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Frank jugó con las pulseras en su muñeca, tenía una de color rojo muy llamativa, mientras observaba a través de la ventanilla. Había tomado un taxi para volver del centro comercial, dispuesto a tener una conversación bastante amplia con Gerard, no podía esperar para contarle sobre su nueva dicisión.

—Gracias—Le dijo al conductor, pagándole y bajando del vehículo, teniendo su ¿hogar? frente a él. No lo consideraba como eso, era más como un lugar pasajero, aunque viviera allí, junto a Gerard, a veces desearía volver a la casa de su madre para tener más tranquilidad. Debía comentarle todas esas cosas al pelinegro.

Buscó las llaves en su bolsillo, sacándolas y haciendolas girar en la cerradura. Apenas dió un paso dentro de la casa pudo escuchar un montón de voces a un volumen muy alto, notando que era una discusión, y tenía lugar en la sala, donde no podían ver si alguien había llegado.

Aunque no debía escuchar conversaciones ajenas, permaneció de pie allí por un largo rato, escuchando cada una de las palabras. Solo le había interesado porque Gerard parecía estar un poco alterado.

—No podemos dejar ir esta oportunidad, Three Cheers fue un éxito, ¿vas a permitir que la gente lo olvide?, porque eso es lo que pasa cuando no comienzas una gira—Brian sonaba bastante tranquilo, aunque parecía un poco harto, en el tono de su voz podía notarse.—Frank puede cuidarse solo.

—No es solo Frank, también es mi hija, ¿no puedes entenderlo?—El castaño inclinó sus cejas, concentrandose en escuchar correctamente y no hacer ningún tipo de ruido.—¿Tú te irías si tu novia está...?

—Mi novia toma pastillas, no es idiota—Esa frase significaba claramente que le estaba diciendo "idiota" a Frank, y Gerard abrió su boca para responder, pero Mikey lo detuvo, sino comenzaría una discusión mucho peor.

—Tampoco te pases—Respondió, inclinando la conversación hacia el tema principal nuevamente.—¿De verdad no podemos postergar el tour?

—Invertí mucho tiempo y favores para encontrar lugares en donde tocar, si quieren que los cancele está bien, pero no voy a buscar otros—Brian se comenzaba a molestar, todo lo que decía era cierto, tenía demasiado tiempo planeandolo todo para cancelarlo de un día al otro.

—¿No puedes dejar a Frank con su madre?—Preguntó Raymond, quien intentaba no entrometerse demasiado, era un tema demasiado complicado como para hacerlo.

—Él quiere quedarse conmigo—Murmuró, tomando asiento en el sofá mientras pasaba sus manos sobre su rostro, cansado de todas las discusiones. Y esa era la última, ya no quedaban suficientes días para continuar pensandolo.—No puedo negarme, se pondría triste—Gerard no podía soportar ver la expresión de tristeza en el rostro del contrario, así que Frank agradecía no ser visto por nadie en ese momento, porque se encontraba mordiendo su labio inferior mientras las lágrimas caían por su rostro, se sentía como una molestia.

—Cuando decidió salir contigo sabía que esto pasaría, se está comportando como un niño caprichoso—La voz de Bob, gruesa y en un tono bajo, se hizo escuchar, haciendo que el castaño terminara de odiarlo por completo.—No va a pasarle nada, ¿a caso le ocurrió algo todo el tiempo que te ocultó el embarazo?

—¿¡Y a ti qué te pasa!?—Respondió el pelinegro, ese comentario le había sentado demasiado mal, y él no era el único, pero Frank no se animaba a interrumpir, no sabía qué decir, deseaba no haber escuchado esa conversación.

—Hey, relájense, no tenemos otra opción Gerard, vamos a hacer el tour. Lo siento mucho por Frank, pero así son las cosas—Michael dió la reunión por terminada, aunque Gerard aún permanecía molesto con Bob, con Brian y con cualquier persona que se le cruzara en frente.

—No es mi culpa que él me pida esto—Continuó el pelinegro, a pesar de que nadie quería prestarle atención.—¿Creen que yo no quiero ir de gira?, pero existen las prioridades.

—Ya tenemos una solución, Gerard, fue suficiente—Afirmó Brian, sin dejarlo agregar nada más, y el menor se lo agradeció, porque con cada palabra se sentía aún más como un inútil estorbo, y le molestaba que el pelinegro no lo haya defendido como deseaba, realmente creía que a él le importaba su hija, pero sus dichos le dieron a entender que no era así, y solo lo hacía por obligación.

El menor limpió su rostro y esperó algunos segundos más, deseando que no se notara en su expresión que había estado llorando. Fingió cerrar la puerta, simulando apenas haber llegado.

Dió los pasos necesarios para llegar a la sala, sintiendose cansado y sin ánimos, pero aún así mostró una sonrisa cuando vió a Gerard, canturreando su nombre.

Toda la banda continuaba allí, y la mayoría se le quedó observando por algunos segundos, fingiendo que no habían estado hablando sobre él los últimos treinta minutos.

—Gee, tengo que hablar contigo—Musitó, luego de dejar un beso sobre sus labios.—Es sobre el tour de My Chem—Agregó, antes de que el pelinegro pudiera decirle que era mejor hablar en privado. Apoyó su mano sobre su viente, mirando hacia abajo e intentando hacer que su voz no temblara.—Voy a quedarme con Jamia cuando te vayas, así que no te molestes en pensar en mí, no quiero arruinar su gira.

Michael, Brian, Bob y Raymond se miraban constantemente, escuchando cada una de las palabras y tratando de disimular su sentimiento de culpa al escuchar eso, acomodadose el cabello, usando sus celulares o incluso jugando con sus manos.

—¿Por qué cambiaste de opinión?—Indagó el pelinegro, notando su expresión extraña, y sus mejillas rojizas, sabía que algo andaba mal.

—Es que no quiero ser un niño caprichoso contigo—Soltó ásperamente, levantando la mirada y observando los ojos verdes del pelinegro, pudiendo ver en ellos la sorpresa de haber escuchado eso. El rubio abrió sus ojos, sin saber cómo iba a hablar con él después de eso. Porque ciertamente para Frank ya no era una persona muy cercana.—Lo único que deseo es que puedas ver nacer a tú hija, si es que te lo permite tu mánager—Recalcó las últimas cinco palabras, había sonado completamente como un reclamo, haciendo que todos en la sala se sintieran extremadamente incómodos.

Gerard se había puesto de pie, pero solo quedó con la boca abierta al haber escuchado a su novio, había sido rápido, pero fue suficiente para dejar en claro que los había escuchado, y claramente estaba ofendido.

Frank...—Murmuró el pelinegro, levantando una de sus manos para tomar al castaño por uno de sus hombros y dirigirse a la habitación, antes de se pusiera peor, pero el menor quitó esa mano, viendose furioso, aunque se encontraba llorando.—Cálmate, por favor, vamos a hablar.

—¿De qué quieres hablar?, ¿vas a explicarme que Brian controla tu vida y te importa una mierda lo que yo quiera?, ¡y ni siquiera lo quería!, venía para decirte que lo pensé mejor, y no me gustaría que perdieras esta oportunidad—Subió el volumen de su voz, y sus movimientos se veían frenéticos, completamente enojado.—¡Pero ya se ocuparon de mandar al diablo mi opinión!, y de insultarme a mis espaldas, al menos lo hubieran dicho en mi cara—Hizo una expresión de desagrado, mirando de reojo a los demás.—Y tú al menos ¡defiendeme!—Gritó, encargandose de que Gerard lo haya escuchado con claridad. Cuando comenzó a alejarse hacia la habitación, dispuesto a tomar sus cosas y largarse a la casa de su madre, se giró y volvió a mirar el rostro de desesperación del pelinegro.—Ojalá que la niña también esté molesta con ustedes, en especial contigo, Gerard.

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