Capitulo 24


Eva peinaba su cabello luego de haberse dado una ducha, en la tarde comenzaría la ceremonia de bodas entre Bill y Fleur.

—George.—Saludó al pelirrojo quien entraba a la habitación con una sonrisa.

—¿Te sientes bien?—Cuestionó sentándose a su lado.

Ella solo negó abrazando el torso de este, George no tardó en pasar su brazo por los hombros de ella, sacó una pequeña botella de su bolsillo y abrió la tapa.

—Tienes que tomarla Eva, sabes que si lo dejas tendrás problemas.—Murmuró mientras besaba su mejilla.

Tan solo suspiró antes de tomarla haciendo una mueca, George le sonrió antes de felicitarla.

—¿Como sigue tu oreja?—Preguntó mirando el vendaje que tenía alrededor de esta.

—Lo que queda de ella.—Bromeó.—Ya no duele, espero que sane pronto.

—Ya mejorará, cariño.—Besó su mejilla.

—Cuando estás conmigo se me olvida esta estúpida venda, otra razón para no dejarte ir nunca.

—Nunca me iré de tu lado, es una promesa.—Acaricio el rostro de su chico mientras se recostaban en la cama con cuidado.

Sus labios se juntaron moviéndose con lentitud, los dedos de Eva fueron al cabello pelirrojo de su novio jugando con el mientras el besó se profundizaba más a cada segundo que pasaba.

La mano del Weasley pasó bajo la blusa de la ex Slytherin jugando así con su piel haciendo sonreír a la chica, los besos de George pasaron desde la mejilla al cuello de ella. Pero cuando sus dedos fueron al sujetador de ella intentando tocar más allá de este, Eva se sobresaltó.

Algo que caracterizaba a George Weasley era el querer dominar cuando se encontraba en una situación así, grave error para el, la Greyback tembló recordando todo lo que había pasado alguna vez, cuando tuvo que ser sumisa ante las peticiones de tantos hombres para que su padre no la golpeara.

—G-George, para.—Murmuró de manera inaudible.—George, detente.

Entonces el Weasley se detuvo preocupado por la manera en la que las manos de Eva temblaban, una lagrima se deslizó por el rostro de la chica alarmando al pelirrojo.

—Eva, ¿Qué sucede?—La miró preocupado mientras limpiaba aquella lágrima de su rostro.

—No pasa.—Aclaró su garganta.—No pasa nada.

—Mírame.—Ordenó con seriedad.—No quiero que te sientas obligada a nada, si no quieres está bien cariño, te amo y créeme que lo ultimo que quiero es que creas que sería capaz de lastimarte.

La Greyback lo abrazó calmando así lo que sentía en ese momento.

—Te amo demasiado, eres lo mejor que tengo en la vida... Y quiero cuidar de ti en todo momento.

—Creo que eres la única persona que me ha amado en serio.—Sonrió de lado dándole un beso casto.—Te amo.

Ya casi era el momento de Fleur, Bill estaba con su traje y corbata perfectamente lisos, el pelirrojo miró con amor a la rubia quien traía un hermoso vestido que hacía juego con su diadema. La ceremonia pasó rápido dejando que la pareja se dieran un largo beso bajo los aplausos de los presentes.

—Hey Eva, tú y yo deberíamos estarnos casando en este momento.—George vaciló guiñándole un ojo.

—Quisieras.—Sujetó el brazo de Fred quien rio entendiendo la broma.

—Lo siento hermano, ya tenemos aquí un Weasley ganador.

—Eso jamás.—Abrazó a Eva por los hombros haciéndola separar de su gemelo quien reía.

—Bailemos.—Pidió Eva con una sonrisa de oreja a oreja.

—Será un gus...—Sus intentos de parecer caballeroso fallaron cuando Eva lo sostuvo de la mano hasta la pista.

La música sonaba y los aplausos eran lo que dominaba el lugar, George tomó a Evangeline por la cintura atrayéndola a el con cuidado, comenzaron a danzar como ese día en el que George fue por ella y bailaron ante la luz de la luna.

El festejo pronto sería interrumpido por un patronus avisándoles del peligro que se avecinaba;— Ya vienen... Ya vienen...—Concluyó haciendo preocupar a todos.

Mortifagos llegaron atacando a todos, los gemelos se pusieron espalda contra espalda cubriendo a Eva quien también estaba protegiéndolos.

—¡Tenemos que irnos!—Le gritó Fred a su hermano y cuñada.

Fred tomó la mano de Eva al igual que George, pronto estaban en el apartamento de arriba de Sortilegios Weasley.

—¿Estas bien?—Cuestionó George buscando alguna herida en su novia.

—Tranquilo, lo estoy.—Sonrió como pudo antes de voltear a ver a Fred.

—Es seguro por ahora, tendremos que buscar otro lugar pronto.—Habló Fred.

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