocupación.

"Lo hice... pero antes de explicarte, ¿puedes hablarme un poco de su situación, por favor?" pidió con amabilidad, aparentemente tranquilo mientras cuidaba el sueño del chico inconsciente a su lado.

"Bueno, la información que me ha llegado dice que el cachorro proviene de Yang, lo que en sí mismo es bastante desafortunado. Su padre omega fue tomado a la fuerza por un alfa de la manada y este quedó preñado de él; ha tenido una vida tan terrible, ese pobre chico. Murió tratando de escapar junto al cachorro, fue cazado por los alfas de Yang y el niño se perdió esa misma noche. Según el reporte, el incidente ha ocurrido hace tres semanas. ¿En dónde lo has encontrado?"

"Cerca de mi cabaña, escondido entre las rocas a las orillas del río" contestó esta vez, sintiendo un relamazo de dolor por las dificultades que este pequeño había tenido que atravesar por su cuenta, y no pudo evitar agachar su gran cabeza peluda y apoyarla protectoramente contra el cuerpo cada vez más repuesto del cachorro. 

Para un joven lobo era complicado vivir solo durante tres semanas mientras trataba de ocultarse, alimentarse y enfrentarse a la vida salvaje del bosque. No era algo que un niño pudiera conseguir por su propia cuenta, y las posibilidades de que este sobreviviera a ello eran casi nulas.

Y, sin embargo, él lo había hecho. De alguna forma lo había logrado y había llegado al alcance de JongIn.

Era verdaderamente impresionante.

"Él es mi alma, JuSeon." confesó luego de un par de segundos, con voz suave, enfocando su mirada en el fuego que crepitaba en la chimenea.

Hubo un momento de silencio extendido entre ambos y cuando JuSeon habló, lo hizo en un tono especialmente bajo y delicado, como si estuviera tanteando un terreno que no sabía si quería tocar.

"Tú... ¿vas a...?"

JongIn frunció el ceño de inmediato, contrariado y disgustado ante el pensamiento. Ante lo que aquello significaba.

Él incluso podría haber gruñido si el cachorro no se encontrara durmiendo en ese momento.

Era repulsivo. La idea en sí misma era verdaderamente asquerosa y lo llenó de un sentimiento amargo. Incluso imaginarlo le provocó un terrible dolor de estómago y la negativa absoluta e inmediata de su lobo.

"Por supuesto que no, JuSeon, es ridículo y de mal gusto. Hemos dejado a un lado los tiempos arcaicos y nuestra especie puede ser mucho mejor que una mierda retorcida y cuestionable. Él es un pequeño niño aún; ni siquiera puedo concebir intentar arrebatar su niñez y su propio proceso de crecimiento. Solo seré lo que él necesita que sea, y lo que él necesita es un guardián. No quiero ni puedo ser más que eso."

La contundencia y seguridad en sus palabras fueron palpables al otro lado de la línea, completamente precisa y arrolladora, sin una pizca de dudas e indecisión. Era serio, era determinado y era honesto, y JuSeon suspiró con alivio.

"Madre luna, no sabes lo feliz que soy al saber que eres realmente un tipo decente, JongIn. Créeme, soy consciente de nuestra evolución, pero aún existe este tipo de gente que posee una mente completamente retorcida en nuestro mundo y que haría cualquier barbarie al hallar a su compañero... de todas formas, no te preocupes por nada. Voy a ir al Consejo y expondré el caso, abogaré por ti y me encargaré del resto. Te visitaré cuando tenga respuestas, ¿está bien?"

"Sí, muchas gracias." dijo, un poco más calmado con la nueva dirección que había tomado su charla y el relajamiento obvio del alfa, y luego preguntó suavemente: "JuSeon, ¿sabes cómo se llama el chico?"

"Oh, sí. Su nombre es Do KyungSoo."

. . .

Se lo había dicho dos días más tarde.

KyungSoo aún era pequeño, así que no entendía del todo lo que sucedía a su alrededor, pero él captó el mensaje que quiso transmitir cuando esa noche donde ambos se encontraban mirando la luna llena en completa quietud y silencio, JongIn le miró con suave pesar por algunos instantes y luego aulló, largo y tendido, directamente al cielo estrellado sobre sus cabezas.

El aullido fue un lamento que sonaba a pérdida, a agradecimiento, y a deseos honestos de paz.

KyungSoo lo había observado profundamente con sus brillantes ojos azules, inmóvil mientras todo calzaba en su lugar y las respuestas comenzaban a sacudirlo lentamente; fue cuando tuvo todas sus piezas juntas frente a él que KyungSoo gimió lastimosamente y sollozó con debilidad mientras se apoyaba en su pierna.

El aullido de un lobo era, después de todo, un símbolo de hallazgo, pero también de pérdida y despedidas.

KyungSoo sollozó y aulló lastimosamente en medio de su duelo, acompañándolo en su despedida. Diciéndole adiós a un padre que nunca volvería por él, que le había amado cuando nadie más lo hizo y que dio su vida por mantenerlo a salvo, para que pudiera vivir una vida más digna que la suya.

No sabía la razón de su muerte, y JongIn tampoco se lo diría (al menos no ahora), pero él aulló con dolor, con el corazón desgarrado y el pequeño cuerpo completamente tembloroso durante largos minutos, horas, JongIn no podría decirlo a ciencia cierta.

Finalmente, cuando acabaron, JongIn inclinó la cabeza y comenzó a lamer su rostro y sus orejas, peinó su pelo y frotó su frente contra la suya en una acción que buscaba ser reconfortante. KyungSoo se dejó hacer, colocó una patita en su rostro y permitió que JongIn lo consolara.

Una vez se encontró más tranquilo, JongIn se incorporó y lo empujó amablemente con la nariz, instándolo a imitarle y a seguirle por el camino que comenzaba a recorrer, y KyungSoo lo hizo, un poco desganado, tambaleándose a ambos lados debido a su propia debilidad emotiva, pero tratando de obtener pasos seguros y decididos.

JongIn ladró amablemente e inició un trote suave que el pequeño imitó luego de un momento más de apreciación al cielo.

Y así, ambos comenzaron a correr en las zonas seguras del bosque.

Era parte de la tradición de los cambiaformas. Cuando un lobo nace, hay una carrera de bienvenida; cuando un lobo muere, hay una carrera de despedida. Por el honor y por los conocimientos, por la dicha y por la trascendencia exitosa, por su naturaleza y por sus ancestros. Es un alma del bosque que ha dejado todas sus preocupaciones terrenales y se ha unido al plano de una carrera infinita.

Es lo mínimo que JongIn podía hacer por KyungSoo y su padre. Es lo mínimo que ambos merecen.

Todos necesitan despedirse. Espero que tu espíritu encuentre paz al correr junto a tu hijo por última vez, hermano.

Y en su alma, el sonido de un aullido distante funcionó como una respuesta espiritual.

. . .

KyungSoo era curioso y bastante activo.

Le gustaba juguetear con JongIn y siempre conseguía mantenerse enérgico. Si no estaba a su alrededor mientras preparaba la comida en su piel humana, él estaría sobre su cama revolcándose en sus sábanas y mordisqueando sus almohadas con entusiasmo.

Era bueno aprendiendo y también era obediente; aunque le gustaba correr y morder, solía detenerse cuando JongIn lo ordenaba y se mantenía en un lugar seguro y en completo silencio cuando JongIn tenía que cazar y llevárselo era inevitable.

Así, de alguna forma, la convivencia fue especialmente cómoda. Se mantuvo en una zona flotante y agradable y JongIn no podía pedir nada más.

Cuidaba del cachorro como lo había hecho su madre con él en ese tiempo, lo alimentaba, lo instruía y jugaba cuando el niño lo requería. Corrían juntos y, cuando llegaba la hora de dormir, se acurrucaban contra el cuerpo del otro para compartir calor y encontrar tranquilidad. De esa forma, la vida de JongIn comenzaba a tornarse cálida y colorida.

Se había dado cuenta de que, en realidad, había estado sumergido en una escala de grises y viviendo en piloto automático todo este tiempo; no tenía motivaciones ni una fuerza clara que le diera sentido a su vida. Él existía y se limitaba a ello por simple y mera costumbre.

Pero entonces KyungSoo había llegado, completamente necesitado de atención, vulnerable y solitario con su pequeño corazón herido y él no pudo no ablandarse, reflexionar y encontrar ese motor que había estado perdido en alguna parte de su interior. Poner a funcionar lo que se encontraba permanentemente apagado y hallar el calor que era necesario para obtener una vida mucho más satisfactoria, algo que le llenara realmente.

Y todo esto lo había encontrado en un pequeño niño.

Estaba dando grandes saltos en su vida, dejando atrás la monotonía para trazar una nueva rutina donde era un hombre responsable de una cría, y estaba bien. Él lo aceptaba con los brazos abiertos y, en realidad, no podría haberlo deseado de otra manera.

Aunque tenga que esperar cien años, aunque no pueda ser en esta vida, estoy feliz por encontrarte, por cuidarte y darte la estabilidad que necesitabas. No puedo querer nada más que esto. Es suficiente para mí.

Apenas dos semanas después de la llegada de KyungSoo, JongIn notó, además, que el cachorro podía sentir el lazo acercándolo a él.

Era notable dada su tendencia a frotarse en su cuerpo y en sus sábanas y sus infructuosos intentos inconscientes de morderle el cuello. Él no sabía qué hacía o el por qué de ello, por supuesto, así que JongIn tuvo que tomar cartas en el asunto de inmediato.

ㅡNo puedes morderme el cuello, KyungSoo ㅡle dijo suavemente esa mañana, cuando, una vez más, había intentado hacerse con la zona destinada a la marca de su alma. Transformado en humano, JongIn lo había cargado, lo colocó sobre la cama y se agachó frente a él para poder mirarlo adecuadamenteㅡ.

KyungSoo había ladeado el rostro con las orejas en punta, insatisfecho al haber sido negado su deseo, y JongIn extendió una mano para poder revolver el pelo en su pequeña cabeza.

ㅡNo puedes morder el cuello de nadie, en realidad, así como nadie puede morderte de vuelta sin tu consentimiento. Es algo que solo puedes hacer cuando seas mayor, ¿me comprendes?

KyungSoo gimió lastimosamente, como si hubiera sido herido de gravedad, y JongIn resopló y sonrió con diversión, distinguiendo fácilmente el obvio dramatismo.

ㅡNo vas a conseguir que cambie de opinión con eso, pequeño. Soy serio al respecto. Puedes acurrucarte y olfatear, pero morder no está permitido, ¿de acuerdo?

El crío parpadeó y luego ladró audiblemente, incorporándose en el proceso. A pesar de no haber conseguido su cometido, no pareció realmente decepcionado o afectado; su pequeña cola se movió de lado a lado con rapidez y JongIn sonrió aún más ampliamente antes de dejar un toque juguetón en su nariz húmeda.

ㅡBuen chico; espero que lo recuerdes en el futuro. Ahora ven, vamos a luchar.

Y así, JongIn se encontró rodando en la hierba fuera de la cabaña con un KyungSoo animado corriendo y saltando a su alrededor.

El día fue bastante agradable de esa manera.

. . .

Cuando JuSeon llegó, lo hizo con su propio cachorro, JungWoo, bajo el brazo y una bolsa llena de frutas como obsequio.

KyungSoo se había escondido detrás de sus piernas al ver a los recién llegados y JongIn fue capaz de sentir una pequeña pata en su pantorrilla cuando JuSeon se adentró en la cabaña con una pequeña sonrisa.

Había desplegado una timidez nunca antes vista; se sentía curioso por los recién llegados pero no se animaba a salir y explorar como JongIn lo había pensado inicialmente, y esto lo hizo muy consciente de sí mismo y de sus movimientos a su alrededor.

El instinto estaba trabajando duro para tratar de darle seguridad al mantenerse en su lugar, ocultándolo hasta que él decidiera salir por su propia cuenta. Mientras tanto, JongIn asintió y cerró la puerta.

ㅡJuSeon, es bueno verte. Hola a ti también, JungWoo ㅡdijo amablemente mientras se volvía y estiraba una mano para acariciar la cabeza peluda del cachorro. Este ladró con entusiasmo y JongIn pudo ver su cola moviéndose rápidamente de un lado a otroㅡ. Has crecido bastante desde la última vez que te vi.

JuSeon sonrió con orgullo al escucharlo y miró a su hijo amorosamente. Era un padre abnegado y nada más que satisfecho con la vida.

ㅡEstá próximo a cumplir diez años.

ㅡVaya, ¿tan pronto? Es sorprendente. JungWoo, felicidades.

JungWoo volvió a ladrar y se removió en el agarre de su padre, queriendo ser depositado en el suelo. JuSeon lo complació y ambos lo observaron mientras trotaba hacia las piernas de JongIn, justo hacia donde se escondía KyungSoo, y al hallarlo, él aulló audiblemente.

A juzgar por sus ladridos entusiasmados y los cortos saltos y giros, el pequeño JungWoo se sentía victorioso, como si hubiera encontrado una presa importante y de gran valor por su propia cuenta.

(Pintó una sonrisa inmediata en ambos adultos).

JongIn miró más allá de JungWoo y se enfocó en KyungSoo. El pequeño aún estaba un poco escondido, persistiendo en su empresa de mantenerse oculto entre sus piernas, pero miraba abiertamente y con ligera curiosidad a JungWoo.

Sus orejas estaban levantadas y su cola se movía suavemente, y cuando JungWoo decidió acercarse y dejar un toque de presentación en su mejilla, KyungSoo ladró y colocó una pata en su cabeza para alejarlo. JungWoo se removió sin sentirse mal por el rechazo inicial, se agachó y saltó hacia KyungSoo con ambas patas abiertas, y entonces comenzaron un juego enérgico lleno de ladridos, mordidas y carreras por toda la sala de estar.

Solo eso fue suficiente para que ambos se hicieran amigos.

ㅡParece que se llevarán bien.

JongIn asintió y apartó la mirada de los niños para enfocarse en el alfa a su lado.

ㅡSupongo que tenemos que hablar de cosas serias y menos interesantes que un juego de mordidas, ¿verdad?

ㅡSí; los adultos somos realmente aburridos. Dame un poco de café para ignorar la miseria de nuestra vida responsable mientras tratamos un tema de gente madura.

JongIn los condujo a la cocina y ahí se dedicó a preparar el café (quedaba realmente poco; debía hacer intercambios muy pronto en la manada de JuSeon). Lo sirvió con las galletas especiales de la señora Min, la tía de JuSeon, y los tendió para él mientras tomaba su lugar a su lado.

JuSeon había estado echándole un vistazo a los niños y parecía muy relajado en ese momento, con los hombros hundidos y una expresión serena en su rostro. Era la viva imagen de la calma, de un hombre que había dejado de ser un líder por un momento y simplemente se dedicaba a disfrutar de la tranquilidad a su alrededor. JongIn se sintió seguro al verlo de esa manera.

Le dio esperanzas.

JuSeon tomó su taza llena y le dio un sorbo al café; hubo un murmullo apreciativo y un segundo sorbo y entonces se encontró hablando muy bajo, para que JongIn fuera el único capaz de escucharlo.

ㅡEl caso en el Consejo ha sido presentado y resuelto. Expuse lo que había ocurrido y el paradero de KyungSoo y ellos enviaron a alguien en busca del padre del niño para iniciar el proceso. Fue una mierda; el hijo de puta es un maldito imbécil que cree que puede mear más lejos que los demás por ser un alfa (él ni siquiera negó que tomó al padre omega de KyungSoo a la fuerza y se justificó con la excusa de que él era alguien con necesidades y el pobre hombre era el único que podía satisfacer a su lobo).

»Por supuesto, el Consejo no lo vio con buenos ojos y las cosas comenzaron a hundirse cuando expuso su desprecio hacia los omegas y tildó al padre de KyungSoo como un "incompetente" por no saber cuidar su lugar y su posición. Él creía que su muerte era bien merecida por haber huido de la manada.

ㅡMaldito cerdo ㅡescupió JongIn con el puño y las mandíbulas apretadas, el alfa removiéndose en su interiorㅡ. Ese canalla merece una verdadera paliza.

JuSeon asintió, simpatizado fácilmente con su molestia e impotencia.

ㅡFue lo que pensé al verlo y oírle decir tanta mierda. La gente como él no merece vivir en este mundo. Es increíble que haya podido controlarme lo suficiente para evitar partirle la cara frente a todos los ancianos del Consejo.

Después de eso bebió un nuevo sorbo de su café y JongIn desvió la mirada y se enfocó en los niños para intentar encontrar un poco de calma. De alguna forma funcionó, así que pronto sus músculos se relajaron y él pudo mantener una postura más blanda y suave luego de algunos momentos.

ㅡEl Consejo estuvo a tu favor. Les dije que eras su compañero, que le habías encontrado en el río y que has decidido cuidar de él hasta que sea mayor. La condición que han puesto para que te quedaras con él es respetar su niñez y darle una vida digna hasta que pueda valerse por sí mismo; no es nada que no hayas estado dispuesto a hacer anteriormente, así que estarás bien.

JongIn asintió y algo pareció deshacerse y elevarse de su corazón, borrando un peso incómodo que no sabía que había estado cargando todo ese tiempo.

ㅡ¿En cuanto al padre?

ㅡEstá detenido. Los ancianos dictaminaron que no es un tipo seguro para la sociedad, así que van a encerrarlo dentro de poco tiempo. Por otro lado, el nuevo anciano, SiWon, ha propuesto que se lleve a cabo una investigación exhaustiva sobre la manada Yang y se tomen las medidas de seguridad y justicia adecuados, lo que es bastante genial, si me lo preguntas.

JongIn también pensaba que era lo mejor.

SiWon había llegado recientemente al Consejo. Había cumplido los trescientos setenta años y llevado una vida intachable y digna, por lo tanto, era una personalidad confiable e indiscutiblemente prometedora. Auguraba cambios y un nuevo régimen con propuestas adecuadas a las necesidades actuales.

Yang se había estado saliendo con la suya durante muchos años y el Consejo había decidido hacer la vista gorda por "falta de pruebas" (en realidad, era debido a los contactos del líder y sus numerosos amigos en el Consejo, que se aprovechaban de los omegas de la manada a cambio de su silencio), así que era alentador saber que había llegado alguien realmente justo que tomara cartas en el asunto y acabara con la mierda en Yang.

Piensa que es exactamente lo que tenía que ocurrir y que, al final, el sacrificio del padre de KyungSoo valió la pena. Para el mejoramiento de la vida de tantas familias reprimidas y por los cachorros que crecían con incertidumbre e infelicidad, él había partido con dignidad. Tuvo un propósito enorgullecedor en este plano terrenal y JongIn se sintió honrado de poder conocer (en gran medida) los aspectos de toda la situación.

Para darle más peso a ese hombre sin rostro y con desbordante valor y enseñarle a KyungSoo lo valioso e importante que había sido. Para honrarlo durante toda su vida.

ㅡNo puedo esperar a verlo.

KyungSoo ladró vigorosamente y sus pequeñas patitas rasparon el suelo mientras corría en su dirección y saltaba sobre sus piernas. Él parecía verdaderamente feliz así, huyendo de las mordidas y lametones de JungWoo, y JongIn se permitió sonreír dulcemente al verle de esa manera relajada y brillante.

Siendo un niño feliz en compañía de otro niño igualmente feliz, sin preocupaciones, con los temores a un lado, despreocupado y brillante.

Era indiscutiblemente dulce y maravilloso, y JongIn se prometió mantenerlo de esa manera.

. . .

Cuando los complementos alimenticios y productos básicos comenzaron a faltar, JongIn preparó sus mejores presas de carne fresca, las empaquetó en bandejas de uno y dos kilos y se preparó para partir a la aldea de JuSeon.

KyungSoo estaba listo, aguardando por él con un lindo bolsito colgando de su cuello; allí transportaba a un pequeño peluche de lobo que JongIn le había tejido con torpeza y cierta brusquedad debido a la falta de práctica, sin embargo, KyungSoo se mostraba verdaderamente orgulloso y complacido por exponer al mundo a su nuevo juguete.

La fea cabeza del lobo inanimado lo miró desde su lugar en el cuello de KyungSoo y JongIn no pudo hacer más que negar y agacharse para revolverle el pelo y tirarle de una oreja limpia y alerta al lobo real.

KyungSoo se removió y mordió ligeramente su mano y sus dedos y JongIn se incorporó nuevamente cuando notó que él comenzaba a entusiasmarse y caminaba a su alrededor, dispuesto a jugar. Le sonrió tranquilamente, y luego le dijo en un tono completamente pacífico:

ㅡVamos, es hora de irnos. Asegúrate de mantenerte cerca de donde pueda verte, ¿de acuerdo?

En respuesta, KyungSoo ladró con entusiasmo y JongIn abrió la puerta de la cabaña, dejándolo salir de primero antes de dejar su propio hogar. Cerró adecuadamente la puerta, asegurándose de que todo estaba en orden, y entonces dio inicio a la marcha a través del espeso bosque.

El camino era largo, así que JongIn tuvo que ser paciente y cuidadoso. Se mantuvo alerta en todo momento para asegurar la vida de KyungSoo y desviarse del posible peligro y ayudó al niño cuando tenía dificultades para escalar las zonas más altas y problemáticas.

No fue un viaje malo ni mucho menos estresante. Fue, de cierta forma, revitalizante.

Pudo mostrarle a KyungSoo un poco más sobre su conexión con la naturaleza al señalar algunos árboles para que pudiera identificarlos e instruirle sobre sentir verdaderamente la sensación que dejaba la tierra bajo sus patas. Las pequeñas cosas maravillosas que los convertían en criaturas espirituales y que él debía adoptar y respetar para poder encontrar sabiduría.

Comieron bayas que JongIn recogió en el camino y le mostró a KyungSoo cuáles eran las indicadas para el consumo y cuáles no; también le dio una pequeña charla sobre la importancia de las frutas para una alimentación balanceada y cómo tenía que cuidar y respetar la vegetación que le proporcionaba todos los elementos para poder vivir saludablemente.

KyungSoo aceptó todos sus conocimientos con ladridos y miradas atentas y, al terminar de comer, saltó a sus brazos para ser llevado de esa manera.

Y así continuaron todo el camino.

Debido a que ahora estaba cargando a KyungSoo, el viaje fue mucho más rápido y constante; entonces, dos horas más tarde, se encontraba en las afueras de la aldea.

JongIn ajustó su agarre sobre la hielera donde transportaba la carne y se encaminó hacia las puertas protegidas por los centinelas de la manada. Les dio una sonrisa de reconocimiento y el guardia principal, ChanYeol, dejó una palmadita entusiasmada en el hombro. KyungSoo, por su parte, se acurrucó contra su pecho con timidez.

ㅡ¡Hey, JongIn! ㅡle saludó el alfa con su acostumbrada alegría y entusiasmo y JongIn lo aceptó con un suave asentimientoㅡ.

ㅡHola, ChanYeol, ¿cómo estás?

ㅡ¡Muy bien, muy bien! Ya sabes cómo es. ¿Has venido a intercambiar carne?

JongIn asintió.

ㅡSí, ayer fui de cacería, así que aún está fresca. ¿Han cazado recientemente?

ㅡNo, los chicos iban a ir mañana, en realidad, así que aún tienes una oportunidad... por cierto, ¿no es ese un cachorro demasiado lindo para ser tuyo?

JongIn resopló y KyungSoo alzó las orejas al notar que estaban hablando de él. Hundió su pequeña nariz en el pecho de JongIn y sus ojos azules se enfocaron en el gran alfa sonriente ante ellos.

ㅡNo es mío, soy su guardián. Pensé que lo sabrías en este punto.

ㅡLo sé, JuSeon me lo dijo, pero siempre es bueno molestar ㅡluego se dirigió al pequeño y su voz fue mucho más suave y amigable al hablarleㅡ. KyungSoo, eres adorable. ¿Te encuentras bien?

ChanYeol presentó su mano para que pudiera olfatearla y KyungSoo movió su pequeña nariz en su dirección; luego, al encontrar su aroma de su agrado, se alejó lentamente del pecho de JongIn y ladró con suavidad como respuesta.

La sonrisa de ChanYeol se amplió aún más y llevó la palma a su cabeza para acariciarla cálidamente antes de dejarlo ir.

ㅡSigue siendo fuerte y saludable, chico. Ahora los dejaré para que puedan hacer sus cosas, ¿está bien?

ㅡGracias, ChanYeol. Dale mis saludos a BaekHyun y a ChanHyun.

ㅡ¡Seguro! ¡Oigan, chicos, abran las puertas!

Los centinelas respondieron afirmativamente y ambas puertas de madera fortalecida se movieron, dándoles paso para poder adentrarse en la aldea.

JongIn se despidió de ChanYeol y caminó hacia el interior de la manada. Una vez dentro dejó a KyungSoo en el suelo y lo instó a caminar a su lado mientras JongIn marchaba hacia los puestos donde podía comenzar a intercambiar la carne por algunos otros productos.

Así llegaron al puesto del señor Kim, un anciano que vivía junto a su compañera y se dedicaba a vender arroz y vegetales, y comenzó a negociar.

JongIn era conocido en la aldea; había vivido cincuenta años en la zona y le tenían bastante aprecio, entonces no fue complicado mantener algunas conversaciones amables, ponerse al corriente con los mayores y conseguir comida y productos básicos a cambio de carne fresca y jugosa.

Tenía algunas personas que siempre le preferían debido a sus buenas habilidades de caza y la calidad de la carne que podía conseguir. Los nuevos cazadores de la manada eran cachorros que comenzaban a reemplazar a los mayores y aún eran algo inexpertos, por lo tanto, a veces lo que conseguían no era suficiente para surtirlos a todos y veían en JongIn una opción nada más que agradable y oportuna.

JuSeon nunca tuvo problemas con dejarle comerciar en la manada y él había aprendido a no desaprovechar las oportunidades, así que se sintió satisfecho y complacido cuando llenó un bolso con varios paquetes de comida y especias. También consiguió algunas verduras que vendrían bien para la dieta de KyungSoo, y jabón y champú de las abuelas que le apreciaban.

Finalmente, con todo casi repartido y el bolso lleno, JongIn tomó su hielera con la última bandeja de carne y caminó hacia el puesto de la tía Min con KyungSoo trotando a su lado.

El chico se había mantenido tranquilo en todo momento, permitiéndole trabajar sin interrupciones, sin embargo, ahora que casi habían terminado él estaba dispuesto a dejarle jugar con algunos cachorros que lo miraban con curiosidad.

La tía Min le sonrió cálidamente al verlos llegar y ella no tardó en alzar la mano en dirección a JongIn. Él le devolvió la sonrisa e inclinó la cabeza para dejarla a su alcance y la anciana le revolvió el pelo, como era de esperarse.

ㅡ¡JongIn, querido! Es tan bueno verte de nuevo por aquí. Mírate, estás tan guapo. ¿Ya te casaste?

JongIn rió con diversión y negó, ya acostumbrado a la pregunta.

ㅡAún no, tía.

ㅡ¡Oh, qué bueno! JeonMin aún está soltera y se ha puesto muy bonita, ¿por qué no te acercas a ella, hum?

Esta también era una pregunta conocida, así que JongIn no se sintió desencajado en ningún momento.

ㅡJeonMin sigue siendo como una hermana menor para mí, tía. Además, hay una nueva situación que estoy enfrentando actualmente.

ㅡ¿Una nueva situación...? ¡Oh, por supuesto! Sí, sí, JuSeon lo había mencionado antes. Lo siento, cariño, mi memoria no es tan buena como lo era antes ㅡsusurró ella con cierto pesar y JongIn simplemente le dio una palmadita suave en la mano ligeramente arrugada, reconfortándola con calidezㅡ.

ㅡEstá bien, tía, no te preocupes; además, aún no eres tan mayor. Estás igual de bonita y encantadora que siempre.

La tía Min sonrió ampliamente y le dio un golpe juguetón en el brazo.

ㅡAh, tú, chico halagador, ¿qué haré contigo?

ㅡ¿Tal vez intercambiar conmigo unas buenas galletas por un kilo de carne? Eso me haría muy feliz.

ㅡPor supuesto que sí, por supuesto que sí. Te daré las mejores y más frescas solo por llamarme bonita. ¡También te daré una a ti, pequeño chico guapo! Eres tan adorable que me enterneces el corazón.

KyungSoo ladró con entusiasmo y la tía Min le dio una de sus famosas galletas especiales para cachorros. KyungSoo le lamió la mano como agradecimiento y no dudó en comerla después de recibir un asentimiento de JongIn.

La tía Min se dio un par de palmaditas en el pecho y miró a KyungSoo con una mirada de madre, sonriendo dulcemente mientras le observaba comer su galleta con entusiasmo.

ㅡÉl es lindo, JongInnie, muy, muy lindo; y es tan bueno y reconfortante verlo saludable y teniendo una buena vida. Eres un gran chico, cariño. Lo estás haciendo bien.

Sus palabras le dieron alivio y lo llenaron de calor.

Fue indiscutiblemente bueno recibir un comentario tan agradable, recibir una confirmación de que estaba recorriendo un buen camino, incluso siendo un lobo solitario, incluso cuando nunca tuvo experiencia... fue conmovedor.

JongIn lo agradecía con el corazón profundamente conmovido.

ㅡGracias, tía.

.

Luego de conseguir una buena cantidad de galletas dulces y saladas, un poco de dulce de leche y un bizcocho de zanahoria pequeño, JongIn sintió un rasguño en su pierna y al bajar la mirada encontró a KyungSoo moviendo la cola de lado a lado e intercambiando miradas entre él y los cachorros que se encontraban jugueteando a algunos metros de distancia. 

JongIn también los miró y luego se agachó para estar a la altura de KyungSoo, le acarició las orejas y su cola se movió un poco más rápido.

ㅡ¿Quieres ir a jugar con ellos?

KyungSoo ladró y mordió cariñosamente su dedo pulgar. En respuesta, JongIn le dio un pequeño tirón a una de sus suaves orejas y una pequeña sonrisa se abrió paso en su rostro.

ㅡBueno, si te sientes tan entusiasmado al respecto, entonces ve. Asegúrate de mantenerte al alcance de mi vista, ¿está bien?

KyungSoo ladró una vez más, lamió el dorso de su mano y luego se echó a correr hacia los niños. JongIn observó cómo su carrera fue disminuyendo hasta convertirse en pequeños pasos tentativos y un par de orejas alertas, el pequeño cuerpo en ligera tensión y la inseguridad llenándolo por un momento.

Fue valiente, sin embargo, y no se detuvo en ningún momento.

KyungSoo dio un suave ladrido y los cachorros lo miraron de inmediato, se acercaron para olfatearlo y al encontrar el olor de JongIn sobre él lo aceptaron rápidamente y lo integraron a su juego de correr y morder.

Estos eran niños con los que JongIn había convivido anteriormente, así que el aroma familiar sobre KyungSoo provocó su aceptación. Fue algo que le dejó tranquilo y le hizo feliz, así que pudo incorporarse con el corazón ligero y relajar los hombros que había mantenido en tensión sin darse cuenta.

La tía Min le dio una palmada en el brazo y se unió a él, deteniéndose a su lado para mirar a los niños jugando en la hierba con completa tranquilidad.

Minutos después, en medio de la suavidad de todo, ella susurró con seguridad:

ㅡDeberías traerlo más seguido a la aldea ㅡJongIn la miró de reojo y ella, sin inmutarse, continuó con el mismo tono de voz cálido y amableㅡ. Será bueno para su desarrollo; él podrá convivir con más personas de su especie y con niños de su edad. La manada es importante para los cachorros, para su desenvolvimiento y madurez, y él será bien recibido aquí.

La mayor lo miró abiertamente, con conocimiento y sabiduría, y JongIn se sintió repentinamente joven ante ella.

ㅡKyungSoo ha pasado por momentos difíciles; vivió los primeros años de su vida en medio de un ambiente terrible y aterrador y ningún niño merece eso; por ello creo que será bueno para él conocer la otra cara de la moneda. Darse cuenta de que hay más personas buenas que lo tratarán con amabilidad y que puede contar con nosotros, tener amigos y dejar ese pasado retorcido atrás. Es algo que puede ayudarlo en el futuro, JongIn.

Y esto es algo que no puedes darle tú solo.

La tía Min no lo había dicho, pero esto era más que obvio. JongIn no se sintió realmente ofendido por ello, porque sabía que tenía razón.

Los lobos están hechos para estar en manada, así que para ningún cachorro resulta fácil estar solo con un alfa, sin la influencia y el calor de un omega o la camaradería clásica de su especie; KyungSoo podría crecer de una forma un poco diferente y distante (su timidez y reticencia eran una clara muestra de ello) y JongIn no quería que eso sucediera.

JongIn suspiró largamente y volvió a mirar hacia adelante, hacia el KyungSoo excitado y entusiasmado revolcándose en la hierba mientras intentaba defenderse de ser vencido por un cachorro más grande que él. De ese KyungSoo feliz y a gusto que simplemente no podía ignorar.

Y por eso le resultó muy fácil encontrar su respuesta final.

ㅡLo sé, tía; hablaré con JuSeon pronto.

.

JuSeon no había tenido problemas en aceptar a KyungSoo en la aldea con fines de adaptación y aprendizaje.

BaekHyun, siendo el maestro omega de los cachorros, se había ofrecido personalmente a instruirlo en todo lo que necesitaba saber y JongIn se sentía agradecido por ello.

Esa había sido, además, la mejor decisión que pudo haber tomado.

No se quedaban juntos en la manada. JongIn tomaba algunos días del mes para dejarlo en la aldea al cuidado de ChanYeol y BaekHyun, personas de confianza, mientras él cazaba sin preocupaciones ni distracciones y superaba sus días de rutina lejos de KyungSoo (no era algo que un niño debía presenciar, de todas formas). Esto también ayudó a que KyungSoo no fuera exclusivamente dependiente de él y comenzara a confiar en otras personas.

Era bueno, y aunque podía notar la tristeza en el chico cuando tenía que irse, el temor a ser olvidado y abandonado una vez más, esto era lo mejor que podía darle. Lo mejor que podía ofrecer mientras KyungSoo aún mantuviera su forma animal.

Luego, cuando tuviera diez años y pueda transformarse, podría sugerir formar una conexión telepática para mantenerse en contacto con él mientras está lejos, pero hasta que eso ocurra tendrían que conformarse con construir su confianza en el otro.

Hoy, cuando llegó a la aldea después de haber atravesado un rut doloroso y estresante, JongIn fue en busca de KyungSoo para llevarlo a casa. Habían sido siete días lejos y su lobo comenzaba a arañar, inquieto por no tener al cachorro bajo su supervisión, así que, luego de asegurarse de que estaba realmente bien, se internó en el bosque e hizo un viaje rápido hacia la aldea.

KyungSoo estaba cerca, reunido con BaekHyun y los cachorros que tomaban sus clases, así que lo vio casi de inmediato. JongIn pudo apreciar el momento exacto en el que las orejas se alzaron, los ojos se ampliaron y su pequeño cuerpo se llenó de completa felicidad al lanzarse a una carrera poderosa en su dirección.

Ladrando con entusiasmo, KyungSoo se arrojó a los brazos de JongIn y se removió en su pecho con excitación por verle de nuevo. Le lamió el rostro y mordió sus dedos y se acurrucó en su cuello como un pequeño bebé.

JongIn sonrió en todo momento, sintiéndose finalmente en paz y aliviado por tenerlo en sus brazos nuevamente, y le acarició el pelo de la espalda y la cabeza con cariño.

ㅡTambién estoy feliz de verte, KyungSoo. ¿Cómo te ha ido en la escuela?

KyungSoo ladró vigorosamente y colocó ambas patas en su hombro mientras su húmeda nariz olisqueaba su mejilla y dejaba lamidas numerosas en la piel.

ㅡ¡Oye! Ya me he bañado, no necesito que me asees de nuevo ㅡdijo con diversión y no tardó en incorporarse cuando BaekHyun llegó a su lado, lleno de cachorros que corrían alrededor de sus piesㅡ. Hey, Baek, ¿cómo ha ido todo?

BaekHyun le dio una sonrisa amable y no dudó en acercar su mano a KyungSoo y acariciarle la cabeza con afecto.

ㅡMuy bien. KyungSoo ha sido un chico bueno y listo como siempre. Ayer descubrimos su edad.

ㅡ¿De verdad? ㅡpreguntó con sorpresa y ligera incredulidad y BaekHyun asintió de inmediato, pareciendo muy satisfecho y orgullosoㅡ.

ㅡSíp. KyungSoo había sido educado anteriormente, así que pudo reconocer los números sin mucho problema. Solo tuve que preguntarle si sabía cuántos años tenía y él lo señaló con su nariz. Es realmente muy listo.

ㅡ¿Es así? ㅡJongIn se volvió hacia KyungSoo y el pequeño lo miró con sus lindos e inocentes ojos azules y el pecho hinchadoㅡ. Eso es increíble, KyungSoo, estoy muy orgulloso de ti. ¿Crees que puedas decirme cuántos años tienes?

KyungSoo simplemente volvió a lamerlo y luego de mirarlo fijamente, ladró. Ladró de nuevo, y una vez más, y otra más, y otra más. Fue lento y claro, un ladrido diferente al sonido vibrante de su emoción o su llamado, y JongIn supo que era nada más que algo indicativo.

Cinco. Seis. Siete. Ocho. Nueve.

Los ladridos se detuvieron, pero su cola se movió rápidamente de lado a lado, expectante.

ㅡ¿Tienes nueve años?

KyungSoo volvió a lamerle el rostro con entusiasmo y JongIn rió entre dientes mientras trataba de lidiar con él y su explosión de energía en su contra. Cuando más o menos pudo mantenerlo a raya, miró a BaekHyun con diversión y ahí encontró un par de ojos cálidos y una sonrisa suave.

ㅡTambién descubrimos su cumpleaños. KyungSoo nació el doce de enero, así que el año que viene él tendrá su transformación. ¿No es algo maravilloso? Sus cumpleaños también están bastante cerca.

Doce y catorce de enero; ahora era un mes de celebración y dicha, entonces. JongIn ya no tendría que pensar en el desperdicio de un año más en solitario, ahora podía llenarlo de afecto gracias a la vida de KyungSoo, y eso era maravilloso.

También es dulce. La madre luna ha sido muy buena conmigo después de todo.

ㅡSí ㅡsusurró JongIn, sintiéndose cálido y conmovidoㅡ. Sí, lo es

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[✍🏻]

¿Recuerdan que les dije que este fanfic (junto a los otros dos que les ofrecí y están en mis borradores) lo hice en dos semanas y a las carreras? Bueno, esa es la razón por la que está escrito con las patas.

Lo recordaba mejor, pero ahora, mientras leía y trataba de corregir el capítulo, me di cuenta que es bien mierda sjjsjsjsj. De todas formas voy a tratar de arreglar los capítulos siguientes lo mejor posible y hacer se esto algo medianamente aceptable u.u

Por ahora mi deuda está saldada. El siguiente capítulo será publicado pronto, así que si aún quieren mantenerse fiel a esta cosita estén atentas ♡

Eso es todo; nos leemos luego (o tal vez no); de todas formas, cuídense mucho, tomen mucha agua y usen protector solar~

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