Capítulo 20.
La chica lo observó de pies a cabeza antes de que él se agachara un poco para tratar de normalizar su respiración durante unos segundos y por fin retomar su altura...
-Perdona la tardanza, Chloé... No encontraba transporte para llegar y prácticamente tuve que llegar corriendo...
-Descuida... Está bien... —lo volvió a escanear con la mirada— ¿Por qué te vestiste así?...
-Bueno, quería verme bien para salir contigo... ¿No me veo bien?...
-Si, te ves muy bien... —mencionó tratando de restarle importancia— O sea, luces bien, vestir bien te hace ver bien o bueno, me entiendes...
-Gracias... —desvió un poco la mirada con algo de pena— Es un gran halago viniendo de alguien como tú con un gran sentido de la moda y esas cosas...
-Lo sé, pero aunque luces muy bien, lo tuyo es vestir como un vagabundo... —atrajo su atención— Es raro verte bien vestido... Sobre todo cuando puedo ver que te cuesta vestir de manera formal...
-¿Por qué lo dices?...
-Por esto... —se señaló refiriéndose al cuello del saco— Lo doblaste más de lo necesario... —se acercó a él y comenzó a acomodarle el saco con cuidado, bajo la mirada sorprendida del Couffaine— Esto va así, solo tenías que doblarlo una vez... —terminó de acomodarlo y se separó para verlo— Ahora si quedó perfecto, pero definitivamente no eres el tipo de chico al que la ropa elegante sea su estilo...
-Yo... Gracias por lo del saco...
-Ajá, aunque... —se acercó nuevamente a él y desabotonó el saco para alejarse— Mejor así...
-Gracias... De nuevo...
-Si, como sea... Tienes muchas cosas que explicarme y yo te tengo preguntas... —suspiró— Solo tienes esta oportunidad, Couffaine...
-Entiendo... —afirmó sintiéndose algo extraño porque nuevamente lo llamara por su apellido— Y como te dije por mensaje, no la desaprovecharé... ¿Quieres ir a algún lugar específico para hablar?
-No, solamente quiero caminar...
-¿Te sigo?
-Te sigo.
-De acuerdo, entonces, sígueme...
Mencionó antes de comenzar a caminar con la chica a su lado, la cual no sabía cómo comenzar la plática y agradeció al cielo que el azabache fuera el primero en hablar...
-Dije que te sería completamente sincero... ¿Quieres que te diga como fueron las cosas totalmente o quieres preguntarme cosas en específico?...
-El día que fui Akumatizada, ¿qué es lo que hacías ahí en la escuela?
-Había ido a verte, sé que no quedamos en vernos o algo parecido, pero tenía que devolverte tus gafas, ya que me las había quedado del día en el que salimos... Solo que hoy las olvidé...
-¿Mis gafas?... —tocó su cabeza— Cierto... Vaya, no me acordaba de ellas, en fin... —volteó al frente— ¿Qué fue lo que Dupain Cheng dijo de mi?... Yo solamente escuché que ahora podías librarte de mi...
-Ella solamente dijo eso... Mencionó que ya no tenía que preocuparme por ti, que ella y... —calló por unos segundos como dudando de lo que diría— Más bien, dijo que—
-Escuché lo de Adrien, puedes decirlo... De hecho, escuché prácticamente todo... Lo que dijo, no me afecta que lo digas...
-No es exactamente eso lo que me impide hablar y decirte las cosas con fluidez...
-¿Entonces?... —lo miró a los ojos y no pudo evitar reír un poco de manera sarcástica al saber lo que pasaba— Es ridículo eso, Couffaine... Comprendo que te sientas extraño porque sientes que tradicionas la confianza de tus amigos, sobre todo la de la chica que te gusta...
-¿Qué?... ¿C-Cómo?...
-Podré no notar muchas cosas, pero supongo que es inevitable ocultar cuando alguien te gusta... Y Dupain Cheng lo hace... Razón por la cual accediste a hacer lo que hiciste, ¿no?... —lo vio asentir levemente— Dime como fue todo...
-Marinette quería pasar tiempo con Adrien en New York, sin embargo sabía que podría ser que tú pudieras interferir entre ambos porque ella no te agrada y a ti te gusta Adrien, así que me pidió si por favor podía ir a New York con ustedes para poder "distraerte" —hizo comillas con los dedos— y que ellos pudieran pasar tiempo juntos sin ningún impedimento...
-¿Y por qué accediste a hacer lo que hiciste?... —el joven iba a hablar pero ella lo interrumpió— Y no quiero que te limites a decir que por Marinette... Se explícito...
-Quería que ella tuviera oportunidad con Adrien, Marinette lleva mucho tiempo detrás de Adrien y sinceramente creo que es momento de que ambos se den una oportunidad... La amo y quiero que sea feliz...
-Disculpame, pero es una estupidez eso de que "si amas algo, déjalo ir", o sea, por fin, seamos sinceros, el amor es egoísta... Cuando realmente amas algo, no lo dejas ir, te aferras a eso, ¿por qué?... Porque así funciona esto... Couffaine, no la amas y tengo que decírtelo de esta manera o terminarás por cometer otra tontería por confundir cariño, admiración o lo que quieras, por amor... —lo volvió a interrumpir cuando trató de hablar— Quiero decir, Adrien no siente nada por ella, además de que él está quedando con la japonesita esa... ¿Entiendes a lo que quiero llegar?... —lo vio negar— Me refiero a que tienes el camino "libre" por así decirlo y sin embargo no estás haciendo nada por retener o intentar conquistar a la chica que dices "amar"... ¿En serio le llamas a eso "amor"?...
-Es que Marinette es perfecta y yo... ¿Qué podría hacer? ...
-"Mirinitti is pirficti"... —mencionó con un muy notable disgusto— ¡Ay, por amor a las abejas!... ¡No!... ¡No lo es!... —cubrió su rostro con ambas manos antes de verlo con molestia y ponerse frente a él, haciéndolo detenerse— Te voy a dar un regalo, estira tus manos....
El chico la miró confundido antes de obedecerla y estirar sus manos a ella, la cual hizo un ademán de poner algo sobre ellas...
-Toma...
-Pero aquí no hay nada...
-¿Acaso alguna vez has visto el amor propio y la autoestima materializada?... —suspiró— Te regalo algo de amor propio y autoestima, ambos lo ocupamos, pero creo que tú estás más necesitado de esto, que yo...
-¿Por qué dices eso?...
-Porque eres el único tonto que conozco que se siente inferior a la panadera Cheng... O sea... ¿¡Cómo puedes decir que es perfecta cuando claramente no lo es!?... Sincerate contigo mismo, ella se aprovechó de lo que sientes para usarlo a su favor, yo quizá seré una horrible persona, pero creeme que tengo un corazón y sé que eso no se hace... No cuando se trata de alguien como tú.
-¿A qué te refieres a alguien como yo?...
-Te seré sincera, si ahora estoy aquí, hablando contigo, es porque estuve pensando y quizá fui algo injusta al solamente condenarte a ti sobre lo que pasó, cuando no tienes la culpa de todo, es por eso que se me hace una ridiculez que te hayas sentido mal al decirme las cosas solo porque sientes traicionar a tus amigos, los cuales sabiendo que no eras del todo culpable porque ellos también tenían culpa, nunca hicieron algo por tratar de aclarar la situación, créeme que sé que ellos están conscientes que te eché la culpa de todo y nadie, ni uno, trató siquiera de acercarse a decirme que no tenías la culpa de todo, ¿y sabes quién tenía que haber sido una de las principales en resolver esto?...
-Marinette...
-Exactamente... Dime, ¿en serio te prestas para cualquier cosa por alguien que ni siquiera te tiene como opción?... Estoy consciente que ella no está obligada a corresponderte, pero si tú fueras mi amigo y sé que me quieres de esa forma, no creo llegar a aprovecharme de ese cariño... Es distinto, sé que estando enojada te dije cosas que no debí haberte dicho, pero me sentía utilizada y furiosa... No supe controlarme, sobre todo porque te había confiado cosas que nadie más sabe y realmente quería que nuestra amistad funcionara... —apretó sus puños y desvió la mirada al sentir como sus ojos se comenzaban a humedecer— No fue sencillo para mi el sentir que todo fue una farsa... Era como... Como... —negó con la cabeza y fingió bostezar para dejar derramar unas cuantas lágrimas, usando de pretexto ese gesto bajo la mirada entristecida del joven— Fue difícil y decepcionante... Pero creeme que sé que no eres una mala persona, por eso accedí a esto... Y es decepcionante que se aprovechen de que seas así...
-Ahora tú eres quien me comprende a mi...
-Solo un poco...
-Chloé... —sacó de su manga una rosa azul, que había conseguido varios minutos antes, de manera que pareciera un truco de magia al hacerla "aparecer" sorprendiendo a la chica— Las rosas azules significan muchas cosas, pero entre esos significados puedes hallar la confianza y el perdón... Es por eso que quería preguntarte... ¿Quisieras perdonarme para empezar de nuevo con esta amistad sin secretos y filtros?...
-¿Prometes que procurarás valorarte más?...
-Te lo juro...
-Pfff... Creo que también te debo una disculpa...
-Disculpa aceptada... —estiró la rosa a ella— ¿Tengo la mía igual?
-Si, —dijo mientras tomaba la flor— Couffaine...
-Llamame Luka, por favor.
Se acercó a ella y la abrazó con una sonrisa, haciendo a la chica quedar sorprendida ante ese gesto que usualmente no solía recibir de nadie, a lo que sonrió levemente para dar un par de palmaditas en la espalda del chico antes de separarlo con cuidado de ella...
-Bueno, ¿y ahora que?
-¿Quieres ir a comer ensalada?
-Pero no te gusta la ensalada...
-Creo que te la debo por todo lo que te hice pasar...
-Jumm... —pareció pensarlo un poco— Tienes razón, mereces comerte una ensalada gigante...
-Iugh, vegetales...
-Gracias a mi podrás tener una figura esbelta como la de mu-á, deberías estar agradeciendome en vez de estar quejandote...
-Cierto, gracias... ¿Vamos?... Solo que tú tendrás que guiar me porque yo no sé donde venden comida sana y esas cosas...
-Si, yo te guio, Couffaine
-Luka...
-Está bien, vamos, Luka.
El tiempo comenzó a pasar entre ambos y aunque al inicio no sabían de que hablar, comenzaron a platicar sobre algún tema general de interés como la comida favorita, la función de mascarillas, (si, porque ella quiso hablar de eso), sobre como solía ser su rutina, etcétera, realmente hablando de cosas sin relevancia hasta que "acabaran" su ensalada, menos el de mechas azules quien no se la acabó y terminó por pedirla para llevar antes de pagar la cuenta y salir de ahí junto con la de coleta camino al hotel en un taxi...
-Fuiste un tramposo, Luka... Dijiste que terminarías tú ensalada y no lo hiciste... Deberías aprender de mi, me la terminé toda...
-Si me hubieras permitido pedir una ensalada chica, seguro me la terminaba, pero no, tú te pediste una chica y a mi me pediste una grande a la cual nisiquiera me permitiste echarle algún aderezo...
-Jajajaja, —soltó una risa— si ibas a sufrir, tenías que hacerlo en verdad...
-Con mucha más razón odio las verduras, ahora..
-Ay, ajá, estoy segura que si hubiera una pizza vegetariana te la comerías...
-Existe y claro que me la comería, es decir, es pizza, no son solamente vegetales... Si gustas, luego volvemos a salir y vamos a comer pizza vegetariana...
-Concuerdo con eso, nunca la he probado y tengo curiosidad...
-Está bien, entonces iremos a comer pizza vegetariana...
-¿Con té?
-Mejor soda, ¿no?
-Mucha azúcar...
-La vida es dulce, Chloé...
-No lo puedo creer, con tal de comer comida chatarra, creas cada frase...
-Es creatividad...
Pronto sintieron como el taxi frenaba frente al hotel y el joven se bajó para sostener la puerta y ayudarla a salir...
-Fue una gran salida y un gran día, —sonrió levemente— gracias por esto, Chloé...
-Claro que te la ibas a pasar fabuloso, o sea, se trata de mi...
-Tienes toda la razón... ¿Nos vemos luego?...
-Si, tienes mi número para que después nos pongamos de acuerdo...
-Buenísimo... Entonces, hasta luego...
-Hasta luego, gracias por la salida y por la rosa...
-No es nada, solo ponla en agua fría junto con su amiga...
-La cuidaré bien, adiós...
-Adiós...
Ambos se vieron con una sonrisa alargando aún más esa despedida y poco a poco la chica fue entrando al hotel sin dejar de ver al Couffaine hasta entrar completamente, que fue cuando el chico entró de nuevo al taxi para ahora ir camino a su hogar.
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