Encuentros y desencuentros

Elle respondió al beso con una mezcla de sorpresa y confusión, pero pronto se dejó llevar por la intensidad del momento. Los labios de Light en los suyos crearon una conexión que resonó en lo más profundo de su ser. Las mariposas que habían estado revoloteando en su estómago se multiplicaron, y por un instante, todo lo demás desapareció.

Pese a que nunca lo habían hablado por respeto a los límites, la forma apasionada en que sus labios se buscaban sugería una conexión destinada, como si un imán los hubiera unido y hubieran tardado demasiado en reconocerlo.

Elle no pensaba detenerse, el calor de la fogata y la intensidad del momento eran irresistibles. Sin embargo, cuando la mano de Elle intentó colarse por debajo de la camisa de Light, éste dio un paso hacia atrás soltando un jadeo involuntario.

Se formó un silencio incómodo, solo se escuchaba el crepitar de la leña en la chimenea, llenando la habitación con su característico aroma a madera quemada. Light se quedó petrificado, no solo por la situación interrumpida, sino también por la vergüenza que le causaba su propia reacción física, más específicamente a la tensión en sus pantalones. Estaba completamente consciente de la extraña combinación de excitación y malestar que su cuerpo experimentaba.

La urticaria, esa condición de su piel que siempre estaba presente, se volvía ahora un foco de vergüenza adicional. En ese instante, no sabía si su piel le estaba haciendo un favor al interrumpir el momento íntimo o si estaba arruinando una oportunidad única en su vida.

Elle abrió los ojos de par en par, y dio un paso hacia atrás, rompiendo la conexión que habían compartido. La burbuja de intimidad que los rodeaba estalló, dejando un vacío entre ellos.

—¡Mierda! —exclamó Elle, caminando de un lado a otro y jalándose el cabello. Light permaneció inmóvil, sintiendo que cualquier movimiento podría hacer que se desmayara—. Bueno... —se detuvo de repente, inhalando profundamente—. Técnicamente no estuvo mal, ¿verdad? —dijo, notoriamente nervioso—. Es decir, tú y Teru ya no son novios... así que...

Lawliet guardó silencio, sin palabras. Pero fue suficiente para que Light pudiera liberar el aire retenido. Aunque no se sentía orgulloso de sus acciones, recordar que ya no tenía novio le dio cierto alivio.

—Lo siento... —murmuró Light, intentando tomar aire para calmar el incesante aleteo de su corazón. A este punto no sabía si latía de emoción o si estaba al borde de un ataque de ansiedad. Con su historial se inclinaba por la segunda opción— Yo sé que...

—No, no digas nada —interrumpió Elle, agitando las manos y con los ojos erráticos por la habitación. Aunque solía calmar a Light en momentos de inquietud, ya sea tomándolo de las manos o cambiando de tema, en este instante él estaba igual o peor que su amigo—. Fue mi culpa, porque yo inicié y tú solo correspondiste por... —se detuvo de repente y parpadeó, como si algo se hubiera aclarado en su mente—. Espera... ¿Esto significa que también te gusto? ¡Ay! ¿¡Qué tonterías estoy diciendo!? —se pasó la mano por la cara, volviendo a pasear de un lado a otro—. De todas formas, esto no debió pasar.

Light tragó saliva, sentía que la piel le ardía y lo único que le impedía rascarse hasta enterrarse las uñas era que su cuerpo no respondía. Sin embargo, no era el beso lo que lo tenía petrificado, sino la actitud de Elle. Verlo tan alterado lo hacía sentir incómodo.

—¿Te arrepientes...? —Se atrevió a preguntar con un hilo de voz. A veces se preguntaba de dónde sacaba el valor y atrevimiento de hacer preguntas tan tontas, como si la reacción de su amigo no fuera justificada.

Lawliet se detuvo y lo miró. El rostro de Light estaba teñido de rojo y sus ojos cristalinos. Ahí se dio cuenta de que su reacción podía enviar un mensaje erróneo. Aunque seguía sin sentirse bien por lo ocurrido, inhaló profundamente para calmarse. No podían deshacer lo sucedido.

—No me arrepiento —dijo Elle, mirándolo a los ojos con una seguridad que Light dudaba poder igualar—. Pero tampoco puedo ignorar el hecho de que tú y Teru acaban de romper, y que, por cómo se dieron las cosas... Light, es probable que ustedes aún tengan cosas que hablar... —suspiró.

—Lo sé... —asintió lentamente. Pensar en una posible conversación pendiente no lo hizo sentir mejor. No quería enfrentarla y dudaba tener el valor de mantener la misma firmeza. No obstante, ver a su amigo más tranquilo había hecho que la tensión bajara.

—Y aunque ustedes no tuvieran nada que hablar... —continuó Elle, acercándose despacio mientras mantenía un tono sereno, a pesar de las muchas cosas dando vueltas en su cabeza—... lo de ustedes es muy reciente. Yo no... no podría ofrecerte una relación...

—¡Oh! No, no —negó con la cabeza rápidamente. Aunque se resistiera a admitirlo, esas palabras afectaron su orgullo—. No estoy interesado en tener novio. Creo que estoy curado de novios por un buen rato.

Elle sonrió de lado, conocía lo suficiente a Light para reconocer la forma en que fruncía el ceño cuando algo lo ofendía.

—Bueno, pero tampoco cierres del todo la vacante que aún me interesa aplicar —tomó sus manos como tantas veces lo había hecho, solo que esta vez había intenciones de intimidad al hacerlo—. Me gustas, Light —confesó. El aludido contuvo la respiración y se sonrojó.

Lawliet volvió a sonreír, no sabía en qué momento había comenzado a encantarle tanto. No tenía caso negarlo cuando ya lo había dicho y pretendió demostrarlo con un beso minutos atrás.

—Pero... —continuó Elle, viéndolo a los ojos—.. No te ofendas, pero no estás listo para una relación...

El contrario alzó las cejas y, en un tono divertido pero fingido, agregó: —¿Cómo se supone que no debo ofenderme?

Elle sonrió para mantener el ambiente apacible pero no quería desaprovechar la oportunidad que se había abierto al diálogo.

—Light, estuviste con Teru por presión. No quisiera que estuvieras conmigo por lo mismo, porque estás "agrad...

—No fue por presión —interrumpió, dando un paso hacía atrás y soltándose—. Tú sabes que... a lo mejor sí —volteó hacía otro lado, no queriendo hacer contacto visual—, "permití cosas" como tú dices —formó las comillas en el aire—, pero es solo porque prefiero evitar los problemas, es mejor así.

—¿Te reprimes las cosas para evitar problemas? —se llevó las manos a los bolsillos, asintiendo despacio como si analizara dicho razonamiento— Ok... le evitas problemas a los demás, pero ¿no te has puesto a pensar que precisamente el origen de tus problemas es todo eso que reprimes?

Light volvió a apartar la vista y, por inercia, se cubrió las manos con las mangas de la camisa, sabiendo a lo que Elle se refería. Acto seguido, dio media vuelta diciendo que necesitaba ir por algo que había dejado en su mochila. Elle se quedó en la sala, dando por entendido que la conversación había finalizado. Sabía que su amigo prefería evitar esos temas.

Lawliet echó la cabeza hacia atrás, soltando un suspiro. Había cambiado su actitud para reducir la tensión, pero el beso lo había descolocado. Y el fin de semana apenas empezaba.

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