3. New Normal.


Adora se despidió de sus- aún confundidos- amigos, entrando a su casa y descubriendo un silencio total e inusual en ella.

Fue hacia la salam encontrando a Marlena, Randor, Mara, Razz y Adam junto con una presencia desconocida, todos en silencio. La castaña miraba molesta a sus padres mientras los mismos luchaban entre la culpa y el enojo.

Mara simplemente se levantó, la mujer alta a su lado siguiendo su camino y encontrandose con la rubia.

—Oh, volviste.—Dijo, tratando de no sonar seca.—Vamos a otro lugar, tenía que hablar contigo, ¿recuerdas?

—Sí.—Respondió simplemente, pero antes de salir de la casa, corrió hacia donde su abuela, que la esperaba con los brazos abiertos.

—¡Razz!—Saludó alegre.—¡Te extrañé!

—También te extrañé, Mara. Y espero que no te canses de mí después de un par de días.—Dijo con una sonrisa.

—Ya te lo dije, soy Adora, no Mara.—Iba a continuar hablando hasta que cayó en cuenta de que probablemente la anciana también sabía sobre la loba.

Miró a Razz, que le sonreía con cariño y se esforzó por corresponder con la mayor sinceridad posible antes de apartarse y salir con Mara a donde ella la llevaría.

Aunque, claro, no esperaba que fuera un simple parque en el que caminarían como si nada.

—Primero que nada, ella es Light Hope, mi amiga.—Presentó la castaña a la otra chica, que, a pesar de que aparentaba tener la misma edad que Mara, parecía muchísimo más madura.

Adora pudo ver como su expresión seria cambiaba por una milésima de segundo a una de... ¿decepción? antes de volver a la anterior. No era fría, pero tampoco emanaba calidez, solo, neutral, como una perfecta máquina.

—¿Hola?—Saludó, algo extrañada por el asentimiento de cabeza después de hablar que recibió como única respuesta, antes de apoyar su mano en el hombro de Mara con una mirada cómplice e irse por donde vino

Era rara, pero no lo dijo por esa misma razón.

—Bien. Ahora que estamos solas... quería disculparme.—Dijo.—Por no haberte dicho sobre ser un lobo.—Se apresuró a explicar cuando observó la mirada confundida de su hermana rubia.—Me pasó lo mismo que a tí, pero mamá y papá me prohibieron decirles nada a ustedes dos. Pensé que era porque ellos se los iban a explicar, pero veo que no fue así en absoluto. Quería quedarme para cuidarlos de ellos.—Explicó, sorpendiendo aún más a la ojiazul.

—Qué...¿Qué quieres decir? ¿Y por qué te fuiste entonces?—Cuestionó, completamente perdida.

—Ellos también son lobos. Al parecer venimos de una manada dispersada en la ciudad, la mayoría ya han muerto por causas desconocidas. Quería cuidarlos de mamá y papá, porque ellos no les dirían nada sobre esto, ni siquiera a mí me lo dijeron.—Respondió, una mueca de molestia en su rostro.—Ellos saben cosas que nosotras no. Intenté investigar en Eternia, pero no hallé nada. Hay algo raro en todo esto, pero, por más que intente sacarles la verdad es imposible. Lamento haberlos dejado a su suerte, pero ahora no.—La castaña se etuvo, quedando frente a frente con su hermana.—Adora, iré directamente al punto. Quiero que se muden conmigo.

—P-pero... nuestros padres... mis amigos...¿qué va a pasar con todos ellos?—Preguntó preocupada.

—No pasará nada, lo prometo. Sólo no estaremos con mamá y papá. Ellos ocultan cosas, y no cosas insignificantes. ¿Sabes qué le pasó al abuelo?—Cuestionó, la ojiazul negó enérgicamente, pues solo había escuchado historias de su vida y desaparición antes de que naciera.—Razz ha dicho que nuestros padres tienen que ver con eso. Ella no está enferma, solo se alejó para protegernos, lo hizo por nuestro bien. Todo lo que te pido es que vengas conmigo.—Rogó.

—¿Y Adam?—Volvió a inquirir.

—Él viene con nosotras.—Contestó, extrañando a la rubia, pues él nunca le dijo nada sobre eso, de hecho, nadie le había dicho nada sobre ningún asunto hasta que pasó lo que pasó.

—¿Puedo... pensarlo?—Pidió.

—Sí. Tómate el tiempo que necesites.—Aseguró con una mueca que intentaba ser una sonrisa.

Adora asintió, alejándose del lugar con sentimientos encontrados; furia, tristeza, confusión...

No sabía que hacer, o cómo lidiar con lo que sucedía, aún era una niña, después de todo.

Cuando vio la franja que dividía la ciudad del bosque se transormó, probando la nueva habilidad de hacerlo cuando quería y trató de despejar su abrumada mente.

(...)

—¿Adora?—Cuestionó la morena cuando vio a la loba enrollada sobre su propio cuerpo en medio del bosque y con las orejas gachas. No es que caminaba por ahí esperando encontrársela, pero ya que lo hizo, no había nada de malo en acercarse. La joven loba rubia intentó gruñir, pero todo lo que salió de ella fue solo un chillido lastimero.

<<Vete de aquí.>> 

Catra solo suspiró, acercándose más a su mejor amiga.

—Hazme espacio, idiota.—Pidió, aunque su tono era un poco más dulce del habitual. La loba solo se movió un poco, saliendo de su cómoda bolita para que Catra pudiera acostarse entre su lomo y el suelo. Después volvió a enrollarse junto con la morena en una especie de cálido abrazo que la hacía calmarse por un momento.

Era... reconfortante; de alguna manera Adora se sentía en casa con la presencia de la de ojos bicolor. 

Entonces la olisqueó, aspirando su aroma, un aroma a chocolate dulce pero amargo a la vez, un olor especial... un olor que amaba.

La castaña, temerosa, acercó su mano lentamente hasta la cabeza de la rubia, la loba, al darse cuenta de las intenciones de la morena se acercó más, dejando que esta la acariciara suavemente.

La mano de su amiga tanteó cuidadosamente su pelaje, su hocico y por último... sus orejas. Um lugar restringido al que sólo Catra tenía acceso después de descubrir las sencaciones que causaba en esa parte de su cuerpo el simple tacto de la casi felina. Se apegó más a su amiga, disfrutando del contacto agradable.

—¿Quieres... hablar de lo que pasó?—Cuestionó con prudencia luego de un largo tiempo mientras aún acariciaba a su compañera.

La loba solo negó, volviendo a su posición inicial y dejándose llevar por el suave toque.

Minutos después, cuando quiso estirar las piernas, apartó a Catra levemente y se concentró, de nuevo, en volver a su apariencia normal.

Y para su gran fortuna, lo logró.

Carraspeó un poco antes de hablar, pues aún le costaba hacerlo después de transformarse.

Puedo...¿Puedo dormir en tu casa esta noche?—Cuestionó.

La de ojos bicolor le dio una sonrisa leve antes de asentir.

—Eso ni siquiera es una pregunta.—Le respondió al fin, tomándola levemente de la mano para caminar juntas de regreso a la casa perteneciente a las Applesauce.

(...)

Horas más tarde, después de cenar y jugar con Cyra y Lyra, las madres de Catra, finalmente ambas niñas pudieron acostarse a dormir. 

Usualmente habría horas de juegos, risas y trastadas sin fin por parte de la rubia y la morena, pero esta vez no era así.

Eso extrañó mucho a ambas mujeres, pero supusieron que era porque estaban creciendo y que habría cosas más acorde a su edad que hacer.

Pero, a pesar de que Adora y Catra morían por jugar y divertirse juntas, Adora había mostrado una actitud bastante inusual y distante.

Se acurrucaron en la acolchonada cama, la ojiazul cerrando sus ojos casi inmediatamente para tratar de evadir la mirada de fuego de su compañera.

Lo que no esperaba era que esta se levantara y la tirara al suelo como muestra de su rabia.

—¿No vas a hablar conmigo?—Inquirió, una de sus almohadas lista en sus manos, preparada para golpear a Adora hasta el cansancio.

—Ya te lo dije, Catra. No quiero hab- 

Un golpe con la almohada en su cabeza la calló de inmediato, no pudiendo terminar su negación.

—Te lo volveré a preguntar. ¿Vas a hablar conmigo, o no?—Volvió a cuestionar, una mueca de amenaza que escondía muy bien su sonrisa.

—No.—Volvió a decir, recibiendo otro golpe, ahora en su estómago.

Después de todo, esa era la forma en la que hacían que la otra confesara lo que las molestaba.

Un golpe, dos, tres se unieron a la lista mientras Adora comenzaba a reír.

La rubia se levantó esquivando varios golpes solo para tomar una almohada al igual que su compañera a su vez que esta comenzaba a correr alrededor de la amplia habitación.

—Oh, no. De esta no te salvas.—Dijo con una sonrisa malvada antes de perseguirla con velocidad y repartir varios golpes con la almohada al aire.

Golpes y risas resonaban en la habitación de las dos mujeres, quienes dejaron de realizar su actividad anterior solo para escucharlas. 

El silencio reinó minutos después, alarmando a Cyra y Lyra, quienes fueron de inmediato hacia la habitación de su hija.

Claro que, no esperaban encontrar a la morena sobre la rubia lista para golpearla con su almohada.

Lyra se echó a reir mientras una Catra molesta y avergonzada se apartaba de una Adora sonrojada hasta las orejas.

—¡Mamás!—Gritó la casi felina.

—Lo siento, lo siento.—Se disculpó la de ojos dorados.—No quisimos interrumpir, sólo no se queden muy tarde.—Pidió Cyra, ignorando un <<habla por tí misma>> por parte de su esposa.

La puerta se cerró y un silencio extraño llenó la habitación.

—Mara quiere llevarme con ella.—Soltó, haciendo que la de ojos bicolor la mirara intensamente pidiendo explicaciones.—No a Eternia.—Se apresuró a enmendar al ver la expresión de la morena y notando como se relajaba notablemente.—Solo quiere sacarnos de la casa de nuestros padres. Dicen que están ocultándonos cosas.—Explicó con la mirada baja.

—Todos los padres ocultan cosas.—Respondió, intentando cambiar el ánimo de su contraria.—Mis madres creen que me ocultan lo que ellas hacen cuando-

—¡No me lo digas!—Pidió la rubia en un grito, cubriendo sus orejas con sus manos y un sonrojo notable en sus mejillas. Catra se echó a reir.

—Cuando le ponen vegetales a la comida. Diablos,  Adora, ¿Qué creíste que iba a decir?—Cuestionó, risas bajas aún resonando.—Rubia idiota.—Le dijo.

—C-cállate.—Respondió con las mejillas rojas e infladas en una especie de puchero extraño. Adora se levantó y se acostó en su lado de la cama. Catra se acostó sobre ella segundos después, solo para seguirla molestando.

Adora bufó, tirando a Catra a su lado de la cama si esfuerzo, lo que la sorprendió un poco y la sacó de su caracter altanero habitual.

—¿Y qué le dijiste?—Preguntó suavemente.

—Que lo iba a pensar.—Respondió con la cara enterrada en los almohadones.—Aún lo estoy pensando.—Dijo rápidamente, volteándose y dándole la espalda a Catra, lista para dormir, esta vez de verdad.

—Hmm.—Dijo como única respuesta. No creyó necesario segur presionando, por lo que solo apagó la luz y se volvió a acostar en dirección a Adora, esta vez con la peculiaridad de que la abrazó por la cintura, apegándose más a ella.

Y Adora juró que sintió a la morena dejar un beso en su nuca.

Pero estaba demasiado cansada y abrumada como para cuestionarlo.

—Buenas noches.—Dijo al aire la de ojos bicolor antes de caer rendida ante el sueño.

(...)

A la mañana siguiente Adora despertó con un cálido sentimiendo en su pecho y Catra agarrada a una almohada mientras balbuceaba cosas sin sentido.

La observó, no sabía por cuanto tiempo, pero se quedó un largo momento detallando todas sus facciones; sus pecas que parecían constelaciones en el cielo, su nariz respingada, su boca entreabierta con sus labios finos y ligeramente sonrosados; su cabello chocolate enmarañado como una melena, brillante gracias a los rayos del sol que se colaban por la ventana y sus largas pestañas oscuras.

Era una vista maravillosa, perfecta.

Adora solo sonrió, acercándose con cuidado de no despertar a su amiga y dejó un suave beso en su frente antes de irse.

—N-no... lo... entiendes? Y-yo... amo.—Dijo la morena entre sueños justo después de que la rubia saliera por esa puerta.

·  ·  ·  ·

—Iré contigo.—Sentenció la rubia apenas cruzó por la puerta de la habitación de Mara.

—Bien.—Respondió la castaña simplemente.

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Sigo sin saber qué estoy haciendo xde

Y bien, hasta aquí llegamos con el cap, espero haya estado a la altura de lo que esperaban y si no, me disculpo por eso.

He puesto un poquito de catradora fluff porque amo como ellas tienen una relacion así de cute uwu, así que espero los proximos no sean demasiado empalagosos.

Pero no se confíen, que no solo va a haber cosas softs aquí, eh? 

Se vienen cosas que aún ni yo sé, pero es mejor que se vayan preparando mentalmente.

Además también quise poner un poquito de la interacción de Catra con sus madres porque en pocos fanfics he visto a Catra con una familia de verdad, y ese es mi sueño juas juas.

Y una nota que se me olvidó poner, hasta aquí llegan los capitulos donde se habla en "pasado", porque como habrán notado Catra y Adora tienen 12, so, no puedo hacer lo que quisiera con esas edades.

El resto de la historia se va a desarrollar 8 años después de los sucesos de estos caps, ojalá me haya hecho entender, soy bien mensa pa estas cosas xd

En otras noticias de mi vida que a nadie le importan, ya no estoy enamorada de mi mejor amiga, yay!

Pero estoy enamorada de otra chica que tampoco me pela ;v

Da igual, lo seguiré intentando xd

Mucho texto, lo sé, pero gracias por quedarse hasta aquí y leer todo eso :v

No se olviden de votar y dejar sus comentarios si les gustó la historia, báñense y tomen awita uwu

Los quiero <33

Atte: Heiwa

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