—¿Puedes tratar de decirme lo que pasó ese día, Chaewon?—

Hyejoo y Chaewon se sentaron en un incómodo sofá blanco en el consultorio del médico. Había tomado a la niña mayor un rato para convencer a Chaewon de salir de la casa. Chaewon había mantenido un apretón de muerte en el brazo de Hyejoo en todo el viaje en el coche.

Ahora, Chaewon se retorcía bajo la atenta mirada del médico. Hyejoo se mordió el labio y miró hacia el médico y hacia su esposa, preguntándose si debía interrumpir.

—Hablar de ello ayudará, Chaewon— el médico miró su archivo, dando golpecitos con el lápiz contra la mesa. —Mantener todo en ti, sólo va a hacertelo más difícil.—

Chaewon bajó la cabeza, arrastrando los pies contra el suelo con nerviosismo. La niña más pequeña mantuvo la cabeza baja, incluso cuando el médico suspiró y volvió su atención a su archivo.

—Realmente todo depende del tiempo— dijo después de unos momentos de silencio, ahora frente a Hyejoo al lado de Chaewon. —Todo depende de ella. Cuando se sienta lista para hablar, lo hará. De lo contrario, en realidad no podemos hacer nada, además de traerla de vuelta a terapia cada semana—.

Los hombros de Hyejoo cayeron ligeramente. Ella observó como Chaewon mantuvo la cabeza baja, con miedo a ser ridiculizada. La mas grande dejó escapar un suave suspiro y se volvió hacia el doctor, dándole un movimiento de cabeza suave.

—La medicina es siempre una opción— agregó. —Pero aquí dice que no tuvieron una buena experiencia la última vez que lo intentaron—

Hyejoo sacudió la cabeza rápidamente. —Sí... quiero decir, no. Medicina no— se mordió el labio. Ella no quería repetir lo que había sucedido la última vez que Chaewon tomó medicina.

—Está bien— el médico escribió algo. —Podemos hablar de darle algo para ayudarla a dormir si esto continúa. Por ahora, sólo tenemos que esperar a que pase—.

—¿Estás bien?— Susurró Hyejoo, extendiendo la mano y colocandola sobre el hombro de Chaewon. La niña más pequeña levantó la vista con inquietud.

—Podemos ir a casa ahora— Hyejoo asintió al médico. —Él sólo quería revisarte—.

El alivio se notó en Chaewon y se levantó rápidamente, de pie junto a la puerta y mirando a Hyejoo expectante. Después de agradecer al médico, ella siguió a Chaewon de vuelta al coche.

—Hey, hey, mírame— Hyejoo alargó la mano y tomó la de Chaewon con la suya. —Estás bien. Respira— susurró en voz baja, pasando su pulgar sobre la parte posterior de la mano de Chaewon. Ella se encontró con sus ojos, dándole una ligera inclinación de cabeza.

Se dirigieron en silencio por un tiempo, que sólo se rompió cuando Hyejoo tomó lo que Chaewon creía que era un camino equivocado. La niña más pequeña se sentó rápidamente, sus ojos moviéndose frenéticamente alrededor del coche.

—Woah, woah, cálmate— Hyejoo se rió en voz baja, llegando a un pequeño aparcamiento. —Sabes dónde estamos, boba.—

Chaewon se detuvo, mirando por la ventana y calmandose un poco cuando se dio cuenta de dónde estaban. Sin embargo, Hyejoo se decepcionó cuando la niña más pequeña no mostró mucha emoción.

—Me imaginé que venir a Froyo sería una pequeña distracción, ¿sí?— preguntó Hyejoo con esperanza. Chaewon la miró, dándole un movimiento de cabeza vacilante. Al darse cuenta de que era todo lo que iba a conseguir, Hyejoo se deslizó fuera del coche. Chaewon apareció inmediatamente a su lado, sosteniendo su brazo con nerviosismo.

Hyejoo no pudo evitar la punzada de culpa que sentía al ver cómo lucía la niña más pequeña. Sin embargo, no estaba segura de cómo solucionar ese problema, por lo que decidió apretar la mano de Chaewon y conducirla a la pequeña tienda.

Los ojos de Chaewon se agrandaron cuando entraron, de repente rodeada de una multitud de personas que tenían la misma idea que ellas. Se mordió el labio, haciendo una pausa y tomando el tiempo para estudiar su entorno.

Hyejoo observó a Chaewon por unos momentos, notando como estaba escaneando con atención a la gente a su alrededor, como si estuviera asegurándose de que ninguno de ellos representaba una amenaza. La idea hizo que Hyejoo se sintiera mal del estómago.

—Vamos— susurró Hyejoo, tirando de la mano de Chaewon y obligando a la niña más pequeña a que la siguiera. Hyejoo cogió dos vasos, ofreciéndole uno. Cuando Chaewon simplemente la miraba, Hyejoo suspiró y recurrió a compartir un vaso con ella.

—¿Plátano?— Preguntó Hyejoo, apuntando a la máquina frente a ellas. Vio una luz de esperanza en los ojos de la niña más pequeña, y lo tomó como un sí.

Hyejoo se dirigió hacia la caja registradora, pero se confundió cuando sintió unos pequeños dedos que se enroscaban alrededor de su muñeca para detenerla. Cuando se dio la vuelta, Chaewon se mordió el labio, moviendo la cabeza hacia el bar de coberturas.

—Oh— Hyejoo se rió suavemente, siguiendo Chaewon a la barra. Ella dejó el vaso delante de Chaewon, en silencio incitándola a tomar lo que quisiera.

Mordiéndose el labio, Chaewon miró a su alrededor antes rápidamente tomar dos ositos de goma de la sección de dulces. Se inclinó ligeramente hacia abajo para asegurarse de que los colocó perfectamente en la parte superior del helado.

Mirando a su alrededor una vez más, la niña más pequeña colocó rápidamente una rodaja de plátano y se lo metió en la boca, haciendo reír a Hyejoo. Chaewon simplemente le dio un encogimiento de hombros suave antes de seguir a la niña mayor a pagar por su comida.

Se sentaron en una pequeña mesa redonda. Chaewon había movido su silla lo más cerca posible de Hyejoo como fuera posible, sosteniendo firmemente la cuchara de plástico de color amarillo que la chica le había dado.

—Respira— Hyejoo dijo suavemente, colocando su mano sobre el brazo de Chaewon y haciendo que la niña más pequeña la mirara. —Sólo trata de relajarte, ¿de acuerdo? Despeja tu cabeza—.

Chaewon asintió, mirando hacia abajo y chocando sus zapatos contra el suelo. Sus cejas se fruncieron junto cuando levantó la vista y se encontró cara a cara con la cuchara de Hyejoo. Ella se rió, haciendo sobresalir su labio inferior.

Tentativamente, Chaewon abrió la boca, tomando la pequeña cucharada del yogurt helado. Hyejoo se rió en voz baja, tomando los ositos de goma y poniéndolos a un lado. Ella sabía que Chaewon no iba a querer comérselos.

Chaewon no comió mucho, Hyejoo lo notó. La niña más pequeña estaba más centrada en escanear a todo el mundo que las rodeaba. Ella tenía cuidado con cada extraño que pasaba, y la idea tenía a Hyejoo en el borde.

—¿Terminaste?— Hyejoo rompió el silencio entre ellas. Chaewon saltó, dándose la vuelta para hacer frente a la otra chica. Asintió en voz baja, mordiéndose el labio y con la esperanza de que Hyejoo no estuviera decepcionada de ella.

—Está bien— la mayor asintió suavemente. Chaewon la siguió por detrás mientras se dirigían hacia el coche, manteniendo un ojo por cualquier cosa que posiblemente pudiera causarles daño. También Hyejoo se dio cuenta de eso.

—No todo el mundo es malo, sabes— Hyejoo tomó la palabra, una vez que se retiraron de la zona de aparcamiento. Frunciendo las cejas, la niña más pequeña se volvió hacia Hyejoo una vez más.

—No puedes vivir toda tu vida tratando de encontrar lo negativo en todo el mundo— explicó Hyejoo, mirando por encima del hombro mientras se retiró. —Te volverías loca así.—

—Hay un poco más de positivo en el mundo. Es decir, a veces toma un tiempo encontrarlo, pero está ahí. Sólo hay que mirar— Hyejoo asintió suavemente, dando una mirada a su esposa una vez que estaban en la carretera.

—Estaba pensando en esto el otro día, en realidad— dijo Hyejoo con timidez, mirando por encima a una Chaewon atenta. —Si todo se rompe, te quedas con lo "bueno"... y te quedas con lo "malo"—

—Pero nunca algo será cien porciento bueno, o cien porciento malo. Nunca. Incluso si pareciera que el mundo se derrumba a tu alrededor, todavía habrá al menos el uno porciento de... bondad por ahí— ella extendió la mano y tomó la mano de Chaewon con suavidad.

—Y supongo que les gusta decir que todo sucede por una razón. Es difícil de creer a veces— asintió suavemente. —Pero... míranos, ¿sabes? Nunca pensé que iba a estar aquí contigo. Especialmente cuando toda esa mierda pasó en la escuela secundaria. Así que tal vez todo esto malo, solo está aquí para hacernos apreciar lo bueno un poco más —.

Chaewon se volvió en su asiento ligeramente y asintió. Por ahora, eso fue suficiente para Hyejoo. Apretó la mano de la niña más pequeña cuando se detuvieron en su camino a la entrada.

—¿Quieres tratar de dormir?— Preguntó Hyejoo, manteniendo la puerta abierta y viendo como Wolf se movió para frotarse contra las piernas de Chaewon. La niña más pequeña se inclinó y lo acunó en sus brazos antes de girar hacia Hyejoo e inclinar la cabeza hacia un lado.

—No has dormido durante dos días, ¿no estás cansada?— Preguntó Hyejoo. Chaewon miró a Wolf antes de encogerse de hombros.

Suspirando, Hyejoo asintió. —Bueno, al menos deberías recostarte un poco.— Ella vio la vacilación en el rostro de Chaewon y rápidamente levantó un dedo. —No voy a aceptar un no por respuesta.—

Chaewon suspiró, siguiendo a la niña más grande al dormitorio y bajando a Wolf en la cama. El gato blanco encontró inmediatamente su lugar encima de una de las almohadas, bostezando y estirando.

—Voy a estar justo en la sala de estar, ¿de acuerdo? Tengo trabajo que hacer —Hyejoo alisó el cabello de Chaewon, dándole una suave sonrisa.

Con una inclinación suave, Chaewon se arrastró sobre la cama e inmediatamente se hundió bajo las sábanas. Wolf inclinó la cabeza hacia un lado y pateó su brazo, pero Chaewon suspiró y lo empujó suavemente.

Mordiéndose el labio, Hyejoo se obligó a apagar las luces y dejar a la niña más pequeña sola. Al ver su teléfono en la esquina, rápidamente lo agarró y se coló de nuevo en la habitación, colocando la música baja y colocandólo junto a la cama antes de salir de la habitación por segunda vez.

Con un profundo suspiro, Hyejoo tomó su laptop y se sentó en el sofá, manteniendo un ojo en la puerta de la habitación por si acaso.

Al darse cuenta de que no tenía su teléfono, rápidamente buscó hasta que encontró el de Chaewon. Marcó el número de Jaesoo, poniendo el teléfono en altavoz y apresurándose para comprobar sus correos electrónicos. Su bandeja de entrada era desbordante, ya que ella no había hecho ningún trabajo en días.

—Te has comunicado con Jaesoo el único padre número uno, ¿en qué puedo ayudarle?—

Hyejoo rodó los ojos, recostada en el sofá y desplazándose a través de sus correos electrónicos. —¿Dónde está Juri?—

—Ella fue a visitar a sus padres y me dejó con el niño durante dos días— Jaesoo fingió molestia. Minjae estaba haciendo ruidos en el fondo, lo que causó a Hyejoo reír en voz baja. —¿Dónde has estado?—

—Ah, cierto...— Hyejoo exhaló lentamente y se mordió el labio. —¿Has oído acerca del... ya sabes...?—

—¿Qué?—

—El tiroteo— Hyejoo suspiró, haciendo una mueca al escuchar sus palabras. Se hizo el silencio en el otro extremo de la línea.

—No me digas que estaba—

—Estaba— Hyejoo lo interrumpió, con ganas de que la conversación terminara lo más rápido posible. —No está herida. Sólo un poco aturdida. Bueno, más que un poco, pero... sí —exhaló lentamente.

—Bueno, si alguna vez necesitan hacer algo, las dos pueden venir y entretener al bebé diablo— bromeó Jaesoo, entendiendo que Hyejoo no quería hablar de ello mucho.

—Voy a mantener eso en mente— Hyejoo se rió a medias, escaneando sus mensajes de correo una vez más. —Entonces...—

—Entonces...— Jaesoo la imitó, haciendo reír a Minjae en el fondo.

—Estaba pensando que para el proyecto Gagery que pudimos conseguir H— Hyejoo comenzó, pero fue interrumpida.

—Woah, woah, woah, ¿estamos trabajando?— Se rió Jaesoo. Hyejoo levantó una ceja en confusión. —Chica, no te estreses.—

—Eso necesita hacerse— Hyejoo negó con la cabeza. —Está bien.—

—No, no lo está— refutó Jaesoo. —Tómate un descanso, Hye. Puedo manejarlo desde aquí. El proyecto Gagery ni siquiera es esperado hasta dentro de un mes —.

—Pero—

—Lo digo en serio. De lo contrario voy a enviar a Minjae a que te babee — se rió Jaesoo. Suspirando, Hyejoo cerró su laptop.

—¿Estás seguro?—

—Estoy seguro. Puedo manejar todo por ahora, lo prometo, —Jaesoo se rió de la vacilación de Hyejoo. —Ve... toma una siesta o algo así. Sólo date un descanso—.

—Gracias— Hyejoo se rió suavemente. Después de decir adiós,  suspiró, llevándose las manos a la frente y frotándose la sien. También ella estaba agotada.

En silencio,  fue de puntitas por el pasillo y de nuevo al dormitorio. En silencio celebró cuando encontró a Chaewon dormida, una de sus piernas colgando fuera de la cama. Wolf estaba sentado junto a la chica más pequeña de manera protectora, inclinando la cabeza hacia un lado cuando oyó crujir la puerta abriéndose.

Hyejoo se mantuvo en silencio, sentada en su lado de la cama y dejando escapar el aire que había estado conteniendo. Wolf se fue hacia ella, oliendo su mano tentativamente. Una vez que confirmó que era Hyejoo, saltó de la cama y se dirigió hacia el pasillo, contento de que había dejado a Chaewon con alguien de confianza.

Suspirando, la pelinegra se pasó una mano por el cabello. Sintió que la cama se movía detrás de ella, pero justo cuando estaba a punto de dar la vuelta, un par de brazos serpentearon alrededor de su cintura.

La niña más pequeña se deslizó hacia delante detrás de Hyejoo, apoyando la barbilla en el hombro de la niña mayor y suspirando suavemente. Hyejoo se congeló durante unos segundos, conmocionada por las acciones de Chaewon.

—¿Te desperté?— Hyejoo preguntó suavemente, girando un poco la cabeza para tratar de mirar a la chica. Chaewon se encogió de hombros, cerrando los ojos con la cabeza apoyada contra la de la niña mayor.

—Te amo— susurró Hyejoo, dejando escapar un suspiro de cansancio cuando Chaewon no respondió. Ella vio su reflejo en el espejo y se mordió el labio.

Suavemente, Chaewon movió una de sus manos para encontrar la de Hyejoo, trazando lentamente un corazón en la parte posterior de su palma. Ella levantó la cabeza para ver si la niña mayor había entendido.

Hyejoo bajó la mirada hacia sus manos y luego a Chaewon, sonriendo suavemente. Tomó la mano de la joven entre las suyas repitiendo la acción, trazado un corazón en su palma antes de besarlo, suavemente cerrando los dedos de Chaewon en un puño.

Sí, las cosas mejorarían.

El final de este cap fue lindo, no lo podemos negar. Es fin de semana y ya estoy bastante desocupada con el tema de tareas, así que puede que vuelva a actualizar más seguido :]
Lippie ✨