x28x

—¿Mami?—El castaño entrelazó sus manos sobre su estómago, mirando de reojo a Jamia, que entendió lo que debía hacer. Fingió querer un café y salió de la habitación rápidamente.

—Frank...—Linda se acercó suavemente, acariciando su cabello con la yema de sus dedos.—¿Te sientes bien con eso?

El menor no quería mirarla fijamente, se sentía avergonzado, como si ya no fuese la misma persona a la que su madre aconsejaba y protegía, sentía que la había decepcionado. Se había comportado muy mal según sus propios criterios, solo había pensado en sus fantasías estúpidas, alejado de la realidad.

—Estoy esperando un hijo—Musitó lentamente, apretando sus ojos con fuerza. Al escucharlo, Linda tomó el rostro de su hijo entre sus dedos, dejando un beso en su frente.—De Gerard. Mamá, lo siento—Su voz se hizo pequeña y aguda, entremezclandose con sus respiraciones rápidas. Quería ocultarse por un momento, y que nadie supiera lo ocurrido, no tener que dar explicaciones vergonzosas sobre el poco cuidado con su cuerpo que había tenido.—Lo siento tanto.

—No pidas disculpas, Frank—La mujer intentaba tranquilizarlo, ni siquiera sabía hacia donde iba esa conversación, porque ninguno de los dos tenía idea de cuál sería la resolución de todo ese llanto y arrepentimiento.—Eres lo suficientemente mayor para saber lo que hiciste, cariño, piensa bien en qué hacer desde ahora. No tienes por qué rendirme cuentas a mí.

—No sé hacer nada, ¿cómo esperas que decida algo así?—Quería que alguien se hiciera cargo de la situación y solucionara ese drama rápidamente, pero el único que podía hacerlo era él.

—Tienes la ayuda de Gerard.

—No la tengo—Frank se negaba inmediatamente, aunque su madre insistiera en que el pelinegro debía saberlo, al menor no le gustaba esa idea.—No quiero que me deje por esto.

—Es imposible ocultarlo, Frank, algún día va a saberlo y es mejor que sea lo antes posible—Linda apoyaría cualquier decisión que él tomara, pero no creía correcto que Gerard no supiese nada al respecto, después de todo era una pieza importante del rompecabezas.—¿Vas a decírselo?

Frank alzó sus hombros para indicar que no lo sabía, mientras intentaba cubrir su rostro con sus manos o cualquier cosa que encontrara en esa camilla. Deseaba poder simplemente quedarse allí hasta que alguien llegara y gritara "¡era una broma!", pero eso no iba a ocurrir así que debía salir de allí con esa noticia completamente cierta.

—No es necesario—Murmuró, pensando en tal vez una opción mucho más fácil a su parecer, en donde Gerard ni siquiera debía saberlo y su relación no se vería afectada.—Puedo...—Tomó una respiración profunda.—Puedo no tenerlo, y todo sería mejor.

—¿Abortar?—Frank no quería escuchar esa palabra, sonaba demasiado dura, pero era exactamente en lo que estaba pensando.—No es una tontería, Frank.

—Lo sé—Linda ni siquiera lo había dicho pero incluso sonaba bonito cuidar a su hijo con un bebé entre sus brazos, pero el castaño la deshizo en menos de un minutos con sus palabras.—No quiero tener un humano dentro.

—No lo digas así—A Linda le generaba rechazo esa decisión pero no debía interponerse, y lo sabía. Realmente no tenía idea de qué responderle, y nunca se imaginó aconsejar a su hijo en una situación así.—Si no vas a arrepentirte está bien, pero piensalo bien.

Tuvieron una extensa conversación en la que muchos aspectos de sus vidas fueron tocados, incluso rieron por algunas anécdotas, pero en el interior, Frank continuaba con unas inmensas ganas de llorar por haber llegado a esa situación

***

—Mikey—Gerard terminó de maquillar sus ojos, aunque no tenía demasiada producción.—¿Frank te ha enviado algún mensaje?—El de lentes tomó su celular y lo revisó, pero solo había algunos mensajes de su madre.

—No, ¿por qué?—Michael se encontraba en una habitación detrás el escenario, junto a su hermano, preparando los últimos detalles para salir al escenario.

—No me responde los mensajes, estuve llamándolo y no atiende—Prestó atención a la pantalla oscura de su teléfono.—Estoy preocupado, sé que tenía muchos exámenes pero al menos podría enviarme un "idiota", no lo sé.

—Seguramente va a venir a vernos, ¿no crees?, nunca se ausenta—No le daba demasiada importancia, su hermano solía preocuparse demasiado por cosas pequeñas.

—No lo sé, quería contarle lo del nuevo disco antes que a todos.—Gerard perdía su mirada en diferentes lugares, Frank nunca se comportaba así, siempre respondía los mensajes y se trataban de la mejor manera, pero los últimos días lo único que había recibido eran simples "okay", "está bien" y "luego hablamos, estoy ocupado", por eso se sentía inquieto con la situación, en especial debido al malestar físico de Frank de las más recientes semanas.—Sigue siendo un fan de My Chemical Romance.

—Tal vez esté en la fila, podrías revisar, o enviar a alguien.

—No lo creo, siempre se queda aquí con nosotros, y no ha estado bien del estómago, no creo que quiera estar sofocado entre la gente—Mikey no sabía qué responder, así que solo continuo alisando su cabello.—Voy a llamarlo.

El tono sonó algunas veces, impacientando al pelinegro, que mordía las pocas uñas que tenía.

¿Hola?—Frank estaba en su cama, había salido del hospital solo unas horas después del accidente y en toda la semana no se ocupó de hablar con Gerard al respecto, solo intentó evitarlo al máximo, también evitando la semana de examenes.

Lo único que pensaba era en las vitaminas en la mesa de noche de su cama, para el bebé, pero él no planeaba tenerlo, o tal vez sí, no era capaz de decidirlo. Necesitaba un poco de ayuda, y Jamia recitando nombres bonitos para niños y niñas no lo hacían sentir mejor.

Casi podía sentir el cariño que se estaba formando en su interior hacia el pequeño embrión dentro de su vientre, pero no quería estar seguro de eso. Si tan solo pudiera decírselo a Gerard y ver su reacción sabría qué debía hacer, pero primero debía decírselo. No quería tener un niño solo.

—Hola Frank, ¿cómo estas?

Bien, ¿tú?—Gerard podía notar lo ronca que estaba su voz y lo lento que hablaba, haciendo que se preocupara mucho más.

—Bien, ¿vas a venir a vernos?—El castaño sabía que era sábado, pero se sentía pésimo para estar allí, además de su malestar físico, no se sentía con los ánimos para ver a Gerard feliz y sin saber absolutamente nada sobre lo que le estaba ocultando.

No hoy, no me siento muy bien, pero diviértanse, el lugar es mucho más grande que los anteriores.

—¡Sí!, más personas vinieron a vernos aquí—Su tono se volvió alegre, pero luego de un pequeño segundo cambió a uno suave y meloso.—Pero eso no me importa si no estas tú, tengo que decírte algo.

¿Ah sí?—Al parecer no era el único que tenía algo para decir.

—Claro, vas a ponerte feliz—Frank chasqueó su lengua, ¿qué podría hacerlo feliz en ese momento?—¿Pasa algo?

No, es solo...—Dió un suspiro bastante sonoro.—Estoy cansado, quiero dormir un poco.

—Mañana podemos hablar si quieres, debes descansar, ¿has ido al médico?

No—Respondió rápidamente el menor, intentando cambiar de tema.—¿De que se trata lo que tienes que contarme?

—Sobre MCR—Gerard notó el repentino cambio de tema, Frank se mostraba tan extraño.—Amor, ¿te ocurre algo?—Mencionó un bonito apodo para hacerlo sentir bien, sabía que le gustaban.

Claro que no, estoy normal, solo tengo sueño.

Oh, okay. Entonces, ¿hablamos mañana?—Frank respondió con un simple "sí", pero antes de colgar, mencionó con un tono extraño.

¿Gerard?—El mencionado hizo un sonido suave para dar a entender que lo escuchaba.—Nosotros...¿Qué somos?

Gerard inclinó sus cejas con confusión, en especial porque por su voz parecía que iba a llorar.

—Novios, ¿no?—Formó una pequeña risa, en realidad nunca de lo había preguntado.—¿Quieres ser mi novio?

Sí.

—Novios entonces—Frank rió torpemente, había sido una propuesta un poco inusual.—¿Te gusta de esa manera?

El castaño asintió, pero luego se dió cuenta de que no podía verlo, afirmando.

Te amo.

—Yo también te amo—Lo próximo fue una simple despedida, con las pocas palabras que Frank pudo decir antes de colgar y comenzar a llorar.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top