Capítulo 3: Dancin - Aaron Smith. Krono Remix (Official Video) ft. Luvli

¡Hola, amores! En este capítulo hay una conversación en valenciano. Como es bastante larga, os he puesto acotaciones al lado en castellano, para que podáis seguir todo sin problemas. Eso sí, cuando no sean conversaciones y solo sea una palabra, le colocaré una estrellita y un número, será al final del capítulo donde aparezca una acotación con la traducción al castellano. De esta forma, podreis consultarlo sin problema. No os olvidéis de votar en esta historia y compartirla, ¡disfrutad de la lectura!

***

Escuchar el tono de llamada del Skype me hizo parar el vídeo que reproducía en mi portátil, casi a la vez que me sentaba en mi cama tras haber estado una media hora tumbada. Remangué mi camisa blanca de mangas abullonadas y descolgué la videollamada, encontrándome con una Laia envuelta en una bata de Cactus, una de las integrantes de Las Supernenas.

Estic en la merda (Estoy en la mierda) —expresó mi amiga, a lo que yo no pude evitar adoptar un gesto de consideración. Su nariz roja demostraba que había estado sonándose un buen tiempo de manera constante, además de que sus ojos estaban algo llorosos.

Ah, però bé que vens al fet que et compte el cotilleo (Ah, pero bien que vienes a que te cuente el cotilleo) —pronuncié, en lo que acomodaba la pantalla del portátil para que pudiera verla bien. Pude averiguar que tenía los labios bastante agrietados, símbolo inequívoco de que tenía un buen constipado.

Home, per descomptat. Encara que estiga pel sòl, el meu instint de golismeo ha de ser cobert (Hombre, por supuesto. Aunque esté por el suelo, mi instinto de golismeo debe ser cubierto) la exclamación de Laia provocó una risa en mí, mientras negaba divertida— Cabrona, ahir em vas enviar un missatge dient tenies chisme i has parat de parlar-me perquè et vas adormir, això no es fa! (Cabrona, ayer me enviaste un mensaje diciendo tenías chisme y has parado de hablarme porque te dormiste, ¡eso no se hace!)

Perdona, necessitava descansar les meues catorze hores diàries. (Perdona, necesitaba descansar mis catorce horas diarias) —respondí, con una sonrisa. Si por algo era conocida para mi mejor amiga, era por dormir mucho. Tenía un gran amor por las siestas desde bien pequeña, aunque este había sido algo abandonado tras convertirme en estudiante de universidad. Si quería aprobar, debía aprender a dormir menos.

Veig que continues sent com un os hibernant (Veo que sigues siendo como un oso hibernando) —exclamó, haciéndome reír.

Això tampoc canviarà mai, igual que el teu instint de golismeo (Eso tampoco va a cambiar nunca, igual que tu instinto de golismeo) —le contesté, tratando de picarle, lo que conseguí. Lo supe porque me sacó la lengua, divertida— Estàs segura que no vols parlar en un altre moment? (¿Estás segura de que no quieres hablar en otro momento?) —pregunté, preocupada por el estado de mi amiga. A lo mejor prefería descansar, no la culpaba por ello.

No, va, explica'm ja, que necessite saber-ho tot (No, va, cuéntame ya, que necesito saberlo todo) —Laia movió las manos, sacudiéndolas, tratando de meterme prisa para que comenzara a hablar. Sabía que la noticia sobre mi reciente cotilleo iba a dejarla, como mínimo, sorprendida. Ella había sido testigo de mi gran enamoramiento adolescente con Marc, mientras hacía el papel de nuestra gran shippeadora. Recuerdo que incluso creó un nombre para nuestra supuesta pareja.

L'altre dia vaig arribar prompte a casa i em vaig trobar a Vero, la meua companya, fent-ho en el sofà amb un xic (El otro día llegué pronto a casa y me encontré a Vero, mi compañera, haciéndolo en el sofá con un chico) —comencé a contar, rascándome algo nerviosa mi brazo derecho.

A veure, supose que és fort eixa situació, però... no sé, m'esperava una mica més wow (Bueno, a ver, supongo que es fuerte esa situación, pero... no sé, me esperaba algo más wow) —explicó, a lo que yo apreté los labios. Ay, Laia, si solo supieras más de lo que vi, habrías dicho mucho más que wow.

És que no he acabat. Saps qui era eixe xic, Laia? Perquè jo em vaig quedar com si m'hagueren tirat un poal d'aigua freda damunt. L'últim que m'esperava era veure-ho en eixa situació (Es que no he terminado. ¿Sabes quién era ese chico, Laia? Porque yo me quedé como si me hubieran tirado un cubo de agua fría encima. Lo último que me esperaba era verlo en esa situación) —hablé, causando que mi amiga negara, efusiva, viviendo cada palabra que le decía— Era Marc, el Marc que tu coneixes. El del poble (Era Marc, el Marc que tú conoces. El del pueblo) —sus ojos se abrieron con sorpresa, al igual que su boca. Soltó una exclamación rara, como una aspiración de aire que le provocó la salida triunfal de un moco de su nariz. La risa que solté creo que la escuchó hasta mi vecino del quinto, en lo que ella se limpiaba el pequeño accidente con un pañuelo y regresaba a hablarme.

Però què m'estàs comptant?! Què feia allí? (¡¿Pero qué me estás contando?! ¿Qué hacía allí?) —su exclamación chocaba con mis carcajadas, pues yo trataba de calmarme, pero la risa seguía azotándome.

Resulta que el senyor s'ha canviat la carrera i ara estudia Belles arts. No em digues com, però ha conegut a Vero i, en fi, ho estaven passant molt bé. (Resulta que el señor se ha cambiado la carrera y ahora estudia Bellas Artes. No me digas cómo, pero ha conocido a Vero y, en fin, se lo estaban pasando muy bien) —respondí, tratando de calmar mi respiración. Si había algo que amaba de tener a Laia como amiga eran estos pequeños momentos.

—Joder, val, és que això sí que és fort. És a dir, et va reconéixer o alguna cosa? Què et va dir? (Joder, vale, es que esto sí es fuerte. O sea, ¿te reconoció o algo? ¿Qué te dijo?) —ahí es cierto que me puse algo más seria, hasta me removí sentada. Quería convencerme de que no, aferrarme a la posibilidad de que Marc no hubiera reconocido mi cara del pueblo.

Tu creus que em reconeixerà amb estes pintes? Es va quedar mirant-me perquè deia que li sonava d'alguna cosa, però no em vaig atrevir a explicar-li. No sé, ací soc algú desconegut per a tots i ningú sap la meua història. Saps que odie que em miren amb pena per la mort d'Alma. No vull consideració. (¿Tú crees que me va a reconocer con estas pintas? Se quedó mirándome porque decía que le sonaba de algo, pero no me atreví a contarle. No sé, aquí soy alguien desconocido para todos y nadie sabe mi historia. Sabes que odio que me miren con pena por la muerte de Alma. No quiero consideración) —mi amiga asentía escuchándome. Sabía cuánto odiaba la pena en los ojos de los demás al mirarme, ella jamás la había demostrado. Laia sabía cual era mi realidad y jamás me había tenido lástima. Al revés, siempre me había apoyado y había hecho todo el tramo de la muerte de Alma mucho más llevadero.

Bé, Vega, no sé... si no has volgut dir-li-ho, perquè tampoc passa res. Però prepara't perquè, si Vero li dona fort, ho tindràs més d'un dia pel teu pis (Bueno, Vega, no sé... si no has querido decírselo, pues tampoco pasa nada. Pero prepárate porque, si Vero le da fuerte, lo vas a tener más de un día por tu piso) —puso sobre la mesa algo que yo ya había considerado. Incluso había contemplado la posibilidad de que acabaran siendo algo más que simple contacto sexual. No me importaba, no sentía nada por él y me alegraba de que Vero fuera feliz... pero no quería que supiera quien era y contara lo que sabía sobre mi vida. Al menos, no por ahora.

No sé, ha passat un poc de temps i no ha tornat a aparéixer amb Vero. Però, en el cas que ocorreguera li comptaria d'on soc. Al cap i a la fi, Marc tampoc sap què és el que sentia jo per ell fa anys. No em fa vergonya, és una cosa normal enchocharte amb algú a eixe nivell i per aquelles edats (No sé, ha pasado un poco de tiempo y no ha vuelto a aparecer con Vero. Pero, en el caso de que ocurriera, le contaría de dónde soy. Al fin y al cabo, Marc tampoco sabe qué es lo que sentía yo por él hace años. No me da vergüenza, es algo normal enchocharte con alguien a ese nivel y por aquellas edades) —respondí, siendo sincera.

Són amors adolescents, tia, com el meu amb Elías. No et recordes? (Son amores adolescentes, tía, como el mío con Elías. ¿No te acuerdas?) —cuestionó, a lo que yo asentí sonriendo.

Tu vas arribar més lluny que jo, almenys et vas confessar (Tú llegaste más lejos que yo, al menos te confesaste) —recordé, a lo que ella sonrió de forma amplia.

Sí, i va acabar rient-se en la meua cara. Va ser el meu primer rebuig amorós, val, em va deixar traumita (Sí, y acabó riéndose en mi cara. Fue mi primer rechazo amoroso, vale, me dejó traumita) —su expresión me hizo reír.

Que li donen a Elías (Que le den a Elías) —exclamé, a lo que Laia asintió, segura de sí.

Que li donen (Que le den) —terminó hablando, a lo que ambas contestamos con una risa.

Fue agradable hablar con ella y saber que, dentro de su reciente constipado, se encontraba bien. Laia seguía siendo una persona importante para mí, había estado desde que tenía consciencia en mi vida y conocía cada etapa de esta Vega que recogía a todas las versiones que tenía de mí. Sus consejos me interesaban, así como saber sobre cómo llevaba la vida en Helsinki. Estuve charlando un tiempo más, hasta que se me hizo la hora de irme a clases. Ese día solo tenía dos horas, así que estaba mucho más tranquila.

Desayuné algo y salí de mi piso, despidiéndome de Vero, quien estaba en la cocina realizando una de sus súper comidas llenas de frutas y avena que yo jamás sería capaz de desayunar. Lo siento, pero por la mañana me cuesta demasiado introducir algo más que café en mi cuerpo, es algo que mi madre siempre ha tratado de cambiar en vano.

Bajé las escaleras sujetando mi mochila en la espalda, con los auriculares puestos mientras sonaba una canción de Aurora. Iba inmersa en el estribillo y mirando hacia los escalones (no demasiado, porque tengo la creencia de que, si los observo mucho, me caigo) cuando descubrí unos pies en la planta baja, justo a punto de subir el primer escalón. Tuve que subir la vista hacia arriba para verle. A él, a Marc.

—Hola, Vega —pronunció, haciendo que me quitara los auriculares para poder escucharle. No le había oído muy bien, pero por la forma de mover sus labios había comprendido qué era aquello que había querido decirme.

—Hola, Marc. ¿Y eso que estás por aquí? —pregunté, con una sonrisa en mi boca. Sus ojos se fijaron en mi rostro, mirándome con algo de interés tratando de ser disimulado. Ahí estaba de nuevo la sensación que me decía que trataba de encontrarme entre sus recuerdos.

—Vero y yo hemos quedado para tomar algo con el grupo en el que vamos y la estoy esperando —expresó, subiéndose las gafas de pasta negra del puente con sus manos. Asentí, algo asustada. Me había hecho a la idea de que lo suyo con Vero había sido algo puntual y ahora conocía que hasta tenían un grupo de amigos en común, pero no me quedaba otra más que resignarme—. ¿Tú tienes clase?

—Solo un par de horitas, pero sí. Los raros sois vosotros, no teniendo clase un jueves —respondí, a lo que él sonrió.

—Hoy solo tenía una clase por la mañana y ya he acabado.

—Qué suerte —exclamé, suspirando. La conversación no estaba siendo rara, pero sí algo incómoda para mí—. Bueno, pasadlo bien —musité, pasando por un lado de él y bajando el último escalón, decidida a retomar la ruta que tenía fija en mi mente.

—Hasta luego, Vega —susurró, casi cuando estaba a punto de colocarme un auricular.

Marché de allí, respirando en cuanto salí a la avenida en la que vivía. Si era sincera, no me gustaba tenerle en mi piso, pululando, llegando a descubrir algún día de dónde era yo y quizá reconociendo mi historia entre las pocas del pueblo. Seguro que acabaría contándole algo a Vero, que ella trataría de disimular pero que yo distinguiría en su mirada. No quería tener nada que ver con el pasado, no en ese momento de mi vida que tan bien me encontraba.

Borré mis pensamientos y me subí en el tranvía para poder llegar a mi facultad, escuchando música en el móvil. Desbloqueé mi teléfono y observé los últimos mensajes de mi grupo de amigas, quienes también eran mis dos compañeras de clase. Sonreí al leerlas:

Lara:

¿Estáis alguna en clase? Voy a llegar justita. Guardadme sitio, xfiii

Gala:

Qué raro en ti

Lara:

A que sí

Vega:

Yo voy de camino, si hay sitio te guardo

Gala:

Oye, qué vais a poneros esta nocheeeee? No sé si ponerme vestido o pantalón y algún top.

Lara:

Yo voy con pantalón y top.

Gala:

Esq creo que es lo más cómodo, verdad?

Lara:

@Vega seguro que aparece con algún vestido de hadita.

Vega:

Voy a ir con el vestido negro que llevé hace dos semanas, el que tiene el escote en el medio. Yo creo q así iré bien, no?

Gala:

Bien rompecorasoooneeees

Lara:

Ese te queda superbién

Por cierto, acordaros de la expo de la semana que viene de naturales, esta tarde elegimos el power

Vega:

Oki

Gala:

Existen presentaciones sobre hongos?


Reí, bloqueando el teléfono. Estábamos bastante enfadadas con el hecho de que nos había tocado un tema algo inusual para realizar un trabajo. Digamos que, a nuestro parecer, los hongos no eran lo más divertido de tratar en educación infantil, pero estábamos tratando de encontrar la forma más amena de llevar aquello. Era divertido también encontrar la forma en cosas que no veíamos demasiado viables, haciéndonos darnos cuenta de que el día de mañana seríamos unas grandes profesionales.

Resoplé, acordándome de que sí había tendido lo que iba a ponerme aquella noche de fiesta. Íbamos a salir y la verdad es que estaba ilusionada de poder compartir tiempo con mis dos amigas. Solo esperaba que el día pasara rápido para poder disfrutar con ellas una noche llena de risas, historietas y bailes.

HOLA AMOREEES

Esto ya va cogiendo formaaa, uuuuh.

¿Cómo estáis? ¿Qué os ha parecido este pequeño capítulo?

Me encanta que en esta novela se hable en valenciano, tengo que ser sincera. Es como que la siento más mía y de casa 😊. Además, ya vamos tomando camino y no puedo esperar a que leáis mucho más de Vega. Estoy convencidísima de que os va a enamorar.

Si quieres, puedes seguirme en mis redes sociales (Tiktok, Instagram) , donde puedes encontrarme como "autoraeva". Estaré encantada de que nos encontremos por allí. 

OS AMO CON TODA LA PATATITA 🧡

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top