Luego de pelear contra algunos Mortífagos, Dora y Eva llegaron a la madriguera ya cansadas pero de todas formas las interrogaron, Remus se acercó a ambas con las manos temblorosas apuntándolas con la varita.

—Si eres Eva, dime en qué animal se puede convertir uno de los gemelos y porque lo hace.—Tragó saliva.

—George, toma la forma de un zorro rojo para acompañarme cuando hay luna llena.—Habló haciendo que se calme.

Luego fue una pregunta para Tonks quien por obvias razones respondió bien, ambas abrazaron al licántropo haciéndolo sonreír.

—Vengan, necesitan descansar un poco.—Las llevo adentro donde fueron recibidas por Molly.

Al los quejidos de alguien se apresuraron a ver quienes eran, Eva preocupada por George salió con la esperanza de encontrarlo pero al contrario frente a ella estaban Harry y Hagrid los cuales lucían severamente agitados.

—¿Somos los primeros en llegar?—Preguntó Hagrid.

Ginny se encargo de hacerlos pasar para así dejar sola a Eva ansiosa por saber dónde se encontraba su novio, pocos minutos después George llegó, en una de sus orejas había sangre parecía que la había perdido por lo que Eva asustada lo ayudó a entrar:

—Recuéstate.—Ordenó ella mientras le acariciaba la mejilla sin importarle cuánta sangre tenía.

George le sonrió y la atrajo a el levemente para así darle un abrazo;—Estoy bien, no tienes que preocuparte.—Le murmuró con una voz débil.—Me pregunto si tendré la otra oreja cuando me transforme contigo en la próxima luna llena.

Eva rio a lo bajo mirándolo con cariño, ahí estaba George Weasley, el chico que tanto amaba. El imaginar que lo pudo perder le daban ganas de llorar y no soltarlo nunca.

De poco a poco la madriguera se llenó con los demás hasta que finalmente llegó Fred a ver a su gemelo el cual estaba siendo acariciado por una preocupada Eva también se acercó.

—Solo necesita descansar.—Habló Eva.

—Y una nueva oreja si no es mucho pedir.—George habló débil.

—¿Como te sientes Georgie?

—Como queso...

—¿Como dices?—Frunció el ceño.

—Como queso... Tengo agujeros Fred.—Señaló su herida sonriendo.

—Hay un mundo de chistes sobre orejas y dices como queso... Eres patético.—Fred rio.

—Sigo siendo más guapo que tú.

—Ojoloco... Murió.—Bill habló.

El rostro de la mayoría empalideció, seguramente era una de las personas más respetables que pudieron conocer quien en ningún momento miró atrás todo por ayudar a Harry.

—Deben ir a descansar.—Arthur propuso.

Fred no tardó en ayudar a su gemelo a subir hasta su habitación, luego de limpiarle la herida dejando ver una gran cicatriz donde antes estaba su oreja pudo recostarse ya limpio de la sangre que antes estaba en su ropa, de igual manera Eva tomó una ducha no sin antes pedirle a Fred que le cediera la habitación para estar con George.

—¿Como estás cariño?—Eva se acosto a su lado tomando una distancia prudente.

Era la primera vez que dormirían juntos, o algo así, la timidez que Eva tenía era aún muy notoria pero al mismo tiempo la preocupación que tenía por el era incluso más evidente.

—Creo que estoy un poco mejor.—Suspiró con pesadez.—¿Puedo abrazarte?

Eva lo pensó un momento, se acercó con cuidado y posó su cabeza en el pecho de su novio, cuando la mano del Weasley la rozó la piel se le erizó pero al instante logró calmarse.

—Perdona, tal vez si hubiera insistido más pude haberte acompañado y no te habrían lastimado.—La Greyback murmuró.

—No habría manera de evitarlo, me alegra que tú estés bien.—Besó le cabeza de Eva.

—Te amo George.—Habló con una suave voz.

—También te amo, Eva.—Cerró los ojos.

Ambos cayeron en un profundo sueño del cual no querían volver a despertar, pero tiempos oscuros estaban por llegar y tenían que estar listos para enfrentarlos.