Al mismo tiempo en que se creó el universo nació la primera especie: los llamados Greener. Unas criaturas de aspecto pálido, de rostros finos que mostraban elegancia y sosiego, y unas largas melenas marrones tan suaves como la seda misma.

Ellos tenían una misión, dar vida al planeta que son enviados.

Una familia fue enviada a la Tierra. Lo convirtieron en un hermoso paraíso repleto de vegetación, de plantas vivas que hasta podían moverse a su antojo. Fue un mundo lleno de armonía.

Hasta que nació el hombre.

Al principio alabaron a estas criaturas blanquecinas, festejaron su existencia, llegaron a verlos como dioses. Se sentían agradecidos con las tierras que les proporcionaban. Ambas especies vivieron de manera pacífica.

Pero eso cambió. Se volvieron ambiciosos.

Les reclamaban por más tierras, deseaban más vegetación, más suministros, y como eran sus deidades se veían obligadoa a proveerles todo lo que deseaban. Ya nada parecía bastarles. Se veían cegados por la avaricia, el poder.

Los Greener sabían del mal que causaban, de la destrucción innecesaria que ocasionaban en aquel paraíso que crearon con tanto cariño, el dolor fue tan inmenso como insoportable. Ellos se negaron.

Entonces comenzó una guerra. Hombres contra Greener. Hombre contra la naturaleza.

¿Y quién ganó esta pelea?

La familia Greener fue asesinada.

No tardaron en atacar su paraíso, causando una gran destrucción para conseguir todo lo que les fuera posible. Cazaron a las plantas, despedazaron a las que se resistían, no tenían piedad ni lástima ante cualquier súplica que se les otorgara. Convirtieron ese paraíso en un infierno.

Un día, la vegetación dejó de moverse, dejó de vivir.

Llegó un momento en que aquel mundo verdoso fue reemplazado por la tecnología, por la sobrepoblación, por la humanidad.

Y comenzó la escasez.

Los cielos se hicieron más oscuros y pesados, difíciles de respirar. Se creó caos. Murieron centenares de personas, hubo epidemias y se creía que el hombre se extinguiría pronto.

Como un milagro, apareció un misterioso componente artificial que pudo sustituir el aire natural. Nació «Thia», un laboratorio encargado de crear plantar sintéticas que suministraría nuevo oxígeno.

En la actualidad Laboratorios Thia es una mega corporación que prácticamente gobierna los continentes, líderes supremos que prometen un mundo mejor.

Un nuevo mundo de tecnología y plantas sintéticas se ha creado, con un equilibrio que beneficia a todos.

Los Greener pasaron a la historia, convirtiéndose en leyendas o cuentos inciertos. Solo pocos siguen creyendo que existieron.

Pero eso está por cambiar. Pronto todos sabrán quiénes son y de lo que son capaces.

Los Greener volverán.