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Hyejoo no esperaba que las cosas volvieran a la normalidad de forma inmediata.

A pesar de que Chaewon había sido capaz de vocalizar lo que había experimentado con ella, Hyejoo era muy consciente de que la niña más pequeña todavía estaba tratando con las secuelas de lo sucedido. Así Chaewon manejaba las cosas. Un paso a la vez.

Había pasado una semana desde que la policía se había presentado en la puerta. El clima había dado un giro considerable, cambiando el calor del verano por la ligera comodidad de la brisa de otoño. Las hojas en su patio trasero apenas habían comenzado a cambiar sus colores, llevando a Chaewon a pensar sobre cuan hermoso su patio se vería en el plazo de un mes.

Hyejoo había sido capaz de volver al trabajo, y en la actualidad ella y Jaesoo estaban sentados en medio de su sala de estar. Una colección de documentos se extendía entre ellos, y los dos diseñadores gráficos estaban tomando su tiempo para mirar por encima de cada uno.

Mientras tanto, Chaewon estaba sentada en una manta en el suelo al lado de ellos, entreteniendo a Minjae haciendo rodar una pelota hacia él y animándolo a que la rodara de regreso. Cada vez que ella aplaudía y lo animaba, el niño pequeño se reía histéricamente. Afortunadamente, Hyejoo y Jaesoo de alguna manera lograron mantener la concentración a pesar del coro de risas que entraba en erupción cada pocos momentos.

—Me gusta la combinación de colores en este— Hyejoo se inclinó hacia delante y señaló uno de los folletos entre ellos. —Sin embargo la fuente no es bastante aterradora.—

—Estoy tan cansado de hacer estos proyectos estúpidos de Halloween— Jaesoo gimió, tirando el puñado de papeles que tenía en su mano hasta el suelo. —¿Por qué Seúl aún tiene tantas casas embrujadas?—

—Quién sabe— Hyejoo se rió y negó con la cabeza. Ella agarró otra pila de folletos y comenzó a examinarlos. —Voy a estar tan contento una vez que esa fecha venga y se vaya.—

—Vestiré a Minjae, le tomaré fotos y eso es todo— Jaesoo asintió, dándose por vencido en su trabajo y tumbádose en la alfombra, apoyando su cabeza en sus manos.

—¿Ya te decidiste por un disfraz?— Hyejoo se rió y levantó una ceja.

—Hicimos un acuerdo— Jaesoo rodó los ojos, ganándose una mirada interrogante de Hyejoo.

—Él va a ser un cachorro— se quejó Jaesoo.

—Suena como que no hubo mucho acuerdo de tu parte— Hyejoo sonrió, recogiendo los folletos y apilandolos juntos. Jaesoo murmuró algo en voz baja mientras Hyejoo se dio la vuelta para robar una mirada a Chaewon.

La chica más joven aplaudió para llamar la atención de Minjae. Cuando el niño alzó la vista, ella arrugó la nariz y rodó suavemente la pelota hacia él.

—¡Atrápala!— Arrulló, riendo cuando el niño más pequeño casi se cayó cuando alcanzó la pelota. Pero, una vez que se recuperó, el rostro de Chaewon se iluminó y le aplaudió. Minjae rió en voz baja, concentrándose en empujar la pelota hacia Chaewon.

—Ella tiene una habilidad especial con los niños— Jaesoo tomó la palabra, haciendo que Hyejoo volteara a mirarlo con una ceja levantada.

—¿Qué? Lo tiene— Jaesoo levantó las manos como si se estuviera entregando. Hyejoo volvió a mirar a su esposa una vez más antes de volver su atención a él.

—No puedo discutir contigo con eso— rió ella, mordiéndose el labio para ocultar su sonrisa cuando oyó que Chaewon se echó a reír detrás de ella. —Ella es una niña en el corazón. Es por eso. Los entiende —.

—¿Así que va a ocurrir pronto?—

Hyejoo saltó cuando apareció Juri, acababa de despertar de su siesta. La morena se sentó junto a Jaesoo, agitando su cabello juguetonamente y extendiendo los brazos.

—¿Qué es lo que va a ocurrir pronto?— Preguntó Hyejoo en confusión. Ella se confundió aún más cuando la pareja frente a ella intercambiaron miradas de complicidad.

—Bueno, ya sabes...— Juri se rió, echando un vistazo a Chaewon. —Ustedes... niños... Quiero decir, es sólo cuestión de tiempo, ¿verdad? —

Los ojos de Hyejoo se abrieron y ella a toda prisa volvió a mirar a Chaewon, su cara cada vez mas rojo brillante. —No... yo...— murmuró, sacudiendo la cabeza una vez que dio la vuelta. Eso le valió miradas de confusión entre Juri y Jaesoo.

—Pensé que querías niños— Preguntó Juri, recordando las conversaciones que había tenido con Hyejoo a lo largo de los años una vez que se enteraron de que la morena estaba esperando.

—Si, quiero decir... lo hago— Hyejoo asintió para corregirla rápidamente. —Por supuesto que quiero niños... solo ...— hizo una pausa para mirar hacia Chaewon, una vez más, viendo como ella tomaba a Minjae en sus brazos, haciendo que él estallara en risas.

—¿Chaewon no quiere?—

—¡No! Quiero decir... no, no lo sé. Creo que ella lo quiere— Hyejoo se dio la vuelta y se mordió el labio. —Yo sólo... no sé si ya es el momento adecuado, ¿sabes?—

—Está bien, Hye, deja que te diga algo en este momento— Jaesoo se inclinó hacia adelante, pasando a Juri para decir algo. —Si hay una cosa que he aprendido de... esto— indicó entre Juri y Minjae. —Es que no hay un momento adecuado. Nunca.—

Hyejoo frunció las cejas, todavía un poco confundida por sus palabras.

—Piensa en ello— Jaesoo continuó, sentándose y arrojando su brazo alrededor de los hombros de Juri. —Cuando dices "momento adecuado" ¿tienes una idea exacta en la mente de cuándo podría ser?—

Pensando por un momento, Hyejoo sacudió lentamente la cabeza.

—Exactamente— Jaesoo asintió una vez. —Porque no hay un momento adecuado. Si estás esperando el momento perfecto, vas a estar esperando para siempre. No te preocupes demasiado por los factores externos que no importan. Sabrás cuando sea el momento—.

—Y si no lo haces...— Juri miró a Jaesoo, riendo suavemente. —A veces las mejores cosas vienen en forma de sorpresa— asintió con la cabeza en la dirección de Minjae.

—Pero por suerte ustedes realmente no tienen que preocuparse de los bebés sorpresa— agregó Jaesoo, ganando un empujón juguetón de Juri y haciendo que la cara de Hyejoo tomara un color rojo brillante.

Cuando Hyejoo abrió la boca para responder, Juri levantó la mano para señalar que se callaran. Hyejoo la vio confundida mientras la otra chica recuperó rápidamente su teléfono de su bolsillo.

—¿Hola?—

Jaesoo y Hyejoo se miraron, pero antes de que ella tuviera el tiempo para hacer cualquier pregunta, Juri abrió la boca y rápidamente se levantó. Preocupado, Jaesoo hizo lo mismo.

Tanto Hyejoo como Chaewon se miraron confusas cuando esto sucedió. Chaewon se levantó, tomando a Minjae en sus brazos y sosteniéndolo en su cadera. Hyejoo hizo lo mismo, viendo como los ojos de Juri se abrieron y ella rápidamente asintió.

—Okay, okay, sí, voy a estar allí— Juri asintió y se volvió hacia Jaesoo, pasando junto a él para agarrar sus zapatos de la puerta. —También te amo.—

—¿Qué está pasando?— Jaesoo dio un paso adelante, una vez que Juri colgó el teléfono. La chica negó con la cabeza, dejando escapar un suspiro de frustración.

—Ella está en el hospital— Juri se apresuró a colocarse sus zapatos. —Papá dice que se cayó de nuevo.— La chica se puso de pie, la preocupación mezclada en sus palabras.

—Woah, woah, cálmate— Jaesoo agarró el hombro de Juri. —Te llevo. Tu, literalmente, acabas de despertar—. Juri asintió suavemente, moviéndose para tomar al bebé de los brazos de Chaewon.

—Lo podemos cuidar— Chaewon soltó, tomando a todos por sorpresa.

—¿Podemos?— Hyejoo se volvió para mirar a su esposa, que miró a Minjae y asintió.

—Ve— Chaewon se encogió de hombros, mirando hacia abajo a Minjae en sus brazos. —No te preocupes por él.— Todos los ojos se volvieron a Hyejoo, que ahora estaba mirando entre Chaewon y Juri.

—Oh, yo, uh, sí— Hyejoo rápidamente sacudió su cabeza. —Lo cuidamos. No tengo nada más planeado hoy de todos modos— se encogió de hombros y miró de nuevo a Chaewon, ganándose una sonrisa de agradecimiento de la chica joven.

—¿Segura?— Juri se mordió el labio.

—Oh para con la cortesía— Hyejoo se rió, extendiendo la mano y apretando su hombro. —Minjae está prácticamente en una guardería gratuita con Chaewon. Ve— bromeó ella, obteniendo un ligero jadeo de la chica más pequeña detrás de ella.

—Muchas gracias— Juri suspiró, tirando de Hyejoo en un abrazo y dando a Chaewon una sonrisa agradecida por encima de su hombro.

—Mándale nuestros mejores deseos— Hyejoo asintió, viendo como la pareja desaparecía rápidamente por la puerta. Cuando se dio la vuelta, Chaewon se mordió el labio con nerviosismo mirando hacia el niño en sus brazos.

—Lo tenemos— Hyejoo trató de consolar a Chaewon, pero la niña más pequeña rápidamente sacudió su cabeza.

—Lo sé— Chaewon refutó, ajustando a Minjae en sus brazos. —Sólo estoy preocupada por ellos— asintió con la cabeza hacia la ventana, donde el coche de Jaesoo se iba.

—Oh— Hyejoo asintió comprendiendo. —Bueno... vamos a tratar de mantener a Minjae feliz en este momento, ¿si?—

—Sí— Chaewon asintió suavemente, mirando el reloj y luego otra vez al bebé en sus brazos. —¿Crees que tiene hambre?—

—Uh ...— Hyejoo frunció las cejas. —Quiero decir, sí, ¿cierto? Es casi la hora de cenar. Puedo hacerle algo —.

—Bueno— Chaewon asintió suavemente. Ella se sentó de nuevo en la manta con Minjae, viendo como Hyejoo desaparecía en la cocina. Sin embargo, momentos más tarde, la chica de cabello oscuro reapareció.

—¿Qué demonios come él?—

Chaewon se rió, mirando hacia abajo al niño pequeño y encogiendóse de hombros. —A él le gusta macarrones con queso. Juri los hacía para él—.

—Puedo hacer eso— Hyejoo asintió, dando a Chaewon una sonrisa tímida antes de volver a la cocina por segunda vez. La niña más pequeña no pudo evitar reírse por la confusión de su esposa.

—¡Bebé, ¿dónde está el m-?!—

—¡Caja azul!— Chaewon respondió, contestando la pregunta de Hyejoo antes de que pudiera terminar la frase. Oyó la risa de la muchacha desde la otra habitación y sonrió ligeramente para sí.

—¡Aja! ¡Lo tengo! —Hyejoo tomó la caja de la despensa, dándose en silencio a sí misma palmaditas en la espalda. Mientras tanto, Chaewon sentó a Minjae sobre la manta y sacó algunos de sus juguetes, tratando de mantenerlo entretenido.

Diez minutos más tarde, Hyejoo estaba sentada en el mostrador, balanceando las piernas hacia atrás y hacia adelante ya a la espera de los últimos minutos del temporizador.

—¡No!—

Hyejoo saltó al oír la voz de Chaewon haciendo eco desde la sala de estar, de inmediato levantándose.

—¡No, no, no!— Chaewon negó con la cabeza. —¡Siéntate!—

—¿Qué está pasando?— Hyejoo corrió a la sala de estar, cada vez más confusa cuando ella se encontró con una Chaewon nerviosa y a un más confuso Minjae.

—¡Caminó!— Chaewon resopló, tirando de Minjae en su regazo y sacudiendo la cabeza.

—¿Él qué?— Gimió Hyejoo. El tono en la voz de Chaewon y la noticia que acababa de presentar la había tomado por sorpresa.

—¡Caminó!— Chaewon levantó las manos al aire. —¡Le dije que fuera por el juguete y se puso de pie y caminó para tomarlo!—

—Oh por Dios— Hyejoo se rió, aliviada de que nada terrible le había sucedido a alguno de ellos. Se inclinó, recogiendo a Minjae del regazo de Chaewon y sonriéndole ampliamente.

—¿Has caminado, amigo?— Preguntó ella, quitando el pequeño mechón de cabello en su cabeza. Chaewon resopló, levantándose y mirando a Hyejoo.

—¿Qué?— Hyejoo se rió, confundida por la molestia de Chaewon.

—¡Caminó y no lo vieron!— Chaewon señaló el aparcamiento ahora vacío.

—¿De verdad caminó?— Preguntó Hyejoo, bajando a Minjae y ayudándolo a equilibrarse en ambos pies. Ella ignoró el gemido de frustración de Chaewon detrás de ella.

—Vamos bicho, ven aquí— Hyejoo retrocedió unos pasos antes de arodillarse y extender los brazos. Minjae la observó antes de colocar tentativamente un pie con el otro. Momentos más tarde, fue moviéndose sacudiéndo sus brazos, encontrando a una Hyejoo emocionada.

—¡Realmente camina!— Hyejoo sonrió ampliamente por la sorpresa, tomando al niño pequeño de nuevo en sus brazos y besando su frente.

—¡Y no lo vieron!— Chaewon reiteró su punto.

—Eso no es culpa nuestra— Hyejoo se encogió de hombros, rebotando a Minjae en su cadera. Chaewon simplemente resopló y se dejó caer sobre el sofá. Se cruzó de brazos, molesta porque ella no había compartido el momento con los padres de él. Hyejoo suspiró, moviéndose para sentarse a su lado.

—Si quieres, les podemos enviar un video— Ofreció ella, señalando al teléfono de Chaewon en la mesa. Chaewon levantó las cejas, inclinándose hacia adelante y recuperando el dispositivo.

—¿En serio?— Preguntó ella, formando una pequeña sonrisa en su rostro.

—En serio— Hyejoo asintió una vez. Sin embargo, se detuvo cuando un sonido desde el otro cuarto le llamó la atención. Ella pasó rápidamente a Minjae y a Chaewon, corriendo a la cocina. —¡Tan pronto como termine de hacer su cena!—

Aparecí después de añares, estoy viva gente
Lippie ✨

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