07 | la manipulación de loki

Fury se unió a ellos—. El Dr. Banner solo está aquí para rastrear el Cubo —miró a Tony—. Esperaba que pudieras ayudarlo.

—Yo empezaría con ese palo —sugirió Steve—. Puede que sea mágico, pero se parece mucho a un arma de HYDRA.

—Oh, vamos, creo que eso es un insulto para Freya, ¿no? —preguntó Natasha, mientras Freya le lanzaba una mirada—. El cetro no se parece en nada a ella.

Entre miradas confusas del resto del equipo, Fury habló—. No sé, pero funciona con el Cubo. Y me gustaría saber cómo lo usó Loki para convertir a dos hombres listos en sus monos voladores.

—¿Monos? —preguntó Thor—. No entiendo.

—¡Yo sí! —dijo Steve en voz alta—. Entendí la referencia.

—¿Jugamos, doctor? —le preguntó Tony a Bruce.

Hizo un gesto hacia la puerta—. Por aquí, señor.

Después de eso, la conversación se extinguió lentamente. Freya y Natasha se dirigieron a los niveles inferiores, donde mantenían a Loki encerrado en la jaula diseñada específicamente para Banner. Natasha estaba en contra de poner a Freya frente a Loki, pero Freya pensaba lo mismo de Natasha, y como trabajaban tan bien juntas, se dirigieron como pareja.

Se quedaron allí por un segundo antes de que Loki se tensara, girándose hacia ellas—. No hay mucha gente que pueda acercarse sigilosamente a mí.

—Pero sabías que vendríamos —adivinó Natasha.

—Después —respondió Loki—. Después de las torturas de Fury, llegarían como amiga, como un bálsamo. Y yo cooperaría.

Freya se cruzó de brazos—. Queremos saber qué le ha hecho al agente Barton.

—He agrandado su mente —respondió Loki.

Natasha dio un paso adelante, más cerca de Loki—. Y una vez que ganes y seas el rey de la montaña, ¿qué le pasa a su mente?

—¿Lo amas, Agente Romanoff? —preguntó Loki.

—El amor es para niños. Estoy endeudada —respondió Natasha.

Loki miró a Freya—. ¿Y tú, agente Daniels? ¿Tienes sentimientos secretos por el agente Barton?

—No —respondió Freya—. Me salvó la vida.

—Dime —dijo Loki, retrocediendo unos pasos—. Ambas.

—Antes de trabajar para S.H.I.E.L.D... yo me hice fama —explicó Natasha, sentándose—. Tengo un conjunto de habilidades muy específicas. No me importaba en quién las usaba, ni para qué. S.H.I.E.L.D me detectó como algo malo. Mandaron a Barton a matarme. Tomó otro camino.

—¿Y tú? —le preguntó Loki a Freya.

Ella lo miró—. Fui una rata de laboratorio durante 7 años; un experimento científico, por así decirlo. Torturada, me hicieron pensar que era algo terrible. El agente Barton y S.H.I.E.L.D irrumpieron en la base en la que estaba retenida. El hombre que me creó trató de matarme, pero Barton me salvó.

—¿Y qué harán si prometo dejarlo vivir? —preguntó Loki.

—No liberarte —respondió Natasha.

—No, pero esto me gusta —sonrió Loki, inclinándose hacia adelante—. Tu mundo peligra, y negocian por un solo hombre.

—Los regímenes caen a diario —dijo Natasha—. Yo no lloro por eso. Soy rusa. O lo era.

—¿Y ahora qué eres? —preguntó Loki.

—No es muy complicado —respondió Natasha, poniéndose de pie—. Tengo tinta roja en mis libros, la quiero borrar.

—¿Puedes? —preguntó Loki—. ¿Puedes borrar tanta tinta roja? ¿La hija de Dreykov, São Paulo, el incendio del hospital? Barton me contó todo. Tus libros están goteando, chorreando rojo, ¿y crees que salvar a un hombre poco virtuoso cambiará algo? Qué sentimentalismo tan bajo. Es una niña rezando. ¡Patética! Mientes y matas al servicio de mentirosos y asesinos. Finges ser diferente, tener tu propio código, algo que compense los horrores. Pero son parte de ti. Y nunca se irán.

—Eso es suficiente —dijo Freya, dando un paso adelante.

—Agente Daniels —dijo Loki—. ¿Cree que puede ser una heroína cuando todo en ti apunta a pura maldad? ¿Un experimento científico, dices? ¿Qué tal un arma, creada por HYDRA para intentar ser pionera en una raza de guerreros genéticamente superiores? Odias estar en el campo porque tienes miedo de perder el control y matar a alguien que amas. La agente Romanoff fue casi tu primera baja y eso te ha marcado. ¿Crees que tratar de salvar al agente Barton porque él te salvó una vez va a cambiar todo? —él le sonrió—. Debería haberte dejado morir en esa base de HYDRA.

Freya se estremeció cuando Loki golpeó su puño contra el cristal—. No tocaré a Barton hasta obligarlo a matarlas. Lenta, íntimamente, de todas las maneras que temen. Y luego despertará para ver su buena obra, y cuando grite, le partiré el cráneo —Freya y Natasha se dieron la vuelta, con lágrimas en los ojos—. Este es mi trato, perra llorona.

—Eres un monstruo —susurró Natasha.

—Ah, no —rió Loki—. Ustedes trajeron al monstruo.

Y así, Freya volvió a la normalidad. Su plan había funcionado, y cuando se volvió hacia Loki, él pareció sorprendido—. Entonces es Banner. Esa es tu jugada

Ella y Natasha despegaron, y Natasha se llevó el comunicador a los labios—. Loki piensa liberar a Hulk. Mantengan a Banner en el laboratorio. Estamos en camino. Y manden a Thor.

Freya miró a Loki y sonrió—. Gracias por su cooperación.

Dejaron a Loki y corrieron hacia el laboratorio, encontrándose con Thor en el camino y explicándole lo que Loki pretendía hacer. Cuando entraron al laboratorio, vieron que Steve, Tony, Bruce y Fury ya estaban allí, y aparentemente estaban en medio de una discusión sobre S.H.I.E.L.D. usando el Tesseract para fabricar armas.

—¿Ustedes sabían de esto? —le preguntó Bruce a Freya y Natasha.

—¿Quiere considerar retirarse, doctor? —respondió Natasha fríamente.

—Estaba en Calcuta —rió Bruce secamente—. Estaba bien lejos.

—Loki lo está manipulando —dijo Natasha.

—¿Y usted qué? —preguntó Bruce.

—No viniste aquí porque coqueteé contigo —respondió Natasha.

—Y no me voy a ir porque se puso nerviosa —contrarrestó Bruce—. Me gustaría saber por qué S.H.I.E.L.D está usando el Tesseract para hacer armas de destrucción masiva.

Fury señaló con un dedo a Thor—. Por su culpa.

—¿Por mí? —preguntó Thor con incredulidad.

—El año pasado vino alguien de otro mundo que se enojó y arrasó con un pueblo —explicó Fury—. Aprendimos que no sólo no estamos solos, sino que las armas de otros nos superan por mucho.

—Mi gente no quiere nada más que la paz con su planeta —dijo Thor.

—Pero hay más pueblos allá, ¿no?— preguntó Fury—. Y más amenazas. El mundo se está llenando de gente sin igual y sin control.

—¿Y usted controló el Cubo? —preguntó Steve.

—Su trabajo con el Tesseract atrajo a Loki y sus aliados —argumentó Thor—. Es una señal para todos que ustedes están listos para guerras superiores.

—¿Superiores? —repitió Steve.

—Ustedes nos forzaron —respondió Fury—. Necesitábamos...

—Una disuasión nuclear —intervino Tony—. Porque eso siempre calma todo.

—Recuérdame de nuevo cómo hiciste tu fortuna, Stark —dijo Fury.

—Estoy seguro de que si todavía fabricara armas, Stark estaría...

—Espera, ¿tiene que ver conmigo? —preguntó Tony.

—Como todo, ¿no? —replicó Steve.

—Pensé que los humanos eran más evolucionados —habló Thor.

—¿Nosotros fuimos a su mundo a volar cosas? —preguntó Fury.

Y luego todos comenzaron a discutir, y Freya notó que el cetro brillaba más mientras las voces de todos comenzaban a elevarse. Saltó sobre el escritorio frente al cetro, se llevó dos dedos a los labios y silbó agudamente.

—¡Basta! —chasqueó Freya—. ¿No pueden verlo? Esto es lo que quiere Loki.

—¿Y quién eres tú para tomar el control de repente? —preguntó Tony.

Freya levantó una mano hacia él—. No empieces conmigo, Stark.

—Hablan de control pero cortejan el caos —dijo Thor.

—Así opera, ¿no? —preguntó Bruce—. ¿Qué somos, un equipo? No, somos una mezcla química que crea el caos. Somos una bomba de tiempo.

Freya saltó del escritorio y miró a Bruce—. Tienes que alejarte.

—¿Por qué no lo dejas desahogarse? —preguntó Tony, poniendo una mano en el hombro de Steve.

—Sabes muy bien por qué —replicó, apartando la mano de Tony de su hombro—. Apártate.

—Vas a tener que obligarme —respondió Tony.

—Sí. Es un gran hombre con su armadura —dijo Steve—. Si se la quita, ¿qué es?

—Un genio, multimillonario, mujeriego, filántropo —respondió Tony—. Aunque, técnicamente hablando, ya no soy un mujeriego. Quiero decir, me voy a casar pronto.

—Hay gente sin eso que vale lo que 10 como usted —dijo Steve—. He visto los videos. Lo único por lo que realmente luchas es por ti mismo. No eres el que se sacrifica, el que se tiende sobre el alambre para que otro pase.

—Yo cortaría el alambre —dijo Tony.

Steve se rió—. Siempre tiene una salida. Puede que no seas una amenaza, pero no fija que eres un héroe.

—¿Un héroe? ¿Como tú? —preguntó Tony—. Eres un experimento, Rogers. Todo lo especial que tienes salió de una botella.

—¡Paren de discutir! —gritó Freya—. ¡Esto es ridículo! ¿Por qué no pueden ver que esto es estúpido?

—Ponte el traje —sugirió Steve—. Vamos a pelear.

Thor se rió—. Ustedes son tan mezquinos... y pequeños.

—Este es un equipo —dijo Bruce sarcásticamente.

—Agente Romanoff, escolte al Dr. Banner a... —comenzó Fury.

—¿A dónde? —interrumpió Banner—. Alquilaste mi habitación.

—El celda era en caso...

—De que necesitara matarme —respondió Bruce—. Pero no se puede. Lo sé, lo intenté. Me demprimí. No veía el fin. Puse una bala en mi boca y el otro tipo la escupió. Así que seguí. Me concentré en ayudar a otros. Era bueno. Hasta que me arrastraste a este circo y pusiste a todos en peligro. ¿Quiere saber mi secreto, agente Romanoff? ¿Quieres saber cómo mantengo la calma?

—Dr. Banner —dijo Steve, mientras Freya, Natasha y Fury tomaban sus armas—. Deje el cetro.

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