O2: hagámoslo.

Aeri estuvo pensando toda la semana en la idea de Somi. No se lo consultó a Yizhuo aún, sentía cierta inseguridad al respecto. No quería que su novia pensara que no la amaba y necesitaba a alguien más o que no lograba complacerla. Era un tema difícil de tratar.

Finalmente llegó el primer día de sus nuevas vacaciones. Habían hablado hace un mes el organizar las mismas fechas de días libres para estar juntas, así que Aeri no podía escapar de Yizhuo, quien claramente notó que algo pasaba en la mente de la mayor.

—¿Qué pasa contigo?—le preguntó, Yizhuo se llevaba los fideos a la boca y paró justo antes de llegar a sus labios.

—¿Eh?

Ning rodó los ojos. —Algo pasa, llevas distraída varios días.

Aeri cerró la boca y llevó el tenedor de vuelta al plato. Tragó saliva y miró a todas partes menos a Ningning. La mayor se cruzó de brazos y no apartó los ojos de sus acciones.

—¿Es por nuestros problemas?—sonó preocupada. La china no era tonta, ella también luchaba con todas sus fuerzas para encontrar la clave y volver a ser la pareja feliz que fueron en el pasado.

—No, amor, bueno... Bueno sí pero no—Giselle suspiró—. Hablé con Somi de eso, sabes que ha tenido más parejas que yo y tiene experiencia en las relaciones. Pedí su ayuda y me propuso algo que funcionó para ella antes.

—¿Qué es entonces?—se interesó. Conocía bien a Somi por supuesto, era alegre y tenía muchas ideas de todo tipo que resultaban en algo interesante.

—Hum, es algo que no es fácil de hablar...

—Oh Dios, ¿quieres poner distancia conmigo?

Giselle la miró rápidamente y negó con la cabeza. —¡No! De verdad que no, no es eso. Sabes que te amo y adoro estar contigo—se acercó hasta tomar sus manos sobre la mesa, Yizhuo se dejó acariciar más tranquila.

—Entonces dime.

Uchinaga tomó aire y siguió pasando sus dedos por las manos de Yizhuo, buscaba algo con lo que sentirse más relajada al hablar del tema.

—Uh, ¿haz pensado en hacer un trío?

La mayor miró a su novia después de decirlo, buscando su reacción. Yizhuo no mostró ninguna expresión por unos segundos, pensando en su pregunta. Aeri ya estaba buscando sus disculpas y decirle que era una tontería, mas Yizhuo habló antes.

—Creo que podría funcionar.

La pelinegra ladeó la cabeza. —¿De verdad?

Yizhuo asintió más segura esta vez y fue su turno de acariciar las manos de su novia. —Hemos hecho de todo en nuestra relación, Aeri. Siempre fuimos fieles a la otra y eso no cambiará, si las dos estamos de acuerdo, ¿qué perdemos con intentarlo?

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