*Créditos de la imagen: @ ArtLumiim en Twitter*

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POV: Ochako Uraraka

En un mundo donde el 80% de la humanidad posee capacidades físicas especiales llamadas dones, hubo conflictos que fueron evolucionando al ritmo que la humanidad iba cambiando; desde la incertidumbre de la "gente normal" y la relación con los "dotados con dones" hasta que estos se convirtieron en parte de la nueva normalidad.

Durante más de 100 años, hubo un hombre de apellido Shigaraki que tuvo la intención de volcar a la humanidad a su favor por el mero hecho de tener poder. No tuvo un evento que le hiciera pensar así, él nació con esa mentalidad. Como lo dice Thomas Hobbes en su famosa obra "Leviathan": el hombre nace malo por naturaleza.

Pasaron nueve generaciones que pelearon contra esta amenaza. Desde el hermano menor, Shigaraki Yoichi hasta el más reciente y el ganador final de esta interminable guerra: Midoriya Izuku, quien tuvo que dar esa capacidad especial que le fue otorgada y por la cual luchó, destrozó su propio cuerpo y plantó cara para terminar con esa maldición que el mayor de los Shigaraki, All For One, representaba.

En batalla sacrificó su don, el One For All, para derrotar al máximo enemigo. Aunque deseó salvar el alma del sucesor de All For One, lo cierto fue que murió por culpa de su don. El All For One destruyó lo poco que quedaba de Shimura Tenko/Shigaraki Tomura... los portadores del One For All decidieron junto con Deku, el noveno de todos, entregarse en sacrificio.

Cuando todo había terminado, cada héroe había sido ingresado a diferentes centros de salud, hospitales, clínicas y campamentos médicos. Entre ellas estaba yo, Uraraka Ochako. Debo darle las gracias Toga Himiko, la villana que estaba obsesionada conmigo y con Deku-kun, por haber dado su sangre para permitirme que viviera.

Aunque yo ya me siento un poco mejor, la puñalada que recibí era mortal pero con esa transfusión de sangre, pude evadir a la muerte. Pero, quien me preocupa más es él... Desde que supe que perdió el One For All, él volvió a ser mukosei. All Might nos dijo a todos que él había sido el más valeroso, y para eso tuvo que dar aquello que había recibido.

— All Might-sensei... -pregunté mientras él salía de su chequeo, se mantenía en silla de ruedas ya que tras su pelea, no volvió a caminar-.

— Uraraka-shoujo, daijobou? Evite hacer demasiado esfuerzo... -es hasta tierno que me lo diga él en su estado-.

— Hai, wakatta. Solo quería saber sobre Izuku-kun. ¿Cómo se encuentra? -pregunté y me di cuenta que All Might me veía con sorpresa al escuchar que lo mencioné a él por su nombre-.

— Pensaba ir a verlo, ¿quiere acompañarme? -él me sonrió y con la cabeza le dije que sí-.

Al ir caminando por los pasillos del hospital, el ambiente era algo incómodo y no era para menos. Muchos de mis compañeros y amigos tenían que estar internados, algunos con más traumas que solo heridas físicas. Pero mi prioridad era verlo a él, y cuando llegamos a su habitación, su madre Inko nos abrió la puerta.

Al entrar, pude notar que recién se había limpiado las lágrimas. Ver a su hijo postrado en una cama luego de todo lo que pasó era difícil. Puedo decirlo de primera mano, cuando desperté vi a mis padres llorando como nunca los había visto.

— Arigatou, Midoriya-san. -dijo All Might con algo de temor, parecía que esperaba una reprimenda-.

— All Might, usted dijo que viviría para proteger a mi hijo... -al principio ella estaba seria, pero luego ablandaría su carácter-, Y me alegro saber que cumplió, aunque...

Yo los vi platicar mientras ella ponía su mano en la de él y le daba las gracias de una forma tierna, las lágrimas de ambos no se hicieron esperar. Pero yo quería ver a Deku-kun, se veía tan imperturbable. Al verlo respirar me dio un inmenso alivio. Me acerqué sigilosamente para no interrumpir a los adultos y me senté al lado de la cama de él.

— Deku-kun, no sabes lo feliz que estoy de saber que estás con vida... Baka... Arriesgarte de esa forma fue un susto terrible. Aunque, no debería hablar de riesgos cuando yo fui una inútil que casi muere porque pude rescatar una sonrisa que ya no está. Tú me dijiste que veías a alguien triste dentro de Shigaraki Tomura y no podías ignorarlo. Así me sentí ese día que veía la ciudad en ruinas. Porque Toga-chan me transmitía esa tristeza de reprimir todo eso que ella sentía. Aunque nuestra forma de lidiar con nuestros deseos eran totalmente distintas, lo cierto es que yo...

No pude seguir porque noté que él estaba abriendo los ojos.

— D-de...deku-kun... -dije con un poco de miedo, cosa que fue oída por los adultos-.

— Izuku... soy yo, oka-san... dime algo por favor... -Inko estaba anonada, pero expectante de la respuesta-.

— O-oka...san... -al decir estar palabras, ella se echó a llorar y abrazó suavemente a Izuku, All Might y yo estábamos alegres de que haya abierto los ojos-.

— Izuku, dime cómo te sientes... -preguntó su madre y yo me acerqué un poco para ver su rostro-.

— Oka-san, ¿quiénes son estas personas? -preguntó él y al verme a mí solo pude sentir una punzada en mi corazón-.

— Deku-kun... ¿no te acuerdas de nosotros? -pregunté sin salir de mi asombro-.

— Midoriya-shonen. -All Might acercó su silla de ruedas y noté que Deku-kun había tomado el brazo de su mamá, ¿él tenía miedo?-.

— Oka-san, ¿por qué está ese señor y esta chica? Ella me dice Deku como Kacchan, ¿ella sabe que no tengo don? -esas palabras, esa expresión y esos ojos tristes eran puñales directo a mi corazón-.

Un doctor había entrado a la habitación y yo decidí salir corriendo, aunque me duele el cuerpo solo corrí porque quería despertar de esta pesadilla. Llegué al fondo del pasillo y habían unas escaleras. Me dirigí hacia ahí y subí unos escalones, mi vista estaba vidriosa y húmeda. ¿No recuerda nada de mí o de All Might ahora? Debería apoyarlo para que se recupere, pero no me siento fuerte para sentir que soy una desconocida para él.

No sé cuánto tiempo lloré pero terminé dormida y cuando lo noté, estaba en una habitación del hospital. Parece que preocupé a varias personas y al verme inconsciente, me trajeron a este lugar. Cuando desperté, mis padres y mis amigas de la UA estaban ahí.

— Ochako-chan, daijoubu desuka? -preguntó Tsuyu-chan que estaba tomando mi mano-.

— Nos diste un susto, Ochako. Gracias a Kamisama no te pasó nada malo, ¿recuerdas lo que pasó antes de venir aquí? -mi madre estaba abrazándome-.

— Pues... -decidí contarles a las presentes lo que pasaba y me sorprende que todas estuvieran tristes-.

Tuve que limpiar mis lágrimas varias veces al ir contándoles a todas lo que pasó. Pero, fue lindo de parte de ellas tratar de animarme, así que ellas quisieron llevarme a dar un pequeño paseo por los jardines del hospital.

Por primera vez en mucho tiempo, pude ver el cielo azul y sentir que todo estaba bien. Trataba de olvidar ese malestar de ver a Deku-kun sin memoria. ¿Por qué me duele tanto? Es una respuesta simple, porque si no puede recordar nada, significa que todo lo que vivió no existió en su memoria. Y me duele saber que siendo un chico tan increíble ya no pueda seguir ese sueño. Pero también, me da miedo pensar que yo no existo en su memoria...

No había notado que el tiempo pasó volando y ahora el cielo era naranja. Había caído el atardecer, y cuando quise irme hacia el interior del hospital, lo pude ver a él sentado en una banca tomando una lata de té verde. Pasé a su lado para no molestarlo, pero...

— ¿Tienes sed...? -él me preguntó con una voz algo grave y baja, él estaba temblando al estirar la lata-.

— Hai... arigatou... -tomé la lata y decidí sentarme a su lado, era algo incómodo el ambiente, pero al mismo tiempo sentía que si lo miraba, podría confiar en que él podría recordarme a mí-.

— Gomen... -él me sorprendió-. El doctor me dijo que he perdido la memoria, parece que soy dos años más joven en mi mente. No recuerdo mucho, pero tú fuiste la primera persona que vi al despertar. Nadie me quiere decir qué pasó porque el doctor me dijo que podría ser un golpe fuerte a mi cerebro.

Todo eso que me dijo Deku-kun me hizo pensar que, según lo que All Might me contó, los dones ya eran parte de él y al haber estado unidos de la forma en que lo estuvieron, no solo sus poderes se fueron, sino también sus recuerdos. El One For All almacenaba las voluntades de sus portadores, así como sus espíritus. Lo que significa que Deku-kun es un cascarón vacío, ¿o no?

— Lo entiendo, y pues... eres alguien muy especial para muchas personas. -abrí la lata para beberla-. Supe que tu sueño era ser un héroe, y creo que es un lindo sueño para todo aquel que desee serlo. Tú fuiste mi héroe el día que te conocí... -eso último lo susurré-.

— Arigatou, generalmente todo el mundo se burla de mí cuando digo que es mi sueño salvar a todos con una sonrisa, igual que All Might. Pero... -me detuve cuando hizo esa pausa-. Vi que te fuiste corriendo y noté tu tristeza... no conozco nada sobre ti pero por alguna razón, quería poder compartir esa tristeza. ¿Por qué me sentía así? ¿Acaso nos conocíamos antes?

Cuando preguntó eso, quería decirle todo: quién soy yo, en qué se convirtió y qué pasó en todo su trayecto desde que lo conocí. En el pasado había decidido cerrar mis sentimientos, pero ya no quiero hacerlo más.

— Oka-san me dijo que he hecho amigos, pero no me fío mucho de eso. -dijo interrumpiendo mis pensamientos-.

— ¿Crees que tu madre mentiría? -le pregunté y agitó sus manos para negarlo rápidamente-.

— No lo digo por eso, sino porque me parece extraño que ella diga que tengo amigos. ¿Quién querría ser amigo de un mukosei como yo? -él agachó la cabeza y ocultaba sus ojos entre su cabello verdoso-.

— Algunos de nuestros amigos saben que perdiste la memoria, a mí me duele muchísimo...

— Oe, Midoriya... -no puede ser, Kirishima-.

— Anata wa... daré? -preguntó un poco extrañado-.

— Kirishima desu... ¿no te acuerdas de mí? -preguntó Eijiro-kun y la situación se puso rápidamente incómoda, pero ellos dos no lo notaban-.

— Oe... Kirishima-kun, ¿puedo hablar contigo un momento? -me levanté y le hice saber a Deku-kun que nos esperara un poco y me alejé unos metros con este bobo-.

— ¿Qué pasa, Uraraka-san? Midoriya no me reconoció... -él estaba algo inquieto por la reacción que recibió-.

— Es porque perdió la memoria, te explicaré rápido lo que pasó... -al comentarle lo que pasaba, Kirishima abrió mucho los ojos y volteaba a ver a Deku-kun con frecuencia, hasta que al terminar, su rostro parecía algo decepcionado-.

— Ya no puede ser un héroe, ya no recuerda lo que pasó en la UA, es como si su vida se hubiera congelado y nada hubiera cambiado. ¿Y quiénes más lo saben? -me preguntó-.

— All Might lo sabe, Deku-kun no lo reconoció. Le conté a las chicas porque me sorprendí tanto que me puse triste. Y creo que hay que evitar... -escuché una voz aguda y estruendosa-.

— DEKU, ¿QUÉ HACES POR ACÁ, TEMME? YA ES HORA DE CENAR, LA TÍA INKO TE ESTÁ BUSCANDO. -no hacía falta decir quién gritaba-.

— KACCHAN, POR FAVOR NO ME LASTIMES. -el grito de Deku-kun hizo que Kirishima y yo nos pusiéramos alerta para acercarnos-. 

— ¿Eh? Pero en todo caso tú me puedes lastimar a mí, ¿desde cuándo me tienes miedo otra vez? No te he hecho nada para que sientas eso. -Bakugou-kun se había calmado, pero parecía que estaba confundido-.

— ¿Lastimarte, yo? Pero no tengo don para hacerlo. Además, ¿por qué estás aquí? ¿No deberías estar estudiando en la UA? -esa última pregunta hizo que Bakugou-kun se confundiera todavía más-.

— Cuando nos den el alta, volveremos a la UA. Y apúrate en recuperarte, que quiero pelear y demostrarte que soy el mejor. Aunque hayas derrotado a All For One, no significa que me dejarás atrás. -al escuchar eso último corrí para ponerle la mano encima a Deku-kun y llevármelo de ahí-.

— Oe Bakugou, no debiste decirlo eso. Él tiene... -parece que Kirishima-kun le iba a explicar todo, yo me concentré en salir corriendo del jardín-.

Tenía que sacarlo de ahí, tenía miedo que al mencionarle esos recuerdos tan de golpe pudieran hacerle algún daño a su cerebro. Así que lo llevé a su cuarto, lo bajé y lo dejé en su habitación. Me disculpé con su madre y me fui corriendo a mi cuarto.

En ese momento no lo sentí, pero las heridas que traía en mi abdomen estaban sangrando en los vendajes. Entonces, el dolor empezó a sentirse bastante fuerte. Mi mamá llamó al doctor más cercano para que me revisaran los puntos y cambiaran mis vendas. Pasaron tres días en donde no quise salir de mi cuarto. No sabía con qué cara ver a Deku-kun y me sentía algo impotente de no poder ayudar. Pero llegaría su madre a mi habitación.

— Uravity-san. -ella me sonreía tranquilamente y me dio la mano-.

— Inko-san, ¿cómo se encuentra Izuku-kun? -pregunté tratando de no llamarlo por ese apodo, no sabía si ella conocía ese mote-.

— Arigatou, te agradezco que cuides de mi hijo. Me agrada saber que confías en él para llamarlo por su nombre. Quería hablar contigo de algo importante. -yo tragué un poco porque no sabía qué me iba a decir-. El doctor evaluó a Izuku ayer antes de dormir, dijo que algunos recuerdos empiezan a volver. Pero son pequeñas lagunas mentales. Entonces, como tú eras una amiga muy cercana a él, pensé que podrías ayudarle a recuperar sus recuerdos. El doctor cree que eso puede ayudar a que vuelva a ser el de antes. Aunque no tenga dones, él creció y maduró mucho estando en la UA y por personas como tú fue que mi hijo es alguien admirable. Arigatou gosaimashita.

Al escuchar esas palabras, le pedí que levantara la cabeza tras inclinarla al darme las gracias, me sentía muy honrada de que ella me dijera eso. Entonces, acepté lo que ella me dijo y decidí ayudar a Izuku-kun a recuperar sus recuerdos.

Una semana después

Luego que nos dieron el alta, la reconstrucción de Musutafu estaba tomando forma y muchos de los padres de familia se mantuvieron viviendo en la residencias de Heights Alliance. Así que la señora Inko me pidió a mí, Bakugou-kun y Hatsume-san que ayudáramos con el progreso de recuperación de memoria.

— Uravity-chan. Tú te encargarás de manejar este bebé. Solo pon los censores en su cabeza y podrás ver su actividad cerebral, así como podrás escuchar sus pensamientos. A veces la gente suele sobrepensar muchas cosas cuando pierde la memoria, entonces sus lecturas mentales pueden ser inestables. Así que ten cuidado.

— Wakatta, arigatou... -contesté y me dirigí a la entrada de la UA-.

— ¿Por qué tengo que usar mi uniforme de secundaria? Ya ni siquiera me queda.

— Bakugou-kun, tienes que recrear el momento en que Deku-kun entra por aquí porque así empezó todo. -dije mientras revisaba el monitor que Hatsume-san-.

— ¿Y por qué tiene que ser ese momento donde se topa contigo? Ya sabemos todos que él te gusta... -este rubio no tiene pelos en la lengua-.

— ¿Qué tiene que ver...? -mi sonrojo era muy notable, pero no podía ocultarlo-.

— Porque tú y yo sabemos que es la verdad. Lo que él hacía en su tiempo libre no era de mi incumbencia, pero... -él bajó la voz-. Fuiste importante cuando tuvimos que traerlo de vuelta. Aunque quisiera poder enmendar lo que le hice antes, puede que lo olvide en este tiempo que no tuvo memoria.

— Es tierno de tu parte que pienses eso. -le sonreí, pero luego volvió a su cara enojada de siempre-.

— NO SOY TIERNO, CARA REDONDA. Mejor hagamos esto antes de que me arrepienta. -él se había puesto una bufanda en su cuello, recuerdo que en esos días del examen de admisión hacía frío-.

— Hai, Inko-san dijo que lo enviaría por aquí con el mismo uniforme y le diría que haría el examen de la UA. ¿Recuerdas lo que le dijiste ese día? -le pregunté y él medio vaciló hasta que dijo que sí un poco malhumorado-.

Me fui a esconder, me aseguré que mi uniforme de secundaria estuviera en orden. Tenía que hacer que la experiencia fuera lo más fiel posible a ese momento para que sus recuerdos empezaran a salir.

Cuando llegó Deku-kun, él se veía más confundido que nervioso. Así que cuando llegó a medio camino de la entrada le indiqué a Bakugou-kun que entrara. Noté que Deku-kun veía asombrado la fachada de la escuela. Entonces, llegó el momento.

— Fuera de mi camino, Deku. -se notaba que Bakugou-kun no necesitaba práctica para ser un pendenciero-.

— Kacchan...

— No te pares en frente de mí, te mataré... -el rostro de Bakugou se veía intimidante, pero parecía también que estaba algo vacilante, como si no quisiera hacer esto, así que pasó de largo algo rápido-.

Deku-kun estaba algo dudoso de esa actitud, me imagino que recuerda lo que le dijeron sobre vencer a All For One. Pero por otro lado, se veía nervioso, como cuando lo conocí. Y lo mejor es que el destino me sonreía. Porque cuando iba a dar su primer paso, tropezó con su propio pie y ahí es donde entro yo.

Él parecía confundido, pero no decía nada. Bastante parecido a ese entonces, se veía tierno con esa cara de confusión. Entonces junté mis manos para quitar la antigravedad.

— Es mi kosei, disculpa que la usara sin preguntar. Pero sería de mala suerte si te caes, ¿verdad? -el rostro de Deku-kun seguía sin salir de su asombro-. ¿Estás nervioso? Hagamos nuestro mejor esfuerzo, nos vemos...

Me adelanté y saqué el monitor que me dio Hatsume-san y puse el audífono en mi oído. Sus señales parecían trabajar de forma frenética, y al fin alcancé a escuchar sus pensamientos.

— Esto es extraño, siento que esto ya lo viví. Pero a la vez me extraña que una chica tan amable me hable de una forma y al día siguiente me trata como un desconocido. Oka-san y el doctor dijo que a ella ya la conocía. Empiezo a creer que de verdad una chica tan bonita y dulce sea amiga de alguien como yo. Se está tomando las molestias de ayudarme a recordar cosas que ya viví y que parece que son los mejores momentos de mi vida. Estoy en la academia en donde estudió mi ídolo, parece que entré a la clase de héroes. Pero no puedo recordar todo aquello que viví en este lugar.

Mientras escuchaba todo eso, me sonrojé y me hacía sentir un poco feliz que estaba progresando un poco. Parecía que las cosas podrían mejorar con el tiempo. Y así fueron pasando los días, tratando de recrear esos recuerdos que eran importantes. Fue un alivio que mis amigos quisieran ayudar con esos recuerdos. Quería que recordara esos momentos felices e importantes, no quería forzarlo a lastimar su cuerpo y más ahora que no tiene dones.

— Deku-san, ohayo... -una pequeña de pelo blanco, ojitos rojos y una cicatriz en la cabeza apareció, era el quinto día de recreación de recuerdos-.

— Ohayo...? ¿Quién eres, ojou-chan? -preguntó él algo tímido-.

— ¿No me recuerdas? Watashi wa Eri-chan desu... Tú me rescataste... eres mi héroe. Tú y muchos héroes. -Eri quiso abrazarlo pero él se notaba algo incómodo y su cerebro empezó a trabajar un poco más rápido-.

— ¿De dónde me conoce esta pequeña? ¿Yo siendo un héroe? Pero no tengo dones, soy un inútil. Si cuando me atrapó ese villano de lodo, tuve que necesitar ayuda. ¿Por qué siento esto en mi cabeza pero en mi corazón se siente como si a esta niña la conociera desde hace tiempo? Espera, ¿por qué tiembla ella? ¿Qué hago? Si está aquí, es porque en serio es parte de mis recuerdos. Pero en todos estos días no he podido identificar del todo aquellos recuerdos que son difusos. Cuando veía a Kacchan no sentía miedo y parecía más accesible. Con esta chica castaña, al verla me siento nervioso pero si no está, me siento inquieto. En estos días ella ha estado esforzándose por mis recuerdos. Hace todo lo que puede y no pide nada a cambio. No la he visto hoy, pero quiero verla cuanto antes. ¿Es posible que su sola presencia en mi vida haya influido tanto en mí?

— Eri-chan... -Deku-kun la reconoció, será que...-.

— Deku-san, usted corrió peligro para salvarme. Pero sabía que podía hacerlo... -Eri-chan empezaba a llorar, pero entonces el monitor volvió a trabajar-.

— Creo que recuerdo algo... "Deku suena como una palabra japonesa para 'puedes hacerlo', así que me gusta"...

Deku-kun, recordaste tu apodo era algo que a mí me gustaba. ¿Empiezas a recordarlo todo?

— Ahora entiendo... ese día que me dijiste que caer me daría mala suerte, ese día usé por primera vez el One For All. Tuve miedo de que el robot de cero puntos te hiciera daño y forcé mi cuerpo para salvarte. Y luego me admitieron, pero supe que negociaste unos puntos por mí. Después le diste un significado diferente a la palabra Deku. Después fuimos compañeros en la prueba de entrenamiento, decidiste pelear tú sola en el festival deportivo cuando quise ayudarte, fuiste la primera chica con quien hablé por teléfono, me ayudaste en el campamento y en el examen de licencias, saltaste en mi auxilio cuando mi don por primera vez se salió de control, intercambiamos regalos en navidad, tú diste la cara por mí cuando me fui de la academia y me defendiste cuando todos me querían echar, peleaste conmigo cuando nos separaron en la pelea final. Uraraka-san, fuiste mi primera amiga y estás haciendo todo esto por mí. Aunque tengo miedo que si mantienes una amistad conmigo, al final sea un obstáculo que yo sea alguien a quien debas proteger. Antes me dijiste que los héroes protegemos a la gente, ¿pero quién protegía a los héroes? Ya no podré ser un héroe contigo y eso me entristece, en lugar de eso solo seré un bache más en tu camino, como lo fui con Kacchan en su momento.

No aguanté más y corrí a abrazarlo, necesitaba hacerlo. Mis piernas corrían antes de que me diera cuenta, mis ojos se sentían empañados, pero nada de eso me importaba. Tengo tantas cosas que decirle.

— DEKU-KUN, BAKAAAAAA. -ya no lo pude soportar más y me eché a llorar-. Dices que serías un obstáculo en mi camino, ¿en serio piensas eso de ti? Si tú eres un héroe, no conozco mucho de tu pasado, pero me basta para decir que lo eras desde hace mucho tiempo. En el pasado quise reprimir mis emociones porque no quería detener tu brillante futuro. Quería ser una heroína para ayudar a mis padres y casi pierdo la vida en la guerra. Pero alguien me dio un consejo muy importante, que debía vivir una vida que yo quisiera. Aunque esta persona sufrió mucho; no quería que la perdonaran, lo único que quería era que la comprendieran. Y yo quiero vivir esa vida como una heroína que pueda sonreír para tranquilizar a aquellos que lo necesitan. Cuando supe que perdiste tus dones, solo me importaba que pudieras seguir con vida, pero al perder tu memoria tuve miedo que todo lo que pasaste, viviste y aprendiste haya desaparecido para siempre. Aunque mi mayor temor era que ya no pudiera ser una heroína tras la guerra, quiero proteger al héroe más increíble que mis ojos vieron. Quiero proteger tus recuerdos para que nunca olvides que eres mi héroe. Y me alegro que mi héroe haya regresado... Ya pasamos muchos obstáculos y sin sentidos, yo quiero ser una heroína contigo, con o sin don, yo te habría escogido a ti. Aunque nos ocurran mil y un desgracias, yo crearía mil y dos momentos felices por ti. Y es lo que haré aunque me tarde toda la vida.

(Cr: @ m_hk_a en Twitter)

Lo abracé fuerte, Eri-chan se acercó y abrazó nuestras piernas, no quería separarme de ese abrazo porque era algo que él necesitaba, que yo quería darle. Pero sobretodo, quería que él supiera que es un héroe, ¿a quién le importa que tenga un don o no ahora? En su momento lo necesitó y lo usó de la mejor forma, pero siempre fue un héroe. Por un momento sentí que me había transportado al campo de batalla al final de la guerra. Pareciera que había pasado mucho más para volver a ver al pecoso que recordaba que tanto cariño.

— Uraraka-san...

— Okairi, Deku-kun, Izuku...

— Tadaima, Ochako...

(Cr: @ kamochapai en Twitter)

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Cuando me agarra la inspiración, escribo algo en una tarde y publico. Me inspiré de Jiisan Baasan Wakagaeru y también de lo que recuerdo del manga hasta el momento. En fin, algo express para que lo disfruten, los quiero mucho uwu