19: Décisions.

Una de las partes más difíciles en la vida de cualquiera, es entender que la persona a la que amas, está enamorada de alguien mas.

JungKook siempre estuvo enterado, por lo que está seguro de que aquello no debería doler tanto.

Pero lo hace.

Ver a JiMin siendo feliz por otra persona y sonriendo como nunca lo hizo con él.. es devastador. Por supuesto, ellos habían tomado espacio desde la pelea final y en donde entendió que podrían pasar años enteros fingiendo que sentían algo, que muy en el fondo.. no era recíproco.

Se alejaron para no dañarse más.

Se alejó porque amaba tanto a JiMin que no le quería ver siendo infeliz a su lado.

Se alejó porque también se amaba a si mismo. Y aunque esto último tardó en suceder, al final lo hizo y sabía que siempre sería lo correcto.

—Uhm.. sólo regresé por un par de camisas que..

—Esta bien, yo iré a cambiar a Baek.

JungKook asintió, siguiendo al más bajo en su camino hasta la habitación que compartieron por un buen tiempo.

La nostalgia de esas paredes le golpeó de frente y carraspeó para disimular lo mucho que le afectaba regresar y compartir unas cuantas palabras con quien fue su prometido.

Algún día todo se esfumaria. Lo deseaba.

—¿Qué tal está Baek? —Preguntó, cuando ambos se encontraban dentro de la habitación.

Se apuró a revisar los cajones en busca de sus prendas y le dio la espalda un momento.

—¡Muy bien! Todo ha estado realmente bien.

La felicidad que JiMin desprendía en sus palabras, le hizo saber que todo valió la vena. Era feliz con verle feliz. Algún día también lo sería.

—Me alegra. —Murmuró. —¿Qué tal las cosas con YoonGi hyung?

El silencio inundó la estancia y abrazando las prendas contra su pecho, JungKook regresó la atención hacia su ex.

Las mejillas de JiMin se encontraban adorablemente sonrojadas y su mirada se concentraba en el bebé que mantenía en sus brazos.

Su actitud tímida le dio una idea de cuán bien llevaba las cosas.

—Yo.. las cosas con calma.

Pero las cosas con calma, tenían seis meses y muchos encuentros amorosos.

Carraspeando, JiMin besó la frente del bebé dormido.

—Ya son varios meses Kookie, ¿cómo están las cosas contigo?

Meses.

JungKook pensó con un poco de resentimiento, que el tiempo era lo único que no perdonaba.

—Trabajo y trabajo, no mucho más que eso.

JiMin asintió de nuevo, observando las camisas en brazos de su ex y sonrió.

—Creí que nunca vendrías por ellas.

Soltando una carcajada, JungKook bufó y las acomodó contra si. Tenía que irse, estar cerca le jodia.

—Siento si YoonGi lo tomó  como una pesadez de mi parte, pero realmente no encontraba ni el más mínimo espacio para venir por ellas.

Luciendo más que derrotado y probablemente estúpido al regresar por un par se viejas camisas que gritaban un claro; quiero verte y por eso he regresado, JungKook anduvo hasta la salida de la habitación y se detuvo un instante, dando media vuelta y regresando hasta su ex.

Depositó un beso en su frente y antes de que JiMin pudiese reaccionar, caminó veloz hasta salir del lugar y pronto del departamento.

Dolía. Aún dolía porque ya no era reciente, pero si muy real.

Lo amaba y realmente estaba feliz de verle tan dichoso a lado de la persona que siempre estuvo en su corazón. Les deseaba lo mejor y entendía que en los sentimientos no se podía mandar como a él tanto le hubiese gustado.

Pero también entendía que necesitaba espacio. Porque estar lejos de JiMin y su felicidad, eventualmente le ayudaría a sanar y .. quien sabe, a enamorarse de nuevo.

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