capitulo 7

El Sombrero Seleccionador

— aun no creo que se posible. ¿cómo es que nos entiende, pero nosotros no a ella? — cuestiono Cristian acariciando a Evelyn.

— Ella puede entendernos un poco, ya la acostumbré con el tiempo. Y el motivo porque no puede hablar, es porque no posee cuerdas vocales, solo sisea — explico Gregory, acomodándose en su corbata que era negra pero que estaba encantado para cuando sea escogido a una casa se cambie a su preferencia.

— No es que quiera sonar grosera, pero tu padre no es Muggle, como es que no supieras eso — dijo sin creer Tonks que su amigo castaño sea tan inculto.

— Ni idea, no es que me interesara leer eses tipo de cosas. Tengo preferencia a un tipo de lectura muy complicada y la cual es muy famosa —con orgullo en su voz, Cristian creyó que era todo lo contrario a lo que Tonks pensaba de él.

— ¿Qué tipo lectura? — pregunto Gregory curioso, tenía aprovechar antes de dormir leer algunas historias griegas que su madre le inculcaba.

— Es una donde hay drama, fuerza y fuero de todo lo conocido — narro Cristian, sacando uno de sus bolsillos lo que un principio se pensó que era un libro, pero realidad era un comic.

— Se llama Superman, una obra literaria — entrego este a Gregory y sacando otro se lo lanzo a Tonks — este Batman un manjar para lector

— "¿tiene que estar bromeando?" — pensaron ambos chicos al abrir y empezar ver todos los dibujos.

Tonks había leído uno de estos por su padre, quien también era Muggle, por lo que no era tan tonta en estas cosas, pero no queriendo desanimar el orgullo de su amigo, le siguió el juego.

— ¿Cuál es la debilidad de Superman? — pregunto Tonks a Cristian.

— Ja, no subestimes mi sabiduría con preguntas tan sencillas como esas. La respuesta es Kryptonita — el aire de suficiencia en Cristian hizo fruncir el ceño a la chica, aunque internamente se reía de las estupideces que hacía.

Gregory por su parte no estaba muy a fondo con esto, claramente sabía quién era el hombre de hierro, pero nunca estuvo interesado en comprar un comic, siempre pensó que era para los niños, aunque tampoco tuvo el tiempo para distraerse por su entrenamiento.

— discúlpeme por entrar, pero ya estamos llegando alisten sus cosas para bajar — hablo desde la puerta uno de los perfecto de Gryffindor. Con su trabajo hecho se retiró a informar a los demás estudiantes.

— ¡estoy tan emocionado, ya quiero ver el castillo! — grito Gregory, despertando accidentalmente a Evelyn quien lo golpeo con su cola y se retiró con su amo — disculpa Evelyn, la emoción ya sabes —

La serpiente siseo, metiéndose adentro de la camisa de Gregory.

— Te lo avise cris, mas cuidad para la próxima — haciéndole recordar a su amigo, Gregory se levantó y ayudo a Tonks con su maleta.

— Gracias, nos veremos después. Como ustedes son de primer año se van con los botes — explico Tonks, quien dio un pequeño beso a la mejilla a Gregory. Haciendo que este se congele.

Tonks se rio y luego se marchó. Gregory por su parte se sonrojo levemente pero solo fue un momento, ya que se recompuso.

— Greg, que galán — golpeando con su codo a su amigo, cris intento hacer avergonzar. —te gustan mayores, aunque Tonks es muy rara para mi gusto — dijo cris.

— " el único raro eres tú" —pensó Gregory, aunque ya no importo — puede ser... vamos cris que el tren ya freno

Cris asintió, persiguiendo a su amigo que se alejaba.

— ¡primer año conmigo, primer año conmigo! "aquí" — tratan de llamar la atención más dela que ya tenía por su gran tamaño de casi 3 metros. Rubeus Hagrid, guardián de llaves de Hogwarts, medio gigante por parte de su madre.

Su altura impresiono a los estudiantes, por lo que solo indico que lo siguieran.

— Gua amigo, que alto. ¿Seguro que no son familiares? — pregunto cris a su amigo.

— Jaja, chistoso — Gregory se rio por los comentarios tan absurdos de su amigo, realmente todo lo que salga de su boca no ofendía, incluso cuando se burlaba.

— ¡ya están los botes, rápido. ¡Síganme! — nuevamente avisando al grupo de primer año, Hagrid se giró y todos los siguieron.

— ¡no más de 4 por vote! — Hagrid aviso ayudando algunos alumnos a subir a estos.

Gregory y Cristian se subieron a uno donde había dos niñas, sus nombres eran Alessa y Amber, amigas desde la infancia. Agradeciendo poder estar en el bote, Cris fue quien interactuó con ellas más seguido, Gregory se mantenía expectante del lugar nuevo, mirando los bosques a la distancia y montañas, admirando el lago negro. Solo cuando le preguntaban algo o quería dar un comentario hablaba.

Ignorando la advertencia sobre agacharse que hizo su guía, Gregory se maravilló con la escena delate de él, era mágico.

El Bird siempre le pareció hermoso los lugares ambientarles de su pueblo natal, pero no pudo comparar la belleza y la sensación que daba el castillo de Hogwarts, escucho la emoción de sus compañeros también admirando tal magnifico placer visual. Gregory sin mover su cabeza miro a su compañero de alado, al igual que él, estaba maravillado.

El castillo era enorme y Gregory tenía planeado explorar todos sus alrededores.

Al llegar la escuela, Hagrid guio a cada estudiante hacia los pasadizos que él ya estaba acostumbrado dejarlos, caminaron por escaleras y se adentraron al castillo, las escaleras eran muy anchas por lo que los estudiantes pudieron caminar tranquilos junto al medio gigante adelante.

Frenando en una puerta, Hagrid espero a la profesora McGonagall.

Los estudiantes para matar el rato comenzaron hablar entre sí, preguntándose cómo sería la selección. Guardaron silencio cuando la profesora llego.

— Gracias Hagrid, yo me encargo — le dijo cortésmente al gigante.

— De nada profesora McGonagall. Me retiro —contesto el pomposo gigante.

La profesora miro a todos los estudiantes, se fijó en Gregory y le sonrió en saludo simulado, el Bird correspondió del mismo modo.

— ¡Bienvenidos Hogwarts! En un momento pasarán por aquí para reunirse con sus compañeros, pero antes de tomar sus asientos eso serán seleccionados para sus casas. Son Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin — dijo la profesora, continuando a no ser interrumpida.

— Mientras estén aquí su casa ser como su familia, con sus triunfos ganaran puntos. Si no respetan las reglas los perderán y al final del año la casa que tenga más puntos recibirá la copa de la casa. La ceremonia comenzara en instante— alejándose con el sonido de sus pasos por el silencio de los pasillos, la profesora fue avisar al director.

Fue corto el alejamiento la profesora, quien regreso y dijo que la siguiera.

Las grandes puertas se abrieron delante de la profesora, Gregory admiro otra vez fantasioso por las grandes vistas que daba el colegio: mesas largas donde los ocupantes de cada casa, no pudo ver a su amiga metamorfomaga por la cantidad de alumnos.

Echando un ojo al cielo para confirmar lo que decía el libro sobre el colegio, fascinado por la ilusión en el techo, pero no pudo admirarlo mucho por estar caminando.

Adelante se encontraba en los profesores sentados y el director en el medio, Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore. Un nombre largo en opinión de Gregory.

Frenando antes de llegar hasta una silla vieja con un sobrero empolvorado, el director tomo la palabra.

— Antes de comenzar, el director Dumbledore les dirá unas palabras — dijo la profesora presentando al director.

— Antes que nada, me gustaría decir una cosa, los nuevos deben recordar. Que los estudiantes no deben entrar al bosque prohibido por ninguna circunstancia. Y antes que la profesora diga sus nombres, el sobrero seleccionador tiene algo que decir — termino el director, sentándose y prestando atención a los nuevos estudiantes, pensó que tan prometedores magos aprenderán en su escuela.

La sorpresa no se hizo esperar en los estudiantes, unos ya lo sabían, pero de igual forma era loco ver a un sobrero parlante.

_ "Cuando Hogwarts comenzaba su andadura

y yo no tenía ni una sola arruga,

los fundadores del colegio creían

que jamás se separarían.

Todos tenían el mismo objetivo,

un solo deseo compartían:

crear el mejor colegio mágico del mundo

y transmitir su saber a sus alumnos.

"¡Juntos lo levantaremos y allí enseñaremos!",

decidieron los cuatro amigos

sin pensar que su unión pudiera fracasar.

Porque ¿dónde podía encontrarse

a dos amigos como Slytherin y Gryffindor?

Sólo otra pareja, Hufflepuff y Ravenclaw,

a ellos podía compararse.

¿Cómo fue que todo acabó mal?

¿Cómo pudieron arruinarse

tan buenas amistades?

Veréis, yo estaba allí y puedo contaros

toda la triste y lamentable historia.

Dijo Slytherin: "Sólo enseñaremos a aquellos

que tengan pura ascendencia."

Dijo Ravenclaw: "Sólo enseñaremos a aquellos

de probada inteligencia."

Dijo Gryffindor: "Sólo enseñaremos a aquellos

que hayan logrado hazañas."

Dijo Hufflepuff: "Yo les enseñaré a todos,

y trataré a todos por igual."

Cada uno de los cuatro fundadores

acogía en su casa a los que quería.

Slytherin solo aceptaba

a los magos de sangre limpia

y gran astucia, como él,

mientras que Ravenclaw sólo enseñaba

a los de mente muy despierta. Los más valientes y audaces

tenían como maestro al temerario Gryffindor.

La buena de Hufflepuff se quedó con el resto

y todo su saber les transmitía.

De este modo las casas y sus fundadores

mantuvieron su firme y sincera amistad.

Y Hogwarts funcionó en armonía

durante largos años de felicidad,

hasta que surgió entre nosotros la discordia,

que de nuestros miedos y errores se nutría.

Las casas, que, como cuatro pilares,

había sostenido nuestra escuela

se pelearon entre ellas

y, divididas, todas querían dominar.

Entonces parecía que el colegio

mucho no podía aguantar,

pues siempre había duelos

y peleas entre amigos.

Hasta que por fin una mañana

el viejo Slytherin partió,

y aunque las peleas cesaron,

el colegio muy triste se quedó.

Y nunca desde que los cuatro fundadores

quedaron reducidos a tres

volvieron a estar unidas las casas

como pensaban estarlo siempre.

Y todos los años el Sombrero Seleccionador se presenta,

y todos sabéis para qué:

yo os pongo a cada uno en una casa

porque esa es mi misión,

pero este año iré más lejos,

escuchad atentamente mi canción:

aunque estoy condenado a separaros

creo que con eso cometemos un error.

Aunque debo cumplir mi deber

y cada año tengo que dividiros,

sigo pensando que así no lograremos

eliminar el miedo que tenemos.

Yo conozco los peligros, leo las señales,

las lecciones que la historia nos enseña,

y os digo que nuestro Hogwarts está amenazado

por malignas fuerzas externas,

y que si unidos no permanecemos

por dentro nos desmoronaremos.

Ya os lo he dicho, ya estáis prevenidos.

Que comience la Selección."

— El sombrero termino de cantar y dio paso a la selección.

La profesora McGonagall quien de hace rato tenía un pergamino en su mano, lo estirara leyendo los nombres de la lista.

— Cuándo diga su nombre se acercarán, les pondré el sombrero seleccionador y sabrán donde es su casa— explico la profesora y luego leyó el primer nombre de la lista.

— ¡Lucian Bole! — grito el nombre y el niño salió de entre el montón de alumnos. Un chico rubio con pupilas de un color verde se sentó y la profesora procedió a ponerle el sobrero.

— O bien, ambicioso. ¡Slytherin! — grito el sombrero, la sonrisa orgullosa salió del muchacho, su corbata tomo el color verde y plata, junto el logo de la casa apareció en su uniforme.

Y así varios estudiantes fueron escogidos, cuando le toco ponerse a cris el sombrero. El sombrero seleccionador se rio por alguna razón, pareció haber visto algo gracioso y luego grito "Hufflepuff". Gregory solo negó con la cabeza levemente, aunque se sintió feliz por su amigo, en una casa donde la amistad era su lema, Cristian era perfecto en ese lugar.

Un par de nombres y fue el turno de Gregory, quien caminando tranquilo noto las miradas curiosas del director y un tipo con cabello grasiento, se acercó y observo que la profesora McGonagall parecía sonreírle, él sonrió levemente.

El director Dumbledore al mirar al joven Gregory, noto que particularmente era anormalmente alto, casi parecía un cuarto o quinto año. Lo que llamo más su atención fueron sus ojos, específicamente el izquierdo, le pareció familiar tal defecto, similar a su viejo amigo, pero el del niño era negro. También noto lo actitud maternal de la profesora McGonagall al Bird, por lo que pensó que el joven debía ser agradable y de una actitud noble.

Los demás profesores también tenían un pensamiento similar a su director, exceptuando el tema de la profesora.

Mientras tanto Minerva McGonagall tenía mucha curiosidad sobre donde ser escogido Gregory, pensó en Slytherin un principio por su mascota Evelyn, hablando con el ella conoció que el chico era listo y bien educado, también era muy sociable y le agradaba ser amigos como él le conto a ella en una ocasión. Así que pensó en Hufflepuff, una casa donde haría muchos amigos.

Cuando iba ponerle el sombrero el chico la detuvo.

—¿algún problema, señor Bird? — confundida la profesora pregunto.

—puedes limpiar o si quiera sacudir le sombrero, sin ofender — lo último se lo dijo al sombrero seccionador, quien internamente agradeció, no sabía cuándo había sido el último día que lo limpiaron

—o está bien déjame un momento — dijo la profesora McGonagall para buscar su varita, al buscarla no la encontró donde debería estar, su mente se acordó que lo había olvidado en su oficina, ella no quería parecer tonta por este descuido suyo, por lo que miro a Gregory para que entendiera lo que pediría.

Gregory era un maestro de las miradas, gracias a tener un poco comunicación verbal sobre Evelyn, aprendió a ver las intenciones con las miradas, intuyo la mirada de la profesora, no del todo, pero creía que lo sabía, después de todo no era perfecto.

—tranquila profesora yo me encargo — hablo Gregory, saco su varita rápido y lo apunto al sombrero — tergeo — pronuncio, al instante el polvo en el sombrero desapareció.

La profesora se sorprendió de que su alumno pudiera utilizar un hechizo de segundo año, pero no queriendo demorar, puso el sombrero en la cabeza de Gregory, después ya le preguntaría sobre el tema.

—interesante. o... pobre chico... fue dura la vida contigo, pero aun con ello sigues adelante, donde personas hubiera dejado de andar — el sombreo inconscientemente pronuncio lo que estaba sintiendo y viendo. Su hechizo era sencillo, pero a la vez complicado, solo podía ver y sentir recuerdos de momento importantes en su vida.

Gregory, aunque no sintió que estuvieran entrando en su mente, escucho lo que decía el sombrero, compasivo solo espero su selección.

McGonagall entendió perfectamente las palabras de sombrero, pero se quedó profesionalmente en su sitio, pero estaba un poco preocupada por Gregory.

El silencio en el comedor era profundo, cualquier ruido podría cortar la concentración hacia las palabras del sobrero seleccionador, los alumnos quienes sufrieron algo trágico en su vida sospechaban que algo duro le habría pasado a primer año.

Por su parte el director quedo impactado por las palabras del sombrero, en sus años siendo director y profesor, nunca escucho al sombrero seleccionador tan triste y arrepentido, pero con su vasta experiencia en su vida, supo que algo trágico le paso al chico, pero las palabras de sombrero dejaron entender de que el chico ya había superado tal tragedia.

— Veo ambición en ti Gregory sin duda un Slytherin, quieres poder para defender a tus seres queridos, un tanto Gryffindor, tu inteligencia no debe ser subestimada, un Ravenclaw, tu lealtad y ganas de amor serían muy útil en Hufflepuff, donde te pondré — comento el sombrero recuperándose de esos sentimientos ajenos.

— No quiero ningún favoritismo, la elección es tuya — dijo Gregory, haciendo que el sombrero sonriera, si eso parecía ser posible ya que solo era una abertura en forma de arruga.

el profesor Severus Snape, le agrado el comentario del chico y desde un principio se identificó con el chico por su trágico pasado. le gustaría que este en su casa, pero como era nacido en Muggle tendría más problemas y no quería que su historia se repita con el joven.

La profesora McGonagall sonrió orgullosa por lo mencionado de sin privilegios, también quería que estuviera en su casa. a

Tonks que estaba en su mesa escuchando todo sobre su amigo e interés, se sorprendió, ya que le aprecio un chico sin problemas. Su sonrisa sincera pareció engañarla y no se molestó por no contarle, seguramente era algo muy personal que no gustaría recordar.

— Espero que el destino te favorezca Gregory, un consejo, sigue pensando así y lo lograras — dijo el sombrero, luego se preparó para anunciar su casa — tu ambición esta sobre todas las cosas por lo que grito. ¡Slytherin! —

Un silencio incomodo, los alumnos de Slytherin se sorprendieron de que un sangre sucia entrara en su casa. Algunos que no eran de todos puristas de sangre aplaudieron cortésmente. Haciendo que todos despertaran y aplaudieran también cortésmente.

Las mesas de los profesores también aplaudieron, McGonagall aplaudió también, pero estaba un preocupada de lo que podría pasarle a Gregory en esa casa, ella hablaría con Severus sobre estar atento sobre el niño, no se perdonaría si le pasase algo.

Entregando el sombrero de selección, Gregory camino sin ningún inconveniente sobre la casa escogida, fue una lástima no quedar junto a sus amigos, pero el triunfaría en cualquier lugar.

Sentándose en la esquina cercana del asiento, espero tranquilo a que terminase la selección. Solo faltaba 3 alumnos, la ceremonia termino y dio paso al director.

Con el sonido de tres golpes a una copa, la atención llego al director.

— Que comience el banquete — repentinamente variedades de platos de comida aprecio en las mesas, los alumnos hambrientos empezaron a comer.

Gregory se consigue un pedazo de carne, agua y una manzana, no le gustó mucho el jugo de calabaza, noto cierta exclusividad en su contra. El compañero de su costado no lo miraba o le hablaba, el de la frente tenia cierta enemistad en sus ojos.

Sintiendo cierta serpiente escapar por su camisa, vio que estaba ansiosa de comer un par de piernas de pollo, el olor parecía haber despertado su apetito.

El alumno de al frente se asustó retrocedió inconscientemente, cayendo de trasero al suelo, llamando la atención de la gente cercana.

— ¡s-serpiente! — grito el chico apuntando su dedo a Evelyn, quien lo vio un segundo luego volvió a lo suyo con esas jugosas piernas de pollo.

El alumno que estaba ignorando a Gregory, se giró para ver a la serpiente que estaba a centímetros de él, igualmente asustado retrocedió empuja dando al alumnado de atrás. Los profesores al escucharon el grito del niño, miraron preocupados a la serpiente junto con el alumno Gregory.

La profesora McGonagall al ver a Evelyn comiendo feliz una pierna de pollo, palmeo su frente por lo descuidado que era Gregory al soltarla.

— No pudiste esperar hasta más tarde, Gregory — dijo en voz baja McGonagall, quien no se preocupó ya que la serpiente estaba muy educada.

Todos los del comedor ya estaban mirando a Evelyn, quien no parecía impórtale.

— Tranquilo no muerde. Termina rápido Evelyn asustas a mis compañeros — dijo Gregory a la serpiente quien termino de tragar su segunda pierna de pollo y satisfecha se volvió a su cómodo lugar de siempre, debajo de la camisa de Gregory.

— ¡c-como es que tienes una serpiente aquí! —pregunto el alumno aun el suelo, pero ya no tan preocupado por la serpiente.

— No le gusta las jaulas, por lo que siempre viene conmigo — contesto Gregory quien comió tranquilo.

— P-pero — el niño ya no sabía que decir, porque tenía miedo en enemistarse con alguien así. Volviendo a su asiento intento continuar con su comida.

Viendo que la situación se controló, los profesores no hicieron nada y volvieron a sus asientos.

El director estaba pálido al ver el dominio con la que Gregory parecía tener sobre las serpientes, por lo que se volvió a McGonagall en busca de respuestas.

— Profesora McGonagall, usted conoce al joven Gregory. ¿puede decirme porque tiene una serpiente? —pregunto con mucha intriga. Los demás docentes estaban de igual forma y escucharon atento la respuesta de McGonagall.

— Aunque no me corresponde decirlo, el señor Bird, es huérfano y la serpiente es lo último que su madre le dejo. él me dijo que su madre era una cuidadora de animales, pero todos murieron y solo quedo ella, lo deje estar con ella porque creo que es muy sentimental para Gregory. Se lo que piensas Albus, también me sorprendí al verlo con ese animal. Pero es inofensiva está muy bien entrenada — contesto McGonagall al director, quien bajo el cabeza avergonzado al igual que los demás profesores.

Dumbledore entendía lo especial que puede ser una cosa en manos de un ser amado. Pero aun sus preocupado por cierto parecido con un antiguo alumno.

— disculpa mis preocupaciones de anciano. Pero cuéntame profesora McGonagall, ¿el chico puede hablar parsel? — pregunto Albus con esperanza que se un no.

— no director, no habla parsel, la serpiente parecer poder entenderlo, pero él no la entiende del todo solo puede intuir lo que quiere — las palabras de la profesora calmaron al director.

Severus Snape estaba muy interesado, pero no preocupado, ya que las respuestas de la profesora habían sido exactas, el joven solo era muy bueno con las criaturas como su madre seguramente.

Por parte de Albus Dumbledore las cosas se calmaron, según él tenía otro "Newt Scamander" sonrió por su escena tan graciosa, la edad ya estaba afectándolo.

Slytherin estaban ahora interesados en Gregory, algunos pensaban que era descendiente de él que no tiene que ser nombrado, otras más absurdas como sucesor de Salazar Slytherin. Pero ahora todos se coordinaron en algo, no molestar al joven.

Las otras casas, menos Cristian y Tonks quienes sabían de Evelyn, juzgaron a Gregory como futuro señor oscuro.

La cena termino y lo estudiantes se retiraron a sus nuevos aposentos, Gregory vio un lado bueno en estar en Slytherin y eran su propia habitación, agrandando su baúl, Gregory con un hechizo ordeno todo como quería. Todo listo para mañana, que él esperaba sea un gran día. 

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