Suelo escribir cartas de despedida porque pienso que va a ser la última vez que vaya tener un intercambio de palabras con todos los de mi alrededor, no estoy afirmando ningún hecho pero suele ser abrumador el hecho de lidiar con todo sola.

La sociedad dice muchas cosas, mi familia dice más cosas, mi mente me dice otras muy diferentes. No estoy diciendo que sea una persona con esquizofrenia o algo cercano a eso, solo sé que lo único que siempre hago es pensar en cómo dañarme, como poder destruirme a cada momento sin saber cómo salir de ahí.

Mis amigos no han sido de gran ayuda. Si hablara sobre el tipo de amigos que tengo sería muy variado pero a la vez muy cliché. Mi ex mejor amigo era mi distracción, mi escape, esa persona que sientes que te entiende a cada momento, él era muchas cosas para mí porque cuando hacíamos estupideces, la voz que me autocritica en mi mente se callaba, era una cosa fantástica, no siempre funcionaba pero el poco tiempo que pasaba me sentía poderosa, con ganas de despertar al siguiente día, tanto así que perdí el control, empecé a confundirme con mis propias acciones y sin saber cómo o cuando me enamore.

Déjenme decirles que fue la peor decisión de mi vida, por una simple razón, me di cuenta que por amor soy capaz de hacer cosas que prometí no realizar, admito que él no era una persona ejemplar, las circunstancias lo llevaron a ser quien era, su familia era una mierda y todos que lo menospreciaban eran aun peor que su familia, sé que lo estoy justificando, se que aunque vivas dentro de un abismo sin esperanzas siempre puedes salir adelante pero él no podía y no quería. Lo demostró muchas veces y me arrastro con él. Y solo me deje llevar. Los malos hábitos que tienes casi me arruinan, no porque no supiera controlar la necesidad de tener más de esa sustancia en mí, sino porque aún sigo pensando que si pruebo esas sustancias todo será feliz como antes. Anhelo con muchas ganas la tranquilidad que me daba estar a tu lado y todos me critican por eso pero no saben que él siempre fue mi escape y lo perdí. Lo perdí porque nos dejamos llevar por sentimientos vacíos que nuestras mentes crearon.

Aun pienso que la única que sintió amor en esta rara relación de amigos fui yo, nunca sabré si tus palabras fueron verdaderas porque desapareciste, no me hablas y yo no te hablo, es como si fuéramos extraños, quisiera hablarte pero sé que si lo hago, que si vuelvo junto a ti todo será peor porque esos sentimientos revivirán y crecerán aunque lo quiera evitar, ya paso una vez y estoy haciendo todo lo posible de que no pase una segunda vez.

Por otro lado está la persona que ha sido mi mejor amigo desde mis nueve años, él es diferente, ha sufrido mucho por los problemas familiares que ha tenido que vivir pero aunque se hundido en algún momento, logro salir de ese vacío sin fondo. Él es como una batería para mí, no lo veo como un objeto, sino que, cuando platico con él y le cuento todo lo que me pasa y siento es como si soltara un poco de carga de mi mente y el decidiera cargarlo por mí, él es simplemente fantástico. En realidad lo quiero mucho. Aunque me preocupa que solo hablemos de lo mal que estoy, sé que no debería ser así, debo de preocuparme también por el pero todo esto que está pasando no me deja, nos e como hablar de otra cosa, él es la única persona a la que le puedo contar todo esto. Ya no hay nadie que me tome enserio más que él, todos me miran como un juguete que puede ser remplazable.

Me siento horrible al no poder preguntarle que tal estuvo su día porque en el fondo de mi ciento que no estaré mucho tiempo aquí, sé que no debo decir eso pero tampoco quiero que sufra por mí y por todo lo que me podría pasar. Lo quiero tanto que no quiero que siga encariñado de mí, él es muy bueno, es lo opuesto del primer amigo que les conté.

La palabra que usualmente usa para molestarme cuando le digo que no quiero ir a terapia por miedo es "autosabotaje"

Sinceramente estoy harta de esa maldita palabra porque sé que tienes razón de que suelo autosabotearme toda mi felicidad porque pienso no merezco nada bueno en este mundo, que solo merezco sufrimiento y tal vez la muerte. Tu no piensas lo mismo, me haces ver que aún hay esperanzas y después de hablar y llorar por todo lo que pasa, siempre puedo seguir unas horas más, esas horas en las que quedo en un momento donde todo es neutral, nada es bueno y nada es malo.

Lo siento por todo pero aún no sé cómo salir del abismo.

Sigo gritando al vacío por ayuda que nadie me dará, sé que me la quieres dar pero la voz no quiere tu ayuda, ella quiere desaparecer junto conmigo, y sabes a lo que me refiero.