—¡Me estoy apurando!— Chaewon rió suavemente, buscando entre su ropa hasta que encontró su beanie azul. Ella sonrió a sí misma en el espejo antes de tirar el material blando encima de su cabeza. —¡Estoy lista!—, Gritó, oyendo a Hyejoo recogiendo sus cosas en la otra habitación.

Chaewon se rió cuando ella corrió a la cocina y encontró a su novia frustrada desplazándose a través de las pilas de papel en su mostrador.

—Las malditas llaves,— Hyejoo murmuró, sacudiendo la cabeza y mirando hacia arriba. Chaewon no podía dejar de reír, señalando a la pared junto a la puerta.

—Las colgaste allí ayer por la noche,— Chaewon le recordó. Hyejoo se llevó la palma a la frente, corriendo hacia la puerta, tomando las llaves de la pequeña percha que había instalado cerca de la puerta. Chaewon se rió, jugando rápidamente con sus zapatos mientras saltaba por las escaleras delanteras después de Hyejoo.

—¿Por qué estás tan preocupada?— Chaewon le preguntó una vez que estaban en camino. Se dio cuenta de cómo Hyejoo estaba agarrando el volante tanto que sus nudillos se estaban convirtiendo blancos.

Extendiendo su mano, la niña la puso sobre la de Hyejoo. —Cálmate. Ya te dieron el trabajo—.

Hyejoo suspiró, sabiendo que Chaewon tenía razón. —Lo sé,— Hyejoo asintió, aflojando su agarre bajo el toque de su novia. —Sólo quiero asegurarme de que mantendré el trabajo. Me gusta mucho esta posición—.

—Lo harás,— Chaewon tarareaba, quitando su mano y descansando su cabeza en el asiento. —Ellos ya te aman. Es por eso que te dieron el trabajo. Duh.— Ella se rió, arrugando la nariz.

—Pensé que me había librado de Hyunjin una vez que nos mudáramos—, bromeó Hyejoo, alcanzando y tomando la mano de Chaewon. —Además, tengo mi amuleto de la buena suerte— (N/T; lucky charm), le guiñó un ojo, por lo que Chaewon sonrió aún más.

—Al igual que el cereal,— Chaewon asintió alegremente.

—Eso es "Lucky Charms", boba,— Hyejoo se rió, empujando el lado de su novia juguetonamente. —Buen intento, sin embargo.—

—Shush— Chaewon murmuró, fingiendo decepción. Hyejoo simplemente le sacó la lengua a su novia una vez que entró en el pequeño espacio de aparcamiento fuera de las oficinas.

—Sólo serán como diez minutos, y luego nos podemos ir—, Hyejoo prometió una vez que llegaron dentro, asintiendo con la cabeza y yendo hacia la pequeña sala de espera en el pasillo. Chaewon asintió, inclinándose hacia delante para un rápido beso antes de que la pareja se fuera en caminos opuestos.

Chaewon se sentó en uno de los sillones, cruzando sus piernas debajo de él y ocupándose sin rumbo a hojear una revista. Chaewon se estaba quedando lentamente dormida, casi lo hace hasta que oyó un gemido frustrado a través del cuarto.

Levantó la cabeza, viendo como la niña pequeña a través del cuarto hizo una bola con un trozo de papel y lo tiró a la papelera. La chica entonces arrancó otro papel de su cuaderno y lo puso delante de ella, dando golpecitos con el lápiz con impaciencia contra la mesa.

—¿Qué estás haciendo?—, Preguntó Chaewon, inclinando la cabeza hacia un lado ligeramente. La chica saltó cuando escuchó a Chaewon dirigirse a ella, volviéndose rápidamente y mirando inquisitivamente a la otra chica.

—Tengo que escribir un estúpido ensayo,— la chica resopló, poniendo los ojos en blanco. —Y no puedo pensar en nada de que escribir,— murmuró, curvando los dedos alrededor de su lápiz y volviendo a su papel.

Momentos más tarde, Chaewon estaba tirando de su silla al lado de la chica, tímidamente mirando por encima a su papel. —Yo puedo ayudar,— Chaewon ofreció en silencio, ganándose una mirada inquisitiva de la muchacha. Estudió el rostro de Chaewon, decidiendo que podía confiar.

—Mi profesor dice que tengo que escribir sobre algo que me apasiona, pero yo ni siquiera sé lo que eso significa,— la chica suspiró, moviendo el papel en blanco entre ellas.

—Cuando eres apasionada eres... estas haciendo algo porque lo amas,— Chaewon explicó, jugando con sus dedos sobre la mesa mientras pensaba. —Es algo por lo que lucharías.—

Los labios de Chaewon se curvaron en una sonrisa cuando se dio cuenta de la camisa de la chica, y ella señaló al logotipo de herradura en la esquina. —¿Qué es eso?—, Preguntó, mirando como la chica miró hacia abajo.

—Tengo esto en los establos,— la chica asintió alegremente. Chaewon de inmediato se dio cuenta de cómo su rostro se iluminó. —Mi hermana tiene uno igual, también.—

—¿Los establos?— Chaewon preguntó, ganando un gesto emocionado de la chica.

—¡Sí! Yo y mi hermana vamos allí cada fin de semana, y montamos a los caballos —, sonrió, dándose la vuelta y señalando al caballo de dibujos animados en la parte posterior de su camisa. —¿Ves?—

Chaewon asintió. —Cuéntame más,— la pequeña morena sonrió, cogiendo un lápiz y jugando con él.

—Bueno, es muy divertido—, la chica continuó, con una amplia sonrisa en su rostro. —Se llaman Happy Trails Stables, y todo el mundo allí es muy agradable. Ahí es donde yo y mi hermana aprendimos a montar—.

—Tenemos que usar un casco pesado y botas para mantenernos a salvo en caso de caernos,— ella asintió alegremente. —Y luego esta chica llamada Mihyun nos ayuda a poner las sillas de montar en los caballos. Es realmente complicado—, ella se rió. Chaewon anotó algo.

—Siempre monto un caballo llamado Isaac. Es de color marrón oscuro y tiene blanco en la nariz —, se rió en voz baja, señalando a su propia nariz. —A veces no le gusta escuchar, sin embargo. Oye, ¿qué estás haciendo? —, Se inclinó, mirando lo que Chaewon estaba escribiendo.

—Puedes escribir sobre eso—, explicó Chaewon, apuntando a la lista que había hecho en el papel. —Tres párrafos,— ella asintió con la cabeza, tocando el papel. —Uno de la granja, una de las personas en la granja, y uno sobre Isaac—, sonrió con timidez, entregando el lápiz de nuevo a la chica y mirando hacia ella para su aprobación.

—¡Eso hace que sea más fácil!— La chica se quedó sin aliento, agarrando su lápiz y mirando hacia su papel. —Ahora realmente sé de lo que voy a escribir—, se rió, ganándose una sonrisa orgullosa de Chaewon.

—¡Gracias!—

—Namjoo, vamos, vamos a llegar tarde al juego de tu hermano.—

Una voz apareció detrás de ellas y Chaewon se dio la vuelta, mirando como la chica metió las cosas en su mochila y la lanzó por encima del hombro.

—¡Mamá, mira! ¡Ella me ayudó! —La chica sonrió, extendiendo el papel y apuntado hacia Chaewon. La mujer levantó una ceja, mirando sobre el papel.

—Eso es muy amable de su parte,— la mujer escaneo el papel antes de devolvérselo a su hija. —¿Tienes hijos?—

Chaewon negó con la cabeza cuando la mujer volvió a dirigirse a ella. —Yo sólo estaba tratando de ayudar—, dijo en voz baja.

—Bueno, ya sabes, en el preescolar de mi hijo están buscando ayudantes para el profesor, si te interesa— la mujer agarró de la mano de su hija para que dejara de golpear a una planta. —Ellos han estado buscando a alguien para ocupar esa posición.—

—Yo...— Chaewon dudó, mordiéndose el labio.

—Aquí—, la mujer buscó en su bolso y sacó su tarjeta, entregándosela a la otra chica. —Ese es el número de teléfono, en caso de que te decidas—, ella sonrió, diciendo adiós antes de apresurarse por el pasillo con su hija.

Chaewon miró la tarjeta en sus manos, explorando la pequeña fuente. Rápidamente la metió en su beanie cuando oyó el clic de los zapatos de Hyejoo que se acercaban por el pasillo.

—Lo siento mucho,— Hyejoo resopló, pasándose una mano por el cabello, una vez que ella vio a Chaewon. —Ellos estaban hablando y ni siquiera se dieron cuenta del tiempo,— la chica se disculpó.

—Está bien,— Chaewon negó con la cabeza, dando a su novia una sonrisa reconfortante. —¿Cómo fue?—, Preguntó antes de ir siguiendo a Hyejoo de vuelta a su coche.

—Intimidante— Hyejoo se rió. —Todos ellos eran mayores que yo. Ni siquiera hablé una palabra cuando yo estaba allí,— ella rodó los ojos en tono de broma. Chaewon frunció el ceño.

—¿Por qué no?— Ella inclinó la cabeza hacia un lado. Hyejoo se encogió de hombros, ya se habían retirado de la zona de aparcamiento.

—Debes de hablar la próxima vez,— Chaewon asintió suavemente. —Tienes buenas ideas.— Hyejoo le sonrió.

—Voy a tratar—, ella asintió. —Tengo miedo de que piensen que soy una gran idiota que no tiene ni idea de lo que está haciendo.—

—Lo eres—, Chaewon se rió, arrugando la nariz. Hyejoo le dio un codazo juguetonamente y señaló el camino.

—¿Todavía vamos?—, Preguntó, mirando a Chaewon. La pequeña niña asintió felizmente, recostándose en su asiento.

Habían pasado años desde que Chaewon había tenido la necesidad de un teléfono. La mayor parte del tiempo estaba en el apartamento, y si ella no estaba ahí, ella estaba con Hyejoo. Y para ser sinceras ella no estaba muy equipada para manejar uno cuando apareció por primera vez.

Pero ahora, unos años más tarde, Hyejoo se dio cuenta de que iban a necesitar una manera de mantenerse en contacto. Con Hyejoo iniciando su trabajo, y Chaewon siendo una persona naturalmente aventurera, su novia decidió que era hora de que Chaewon tuviera un teléfono.

A Chaewon no le importaba. Hyejoo era sin duda la más dependiente de la tecnología en la relación. Pero a Chaewon le gustaba la idea de ser capaz de llamar a Hyejoo cuando quisiera. Y le gustaban los juegos.

Así que una hora y un montón de decisiones más tarde, Chaewon felizmente siguió a Hyejoo saliendo de la tienda con su iPhone, en una funda de color amarillo brillante.

—Dame tu teléfono,— Chaewon tarareó una vez que llegaron al coche. —Tengo que añadir a todo el mundo—, se rió en voz baja, mirando a Hyejoo. La chica no podía dejar de reír mientras pasaba su teléfono a Chaewon, quien de inmediato abrió sus contactos y comenzó a transferir los números de todo el mundo en su teléfono.

—Hyunjin dice hola—, Chaewon se rió un par de minutos más tarde, entregando el teléfono a Hyejoo. Su novia se rió, poniendo los ojos en blanco juguetonamente mientras se ponían de nuevo en camino.

—¡Oli, aquí, espera!— Chaewon rápidamente agarró el brazo de Hyejoo una vez que entraron. —Tengo que enseñarte algo.—

Hyejoo, confusa todavía pero curiosa, siguió a Chaewon mientras la chica más pequeña la llevó al sofá. Ella vio como la chica levantó la mano a su beanie y sacó un pequeño trozo de papel.

—Quiero conseguir un trabajo—, dijo Chaewon en silencio, entregando la tarjeta a la otra chica en el sofá. —Como ayudante de un profesor.—

—¿En serio?— Hyejoo volvió hacia ella con una sonrisa suave. Chaewon asintió lentamente, un poco asustada todavía y emocionada.

—¿Está bien?—, Preguntó Chaewon, inclinando la cabeza hacia un lado.

—Por supuesto,— Hyejoo se rió, extendiendo la mano, quitando el cabello de Chaewon de su cara. —¿Por qué no lo estaría?—

Chaewon sonrió al instante, tomando la tarjeta de vuelta de Hyejoo y pasando los dedos sobre los números oscuros. —¿Crees que pueda hacerlo?—, Preguntó ella, cambiando de nuevo su disposición.

—Por supuesto que puedes,— Hyejoo se rió con incredulidad, tirando de Chaewon en su lado. —Eres mi chica. Y sé que mi chica puede hacer cualquier cosa que se proponga—.

Chaewon se sonrojó, mordiéndose el labio y mirando hacia sus manos. —Quiero hacerlo—, ella sonrió, tirando de su teléfono de su bolsillo y comenzando a marcar el número de la tarjeta.

Hyejoo sonrió con orgullo. Se recostó en el sofá y apoyó la cabeza en el hombro de Chaewon mientras que la pequeña llevaba el teléfono hasta la oreja, esperando nerviosamente a que alguien respondiera. —Hola.—

Hyejoo se sentó rápidamente, viendo como Chaewon jugaba con ansiedad sus dedos en su regazo. Ella extendió la mano, agarrando la mano de su novia para calmarla.

—¿Yo, uh, he oído que busca ayudante de un profesor?— Chaewon preguntó mordiéndose el labio.

—Sí.—

Hyejoo sintió el agarre de Chaewon apretando su mano y le dedicó una sonrisa de apoyo. La pequeña chica la miró, arrugando la nariz juguetonamente.

—¿Mañana?— Chaewon miró a Hyejoo, quien asintió con la cabeza rápidamente. —Sí, funciona mañana—, sonrió, mordiéndose el labio nerviosamente.

—Chaewon—, respondió ella rápidamente. — Park Chaewon.—

Hyejoo no podía dejar de reír cuando vio una amplia sonrisa emocionada en el rostro de su novia.

—Gracias—, Chaewon sonrió ampliamente, asintiendo con la cabeza un par de veces antes de decir adiós rápidamente y colgar el teléfono. Ella inmediatamente se dirigió a Hyejoo. —Ellos quieren que yo vaya y ayude mañana. Dijeron que verían de ahí —Chaewon no pudo ocultar su emoción.

—¡Esto es tan emocionante!— Hyejoo se rió, tirando de Chaewon en un abrazo plantando un suave beso en la mejilla. —Estamos creciendo.—

—Ew,— Chaewon se rió, arrugando la nariz. —¿Por qué querríamos hacer eso?—

Hyejoo rodó los ojos juguetonamente. —Si consigues este trabajo, vas a ser capaz de jugar con niños pequeños durante todo el día. Estas prácticamente hecha para esa ocupación—.

Chaewon no podía dejar de reír cuando Hyejoo saltó del sofá, tirando de Chaewon con ella dando vueltas. —Te amo, Wonie,— susurró ella, envolviendo sus brazos alrededor de la cintura de su novia plantando un beso en el puente de la nariz. —Te amo y estoy muy orgullosa de lo lejos que has llegado.—

—Eres una idiota,— Chaewon murmuró tímidamente, colgando su cabeza. Hyejoo simplemente rió utilizando una de sus manos para inclinar la barbilla de Chaewon hacia arriba, mirándola a los ojos.

—Di que me amas,— Hyejoo resopló alegremente, haciendo a Chaewon reír. —¡Dilo!—

—¡No!— Chaewon chilló, riendo mientras trataba de escapar del agarre de Hyejoo. La mayor envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Chaewon y la levantó, llevando a la chica riendo a su dormitorio cayendo en la cama.

—Tienes que decirlo,— Hyejoo probó, rodando por lo que tuvo a Chaewon atrapada debajo de sus brazos. —O si no voy a hacerte cosquillas.—

—¡No!— Chaewon siguió luchando, tratando de zafarse del agarre de Hyejoo.

—Tú lo has querido,— Hyejoo tarareó, llegando y haciendo cosquillas a la niña más pequeña. Chaewon chilló, levantando sus manos para tratar de empujar Hyejoo lejos.

—¡Me rindo!— Chaewon se rió, tratando de recuperar el aliento. Hyejoo detuvo sus movimientos para levantar una ceja a la chica.

—Tienes que decirlo,— Hyejoo se rió en voz baja, moviendo las cejas. Chaewon suspiró, levantando sus manos en derrota.

—Te amo,— Chaewon murmuró con una risita suave, viendo como Hyejoo alzaba su puño en señal de victoria y se sentaba de nuevo en la cama al lado de la chica. Chaewon se aprovechó de la oportunidad, rodando sobre lo que ahora ella tenía el poder.—Dime que me amas.—

Lippie ✨