Freya encontró a Tony luchando contra el asgardiano y se comunicó con Natasha—. ¿Estamos seguros de que es Thor?

—Coincide con la descripción —respondió Natasha—. Ten cuidado con cómo manejas esto, Freya. Podría ponerse muy mal rápidamente.

—Parece que ya lo ha hecho —respondió Freya, y desde su posición en un árbol pudo ver a Thor y Tony enfrentándose cara a cara—. Dios mío, ¿he mencionado alguna vez cuánto odio a los hombres?

—Mucho —rió Natasha.

—Son tan incompetentes a veces —dijo Freya, parándose en la rama de su árbol—. Parece que voy a tener que ir a decirles que están siendo estúpidos.

—¿Freya? —preguntó otra voz.

—¿Steve?

—¿Tienes ojos en Loki? —preguntó Steve.

—No, pero tengo ojos en Tony y Thor —respondió Freya—. Encuentra a Loki, yo me ocupo de esto.

—Está bien —dijo Steve inseguro—. Ten cuidado.

—Cuidado es mi segundo nombre —respondió Freya, antes de saltar de la rama de su árbol, cayendo en picado hacia el suelo.

Justo antes de tocar tierra, desaceleró su caída, sus pies aterrizaron casi en silencio en el suelo. Se paró entre Thor y Tony, con las manos extendidas hacia ellos.

—Hola, muchachos —los saludó, sonriéndoles como si esto fuera algo totalmente normal—. ¿Qué tal si bajamos nuestras armas y hablamos de esto como gente civilizada?

Thor la miró—. ¿Quién eres tú?

—Freya —respondió ella—. Encantada de conocerte, pero ¿puedes bajar el martillo?

—Mala idea —dijo Tony—. Ama su martillo.

—¿Quieres que baje el martillo? —gritó Thor, y saltó en el aire.

Freya suspiró—. Hombres.

Extendió ambas manos hacia Thor, cambiando la gravedad a su alrededor para mantenerlo quieto en medio del salto.

—¿Qué es esta hechicería? —rugió Thor—. ¡Bruja!

—Eso es grosero —respondió Freya—. Ahora que he captado su atención, por favor, tomemos un momento para darnos cuenta de que ustedes dos imbéciles han dejado a nuestro prisionero sin vigilancia porque estaban demasiado ocupados tratando de presumir.

La visera de Tony se retrajo y de repente pareció preocupado—. Oh, sí.

Freya tocó sus comunicaciones—. Oye, Rogers, ¿tienes ojos en Loki?

—Afortunadamente para esos dos, sí —respondió Steve, y Freya suspiró aliviada—. Lo tengo y lo llevaré de regreso ahora.

Freya miró entre Thor y Tony—. ¿Van a comportarse como adultos ahora?

Tony puso los ojos en blanco, pero asintió de todos modos cuando Thor de repente pareció avergonzado—. Lo siento, Lady Freya. No pensé.

Freya soltó a Thor, quien logró aterrizar con ambos pies—. Está bien. Tienes suerte de que todo salió bien. Ahora, si no le importa, tenemos un trabajo que hacer, y ese trabajo es transportar a nuestro prisionero a la custodia de S.H.I.E.L.D. Eres más que bienvenido a unirte a nosotros.

Natasha estaba de repente en su oído—. Debo decir que, después de todos los años de verte pelear, el hecho de que hayas logrado que ambos se sientan como niños regañados es lo más impresionante que te he visto hacer.

Freya sonrió—. ¿Qué puedo decir? No tengo tiempo para esto.

—¿Pueden volver? —preguntó Steve—. ¿Por favor?

—En camino —respondió Freya, señalando a Thor y Tony—. Vamos.

Nadie realmente habló en el vuelo de regreso al helicóptero, y cuando llegaron, los agentes de S.H.I.E.L.D vinieron y se llevaron a Loki, escoltándolo a una celda de detención segura. Freya llevó a Steve y Thor al puente, perdiendo a Tony en el camino. Una vez allí, dejó a Steve y Thor para ver el interrogatorio de Loki por parte de Fury, y se dirigió a un agente que estaba rastreando el rostro de Clint.

Ella se agachó a su lado—. ¿Obtuviste algo?

—Desafortunadamente no, Agente Daniels —respondió el agente—. Estamos usando todo a lo que tenemos acceso. Cámaras de tráfico, imágenes de seguridad de todo el mundo e incluso teléfonos móviles, pero no hemos encontrado nada.

Freya suspiró—. Sigan buscando. Tenemos que traerlo a casa.

—Lo haremos —prometió el agente.

Freya asintió, levantándose de nuevo. Vio a Bruce unirse a ellos en el puente, observando el interrogatorio por encima del hombro de Steve. Volviendo hacia ellos, los saludó justo cuando Steve apagaba la pantalla.

—Uno se encariña con él, ¿no? —dijo Bruce.

—Loki va a alargar esto —dijo Steve—. Thor, ¿qué va a hacer?

—Tiene un ejército, los Chitauris —respondió Thor, mientras Freya se apoyaba contra la mesa, con los brazos cruzados—. No son de Asgard ni de otro mundo conocido. Piensa usarlos contra su gente. Le darán la Tierra, sospecho que a cambio del Tesseract.

—¿Un ejército? —dijo Steve, mirando a Freya—. ¿Del espacio exterior?

—Está construyendo otro portal —supuso Bruce—. Para eso necesita a Eric Selvig.

—¿Selvig? —preguntó Thor.

—Es un astrofísico —explicó Bruce.

—Es un amigo —respondió Thor.

—Loki lo tiene hechizado —dijo Natasha, y miró a Freya—. Junto a uno de los nuestros.

—Quiero saber por qué Loki se dejó capturar —dijo Steve—. Desde aquí no puede pelear.

—No hay que concentrarnos en Loki —respondió Bruce—. Su cerebro es una bolsa llena de gatos. Puedes oler su locura.

—Cuidado con lo que dices. Loki no razona, pero es de Asgard —dijo Thor—. Y es mi hermano.

—Mató a 80 personas en 2 días —dijo Freya, mirando a Thor.

Thor hizo una pausa—. Es adoptado.

—Creo que es la mecánica —dijo Bruce—. Iridio. ¿Para qué necesitan el iridio?

—Es un estabilizador —interrumpió Tony, caminando hacia ellos con Coulson—. Significa que el portal no colapsará como en S.H.I.E.L.D —Tony caminó hacia Thor—. Sin resentimientos. Pegas duro. Además, significa que el portal se abrirá tan grande y se abrirá tanto tiempo como Loki quiera —Tony estaba al timón—. Alzen el palo de mesana, cambien la gavia —mientras los agentes lo miraban confundidos, Tony señaló al otro lado de la habitación—. Ese hombre está jugando Galaga. Pensó que no nos daríamos cuenta, pero lo hicimos —se cubrió un ojo y luego señaló las pantallas a su izquierda—. ¿Cómo las ve Fury?

—Voltea —respondió María Hill.

—Suena agotador —dijo Tony—. El agente Barton puede conseguir el resto de las materias primas con bastante facilidad. El único componente que le falta es una fuente de energía de alta densidad energética. Algo para activar el Cubo.

—¿Cuándo te convertiste en un experto en astrofísica termonuclear? —preguntó Hill.

—Anoche —respondió Tony—. Las notas de Selvig, la teoría de extracción. ¿Soy el único que hizo la lectura?

—¿Loki necesita algún tipo particular de fuente de energía? —preguntó Steve.

—Debe calentar el Cubo a 120 millones de grados para romper la barrera de Coulomb —explicó Bruce.

Tony extendió las manos—. A menos que Selvig sepa cómo estabilizar la horadación cuántica.

—Si pudo hacer eso puede lograr la fusión de iones pesados —respondió Bruce.

—Finalmente, alguien que habla mi idioma —dijo Tony, ya que todos los demás parecían perdidos.

—¿Eso es lo que pasó? —preguntó Steve.

—Mucho gusto, Dr. Banner —dijo Tony, estrechando la mano de Bruce—. Admiro su trabajo en colisiones de antielectrones. Y me encanta cómo pierde el control y se vuelve un monstruo furioso verde.

Bruce parecía inseguro de cómo responder—. ¿Gracias?