27. Enmity
"En realidad, la historia de los Grayskull va mucho más allá de lo que podemos imaginar. Más allá de mi propio conocimiento, incluso.
Así como la de los Prime.
Alguna vez, hace mucho tiempo, esta tierra estaba llena de seres mágicos que vivían entre los humanos. Toda clase de bestias, brujas, hadas, vampiros y... nosotros. Su gloria y esplendor brillaban en la cúspide de la sociedad, conviviendo en armonía. Aunque, claro, los buenos tiempos no duran para siempre.
Hubo cierta familia de humanos influyentes que no pudo soportar la aceptación de estos seres. Veían como convivían con los humanos en paz, veían como prosperaban, pero no podían hacer nada al respecto. Al menos no abiertamente.
Por lo tanto, recurrieron a la más baja y cobarde de las técnicas: esparcir rumores falsos. Usaron su influencia como método para asegurar que la gente creyera en sus mentiras. Al principio no funcionó, pero la semilla de la duda ya se había plantado en los corazones de la gente.
Pero los Prime necesitaban una razón más fuerte, un desencadenante para el odio, algo que les devolviera el poder que tanto ansiaban, el control que necesitaban. Una carnada, si prefieres ponerlo así.
Los Grayskull fueron esa carnada. Después de todo, empezaban a hacerle competencia a los Prime. Eran mucho más poderosos que ellos. Más honestos, más amables. El odio de los Prime hacia ellos, hacia nuestro nombre, se arraigó profundamente en sus acciones, empezando una enemistad atroz.
Los Prime querían control. Los Grayskull necesitaban justicia, no por ellos mismos, sino por el resto de criaturas que necesitaban protección de la creciente desconfianza de los humanos.
Empezaron por quemar a brujas. Naturalmente, los Prime orquestaban las ejecuciones, hacían que el odio se dirigiera a los no culpables. Relatos se escribieron, usando solo el lado falso de la historia, dejando que la crueldad de aquellos hombres fuera algo bien visto.
Sangre inocente derramada, odio mutuo que no hacía más que crecer. Grayskulls y Primes haciéndose enemigos jurados, despreciándose hasta los huesos, forzando a sus bandos a enfrentarse incesantemente en guerras desconocidas para la gente común.
Y fue entonces cuando nuestra familia cayó.
Quedaban cada vez menos de los nuestros, y huyeron para preservar sus vidas. Incluso... incluso los Grayskull huyeron. Prefirieron hacerse más fuertes en las sombras, escondiéndose del enemigo, con miedo de enfrentarlo pero con la tenacidad para intentarlo en un futuro.
Pero los Prime, en cambio, eran diferentes. Atacaban, Perseguían. Lo hicieron durante siglos.
Como un juego del gato y el ratón.
Eran imparables.
Ya no quedaban criaturas. Todas desaparecieron en manos de esos bastardos de cuello blanco, sin que sus manos se mancharan de una sola gota de sangre, y quienes lograron huir, encontraron un miserable final.
Excepto nosotros, y unos cuantos más".
-Probablemente porque solo son unos cobardes.-Espetó Mara, poniendo los ojos en blanco ante la historia de su padre.
-Ocultarnos era la única opción.-Respondió con seriedad.
-No parece que tú lo hicieras.
-No lo hice.-Admitió Randor.-Y fue el peor error que cometí en mi vida.
"Yo también odiaba a los Prime. Lo había aprendido de mi padre, y él de su padre también. La línea entre los rencores pasados y los actuales se volvía borrosa para nosotros.
Yo era como tú, hija. También quería venganza. Quería luchar por el honor de los Grayskull, quería justicia por aquellos que nunca pudieron ver la luz, por los inocentes.
Quería respuestas.
Y fui a buscarlas en el lugar equivocado.
Terminé intentando enfrentarme a Horde. Creía que podía con ello, creí que finalmente podría hacerlos pagar por algo que ni siquiera yo sabía bien. Buscando ciegamente luchar una batalla de la que no conocía las causas, mucho menos los riesgos.
Juro por mi vida que, de haber sabido lo que desencadenarían mis acciones, jamás hubiera hecho lo que hice."
-¿Qué... qué hiciste?-Preguntó con duda la castaña. Su padre desvió la mirada.
-Involucré a la familia que yo había formado en todo este desastre.
"Era joven, cometí errores que estoy pagando en este instante. Horde... Horde era imparable. El día en que decidí llamarme Grayskull frente a él fue el día en que sellé mi destino.
Creía ser lo suficientemente fuerte, creía que mi sangre werewolf lo era todo para enfrentarme a un simple humano, y no.
Él era más fuerte, más crudo, más hostil. Peleaba con la fuerza de alguien a quien no le importan las consecuencias. No... no sé cómo. Pudo ser con la ayuda de esa vieja bruja a su lado. Shadow Weaver.
Me acorralaron. Pensé que podía tener ventaja contra Prime, ¿pero contra esa mujer? Imposible. Había dominado el arte de la magia oscura. Gobernaba la oscuridad. Gobernaba las sombras, el miedo, el odio.
Me gobernó a mí a través de ese odio que corría por mis venas, más espeso que mi propia sangre, me puso en un estado que jamás podré olvidar.
Descubrió que tú existías. Y lo usó en mi contra.
En ese momento sentí un miedo increíble, como jamás en mi vida había experimentado. Ellos iban a ir tras de ti, tras Marlena.
Y ofrecí, a cambio de su libertad, a mi lobo.
Weaver casi me mató.
Sentí como todo mi cuerpo dejaba de ser mío, sentí como me arrancaban los huesos, la piel, hasta que no quedó nada. Me despojaron de lo que creía que me hacía ser yo, por lo que había luchado durante toda mi vida. Recuerdo haber rogado por piedad, y no por piedad hacia mí. Por piedad hacia ti. Rogué por que nunca te hicieran eso, por que te dejaran en paz, por que desaparecieran de tu vida.
Esa noche, volví a casa derrotado. Despojado de mi propio ser. Arrepentido por mi estupidez
Con la noticia de que Adora estaba en camino.
Y me desplomé".
-Y realmente lo siento por haberte ocultado esto, pero... eres tan igual a mí que simplemente sabía que irías a buscar respuestas, a buscar pruebas.
-¿Crees que lo hubiera hecho si me hubieras dicho la verdad?-Cuestionó la de ojos azul grisáceo, más para sí misma que para su padre. Él negó con la cabeza, una sonrisa que guardaba cierto grado de melancolía en ella pintando su agotada expresión.
Mara nunca había notado eso, sus ojeras marcadas, las cicatrices que se mezclaban con su piel cada vez más arrugada, el temblor de sus manos al sostener la mano de Marlena.
Su padre, el mismo que, tantos años atrás le parecía el ser más firme en la tierra, el mismo que rompió toda su confianza al no explicarle las cosas como debería, ahora estaba frente a sí, hablándole por primera vez como a un igual.
Y todo se volvió diferente.
Pues, ahora, quien estaba mirándola era un simple humano. Un humano que había sacrificado quien alguna vez fue para que ella no corriera peligro.
Su padre, Randor. Su héroe cuando había sido pequeña. Un mentiroso cuando creció. Alguien que lo dió todo por ella sin decírselo a nadie.
Entonces miró a sus propias manos temblorosas, y el arrepentimiento se arremolinó en ella, tanto que comenzó a llorar silenciosamente.
-La verdad no siempre es lo que necesitas, hija.-Randor repitió las palabras de su esposa.-Creí que, quizá, ocultándoles la verdad, no irían a buscarla. No lo necesitaban. Siempre has querido saber qué eres. Pero nunca hubo un qué.
-¿A qué te refieres?
-No hay un qué. No eres solo un werewolf, no eres tus ancestros. No eres un qué. Eres un quién.
¿Quién eres tú, Mara Grayskull?
La pregunta colgó en el aire, y de pronto, todo lo que la castaña creía se derrumbó en fragmentos. ¿Quién era realmente?
Se había olvidado de quién era antes de buscar tanto por su pasado.
-Solo, solo dime una cosa:-Empezó el hombre con expresión solemne, por alguna razón.-¿Prime sabe sobre Adora?
Los ojos de Mara se llenaron de lágrimas una vez más.
Una confirmación silenciosa y el recuerdo de la conversación con Prime.
"Prime lo ve todo. Prime lo sabe todo".
Marlena escondió su rostro en el pecho de su esposo, su cuerpo temblando mientras lloraba silenciosamente.
¿Qué demonios había hecho?
Adora era una puta niña, carajo. Y ahora estaba involucrada en todo esto.
Y se dió cuenta de lo estúpida que fue.
-P-Puedo arreglarlo.-Intentó convencerse con la voz temblorosa, limpiándose las lágrimas antes de que volvieran a caer por sus mejillas en un ciclo interminable.-P-Puedo hacer que no le haga daño, t-tengo a una bruja a mi lado, yo-
El tren de pensamientos ansiosos se detuvo de inmediato cuando recordó algo.
Prime no lo sabía todo.
-Adam.-Soltó de repente.
Su madre la miró por unos instantes mientras su padre lentamente se dió cuenta de lo que planeaba su hija.
-No lo hagas.-Pidió él.-Por favor, no lo hagas.
-Es muy tarde, papá. Por muy arrepentido que estés de las cosas que no me dijiste, hice mi vida en base a mentiras. Pero voy a detener esto. No dejaré que haga daño a nadie más.
Levantándose del sofá, y dirigiéndose a la puerta, Mara dijo:-Llevaré a mis hermanos a vivir conmigo. Solo necesito que Adora quiera hacerlo. Voy a buscarla. Razz vendrá aquí pronto también.
-Mara, por favor...
Pero la castaña hizo caso omiso a la súplica desesperada de su madre, que apenas podía articular palabras coherentes, sus ojos brillaban con lágrimas y sus labios temblaban irremediablemente al ver que no podía hacer nada. Justo antes de salir de la casa, Mara giró levemente su cabeza en dirección hacia sus padres, con una mirada indescifrable.
-Y, por cierto. Hay alguien que quiero que conozcan.
-¿La bruja de la que hablaste?
Asintió con la cabeza.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Wow. Just wow.
En realidad no pensaba publicar esto el día de hoy, pero estuve haciendo un par de correciones / revisiones al capítulo, y la verdad sentí que no necesitaba más debido a su carga emocional. Quizá haya sido yo la única que lo sintió, pero ojalá ustedes también lo hayan notado.
Pero en fin, no tengo mucho más que decir, ya sabrán que este es el arco final y se nos acaba esta historia tan bonita JAJAJ, espero que les hayan gustado estos pequeños delirios nocturnos. Si todo sale bien y no vuelvo a bloqueo, escribiré con un poco más de constancia. Mi meta es terminar esta historia antes de mi cumpleaños. Si lo consigo, podrían tener una maratón de todo el final.
Mi consejo para la semana es que no dejen las cosas para el finaaal, es un estrés.
Y eso es todo, cuídense, báñense, tomen awita, no olviden dejar su estrellita y comentar, también siéntanse libres de dejar sus críticas constructivas, todo consejo sirve muchísimo. Tengan una buena semana, ojalá logren todo lo que se propusieron, y conmigo será hasta otra lectura.
Lxs quiero<33
Atte: Heiwa.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top