Capítulo 08.

Caminaron hasta entrar al hotel en donde se estaban hospedando y caminaron un par de pasos hacia el elevador del lugar para subir a sus recámaras, pero apenas el cubículo del ascensor se abrió frente a ellos, se detuvieron en seco al oír sus apellidos gritados a lo que voltearon algo asustados, encontrándose con la profesora Mendeleiev que los veía claramente molesta mientras se acercaba a ellos...

-Oh no... —susurró la blonda— Creo que nuestra escapada "matutina" no pasó desapercibida...

-Eso creo, —respondió él— también creo que estamos en problemas...

-Tranquilo, la única que debe de temer soy yo, tú no vas a mi colegio, ¿lo olvidas?

-Peor aún... Te causé esto...

-Shhh...

-¡Señorita Bourgeois, joven Couffaine!... ¿¡En dónde estuvieron en todo el día!?...

-Hola maestra, él y yo salimos a desayunar o bueno, se supone que iríamos solamente a hacer eso pero terminamos por visitar el zoológico de Central Park y apenas venimos llegando de allá...

-¡¿Bajo el permiso de quien?!

-De nadie pero el señor Damocles no nos dijo nada cuando pasamos prácticamente a su lado mientras él jugaba con sus flotadores para entrar a la piscina...

-¿No les dijo nada?

-No, ni una palabra...

-¡Eso no es justificación, ustedes sabían que no podían abandonar el hotel sin permiso!

-¿Entonces cuál fue el propósito para venir aquí?... Digo, se supone que hoy hubiéramos tenido que haber disfrutado libremente de New York porque ayer no pudimos porque llegamos tarde y mañana no podremos porque iremos a un aburrido museo de historia y en la noche regresamos a París... De haber imaginado que iba a ser así todo, hubiera convencido a mis papis de que no me hubieran dejado venir y que mejor luego viniéramos nosotros... O sea, estar todo el día en este hotel es como habernos quedado en nuestras casas en París solamente que en otro país y con menos comodidades...

-Disculpe señorita Bourgeois, pero si no les permitimos salir es para que no se pierda alguno y podamos regresarlos a salvo a sus hogares...

-Existen los mapas... Así es como Couffaine y yo nos estuvimos movilizando por la ciudad y en caso de que alguien no entendiera un mapa, hay algo llamado GPS y sirve incluso mejor que un mapa...

-¡No me interesa!, ¡usted está castigada y regresando a París hablaré seriamente con sus padres!... Desafortunadamente el señor Couffaine no es estudiante y no le puedo aplicar alguna sanción, pero no quiero que esta situación se vuelva a repetir, a sus habitaciones ya.

Ordenó la de cabello morado antes de comenzar a alejarse de ellos, dejándolos solos, quienes nuevamente pidieron el cubículo del elevador en silencio, siendo el guitarrista quien hablara con algo de vergüenza por lo sucedido...

-Oye Chloé...

-¿Qué pasó?

-Lo lamento...

-¿Por haber desayunado tanta grasa?

-Jaja... —rió un poco— No... De eso jamás me arrepentiría... Sino de haber hecho que tu profesora te castigara... Si nunca te hubiera incitado a salir a desayunar a otro lado y luego al zoológico, esto no hubiera pasado...

-No tiene importancia, Couffaine.

Mencionó, antes de entrar al cubículo del ascensor cuyas puertas se abrieron, siendo seguida por un preocupado chico de cabellera negra que pensaba que ella se había molestado con él, a lo que espero a que las puertas se cerraran para hablar...

-Te he hecho molestar, ¿cierto?

-¿Uh?... ¿De dónde sacas eso?

-Bueno, dijiste que no tenía importancia lo de tu profesora y no quisiera que pensaras que no me importa lo que te—

-Shhh... —interrumpió— Hablas mucho... Y no, no hay de que preocuparse, por eso dije que no tenía importancia... Más no porque me encontrara molesta contigo o algo así...

-¿Pero cómo no tiene importancia?... Te van a llamar la atención por mi culpa...

-No pasará eso, si le comento a mis papás como estaba de aburrido el viaje y les digo que salí para no estar sin hacer nada porque Sabrina estaba con su "novio" seguramente entenderán mis acciones, además a la profesora puede que se le olvide...

-¿En serio?... —la vio asentir— Wow... En mi caso mi mamá se hubiera enojado y seguramente me hubiera castigado...

-Mis papás no tienen tanto tiempo como para perderlo en regaños... ¿A ti cómo te castigaría tu mamá?

-Siento que me quitaría mi guitarra...

-¿Uh?... —descendió del ascensor en cuanto las puertas se abrieron— ¿Una guitarra?

-Si, ¿recuerdas que soy guitarrista, cierto?

-Si, pero no pensé que eso tuviera demasiada importancia para ti como para que te regañaran quitándote tu guitarra, pensé que quizá serías como los demás chicos que los castigan quitándoles sus videojuegos o cosas así...

-Bueno, es interesante que lo menciones... No pensé que fuera diferente...

-Lo eres, pero bueno, ya estamos frente a mi habitación, te parece si nos vemos a las... ¿En 2 horas como a las 9?

-Me parece bien, la habitación donde me quedo es la 318...

-De acuerdo, por favor toma un baño y cambia tu ropa con tu pijama para poder ponerte la mascarilla...

-¿No sería mejor que me la pusieras y luego me bañara para quitármela?

-No, no lo creo, cuando te bañas con agua tibia o caliente haces que los poros de tu piel se abran y cuando usas una mascarilla permites que las sustancias de ella impregnen en tu piel para poder quitar las impurezas a profundidad, además de que es necesario que las mascarillas se pongan sobre la piel limpia para no dar acceso a que la suciedad entre a tu piel, tape tus poros y provoque imperfecciones...

-Oh... Entiendo, entonces tomaré un baño para antes de que llegues...

-Bien, nos vemos en 2 horas

Se despidió la Bourgeois antes de entrar a su habitación mientras el de mirada cerceta se dirigía a donde se estaba quedando y entraba, encontrándose al momento con el Agreste y el Lahiffe que se sorprendieron al verlo...

-Hola chicos...

-Hola Luka, ¿cómo estás?

-Cansado pero muy bien, gracias ¿y ustedes?

-Igual, bien, pero viejo, ¿en dónde estabas?... —cuestionó el moreno— Estuvimos buscandote para ir a la alberca un rato junto con los demás y no te encontramos...

-Salí del hotel... —se acostó en la cama donde dormía y bostezó mientras volteaba a verlos— Oigan, ¿alguno va a salir en un rato?...

-Ahorita no, pero a las 9 va a volver a ver una fiesta en la terraza, ¿quieres ir?...

-No, gracias... Tengo otros planes con alguien...

-¿Saldrás con una chica?

-No, no vamos a salir, pero es entretenido e interesante el hablar con ella, además de que seré su rata de laboratorio... —soltó una pequeña risa— Experimentaré que se siente usar una mascarilla para el cuidado de la piel...

-¿Tú te ofreciste a que experimentara contigo?

-No, ella simplemente dijo que lo haría pero está bien, no me molesta, sino al contrario, le agradeceré si deja mi piel como "porcelana", bueno ella dice que así quedará...

-Suena muy bien esa idea... —habló el Lahiffe— ¿Crees que si le digo que quiero mi piel de porcelana me la deje como porcelana?

-Ella dije que no hace su magia en cualquiera... Pero puede ser que si, hablaré con ella...

-Gracias viejo, esa chica suena como alguien encantadora, obviamente no más que Alya...

El de mechas azules al oírlo no pudo evitar soltar una pequeña risa gutural antes de girar su cuerpo al lado opuesto...

-Si, ella es encantadora... A su manera, claro... Aunque no muchos sepan eso...

-¿Casi nadie la conoce?

-Exacto... —suspiró antes de murmurar para si— Ni siquiera yo...

-Bueno, pero eso es bueno, hay que disfrutar New York mientras se pueda porque regresando a París todo vuelve a la normalidad y muchas ocasiones lo que pasó en New York, se quedó aquí...

-Si... Entiendo eso... —no pudo evitar sentirse algo raro al oír las palabras del de lentes— Pero bueno, descansaré unos minutos, ¿vale?...

-Si, no te preocupes, Luka.

El azabache pensó unos momentos antes de cerrar los ojos y tratar de descansar.

Abrió los ojos en cuanto escuchó un fuerte ruido y se sentó sobre la cama viendo a los lados, observando como el Agreste se encontraba recogiendo un par de cosas, las cuales, supuso, había tirado por accidente, el cual al verlo sonrió algo nervioso...

-Perdón, tiré sin querer esto...

-No te preocupes... ¿Y Nino?...

-Ya se fue con las chicas...

-¿¡Qué!?... —rápidamente se puso de pie— ¿¡Qué horas son!?

-Las 8:50, ¿por?...

-A las 9 llega ella... —caminó hacia sus cosas y comenzó a sacar su ropa junto con sus cosas— No puede ser, me quedé dormido...

-¿Hablas de tu chica?

-No es mi chica, pero si, hablo de ella... —cerró su maleta y comenzó a ir al baño pero antes de entrar se detuvo— Adrien, ¿podrías hacerme un favor?

-Claro amigo, ¿qué pasó?

-¿Podrías esperar a que la persona que espero llegue y si no he salido de bañarme le podrías decir que me espere por favor?

-Descuida, yo me espero...

-Gracias, trataré de no tardar...

Y sin más que decir el chico entró al baño para comenzar a bañarse; pasaron varios minutos y el de cabellera negra aún no salía del baño, pero pronto un par de toques en la puerta hicieron al de mirada verde esmeralda ponerse de pie para dirigirse a la puerta y abrirla, sorprendiéndose completamente al ver a su amiga de la infancia parada al otro lado de la puerta vestida con su pijama y con una caja de cosméticos en su mano...

-¿Chloé?...

-¡Adrienbuuuu!, —se lanzó a él para abrazarlo y darle un beso en la mejilla— ¿cómo estás?

-Bien, gracias, ¿y tú?

-Igual, muy bien, —se separó de él para verlo con una sonrisa— que bueno que te veo aquí...

-Si... Aunque realmente ya me iba a ir... ¿Pasa algo?

-Ay, es una lástima... Pensé que quizá y podríamos pasar una noche divertida platicando de varias cosas y eso...

-Lo siento, pero saldré con los chicos...

-Pfff... —hizo un rostro de molestia— Dupain Cheng estará ahí, ¿cierto?

-Si, ¿por?

-¿Por qué no me sorprende?... Ten suerte soportándola... ¿Y Couffaine?

-¿Hablas de Luka?

-Si, él, ¿está aquí?

-Si, pero está esperando a alguien y...

-Me está esperando a mi, le prometí dejarle la piel tan suave como yo y ya vine a hacer mi magia en él...

-¿Qué?... —confundido— ¿En serio eres tú de quien nos habló?

-¿Disculpa?

-Eh... No pasa nada... —sonrió con nervios antes de hacerse al lado para dejarla pasar— Adelante, él está bañándose pero no tarda... Puedes esperarlo aquí...

-Y lo haré... —comenzó a caminar hasta entrar a la habitación para sentarse en una de las camas— ¡COUFFAINE, YA LLEGUÉ!

-¡DAME 5 MINUTOS, YA VOY A SALIR! 

-¡NO TARDES!

-Emmm Chloé, ya me tengo que ir, fue bueno verte, nos vemos.

Sin más que decir, salió de la habitación sintiéndose extraño y confundido, ¿realmente Chloé era amiga de Luka?.

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