Frank paseó sus ojos por todos los productos de la góndola. Tenía que comprar algo para cenar y no sabía qué elegir, estaría solo esa noche así que tenía la posibilidad de escoger cualquier cosa.

Era bastante quisquilloso con ese tema, y suponía que estaría bastante tiempo en el supermercado. Tenía un buen rato viendo hacia ningún punto en particular, mientras sus ojos enfocaban algun tipo de queso su mente estaba pensando en qué serie vería más tarde.

Empujó un poco su carro, y estuvo por doblar en la esquina, pero vió a Michael de My Chemical Romance existiendo en el próximo pasillo, así que tuvo que volver varios pasos atrás para procesarlo, y luego de acomodarse el cabello continuó con su camino.

—¿Me dejas?—Frank quiso sacar lo que sea que estuviera en frente del de lentes, solo para interactuar. Michael lo observó, dándole permiso, y luego hizo una expresión extraña al verlo tomar una lata demasiado grande de anchoas. El castaño al darse cuenta de lo que tomó, se sonrojó un poco.—Gracias...

La sonrisa extraña que le hizo Frank fue demasiado espeluznante, no quería alejarse, pero tampoco deseaba molestarlo, así que solo se quedó mirando los productos a su lado.

—¿Te conozco?—Preguntó Mikey observandolo, era demasiado raro tener a una persona clavándole la mirada e intentando acercarsele.

—Sí, bueno, no—Apenas escuchó que se dirigía a él, no pudo contener la emoción, respondiendo inmediatamente.—Yo te conozco.

—¿Te gusta MCR?—Frank asintió efusivamente. Michael lo asumió porque no había otra manera de que un adolescente con aspecto de emo lo conociera de algún otro lado.—Cool.

—Me gusta mucho—Su voz era como la de un niño emocionado.—¿Puedo hacerte una pregun...?—Dejó su frase en el aire.

Gerard se asomó con un paquete de galletas oreo, dejándolas en el carro que Michael llevaba. Observó a los otros dos con intriga, era bastante irreal que su hermano haya estado haciendo amigos.

—¿Hola?—Mencionó simplemente, intentando descubrir qué hacía ese jóven allí, además de comprar un frasco de aspecto extraño.

—Oh por dios—Frank se tapó la boca con su mano, Gerard tenía el cabello un poco más corto y no podía contener la sorpresa por lo bien que se le veía. El pelinegro observó bien su rostro, teniendo algunos recuerdos de él, pero no le dió importancia, solo había sido el chico que se encontró varias veces afuera de los conciertos.—Tu cabello...te queda muy bonito.

—Gracias—Respondió de forma breve, se lo había cortado Bert después de ambos haberse emborrachado, y en ese momento le pareció la mejor idea del universo, pero luego se arrepintió un poco, así que se sintió bien por el cumplido.

Frank agitó su mano en señal de despedida, cuando hubo un silencio incómodo. Tomó su carrito de nuevo y se alejó lentamente, deseando seguir a su lado, y para su suerte la voz de Mikey le llamó la atención.

—Hey, ¿cuál es tu nombre?—Preguntó, recordaba haberlo visto, pero no tenía idea de cuál era su nombre.

—Me llamo Frank—Al terminar de decirlo hizo una sonrisa encantadora, ese gesto, según su madre, hacía que pareciera un ángel, cuando en realidad era un demonio.

—¿Te gusta la banda cierto?—El menor asintió, no sabía a dónde quería llegar el contrario. Michael volteó a ver a su hermano, quien le devolvió la mirada, escéptico. Pero el de lentes tenía una idea, quería intentar ser más sociable, como su psicóloga le aconsejó.—¿No quieres cenar con nosotros?.

El castaño casi se desmaya al escuchar esas palabras, y aunque sus ojitos se llenaron de lágrimas por la emoción, se prohibió llorar, no quería quedar en ridículo.

Gerard volvió a mirar a Mikey, abriendo sus ojos con sorpresa, lo que menos deseaba en la vida era tener invitados en su casa, pero ya había hecho la propuesta y no podía interferir. Rogó para que no aceptara, pero obviamente Frank aceptó, nunca se perdería una oportunidad como esa.

El menor dejó su carro donde debía estar, y acomodó en su lugar las pocas cosas que había puesto dentro, ver la chatarra que iba a comer, a Michael le dió un poco de pena, aunque él también comiera esas tonterías. Se preguntó cómo sería su vida, porque estaba seguro de haber visto rostro todas las noches en las que daban un concierto, y también haberlo visto en la lluvia mientras Gerard le daba un beso, aunque ese no era un recuerdo muy grato.

—¿Cuántos años tienes?—Indagó el pelinegro, y cuanto el menor le respondió "diecisiete", enarcó sus cejas.—¿No deberías avisarle a tus padres?.

—Mi madre no va a estar en mi casa, así que no es necesario—Gerard asintió comprendiendo, aún no le cerraba la idea de estar llevando un adolescente a su casa, en específico porque seguramente él se tendría que quedar con el castaño, porque Michael usualmente no hablaba con nadie.—Gerard...¿en qué te inspiraste para escribir Demolition Lovers?, es mi canción favorita.

El mencionado suspiró, sabía que tendría que estar hablando de esas cosas por horas si estaba con Frank. Pero no le molestaba realmente, solo que esa canción en especial le recordaba a Lindsey, y eso lo ponía triste.

***

Gerard apretó sus dientes cuando en medio de la cena, con un niño fanático a su lado y Bert del otro, comenzaron a tener una pequeña conversación, que parecía más una discusión, sobre quién era el fan número uno de My Chemical Romance. Y ya había descubierto que se llevaban un poco mal.

《¡Yo lo soy!, porque Gerard es mi novio.》

Después de esas palabras, podrían haber hecho una fotografía bastante graciosa de las extremadamente diferentes reacciones.

* * *

Voy a entrar en el último mes de clases así que tengo muchos trabajos y me cuesta terminar los capítulos a tiempo ):
Además he tenido varios problemas y bueno, si no actualizo día de por medio es por eso u.u