20: Nouveau départ.

JiMin muerde su lengua para no gritar. La escena que se presenta es hermosa.

YoonGi está dormido en su cama, con Baek sobre él. Su pequeño cuerpo está estiradito sobre el vientre de su padre y sus pequeñas manos en puñitos.

Aunque la escena sea hermosa, JiMin tiene que romperla. Es una mala posición y aunque Baek es ya un niño de once meses, él sabe que tiene que cuidarlo muchísimo.

Andando descalzo, se apura a llegar hasta el bebé y lo toma en sus brazos, tarareando bajito para no interrumpir aún más sus sueños. Le acomoda y besa su frente, golpeando su trasero suavemente y finalmente; metiéndole a su cuna y arropandole.

JiMin regresa sobre sus pasos y se desliza por la cama, subiéndose sobre el regazo contrario y sonriendo cuando un par de grandes manos aprietan su estrecha cintura. Los ojos de YoonGi se abren y antes de que pueda formular cualquier cosa, JiMin se inclina y captura sus delgados labios.

Suspira contra el beso, mientras las manos de YoonGi suben por su espalda y de vuelta hacia su trasero, masajeandole y apretando el agarre hasta hacerle jadear contra su boca.

Separándose, ambos se sonríen y JiMin deja un último beso esquimal, bajando del regazo y acostandose hasta descansar su cabeza contra el pecho de su novio.

Han pasado dos meses más y al final puede decir que su relación es más formal. Tomó su tiempo y sus decisiones se basaron en lo que querían por primera vez y no en lo que los demás esperaban de ambos.

En algún punto, ambos entendieron que las cosas funcionaban o no lo hacían y que deseaban que su caso fuera el primero.

Cometer errores es de humanos. Perdonar también lo es. Aceptar que las cosas se saldrán de tus manos.. eventualmente también lo es. Y, tomar la segunda oportunidad que la vida no suele dar porque es más bien injusta.. es también lo ideal.

Suspirando, JiMin cierra los ojos ante el suave movimiento de los dedos de YoonGi en su cabello rubio.

En ocasiones él tendrá ese tipo de pensamientos que le empujan de regreso a un pasado que quizá fue lo correcto, pero que ya no lo era mas.

JiMin había perdido a YoonGi una vez, por la triste ilusión de hacer feliz a su mejor amigo. Un mejor amigo al que la vida había tratado tan mal, a pesar de ser todo un rayo de luz.

JiMin también perdió a su mejor amigo, porque la vida así lo quiso. TaeHyung le había dado un montón de cosas y le amó hasta el último suspiro, pero TaeHyung ya no estaba y en su lugar, le había regalado la oportunidad de ver crecer a su bebé.

Baek formaba parte de lo que JiMin era, desde el primer instante en que le sostuvo en sus brazos y lo hizo incluso minutos atrás, cuando le recostó y le observó dormir.

YoonGi también estaba de regreso y todo lo que JiMin deseaba era mantenerle así. Junto a él, envueltos en su propia felicidad y tratando de superar todos los imperfectos que la vida había planeado para ambos.

Costaba, pero funcionaría.

JiMin amaba a ese hombre y el sentimiento era correspondido, así que.. sólo bastaba eso.

Sin embargo, justo en ese instante y mientras suspiraba de nuevo.. JiMin también sintió miedo. De esa clase de miedo que aún no había experimentado, porque por primera vez él no estaba perdiendo algo o.. alguien.

—¿YoonGi? —Murmuró quedito.

—¿Uhm?

JiMin frotó su pequeña mano contra el abdomen del mayor y parpadeó rápidamente para evitar derramar tontas lágrimas.

Todavía no era tiempo.. ¿pero el tiempo tendría que importar realmente?

Le había quitado tanto y ahora JiMin trataba de hacerse entender que realmente todo estaba bien. La secuencia de las cosas, de la vida, del amor, de todo eso que le envolvía.

El tiempo no era importante.

El hecho es que estaba realmente feliz. Y asustado, por supuesto.

—Soy pésimo para decir las cosas e incluso traté de hablarlo en otro momento, de hacer las cosas de otra forma y..

YoonGi se removió Y JiMin empujó su cuerpo de regreso a la cama.

—No es nada malo. —Aseguró, cortando el intento de levantarse que YoonGi pretendía ejecutar. —Es sólo que me siento triste por no saber como decirte que..

—¿Es algo malo? Vamos MinMin, sabes que podemos superar todo eso.

JiMin asintió, mordiendo su labio y abrazando al mayor. Cerró los ojos e intentó regularizar su agitada respiración.

—No es malo o bueno, probablemente puedas volverte loco por un tiempo y por las circunstancias y todo eso pero.. uhm..

—¿Si? —YoonGi ya se escuchaba lo realmente preocupado como para hacerle entender que debía ir al punto y dejar de darle vueltas.

JiMin puchereó.

—Estoy esperando un bebé, hyung.

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