Capítulo 55.
Al ver las maletas, volteó confundida hacia sus lados, encontrándose con su padre, que mantenía los brazos cruzados y una expresión seria, a quien se acercó, pero su sorpresa fue mayor al ver sus ojos enrojecidos, como si hubiera llorado, cosa que hizo que su estómago doliera un poco al empezar a imaginarse cosas que hubieran haber podido suceder...
-¿Papá?... —atrajo su atención— ¿Qué sucede aquí?...
-Chloé, princesita... —fingió una sonrisa— Que bueno que ya estés aquí... ¿Cómo te fue?...
-¿Por qué las cosas de mi mamá están aquí?
-No lo sé, pregúntale a ella... —estiró su mano y señalo a un punto, qué la chica siguió con su vista— Que ella te cuente que pasa...
-Pero... Ahí no está mi mamá...
-No hablo de ella, hablo de esa chica rubia que está parada en frente del elevador...
La confundida rubia dejó sus cosas y se acercó a la otra adolescente que la siguió con la vista hasta tenerla cerca, sin reconocerla...
-Hola Chloé, sé que no es el mejor momento, pero nuevamente, es un gusto volver a verte...
-¿Acaso nos conocemos o por qué sabes mi nombre?
-¿No me recuerdas?... El día Jueves nos conocimos cuando ibas saliendo de aquí con un perro...
-¿Eres la chica de lentes negros?
-Así es...
-¿Y tú qué tienes que ver en todo esto de mis padres?
-¿No me has mirado bien?... ¿No te recuerdo a nadie?
La Bourgeois se sintió confundida y se limitó a verla con atención antes de abrir los ojos con sorpresa a la par que retrocedía un poco...
-¿Por qué te pareces tanto a mi mamá?...
-Porque también soy su hija... —admitió con sus ojos acuosos—Me llamo Zoé Lee, soy tu media hermana y al igual que tú, apenas el Jueves me enteré que tenía otra hermana... Lamento conocerte por este motivo...
-Mientes... Mi mamá no es capaz de... —sintió su corazón acelerarse al verla asentir— No...
-Lo siento... Créeme que lo siento e igual me duele, pero estoy consciente que te duele más que a mi... Ella es tu admiración...
-No más, no puedo aceptar esto... Lo siento, Zoé...
Dio media vuelta para alejarse de ellas hasta su padre a quien abrazó con fuerza durante unos segundos antes de separarse para tomar sus cosas de nuevo...
-Lo siento, papá, tengo que irme...
-¿Qué?
-No puedo, ni quiero ver a mi madre a la cara...
-¿Y a dónde irás?
-Sabrina, Juleka y con los que me fui, me habían invitado a quedarme con ellos...
-Pero mañana tienes clases...
-No quiero ir, comprendeme, por favor... Déjame irme...
-Princesita...
-Estaré bien, necesito tranquilizarme para pensar correctamente y no explotar... Te mando mensaje cuando esté allá...
-De acuerdo... Dile a tu chofer que te lleve...
-Lamento no poderme quedar contigo cuando me necesitas...
-Entiendo...
-En serio, perdón, pero si me quedo solo te terminaré estorbando aquí...
-Descuida, Chloé... De igual manera esto es un problema que solamente tu madre y yo debemos de resolver, ve, toma tu tiempo y mañana hablamos, ¿de acuerdo?
La joven asintió antes de acercarse al alcalde para abrazarlo con fuerza nuevamente para después salir del hotel con sus cosas.
El grupo de amigos se encontraban arreglando las cosas para cenar cuando de un momento a otro escucharon unos toques en la puerta que conducía a la parte superior del barco, a lo que entre todos se veían con algo de confusión...
-Mamá, ¿esperas a alguien?
-No, hija... Muchachos, ¿alguno espera a alguien o alguno de sus padres va a venir por ustedes?... —los vio negar— Que raro...
-¿Quieres que vaya a abrir?
-No Juleka, descuida, yo iré... Todos ustedes sigan acomodando aquí, ¿de acuerdo?
Ordenó antes de caminar hacia aquella puerta y abrir, sorprendiendose al encontrar ahí a la Bourgeois, por lo que salió y emparejó la puerta para entonces hablar con preocupación al ver su rostro decaído...
-Hija, ¿qué haces aquí?...
-Espero no interrumpir nada...
-Descuida, no interrumpes nada... Pensamos que no vendrías...
-Lo sé, señora Couffaine... Yo también creí que no vendría, pero las cosas que suceden te hacen cambiar de pensar y de decisión...
-¿Todo bien?... —la vio negar— ¿Qué pasó?... Hace unos minutos estabas feliz...
-No sé exactamente que pasó... —dijo con la voz cortada— O porqué sucedió... No entiendo nada...
Soltó antes de abrazar a la de mirada azul cielo, que por unos segundos quedó algo confundida antes de responder a su gesto y girar con ella al escucharla sollozar, a lo que no dijo nada y se limitó a acariciar la espalda de la misma, antes de ver como su hija llegaba a la puerta, a quien le hizo una señal de silencio, dándole a entender que regresara con los demás.
Se separó lentamente de la señora y con cuidado limpió sus lágrimas, para verla...
-Lo siento...
-¿Por qué?...
-Bueno, lloré sobre su hombro y creo que mojé un poco su sueter...
-No te preocupes, Chloé... ¿Quieres hablar de lo que pasó?
-Si, pero seguramente la esperan abajo y no quisiera que se preocuparan porque usted no baja
-Descuida... Espera aquí, ¿de acuerdo?...
La vio asentir, abrió la puerta y entró al barco para dirigirse con los demás, que al verla fijaron su atención en ella...
-¿Quién era, mamá?
-Es Chloé, Luka...
-¿Chloé?... —abrió los ojos con sorpresa y sonrió— ¿En serio?... —la miró asentir— ¿Y por qué no pasa?
-Es que quiero hablar con ella sobre unas cosas de belleza porque amé como me quedó la piel después de la mascarilla que nos puso, entonces quiero preguntarle si hay alguna forma de hacer la mascarilla de forma casera... En lo mientras agreguen un plato más a la mesa, no tardamos...
Avisó antes de subir con la rubia que la esperaba, cerrando la puerta a su paso...
-Listo...
-Gracias...
-Deja aquí tus cosas y ven conmigo, vamos a sentarnos... —comenzó a caminar, seguida de la joven hasta llegar a una banca en donde se sentó— Cuéntame que pasó...
-Me siento decepcionada... —se sentó a su lado— Después de que me dejaran en el hotel, al entrar ví como todas las maletas y cosas de mi mamá se encontraban en el lobby y me sentí confundida... Primero pensé que mi mamá pensaba irse por años nuevamente y me sentí mal, pero no era así... Me acerqué a mi papá porque lo ví serio, pero al acercarme pude notar como había llorado, cuando le pregunté por lo sucedido, me dijo que fuera con una chica que estaba ahí y... —tomó una bocanada de aire y frunció su ceño— Esa chica es mi media hermana...
-¿Qué?
-Mi mamá engañó a mi papá al tener una familia en otro país y ella nos engañó al no decirnos que tenía otra hija...
-No lo puedo creer... ¿Esa chica sabía de ti?
-Dice que no... El Jueves cuando venía para acá me la encontré, intercambiamos palabras pero nada importante y la verdad no sospeché que ella fuera algo de mi madre porque usaba gafas oscuras, pero hace rato que la ví sin lentes pude darme cuenta del parecido que tiene con Audrey... No hay forma de negar que es su hija...
-¿Y te molesta que tenga otra hija?
-Sonará egoísta, pero si... Me molesta porque la que se supone que es mi madre no tuvo la decencia de hablarme sobre Zoé, llevo 17 años de mi vida engañada, creyendo que era hija única, creyendo que estaba sola, cuando ella se iba me sentía mal, me sentía dolida, sentía que ella no tenía amor para su única hija... Y no quiero sacar conclusiones antes de tiempo, pero el Jueves que conocí a Zoé ella me dijo que venía a ver a su madre porque recién había venido y allá estaba ocupada muy seguido, entonces supongo que todo el tiempo que estuvo en New York, fue para estar con ella... —endureció su rostro— Desde que tengo uso de memoria, crecí únicamente con mi padre, pero recuerdo cuando Audrey se fue, yo tenía como 6 años, durante todo ese tiempo la única manera de comunicarme con ella era mediante escasas llamadas de pocos minutos, luego apenas llegó hace como un año, después de que estuvo ausente por 11 años y cuando llega, me trata como una desconocida y tanto a mi padre como a mi nos niega por televisión, cosa que yo pensé que era por la fama y por su propio carácter, pero ahora comprendo todo... Y pensar que yo quería ser como ella y por eso me estaba volviendo un monstruo, ahora estoy más que segura que no quiero ser como Audrey... Ya he perdido bastante por su culpa... —sollozó al tratar de soportar las lágrimas— Perdí el ser Queen Bee, perdí la razón, perdí mi estabilidad mental, perdí mi tiempo y mi valor personal...
-Tranquila... Si quieres llorar, hazlo y lo siguiente sonará loco, pero trata de relajarte porque sino, el ahora, Shadow Moth te puede akumatizar
-Cierto... Es solo que estoy triste, enojada y decepcionada... ¿Sabe por qué dejé que todos supieran que yo era Queen Bee?... No fue por querer presumir y alardear sobre ello, como muchos dicen y piensan, ese no era mi plan porque yo ya sabía que tenía que mantener mi identidad en secreto, yo sólo quería unirme a Ladybug y Chat Noir, quería ser una héroe de verdad, pero fue mayor mi deseo de hacer que Audrey se sintiera orgullosa de mi, entonces cuando ella me dijo que yo no tenía nada de especial después de compararme con la talentosa de Marinette, yo simplemente perdí el control, me sentí tan impotente y triste, que era capaz de hacer cualquier cosa con el fin de demostrarle lo contrario, entonces frente a ella me transformé en Queen Bee, no pensé correctamente y causé un caos en el metro, creyendo que podría detenerlo, haciendo que la gente que fuera "salvada" por mi se sintieran orgullosas y me ayudaran a demostrarle a mi mamá que si sé hacer algo bien... Pero ni siquiera eso funcionó, porque de no haber sido por Ladybug y Chat Noir, todos en el tren hubieran muerto por mi estúpida culpa... Para lo único que fui y quizá soy buena, es para crear caos y desorden...
-Ay, hija... La verdad no conocía esa parte de la historia y siendo sincera no puedo decir mucho porque nunca he estado en tu punto, pero quizá y sea prudente que hables con tu mamá, tu papá y con tu hermana... Puede ser que las cosas no se hayan dado como tú crees...
-No puedo ver ni siquiera a la cara a mi mamá... Y me siento culpable por eso porque se supone que debería estar con mi papá en este momento y no pude porque siento que si me quedaba iba a romperme más y estoy consciente de que no es lo mejor... —se recargó en el hombro de la mayor— Tenía que volver a donde me siento como en casa...
-Te comprendo y está bien... —la rodeó con sus brazos por unos segundos— Gracias por confiar en mi, hija... Eres una chica espectacular y me sorprende que aún estés con vida... Usualmente alguna otra persona se hubiera dado por vencida...
-Tengo suerte de tener algo de esperanzas...
-Ánimo... Aquí estamos para ti...
-Lo sé... —sonrió levemente mientras una lágrima salía de su ojo— Gracias...
-No hay de que, ¿vamos adentro?... Dicen que la comida siempre hace alegres los corazones...
-De acuerdo, señora... Vamos...
-¿Te ayudo con tus cosas?
-No se preocupe... Estoy bien...
-Entonces hay que entrar...
Ambas se pusieron de pie y rápidamente el guitarrista que había visto parte de aquel momento, se dio la vuelta para regresar con los demás, encontrándose con su hermana que lo veía seria...
-¿Qué hacías de chismoso?
-Nada...
-Ajá...
-Bueno, es que conozco a mamá y cuando algo no está bien, entonces me preocupé y quise ver...
-¿Y qué viste?... Con esa expresión que tienes, estoy segura de que no fue nada bueno...
-No sé que pasa, eso es todo lo que puedo decir...
Se limitó a mencionar antes de caminar hacia el comedor, seguido de la de mechas moradas, que conocía solo el estado de la situación, pero que al igual que su hermano, no sabía nada de lo sucedido y tampoco se imaginaban siquiera el contexto.
Y con este capítulo terminamos este pequeño maratón y bueno... Lloré porque si, yo soy de las que escribe sintiendo el feeling del personaje.
Como sea, espero que les haya gustado y nos seguimos leyendo próximamente, cuentenme en los comentarios sus opiniones y dudas, saben que siempre leo los comentarios. 💙
Recuerden...
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