26. Duda

Bess:

Coloco la llave sobre la cerradura y abro la puerta de casa, escucho las patas de los doberman al corren en mi dirección y no tardan en saltarme encima en medio de la oscuridad.

—Esperen, basta.—Pido y cierro la puerta para agacharme a sostenerlos, ambos me derriban contra el suelo.

Me rio y cierro la puerta detrás de mí, los dos enormes animales me lamen el rostro y yo les acaricio la cabeza.

Suelto un suspiro.—Mejoraremos eso.—Los aparto despacio.—Déjenme levantarme.

Me pongo de pie y enciendo las luces.

—¡Mamá!—Llamo y me vuelvo hacia los perros.—Esperen aquí.

Subo las escaleras y me acerco a la puerta, se encuentra media abierta y antes de abrirla en su totalidad, recuerdo nuestra "Discusión".

Suspiro y miro adentro, no hay nadie.



(***)



Abro el grifo y entro en el agua helada de la ducha, mi cuerpo tiembla y me tomo unos segundos dejando que mi cuerpo se acostumbre.

Levanto las manos y acumulo un poco de agua antes de pasármelo por el rostro, abro los ojos y vuelvo a recordar mi discusión con ella, pero de todo me quedo solo con una cosa.

"—Cuantas cosas más me has ocultado, mamá"

Niego y abro más el grifo, dejando que toda el agua caiga sobre mí, pero ahora Hades viene a mi mente, de mala manera claro.

Como se dirige a mamá y las acusaciones.

Todo me hace que si tal vez existe una probabilidad de que sea ver...

Abro los ojos y cierro la llave.

—No.

—¡Bess!

Es mamá.

Cierro el grifo y salgo de la ducha para darle el encuentro.



Hades:

—Creí que todo estaba mejorando entre ustedes. —Termino de leer los papeles de divorcio, no sé cómo luzca uno, pero tiene toda la imagen de ser real.

—Sí, no eres el único. —Responde Dionisio decaído.

—Bueno, tuvieron una discusión, pero... —Me detengo cuando veo como mantiene la cabeza gacha.

Coloco una mano en su hombro.

—¿Ya intentaste llamar?

Saca su móvil.

—¿Crees que no? Fue lo primero que hice, me manda a buzón ¡Mierda!

Se aparta dirigiéndose al pasillo.

—Dionisio, no hagas ninguna tontería. —Le aviso y si, vino de mí.

Enseguida escucho la puerta cerrarse de golpe.



(***)



El mañana siguiente despierto a causa de él, me duermo en el sofá de la sala y mientras me sacuden, mis ojos captan la imagen sobre mí.

—¿Qué carajo-

Es una imagen de la rubia The Angels en la universidad, con un grupo de amigos.

—Mierda. —Busco mi móvil y observo la hora. —Es temprano, Dionisio.

—Es el.

—¿Qué?

—Aparece en varias fotos con Jade.

—¿Y?

—También le ha comentado sus fotos.

—Déjame dormir paranoico.

—Estoy hablando en serio, es mi esposa, joder.

—Mierda, entonces has algo y déjame dormir. —Anoche acabe derrotado después de que la hija de la bruja me dejo solo en The Angels.

—Se exactamente que hare.

—Aja.

Me volteo para seguir durmiendo de lado.

—Iré a buscarla.

Los ojos se me abren y rápidamente me vuelvo hacia él.

—¿Qué carajos dijiste?

—Iré a buscar a mi esposa, Hades.

Vaya lio.

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