Era noche en la ciudad de París y la crítica de modas se encontraba leyendo una revista en la cual venía escrito un artículo sobre ella y su paseo en el mundo del espectáculo al haber tenido la oportunidad de vestir a los famosos de una nueva producción cinematográfica, ella estaba tranquila, al menos hasta que sintió como una de las sillas de la mesa en la que estaba, era jalada, cosa que la molestó...

"¿Qué acaso no estás viendo que esta mesa está ocu... —se puso de pie con intención de intimidar pero no lo logró— Pada?..."

Su cara de molestia cambió a una de sorpresa al ver de quien se trataba, cuya persona se retiró los lentes negros para verla con una expresión de molestia-tristeza...

-Zaira, quiero decir, Zoé... ¿Qué haces aquí?

-La verdadera pregunta es... ¿Qué haces tú aquí, mamá?

-No me digas mamá en público...

-¿Por qué?... ¿Acaso no soy tu hija?

-Claro que si pero no aquí... —dejó la revista en la mesa y caminó al lado de ella para tomarla con fuerza del brazo e iniciar a caminar con ella hacia un lugar donde no las fueran a escuchar— Ven conmigo

La menor sólo asintió con la cabeza y se dejó guiar por la misma hasta un tipo despacho que fue en donde ambas entraron y la diseñadora finalmente la soltó...

-¿Qué haces aquí?

-Vine a verte...

-¿Cómo supiste en donde estoy?

-Hace unos días tuviste un evento de moda aquí en el hotel y hubo gente que puso la ubicación... ¿No te da gusto verme?

-No, se supone que no te vería hasta regresar nuevamente a New York... ¿Tu padre sabe que estás aquí?

-Si... Pero al parecer tú no pensabas regresar conmigo...

-Que tonterías dices...

-Conocí a Chloé

La Bourgeois abrió los ojos con sorpresa ante esa confesión pero no dijo ninguna palabra, sino que calló para escucharla al ver como los ojos de la misma se comenzaban a poner acuosos...

-La conocí hace unos días, el Jueves, mismo día en el que llegué, para ser exacta... ¿Por qué nunca me dijiste nada de ella?

-¿Por qué tendría que mencionarte sobre alguien de quién casi no conozco nada?... Pasé toda mi vida contigo, recién estoy conociendo a Chloé, por algo decidí quedarme...

-¿Con qué propósito?... ¿Pensabas conocerla para regresar conmigo y hablarme sobre ella o pensabas decirle a ella sobre mi?... Porque te soy sincera, yo no creo que tú hayas planeado algo así... ¿Cuántos años tiene?...

-Es un año menor que tú...

-¿Cómo fue todo?

-¡Soy tu madre pero no tengo que darte explicaciones sobre todas mis acciones!

-¡Claro que me las debes y a ella igual!... —no pudo aguantar más sus lágrimas e inició a llorar— ¡Nadie sabía de la existencia de la otra!... ¿¡Acaso ya pensaste en cómo le dirás las cosas!?

-¡No, no lo he hecho y más te vale que no le digas nada y regreses con tu padre!

-No, no lo haré... Las 2 hemos vivido una vida engañadas creyendo que somos hijas únicas, ella tiene derecho de saber la verdad...

-¡Deja de pensar en tu estúpido enojo y piensa en que tú si puedes presumir de una madre, quizá los primeros años de tu vida no estuve contigo, pero cuando cumpliste los 7 años, regresé a New York para estar contigo y recién regresé a París para venir con Chloé!... ¿¡No crees que es justo que ella ahora disfrute en paz y tranquila con su madre!?... Si tú abres tu boca, ella va a sufrir porque ya no podrá estar con su amada madre...

-No trates de manipularme al utilizarla como una excusa, porque yo no formaré parte de tu mentira...

-¿Y qué harás?... ¿Irás a buscarla para decirle toda la verdad?

-Si, eso haré...

-Pues lástima por ti porque ella no está en la ciudad y quien sabe cuando regrese... Piensa bien tus acciones, Zoé... No querrás romper el corazón de tu media hermana, quien está tan feliz y emocionada de que yo esté con ella...

Mencionó antes de salir y dejarla sola, la cual soltó todo el aire que guardaba en sus pulmones antes de mirar al cielo como en busca de las respuestas que necesitaba, sin saber que alguien había escuchado esa plática y ahora tenía mucho que pensar. 

Era mañana y todos se encontraban sentados en el comedor de la casa de campo mientras desayunaban y platicaban entre si con el fin de conocerse mejor...

-Y bueno... ¿Cómo es de que pudiste venir a París, Delmar?

-No fue tan difícil... Yo llevaba un tiempo ahorrando dinero para un viaje a la India pero en cuanto conocí a Sabrina, dije: "tengo que ir con ella", simplemente fue un impulso y una necesidad que tuve, quizá aún no sentía lo que hoy siento por ella, pero realmente quería estar a su lado para conocerla mejor... Sabrina es de esas personas que sabes que solo se te cruzarán una vez en la vida y aunque al inicio dudé un poco, supe que con ella es todo o nada, así que le pregunté a Marinette sus detalles del vuelo de regreso, investigué por Internet y pagué mi vuelo con lo que llevaba ahorrado, de hecho se supone que yo debí haberme ido desde hace poco más de una semana, pero Chloé tuvo una muy pacífica y linda plática conmigo para después darme "asilo" en el hotel, todo para que yo pudiera estar al menos un mes con Sabrina

-¿Con pacífica y linda plática te refieres a lo contrario, cierto?

-Eh... Si, algo así...

-¡Claro que no, Delarroyo!... —interrumpió la Bourgeois— Siempre fui muy amable contigo...

-Ay, ajá... ¿Y por eso prácticamente me dijiste que me ibas a castrar o hacer la vasectomía con pinzas para depilar si lastimaba a Sabrina?

-Siéntete afortunado, pudo haber sido peor, son más feas las pinzas para manicura y pedicura...

-Jajaja, ay, niños... —interrumpió la de lentes— Lo bueno es de que Chloé ya sabe y se ha dado cuenta de que eres un buen chico con su mejor amiga, ¿no?

-Así es, tienes suerte... Pero esa sentencia seguirá latente hasta el día de mi muerte...

-Princesa... —le habló a la pelirroja— Parece que sigo sin agradarle a mi futura cuñada...

-No pongas palabras en mi boca, yo no he dicho que no me agrades porque bueno, si te hace sentir tranquilo, si me agradas, pero es obvio de que si tengo que elegir entre el bien de Sabrina y el tuyo, es obvio que elegiré el bien de ella...

-Awwww, Chloé... —notó como su mejor amiga la volteaba a ver antes de abrazarla— Eso es tan lindo, muchas gracias...

-Si, si, de nada... —rodó los ojos con diversión— ¿Ya me puedes soltar, por favor?... Tengo que terminar mi desayuno...

-Cierto... —la soltó— Perdona...

-Descuida...

-¿Y qué te dicen tus papás, Delmar?

-Pues realmente nada, digamos que me independicé desde hace un año, cuando cumplí los 20, entonces las cosas que hago o consigo para mi, son por mi trabajo...

-¿Estar aquí no te va a causar problemas en el trabajo?

-Tenía vacaciones acumuladas... Y las puedo tomar cuando quiera, entonces las pedí durante el tiempo que estaré aquí... Ya en 2 Semanas cuando regrese a New York, estaría entrando a trabajar de nuevo...

-¿En qué trabajas?

-Soy ayudante general

-Es decir, multiusos...

-En efecto...

-Está bien, me da gusto eso... Sabrina, ¿qué dice el capitán Roger de él?... Digo, con eso de que a tu padre nada le agrada y te quiere multar por todo, no se me haría rato que le quiera poner una multa solo por ser el novio de su hija...

-Jajajaja, pues al inicio era como: "no Sabrina, ¿cómo pudiste tener novio?" pero después invité a comer a Delmar con nosotros y ya le agradó, pero sigue siendo un poco arisco...

-Es algo entendible eres su única hija, además es extraño cuando alguno de tus hijos tiene pareja porque es cómo aceptar a la fuerza que ellos ya están creciendo y comienzan a tener su vida aparte de la que uno como padre conoce... No es malo, pero es difícil en muchas ocasiones porque para nosotros los padres, nuestros hijos siempre serán nuestros bebés aún así tengan 40 años...

-Si, lo mismo dice mi mamá, no vive conmigo porque desde que tengo uso de memoria mis padres están separados, pero cada día suelo hablar por celular al menos una hora con ella y cuando le hablé de Delmar, ella me dijo que estaba sorprendida pero que me apoyaba en todo, de hecho el siguiente sábado que la veo, iremos a comer con ella, ¿verdad?

-Así es... Creo que me da más miedo conocer a mi suegra que a mi suegro...

-Descuida, —habló la Bourgeois— la mamá de Sabrina es muy linda con todos, aun cuando alguien no lo merezca, de ahí es el carácter que tiene Brina... —bajó la mirada a su plato y tomó un pedazo antes de ver a su amiga— Cuando la veas la saludas de mi parte, por favor...

-Claro, Chloé...

-¿Y tú, Chloé?... —habló la de cabellera gris sorprendiendo a la de mirada azul zafiro— Cuando has tenido pareja, supongo que tu papá te ha celado mucho... Se ve que te quiere demasiado...

-Realmente nunca he tenido la oportunidad de presentarle a algún novio... —el de mirada azul cerceta la volteó a ver con atención, notando como la expresión de la misma era triste— Principalmente porque nunca hay tiempo, mi papá trabaja mucho y ni hablar de mi mamá, ella vive por la moda y para la moda, luego digamos que nunca me ha ido bien en una relación y mi familia es muy importante para mi aunque no lo parezca, entonces solamente les presentaría a alguien demasiado especial... —miró de reojo al Couffaine y sonrió levemente— Alguien que haya cambiado el mundo para volverse en mi mundo...

-Vaya, con esa sonrisa parece que ya tienes un nuevo mundo...

-Puede ser, pero mientras lo espero bailaré un chachachá... Usted me entiende, ¿no?

Sonrió de lado al volver a ver de reojo al guitarrista, viendo como el mismo sonreía con timidez y las mejillas algo sonrojadas antes de bajar la mirada a su plato tratando de pasar desapercibido...

-Jajaja, claro que te entiendo, hija...

-Yo no estoy entendiendo... —dijo la Lavillant algo pensativa— ¿Tú entiendes, Juleka?

-No tanto Rose, ¿tú, Sabrina?

-No comprendo muy bien...

-Creo que yo si, —dijo el moreno, atrayendo la atención de la pareja y la mayor que se alarmaron, cosa que él notó— o bueno, creo que no...

-¿Qué escondes, Delmar?

-Nada, princesa... Es solo que la semana pasada hubo un evento en el hotel y desde mi habitación escuché a Jagged Stone cantar una canción que decía algo así y me acordé...

-Por un segundo olvidé que te quedabas en el hotel, Delriachuelo ¿no bajaste al lobby?

-No, tenía mucho sueño además no sabía de que era, ¿para qué iría?

-Buen punto

-Como sea, chicos... —nuevamente tomó la palabra la capitana— Ya es prácticamente medio día y todos seguimos en pijama por habernos despertado tarde, así que si quieren tomen una ducha antes de que se arreglen y después salgan a hacer camping, a jugar o algo así para antes de las 5 para que de 5 a 6 arreglen sus cosas y regresemos a París...

-Entendido...

-Señora Anarka...

-Dime Rose...

-¿Y si hoy en la noche hacemos una pijamada en el barco?...

-No creo que se pueda, mañana es Lunes y tienen clases... Pero si quieren vamos al barco, se quedan a cenar con nosotros y después los voy a dejar a su casa, claro, si los dejan...

-Usted sabe que usted es como mi segunda mamá y que mis papás si me dejan quedarme en su casa...

-Claro, Rosita, pero no sé si las niñas puedan...

-Yo no creo que en tener problema siempre y cuando avise...

-Yo tengo que pedir permiso, así que llegando a la ciudad que haya señal, le marcaré a mi papi para pedir permiso porque digamos que casi no me dejaba venir...

-Está bien, Chloé, me avisas...

-Gracias por comprender, señora...

Dijo antes de que todos siguieran desayunando en tranquilidad.

Y bien, comenzamos con este maratón (1/3)
por los 800 seguidores aquí en Wattpad, de todo corazón, muchas gracias, gente hermosa. ✨

En unas horas tendrán el siguiente capítulo y en unas más, el último.

Espero los disfruten.

Pd. Preparen los pañuelos que ya vamos a la final y mientras más nos acercamos, más difícil será.