Capítulo veinti nueve: Resistencia

Yokohama, Japón

En un pequeño departamento en la ciudad de Yokohama, dos vigilantes estaban sentados en una mesa, con tazas de té de hierbas humeantes entre ellos.

-Estoy preocupada – admitió Tatsu Yamashiro. Era una muchacha japonesa que no pasaba de tener unos treinta años. Tenía un rostro muy fino y calmado, pero eso no dejaba engañar a que era más letal de lo que aparentaba. Al otro lado de la mesa, Jason Todd asintió con la cabeza –

-Yo también – dijo el joven caucásico que no parecía tener mas de veinte años. Era más fornido que Dick Grayson, pero igual de competente en combate que su predecesor en el traje de Robín. Luego sonrió secamente – Supongo que, mientras no tengamos miedo, estar preocupado es bueno.

-Agradezco que la Justice League me considere como apoyo... – Tatsu dejó su taza de té – Tú has visto a los Lanterns en acción más que yo... ¿Crees que tenemos una oportunidad contra un ser como Parallax?

-Siempre tenemos una oportunidad – respondió Jason – En realidad tengo grandes esperanzas y Batman también, si no... no me hubiera mandado por ti.

-Las grandes esperanzas pueden ser peligrosas – dijo Tatsu –

-Cierto – admitió Jason – pero ¿los japoneses no ponen también algo de fe en el poder de la visualización positiva?

El labio de Tatsu se crispó.

-Algunos. Yo, sin embargo, he aprendido por las malas a no esperar demasiado – Tatsu volvió a tomar su taza, volviéndose contemplativa – Tú y yo... a pesar de nuestra corta edad estamos entre los vigilantes más antiguos de la alianza, así como también entre los más experimentados. Sabemos lo que estamos haciendo, y no tengo ninguna duda de que personas como Superman, Batman y Wonder Woman también lo saben. Sin embargo, me preocupan los jóvenes: Flash, Starfire, Cyborg... Es posible que aún no tengan el enfoque para pelear una gran batalla como esta, y eso podría resultar perjudicial.

-Flash y Starfire dan el ancho – dijo Jason – Y Nightwing fue mi mentor. Vamos, amiga... ¿quiénes somos nosotros para decir que no han visto una buena cantidad de peleas?

-Esto es diferente. Parallax se alimenta del miedo. Es posible que los jóvenes no tengan la mentalidad adecuada para resistirse a él –Tatsu miró a Jason directamente a los ojos – No quiero ver a la generación más joven morir antes de tiempo.

-Tatsu, creo que te preocupas demasiado. Podemos ser niños, pero no habríamos entrado en el negocio de los héroes si no supiéramos lo que estamos haciendo.

-¿Estás realmente tan convencido de que todo estará bien? – Tatsu preguntó con curiosidad –

-Lo estoy – dijo Jason – Y contigo de nuestro lado, creo que tenemos una mejor posibilidad.

En ese momento sonó un pitido rápido en los oídos de ambos. Ambos amigos levantaron sus dedos hacia su comunicador y pulsaron los enlaces para escuchar el mensaje.

-Parallax ha aparecido en la Prisión de Coast City – les avisó la voz de Batman – Vayan a las afueras de la ciudad tan pronto como puedan y esperen a que nos reunamos. No lo enfrenten por su cuenta.

Tatsu y Jason intercambiaron miradas; sus rostros estaban sombríos.

-Veamos si tu optimismo está bien fundado – comentó Tatsu –

Entonces Katana y el nuevo Robín salieron corriendo por la puerta y entraron sin decir mas al Batwing estacionado en el techo del edificio, listos ahora para ir a Coast City en Estados Unidos y darles un buen impulso a la Justice League.

***

Superman y Flash como era de esperar, fueron los primeros en llegar al lugar, seguidos de cerca por Wonder Woman y Kilowog, quienes también llegaron volando. Zatanna apareció junto a Green Arrow y Black Canary. El dúo antes mencionado de Star City apareció al mismo tiempo que Zatanna abría un portal para transportar a los Jovenes Titanes.

-¿Quién nos falta? – Superman preguntó mientras contaba cabezas –

-Katana y Robín ya están en camino – respondió Cyborg –

-Batman, Nightwing y Batgirl están en camino en el Flying Fox – suministró Zatanna –

-El alcalde ya ha anunciado a la gente que se quede en casa – dijo Green Arrow – Eso debería mantenerlos fuera del camino de Parallax.

-Espero que no haya infundido tanto pánico – se preocupó Wonder Woman –

-No te preocupes, conozco al alcalde Morris – respondió Arrow –Sabe cómo mantener la cabeza en una crisis. Los buenos ciudadanos de Coast City ya saben cómo lidear con esto. Es algo habitual para ellos.

-Espera, ¿cuánto sabe Morris sobre Parallax? – Superman preguntó con cierta preocupación –

Green Arrow se encogió de hombros.

-Solo dije que es un monstruo alíen. No dije nada sobre Hal – les respondió Oliver con algo de pesar –

-¿Seguro no dijiste nada de Hal? – Zatanna preguntó con desconfianza –

-Morris tiene la impresión de que Parallax es un nuevo villano que será eliminado con relativa facilidad – miradas incrédulas se encontraron con su explicación – Sera mejor que nos quedemos callados respecto a eso.

-Esto no va a acabar bien para Jordan – concluyo Aquaman alistando su tridente – ¿Cuál es la ETA para la llegada de Parallax? – preguntó Arthur, mirando a Zatanna –

-Cinco minutos, más o menos.

-Pero no lo confrontaremos hasta que todos estén aquí – dijo Wonder Woman con firmeza –

-¿Cómo planeas hacer eso? – preguntó Cyborg – Viste lo que sucedió la última vez, incluso si los ciudadanos no están asustados, él destrozo a todos.

-Solo escóndanse – les instruyó Kilowog – Manténganlo a raya todo el tiempo que puedan. Y hagan lo que hagan, no pueden permitirse sentir miedo.

***

A bordo del Flying Fox, Batman le dejo los controles a Dick y fue hacia la bodega de carga, cerca de la rampa de desembarque del avión. Por un momento, se quitó el casco y volvió a ser Bruce Wayne, el hombre que lideraba a la Justice League y que probablemente se dirigía a la pelea de su vida... otra vez.

Tomo su celular de su cinturón y marco un número. Tenía la esperanza de que la persona del otro lado no contestara, pero finalmente ella si contesto. El necesitaba escuchar su voz.

-Hola... ¿Bruce? – contesto la mujer al otro lado del teléfono –

-Selina... ¿Cómo estás?

-Me sorprende que me llames después de todas las veces que has rechazado mis mensajes, pero te agradezco la preocupación.

-Sel... no quiero problemas ni nada, solo quiero saber cómo estas.

-Después de surcar el mundo, ya sabes recuperando unas cosillas y otras más al fin me asenté. Ando en Las Vegas de hecho, vine para una entrevista de trabajo en el casino nuevo de Queen International. Creo que si me darán el puesto... ¿y tú?

-Yo estoy bien – el tono de Bruce se aligero un poco y Selina casi pudo jurar que estaba feliz – Y felicidades de antemano... yo no sé qué más decir.

-Pues cuéntame de ti – le contesto ella en un tono más animoso – ¿Tu como estas?

-Estoy en medio de algo, con la Justice League... – ahora el tono de el paso a algo más serio y preocupado – No sé qué suceda, pero quiero que te cuides y que te resguardes si puedes.

-¿Es por lo de los Lanterns en Coast City? – le pregunto Selina – No creí que ustedes reaccionaran tan rápido – y entonces, ella se preocupó por el – Dame tu ubicación e iré para apoyar.

-No creo, esto va más allá de mi entendimiento. Solo mantente a salvo por favor...

-Bruce, yo...

Y entonces la corto. Bruce solo quería confirmar que Selina Kyle estuviera a salvo, ya que era muy probable que Bruce no pasara la noche y que este muriera a manos de Hal Jordan.

Aun así, corto esos pensamientos de su cabeza y se puso de nuevo el casco para poder enfocarse en la misión que tenía por delante.

-¡Batman! – Nightwing llamó desde su posición frente a la consola a bordo del vehículo – Parallax ha llegado a la prisión de la ciudad. Jason ya me confirmo que trae a Katana desde Japón; ya han de ir por Honolulu.

-Los otros pueden encargarse de él primero hasta que Katana llegue – Batman llego junto a él y empujó el acelerador del avión, manteniendo deliberadamente un curso en dirección hacia la ciudad –

-¿No crees que al menos deberías anunciar lo que estamos haciendo? – preguntó Nightwing – ¿Solo para que sepan que deben continuar sin nosotros?

-Clark y Diana lo saben – Batman desaceleró el avión cuando la sede de STAR Labs apareció a la vista – Waller ya me confirmó lo que consiguieron los de Cadmus... yo voy por el anillo de Sinestro.

***

Cuando Parallax llegó a Old Coast (el pueblo cercano a la prisión de la ciudad) encontró un pueblo vacío. Los ciudadanos normales estaban instalados en sus hogares y los héroes se habían escondido bien.

Desafortunadamente para ellos, Parallax podía oler hasta el más mínimo miedo. Fue Starfire quien sin querer desvelo el juego; el recuerdo de los horrores en la ciudad hicieron que el villano la sintiera. Parallax la percibió e inmediatamente avanzo hacia donde estaba escondida Starfire.

Una oleada de electricidad pasó entre Starfire y Parallax, impidiendo que el traficante de miedo se alimentara de la angustia de la chica alienígena. Desde los cielos, Robin llego inesperadamente y Katana disparó su espada para tomar almas directamente al abismo de la forma de Parallax.

El Lantern caído, al darse cuenta de que la hoja de Katana era la única arma que podía matarlo, esquivó la espada y con un rayo amarillo de pura voluntad, disparó a través del paisaje arenoso. Con la amenaza eliminada, Parallax se volteo hacia su presa, pero Starfire, Robín y Katana habían desaparecido.

Una boca fantasmal amarillenta se formó sobre la masa en que retorcía del villano, y Parallax sonrió inquietantemente. No había pasado mucho tiempo desde que había tenido la oportunidad de jugar con su comida; la mayoría de los reos de los que se alimentó no ofrecieron resistencia alguna, la gente simplemente no tenía idea de cómo enfrentar sus miedos. Pero Parallax grabó como matar a los Green Lanterns durante el tiempo de su ascenso, hacia casi diez mil años. Recordó romper sus voluntades y obtener acceso al delicioso terror que llenaba sus corazones, y grabó lo triunfante que había sido romper la batería de poder. Sería dulce repetir eso aquí, y sentir una vez más la sensación de poder absoluto cuando venciera a sus resistencias.

-Muy bien... – dijo Hal amenazadoramente, avanzando por la calle desierta, asegurándose de que los héroes ocultos podrían escucharlo – Jugaré su juego. Y cuando gane, morirán.

***

Batman se deslizó por el edificio hasta que llegó al área donde sabía que habían recuperado el anillo de Sinestro. Solo necesitaba un momento con él para lograr su objetivo.

El pasillo y las puertas que conducían al anillo estaban, como era de esperar, bien custodiados por la seguridad de Cadmus (la mayoría de ellos ex militares o ex policías). Sin embargo, Batman pasó sigilosamente a su lado sin problemas, usando las largas sombras en esa parte del edificio a su favor.

La última puerta que se abría a la cámara del anillo era la más difícil. Batman tuvo que someter a los cuatro guardias apostados allí con gas noqueador antes de abrir la puerta.

Como esperaba, el anillo (pequeño y bien pulido como de obsidiana amarilla), yacía adentro, monitoreado por varias máquinas de alta tecnología. Batman se acercó y sacó un escáner de radiación de su cinturón de herramientas. Después de usarlo para detectar los niveles más altos de anomalías dimensionales en el anillo, este lo tomo con la mano y al hacerlo...una voz salió de este y retumbo en la mente de Batman.

-Bruce Wayne de la Tierra... infliges miedo en los demás. Eres digno de ser un Yellow Lantern.

El anillo quería aportarse en el dedo de Batman, pero este lucho contra el impulso y solo guardo el anillo en su cinturón, para después escapar por donde había venido.

***

Parallax estaba ocupado tratando de drenar a Starfire, Black Canary y Green Arrow a la vez cuando llegó el Green Lantern Kilowog. Rápidamente tomó medidas: Parallax obtuvo solo una fracción del miedo que había inspirado en sus tres víctimas antes de que Kilowog formara un cañón con el anillo y le disparara, lanzándolo a una buena distancia.

-¿Qué diablos está pasando aquí? – exigió Kilowog, retirándose para encontrarse con el resto de los héroes – Creí que aguardarían a mi ataque.

-Hemos estado tratando de mantenerlo a raya hasta que apareciste – le informó Black Canary – No podemos implementar el plan de Batman sin todos.

-La espera ha terminado – dijo Superman – A mi señal, pondremos la estrategia en acción.

-¿Qué pasa con Batman y sus compañeros? – preguntó Chico Bestia –

-Estarán aquí más tarde, están trabajando en algo para darnos más ventaja – le respondió Wonder Woman –

-¿No podrías habernos dicho eso antes? – Aquaman preguntó con incredulidad –

-¿Habría hecho alguna diferencia? – le dijo Diana aun incrédula –

-Está bien, basta de hablar – intervino Zatanna, mientras un rugido enfurecido resonaba desde donde quería que Parallax había aterrizado – No sé ustedes, pero yo estoy harta de tratar de no tener miedo. ¿Hacemos esto o no?

Superman asintió.

-Vamos....

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