Cuando JiMin recibe por primera vez el cuerpo de su ahora pequeño sobrino, sabe con certeza que no hay nada en el mundo que pueda dañarlo, si el por ejemplo; está dispuesto a dar la vida por su bienestar.

Es una cosita preciosa, una copia de Min YoonGi con la nariz bonita de TaeHyung, pero rojito y muy pequeño.

La pequeña mano del bebé se cierra sobre su dedo índice y parece no querer soltarle, incluso si tiene los ojitos cerrados y el entrecejo fruncido. Es una pedazo de cielo que ahora estará a cargo de una persona inexperta y torpe como él, alejado de un padre que no se encuentra bien y no puede no sentirse angustiado por el rumbo de la situación.

Min YoonGi es el padre, pero es Min YoonGi quien no ha recibido al bebé porque está ocupado llevando un dolor que quizá no se compara al de ninguno. Es su esposo quien falleció por darle la vida al niño que ahora reposa en sus brazos y es ese mismo niño quien está siendo culpado de algo que jamás pidió.

«¿No te das cuenta de lo estúpido que estas siendo? ¡Tu hijo lleva dos días de nacido y no has movido un dedo para ir a verlo!»

JiMin se sintió un poco hipócrita al decir eso ultimo. Sobretodo cuando el mismo se había tomado un respiro fuera del hospital y tratando de no volverse loco. Al final había decidido por los dos, por YoonGi y por él.

«TaeHyung lo hizo y supongo que lo sabes ¿no? Eres el tutor del bebé.»

YoonGi había mencionado aquello como si estuviese hablando del clima y JiMin no habría podido estar mas asustado. Porque definitivamente no, TaeHyung no había mencionado que le dejaría como tutor.

«Se que parece muy jodido, pero piensa que el bebé necesitará que lo cuiden.. YoonGi ahora es inestable y TaeHyung confío lo suficiente en ti como para dejarlo todo preparado, meses antes del nacimiento.»

Si. JiMin también le había dado la razón a su primo SeokJin. Pero eso no quitaba el hecho de que, bueno, estaba aterrado.

—Entonces, pequeño Baek.. creo que seremos tu y yo por un tiempo. —No pudo evitar sonreír cuando el bebé hizo morritos.

Todo Baek era ternura y olor bonito.

—No importa lo que papá YoonGi tonto diga, tu estas aquí, tu debiste nacer porque papá TaeHyung así lo quiso y serás un gran niño. Tío JiMin te dará todo lo que necesites por el tiempo que lo necesites.

Y JiMin sabía que el recuerdo de TaeHyung no se evaporaría nunca, pero el dolor se haría menos y entonces.. entonces YoonGi dejaría de ser un idiota y vería el hermoso regalo con el que fue bendecido. Min solo estaba cegado por haber perdido a su compañero y aunque JiMin no lo apoyaba, podía entender un poco el enorme afán de su hyung por permanecer solo y lejos de todos. Incluso de su bebé.

—Bueno Baek, es hora de ir a casa, tío JungKook nos espera.

«Y supongo que es parte de crecer, ya sabes.. tomar responsabilidades que en algunas ocasiones, no serán del todo propias.»