Capítulo 59.

La Lee al oírla no pudo evitar abrir sus ojos con sorpresa, pues de todas las personas del mundo, Chloé era una de las que menos se esperaba que le hablara o la fuera a buscar, sobretodo porque ahora mismo lucía seria, con una expresión muy semejante a la que Audrey solía tener...

-Zoé, nuevamente, ¿puedo pasar?

-¿Qué?... ¡Ah!... ¿Tú, pasar?... Si, claro, es tu hotel realmente... —soltó una risita nerviosa y se puso detrás de la puerta que abrió— Adelante, entra...

-Con permiso... —mencionó antes de entrar a la suite, notando como se encontraba muy oscura gracias a que las luces estaban apagadas y las cortinas cerradas— ¿Por qué tienes todo tan oscuro?

-Es que... —cerró la puerta para ponerse a su lado— No he abierto nada...

-Si, ya lo no... —volteó a verla y vio como se encontraba en pijama— te... ¿Y qué haces en pijama si ya es muy tarde?

-Eh... —se miró y pensó en una excusa— Me gusta estar en pijama

-Mejor di que seguías dormida y te desperté, no me voy a molestar, lamento despertarte...

-No te preocupes, Chloé... —sonrió— Está bien, de hecho no me despertaste, es solo que... —su sonrisa disminuyó un tanto— No tenía ánimos de levantarme de la cama...

-Te comprendo, yo tampoco, pero la vida nunca se detiene y no puedo parar por algo así... —la neoyorquina al oírla no puedo evitar bajar la mirada— Suena egoísta, pero no vale la pena, en mi niñez y gran parte de mi adolescencia perdí tiempo por Audrey, ahora que todo parecía mejorar, no permitiré que otra vez la autoestima que tanto me ha costado levantar, se caiga por ella también, necesitaría más para dejar de lo que estoy formando... Digo, no es la primera vez que ella se va, estoy segura de que en unas semanas estaré bien...

-Lo siento... —al decir eso, atrajo la atención de la Bourgeois— Mi o más bien, nuestra mamá debió haber pasado más tiempo contigo, no conmigo... Y me da tristeza saber que ahora que por fin estaba a tu lado, nuevamente se vaya porque yo vine a París... Todo esto es mi culpa...

-No digas eso, —frunció el entrecejo— no lo es, no es nuestra culpa nada de esto, ninguna de las 2 la corrió de nuestras vidas, ella está huyendo como una cobarde en vez de resolver los problemas, todo porque sabe que se equivocó... Así que no te eches la culpa como yo lo hice durante mucho tiempo al creer que yo tenía la culpa de que ella no me amara lo suficiente como para estar a mi lado, cuando la única verdad es de que mi cariño era demasiado para ella...

-¿Segura de qué estarás bien?

-Si, ningún dolor es eterno, además una ventaja que tengo a mi favor, es de que realmente hay gente de la que no espero nada y desafortunadamente mi-Audrey era una de ellas...

-¿Y qué harás?

-Como ya te dije, seguir, ¿qué más puedo hacer?...

-Entiendo...

-¿Y tú qué harás?

-No lo sé... Mi papá siempre me dijo que mi mamá tenía una historia aparte pero jamás pensé que se refiriera a esto...

-¿Audrey y él son pareja?

-No, solo se hablan, pero es por cuestiones laborales o referentes a mi...

-Ajá, entonces supongo que tu padre ya sabía sobre mi padre y sobre mi...

-Me temo que si... Siempre me advirtió que no era correcto que yo viniera a París pero nunca entendí porqué... De hecho mamá cuando vino, dijo que estaría en Italia, entonces traté de contactarla con sus mánager, con sus abogados, etcétera porque ella nunca contestó a mis llamadas y mensajes, pero ellos tampoco me contestaron...

-Entonces ¿cómo diste con ella?

-Fue gracias a mi mejor amigo...

—Recuerdo—

La rubia se encontraba en su recámara haciendo sus deberes escolares cuando de pronto escuchó su celular sonar, a lo que lo tomó para ver de que se trataba, quedando helada al ver el contenido del mensaje que le había mandado su mejor amigo, a lo que no dudó en marcarle...

-¿Por qué dices que sabes en dónde está mi mamá?

-Estaba en Instagram y encontré una fotografía que subió mi modelo favorita y ella está al lado de tu mamá, la descripción decía que era un gusto compartir un tiempo muy agradable con gente talentosa como tu mamá, que era una lástima que no podía quedarse más tiempo en París para estar con si diseñadora favorita, pero siempre la admiraría...

-O sea... ¿Mi mamá está en París?...

-Eso parece... La ubicación es el hotel... "Le grand París"...

-¿Seguro?

-Espera... Acabo de meterme a la ubicación y parece que no es la única vez que ella ha ido ahí... Entonces si creo que esté ahí...

-¿Podrías pasarme el post?

-Si, claro...

-Muchas gracias...

-De nada, bye

-Adiós

—Actualidad—

-... investigué y efectivamente llegué a la conclusión de que ella estaba quedándose aquí...

-¿Y cómo fue que viniste si tu padre nunca te dejaba venir?

-Lo convencí y me dijo que si llegaba a pasar algo que me hiríera, iba a ser mi problema porque él ya me había advertido... Ahora entiendo todo...

-¿Vas a regresar a New York?

-No lo sé... Estoy pensando que haré... No quiero regresar así y que mi padre piense que fui una tonta por no obedecerle...

-¿Tu papá te trata mal?

-No, para nada, él siempre está para mi, es la persona en la que más confío en el mundo y sé que aunque yo regresara, él jamás me diría algo como "te lo dije", pero no podría evitar sentir vergüenza...

-Te comprendo, entonces nuevamente te pregunto ¿qué harás?... ¿Te quedarás o te irás?...

-No lo sé... ¿Quieres que me vaya o que me quede?

-Esa no es mi decisión, Zoé, es una decisión tuya

-Pero es que no quisiera quedarme y solo termine causando más problemas de los que hay...

-No tendrías que causar problemas, no creo que ese sea tu objetivo...

-Si me quedara... ¿Podríamos tratar de ser amigas?

-No, no podemos ser amigas cuando eres mi media hermana... Pero estoy dispuesta a poner de mi parte para que nuestra relación pueda ser buena...

-¿En serio?... —sonrió— Eso sería muy estupendo...

-Si, así que dejemos de hablar sobre Audrey y por favor bañate, cambiate, arreglate, abre las cortinas y en una hora, para ser exacta a las 2:30 nos vemos abajo en el lobby...

-Estoy emocionada, ¿qué haremos?

-La verdad no tengo idea... Ya pensaré que haremos, en lo mientras haz lo que tengas que hacer...

-Entendido

La Bourgeois asintió con la cabeza antes de dar media vuelta para comenzar a caminar hacia la puerta y abrirla, pero antes de salir, volteó ligeramente su rostro para ver a la Lee que le había hablado...

-Chloé...

-¿Si?

-Muchas gracias...

-De nada, Zoé...

Por primera vez sonrió levemente antes de salir de ahí hacia su suite que se encontraba un piso arriba, a lo que tomó el elevador que en unos segundos se abrió, permitiéndole salir a la de suéter amarillo que caminó hasta llegar frente a su suite, sorprendiendose al ver ahí a su novio, que al verla no pudo evitar acercarse a ella para abrazarla con fuerza mientras la alzaba un poco, sin importarle si alguien los veía, sintiendo como la de coleta respondía a su gesto...

-Chloé...

-Luka, ¿qué haces aquí?

-¿Cómo estás?...

-Bien...

-¿En serio?

-Si, lo prometo, si quieres hablamos adentro de mi recámara, ¿si?

-Si, estoy de acuerdo... Te soltaré, pero no porque quiera hacerlo...

-Está bien, yo tampoco quisiera soltarte...

Con cuidado el chico la bajó y la soltó, viendo como la chica rápidamente se dirigía a su habitación y abría la puerta, permitiéndole entrar al guitarrista, para entonces entrar ella y cerrar la puerta...

-Amor... —se acercó a ella y la tomó de las manos— ¿Estás bien?

-Si... ¿Todo bien contigo?

-Ahora si... Durante todo el día he estado preocupado por ti... Ayer estabas muy mal y hoy temí que siguieras así...

-Tranquilo... —liberó una de sus manos y acarició la mejilla del azabache que la veía con preocupación— Ya estoy mejor...

-¿Segura?... Pedí permiso para salir antes del trabajo y venir a verte... Y si quieres llorar, está bien... Aquí estoy para ti...

-Cariño... —sonrió enternecida— Ayer lloré lo que tenía que llorar y me duele, pero no vale la pena mis lágrimas... Estaré bien... No te preocupes...

-No pude evitarlo... —se acercó a ella y la abrazó— No me gusta verte triste...

-Lo sé, —respondió su gesto— pero así son las cosas y te mentiría si te dijera que ya se me pasó, solo que estoy tratando de ver lo bueno en todo...

-Como desearía que tú no pasaras por esto... Me gustaría poder hacer algo para hacerte sentir mejor...

-Si hay algo que puedas hacer...

-¿Qué cosa?

-Darme un beso...

-¿Te hará sentir mejor?... —la escuchó asentir— Entonces te daré 2 besos

-Mejor 3, ¿no?...

-Ni tú, ni yo... 5 besos

-Concuerdo con esa propuesta

Mencionó mientras se separaba un poco de él para alzar su rostro y verlo, notando como el mismo se acercaba a ella para juntar sus labios en un tierno y dulce beso sin necesidad de romper aquel abrazo.

Pasaron varios segundos y lentamente separaron sus bocas para verse entre si con una sonrisa antes de juntar sus frentes...

-Definitivamente eso me hizo sentir mejor...

-A mi también...

-Oye...

-¿Mande?

-Jamás te he dicho que estoy muy enamorada de ti... Pero lo estoy...

-Es lo mejor que me han dicho en toda la existencia... Es lindo estar enamorado y que esa persona esté enamorada de ti...

-Sé que recién comenzamos, ¿pero crees que esto sea para siempre?

-Totalmente... Hay cosas que no se saben, simplemente se sienten y ¿sabes Chloé?... Yo siento que eres el amor de mi vida...

-¿En serio?

-Si, por nada, ni nadie te dejaría...

-Jamás había experimentado todo esto que siento a tu lado, es algo hermoso, pero que a la vez me aterra un poco porque se siente tan bien que si algún día te vas, seguramente perdería la cabeza, aunque de algo estoy segura...

-¿De qué?

-De que iría hasta el fin del mundo para recuperarte... Lo único que quiero es quererte cada día más, cuidarte y protegerte... Y quiero prometerte que no dejaré que nada dañe tu corazón mientras yo esté aquí contigo...

-Lo sé, tú jamás me lastimarías... ¿Y sabes por qué estoy seguro de ello?... —la vio negar— Porque lo veo en tus ojos y los ojos son las puertas del alma... Aunque tú tienes unos bellos zafiros como ojos, unos hermosos zafiros que moriría por ellos...

-Te los regalo si quieres... Podría mirarte con ellos una vida entera si me lo permites...

-Hay cosas que no se preguntan o piden permiso, simplemente se hacen... Tú mírame para siempre.

-Gracias...

-A ti...

Se dieron un segundo beso antes de ahora si separarse al escuchar el celular del de mechas azules sonar, el cual lo tomó y vio rápidamente para guardarlo...

-Era Juleka

-¿Ella está bien?

-Si, ella es la única que sabe que pedí permiso para venir a verte, mi mamá piensa que sigo trabajando...

-No es posible, joven Couffaine... ¿Y su responsabilidad?

-Está conmigo, aunque realmente no es como si me hubieran dado el permiso...

-No me digas que te escapaste...

-No, claro que no... Se supone que hoy salía a las 2 porque no tomé mi hora de desayuno para salir antes, pero aún así le dije a mi jefe que si me dejaba salir una media hora antes, por eso me tienes aquí...

-Te lo agradezco, pero debes dejar de hacer eso... No quisiera que se te hagan problemas por mi culpa...

-Descuida, todo está bien...

-Ay, ¿qué voy a hacer contigo?

-Alimentarme, apapacharme y amarme...

-Jajaja, eso sonó como si se tratara de Kesk...

-Cierto... —soltó una pequeña risa— Me encanta verte sonreír y sé que diario te digo que te ves hermosa y hoy no es la excepción, cada vez te ves más bella...

-Gracias...

-De nada... —le sonrió y recordó el mensaje de su hermana— Aunque regresando un poco al mensaje de Juleka, dice que hoy habrá ensayo de Kitty Section a las 4, ¿qué si gustas ir para distraerte un poco de todo esto?... Yo le dije a Jule que te iba a decir pero no lo creía muy prudente, así que está bien si no quieres ir...

-Descuida, está bien, aunque hablaré con Zoé antes...

-¿No han hablado?

-Si, solo que le dije que íbamos a salir a ver que hacíamos... Luka, ¿no hay problema si ella llegara a ir conmigo en caso de que yo fuera?... No quisiera que se sintiera que la excluyo... Además de que quisiera presentarselas..,

-Descuida, corazón... Está bien, hay que conocer a mi futura cuñada...

-Jajaja, estás completamente loco

-Pero por usted, señorita Bourgeois

-Por amor a las abejas, pero que coqueto me salió usted el día de hoy...

-Solo un poco... Créeme que estoy pensando en como coquetear con la reina de la coquetería sin morir en el intento...

-Lo estás haciendo muy bien, Couffaine... Muy bien.

-Tu papá me vio entrar, le dije que traía pedido, así que creo que lo mejor sería de que ya me fuera...

-Jajaja, ¿mi papá te da miedo?

-No, para nada, no es como si tuviera el poder de correrme de París por robarme el corazón de su princesa...

-Cierto, sabes que me encantan los ladrones como tú, pero efectivamente, es algo celoso...

-Entonces nos vemos en unas horas, ¿si?

-Si, hasta dentro de unas horas, mi joven ladrón.









Pd. No se asusten, odio el Lukzoé y no es broma, jamás lo incluiría aquí, así que no me inicien a odiar a Zoé, ella tiene un rol importante aquí. ♡

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