Tomar un baño es sumamente relajante, pero para Frank eso iba más allá, y tal vez tenía que ver con que la tina era pequeña, y eso iba conectado directamente con el hecho de que Gerard estaba duchandose con él, masajeando su espalda con las manos calientes debido al agua.

—Me haces sentir tan bien—Murmuró el castaño, dejando que su cabello se desordenara sobre su rostro, ni siquiera tenía ganas de recogerlo detrás de su oreja.—¡No pares!—Dijo a un volumen más alto, riendo un poco y sintiendo las manos de su novio acariciarlo.

Bob levantó una ceja y formó una cara de asco, estaba a punto de tocar la puerta del baño cuando escuchó esas palabras, realmente necesitaba orinar, pero prefirió alejarse de allí lo antes posible.

—¿Quieres que te cepille el cabello?—Indagó, y la respuesta fue afirmativa, al menor ni siquiera le interesaba cómo, era suficiente con saber que estaría cerca. Mientras desenredaba su melena, a la cual le faltaban un par de centímetros para rozar su hombro, pensó en cómo decir lo siguiente.—Frank.

—¿Si?—El menor permanecía con sus ojos cerrados, rozando su vientre redondeado con la yema de sus dedos.

—Con la banda tenemos algunos planes—Musitó, y el contrario se giró suavemente, haciendo que Gerard alejara sus manos de él, quedando frente a frente.

—¿A qué te refieres?—Su rostro era serio, la curvatura de sus labios le daban una expresión muy bella, junto a la forma de sus cejas, que enmarcaban perfectamente sus ojos. La piel bronceada se apreciaba diferente gracias a las pequeñas gotas de agua, dandole un efecto muy bonito. No sabía en qué momento ese chico se había convertido en un adulto tan maduro.

Cuando apenas lo conoció tenía una personalidad más infantil, insegura y hasta un poco inmadura, aunque en la mayoría de las veces estaba al nivel de la situación, pero al pasar los meses, su actitud se volvió más serena y cariñosa, con el embarazo se convirtió en una bolita de dar amor y besos, esperando recibir lo mismo, acentuando su parte seria.

El Frank alocado y sin miedo a nada se había perdido en algún punto, pero Gerard sabía que algún día volvería, tal vez cuando su hija nazca y sus emociones se acomoden nuevamente.

A pesar de haber pasado varios cambios notorios, el castaño continuaba teniendo su esencia tan única que enamoraba al pelinegro, logrando que los ojos verdes de Gerard brillaran al verlo de esa manera en la tina.

—Un tour—Frank enarcó sus cejas, intentando demostrar que quería saber más.—Comenzaría en unas dos semanas, con el concierto en Los Ángeles, ya sabes, el disco fue un boom y nuestro mánager no quiere esperar ni un segundo para comenzar a viajar.

—¿Vas a dejarme solo?—Comenzaba a preocuparse, ¿qué haría sin las constantes ayudas del contrario?, incluso hasta para alcanzarle el control remoto.

—¡No!, claro que no, podré volver para julio, cuando nazca nuestra bebé—Eso no dejaba conforme al menor, debería permanecer con él todos los meses restantes, para cuidar a su novio y a su hija.—Sé que no te gusta la idea, cariño.

—Yo quiero estar contigo, tu mánager quiere acapararte solo para él—Odiaba a Brian por separarlo de Gerard tantos días y noches, incluso cuando grababan desaparecía días enteros, estaba un poco harto de ello, pero no tenía el suficiente valor para quejarse, no creía que le correspondiera hacerlo.—¿Acaso está enamorado de ti?

—Es un trabajo difícil—Mencionó luego de reír por el comentario de Frank.—Pero...Si tú realmente quieres que me quede, voy a hacerlo, solo dímelo—Su mirada se clavó sobre los ojos del castaño, quien se sintió muy presionado.

—Ese tour es importante para ti, no quiero arruinarlo.

—Tú eres más importante, ¿no te sientes seguro estando solo?—Claramente se iría a casa de su madre, pero de todas formas ella no estaba todo el tiempo, así que pasaría muchas horas a solas.

Frank torció su boca, no podía mentirle, si cuando solo se ausentaba horas lo recibía como si hubiesen pasado años, y a veces lloraba pensando que Gerard ya no lo quería como antes, pero inmediatamente todos esos pensamientos se desvanecía, al tener al pelinegro cerca. No podía ocultar algo así.

—Me siento mucho mejor estando contigo—Mordió su labio inferior, titubeando sobre lo próximo que iba a decir, se sentía terriblemente egoísta, y sabía que el resto de la banda iba a odiarlo, incluso Bob lo había llamado Yoko en broma hace unos días, y aunque haya sido una broma casual, permaneció pensando en eso por bastante tiempo.—No quiero que te vayas, no puedo estar alejado de ti.

Gerard lo comprendió, pensando en la enorme discusión que se formaría luego por su cambio de opinión. Tomó su rostro y dejó un beso sobre sus labios, adorando la cálida y típica sensación en su boca.

***

—Yo hubiese hecho lo mismo, tienes que hacerte respetar, tú y mi niña son más importantes—Desde el momento en que le contó a Jamia sobre su última ecografía, debido a sus cinco meses y medio de embarazo, comenzó a llamar a su bebé como "mi niña". Dos semanas antes, junto a Gerard recibieron la bonita noticia de que, según lo que podía verse en la pantalla, el bebé era una niña, y estuvieron muy feliz por eso.—El tour puede esperar.

—Pero Jam, siento que fui egoísta, ¿y si no tienen otra oportunidad?

—¿De qué banda estamos hablando?

—My Chemical Romance, pero...

—Exacto, nuestra banda favorita, la banda favorita de muchas personas, van a tener miles de oportunidades.

Frank movió la pajilla de su batido, posando una de sus manos sobre su vientre, preguntándose si había hecho lo correcto, sabía que su hija necesitaba a Gerard, o quizá era una excusa para no decir que era él quien lo necesitaba. No sabía en que momento My Chemical Romance se había vuelto algo completamente normal para él, conocía todo sobre la banda, porque prácticamente era parte de ella, y aunque hace un año se hubiese dado una bofetada por intentar truncar el tour, en ese momento nada le parecía más lógico.

—Me siento angustiado, no quiero que Mikey me odie, ni Ray, y Bob ya lo hace—Intentó ocultarlo, pero tenía ganas de llorar, hace dos días estaba escuchando pequeñas discusiones de los dos hermanos por lo bajo, intentaban que Frank no lo notara, pero de todas formas lo hacía, se enteraba de todo, y eso a veces no era demasiado bueno.

—Cariño, necesitas relajarte, no es bueno para ti estar tan preocupado—Jamia acarició el cabello de su amigo, ignorando que se encontraban en el centro comercial.—Mucho menos para Jollie.

—No voy a llamarla Jollie, Jam—Recordó el castaño, riendo un poco, pero un poco harto de repetirlo, él y Gerard aún no escogían el nombre, pero estaba seguro de que a su novio se le ocurriría un nombre genial.—Sé que no debo estresarme, no quiero dañar a mi bebé, pero tengo miedo de estar solo.

—Nunca vas a estar solo, mi casa está siempre lista para recibirte de la mejor manera, yo trabajo por la tarde, pero Patrick puede pasar a buscarte en esas horas, ¿te gustaría?

Frank formó una pequeña sonrisa, de esa manera no sonaba tan mal, y podría dejar a Gerard continuar con su trabajo, aunque aún le doliera no verlo por al menos dos meses, no tenía otra opción si aún quería tener una buena mirada de la banda.

—¿Crees que Gerard esté de acuerdo?

—Por supuesto, y podrás visitar a Amelie en mi casa—Ese era el nombre de la cachorra que había adoptado, de la camada que Frank encontró abandonada en la calle.

—Me gusta eso, gracias Jam—Ella le dió un abrazo, recordando algo que hace días pensaba.

—Oye, y hablando de Gerard, ¿cuando van a tener su propio hogar?, debe ser difícil tener intimidad con tantas personas en la casa—Frank se sonrojó abruptamente. En un principio, cuando apenas comenzaban con su relación, ese tema le interesaba muy poco, pero el sentimiento de verguenza se volvió terrible junto con su sensibilidad, haciendo que cada broma sobre los ruidos de anoche lo hicieran llorar.

Era complicado, Frank se tenía que obligar a ser silencioso, y le incómodaba la mirada de los demás al darle cariño a Gerard frente a ellos. La pregunta de Jamia le iluminó una lámpara en su cabeza, debía hablar sobre eso con él.

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Actualizo hoy porque mañana y pasado mañana seguro que no puedo ❤