Capítulo 28: (Creencia)
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𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑫𝒂𝒏
Ante las decisiones siempre actúa la propia fe, las creencias son parte del ser humano, de igual forma todos tendrán algo que decir de ello. Aún entre la desesperanza y la horrible realidad en la que vivimos, hay quiénes luchan día a día para ser mejores personas, orando y haciendo todo lo que está en sus manos por ayudar. Dispuestos a dar hasta lo último de lo que tienen para salvar una vida, pero... realmente ¿Qué significa creer? Eso depende de cada persona, en mi caso es amar a Dios sobre cualquier otra cosa.
"La fe nos da la certeza, la sabiduría y el valor en los momentos más difíciles"
Si un espejo pudo llevarme a otro lugar y el tiempo puede detenerse, nada más allá puede ser una simple coincidencia y estoy seguro de todo eso es parte de ello. Hoy tendría la oportunidad de salvarnos del caos que conspiraba en nuestra contra y debía mantenerme fuerte.
Laura y yo salíamos del edificio donde vivía Erick, lentamente pasábamos cada pasillo y luego al ascensor de nuevo, en cada oportunidad que teníamos mirábamos hacia los lados atentos de cualquier persona, pero el silencio solo se hacía más grande. Sunlight sin duda guardaba muchos secretos.
Una puerta se abrió y de ella emergió una chica con los labios pintados y un esplendoroso atuendo, ella nos sonrío sin realmente reconocernos y siguió su camino a la salida.
Laura y yo continuamos hasta por fin llegar al vehículo de Emy, me apuré a pasarme del lado del conductor concentrado en nuestra siguiente tarea, salvar a Noah.
Empecé encendiendo con las llaves el auto y pronto ya estaba en movimiento, Laura suspiró pesadamente y no dijo nada más. Conduje con cierta prisa por las avenidas vacías de la ciudad en busca de la salida.
Sonreí recordando lo de hace unos instantes, Laura besó a Erick y eso fue encantador. Ella se cubrió el rostro como su hubiese leído mi mente.
El indicador de gasolina aún estaba a la mitad, pronto estaríamos en esa cabaña con facilidad. Nada me hacía más feliz que salvarlo, esta era la oportunidad definitiva.
—Se te cayó esto en los pasillos...— Dijo Laura extendiendo su mano y de ella sacó la cruz de mi madre, mi mente siguió concentrado en las carreteras.
—No me imagino por lo que pasaste— Su voz se esforzó en ser suave y discreta, sonreí ligeramente agradecido.
—Créeme que si pudiera cambiar algo, ya no lo haría— Sus ojos se abrieron indispuestos a asimilarlo.
—Entre todo lo que tuvo que pasar, puedo entender que su alma estaba en paz cuando se fue— Mis ojos seguían fijos y mis manos apretaban el volante ligeramente.
—Yo tampoco lo haría...— Agregó segura de si misma, se giró hacia la ventana contemplando el exterior.
—Nunca los hubiera conocido, tal vez seguiría en esa ciudad sola y deprimida para siempre..— Afirmó, mi mente se concentró en la cruz y esta levitó hasta mi mano despacio, al rozar mi piel pude sentir un pequeño y vivo cosquilleo.
—Amaba oírte rezar en cada comida, nunca dejaste de hacerlo desde que tengo memoria— Mencionó Laura trayendo el recuerdo con nostalgia, el ruido de las llantas permanecía en el fondo mientras seguía conduciendo.
—Dios... ese el centro de mi vida— Mis ojos se cristalizaron un poco recordando aquella frase de mi madre.
—Dan, eres grandioso...— El tramo se hacía extenso y ella me miraba con una sensación de alegría.
—Tú siempre lo fuiste— Giré mi cara hacia ella y le sonreí, Laura asintió con mucha seguridad y los dos por fin logramos salir de la ciudad de Sunlight, dispuestos a visitar la cabaña escondida entre las carreteras, en busca de respuestas.
El cielo comenzó a tornarse grisáceo y pronto las primeras gotas de lluvia se lanzaba sobre el vidrio despacio.
Mis ojos miraron hacia la radio del vehículo y con mi mano la encendí, una linda canción se reprodujo al instante. Mi mente sintió un extraño parpadeo y algo en mi me atraía a concentrarme en aquel objeto.
Seguí conduciendo enfocado en no chocar, pero se volvía inevitable, mis ojos volvían a mirar de nuevo mientras el ruido de la estática irrumpía de golpe.
—Dan, ¿Qué pasa?— Las luces del coche parpadearon ligeramente y el aire se empezaba a llenar de presión, mi pie frenó el vehículo y mi otra mano lo orilló a una esquina de la carretera segura.
—Espera...— Mi rostro se empalmó en la radio con fuerza, el auto seguía prendido con el parabrisas moviéndose de lado a lado.
Mi concentración aumentaba, lentamente se convertía en auténtica fe. Y podía percibir algo en el ruido de la radio detrás de de todo esto.
Mi mano se extendió y mi poder hizo que el volumen del sonido en el vehículo aumentará al máximo. La oscuridad se hacía presente mientras la noche empezaba a caer despacio, el ruido de la estática en la radio poco a poco se transformaba en sonidos intangibles y difusos.
La conexión crecía de forma sorprendente, todo mi cuerpo cosquilleaba sin parar y pronto las luces parpadeaban de forma incontrolable. Laura empezó a levantarse en el aire, junto al resto de objetos en el auto.
Un pitido emergió en el fondo y pronto la estática se transformó en una extraña voz que luchaba por entenderse.
—¡¿M-e esc-cuch..?!— Decía la voz del otro lado, mis ojos se impactaron y mi corazón se aceleró a medida que luchaba por concentrarme.
—Aghhh...— Mi cabeza se retorció un poco ante un dolor en mi frente, sin importar qué mi fe hacía que siguiera.
—¡D..d-da...!— Cuándo escuché esas palabras todo empezó a parpadear más rápido, la presión del aire aumentaba y la lluvia se disipaba por las ventanas con fuerza.
—¡NOAH!— Grité sorprendido, su voz luchaba por escucharse y la sangre empezaba brotar de mi nariz ante el grado de concentración que ejercía.
El líquido levitó junto a todo en el auto y mi mano se acercó más a la radio que enloquecía entre sonidos agudos y graves difíciles de captar.
Las manecillas de los indicadores enloquecieron girando hacia todos los lados, al no escuchar nada más mi corazón latía más y más rápido.
—¡NOAAAAAHHH!— Grité sin remordimiento, Laura estaba preocupada mirando desde arriba.
—¡D-dan, aquí est..!— Su voz seguía la mía y más sangre brotaba de mi nariz con fuerza.
—Sun..sunlight— Reveló al instante, mi cuello cosquilleó y pronto capté lo que trataba de decirme.
—S-alon...— Mis oídos luchaban por escucharlo, pero a cada instante era interrumpido por más estática.
—F-fiest..— Mis ojos parpadearon rápido y todo empezó a llenarse de ruido fuerte.
El auto tuvo una inesperada reacción y aceleró sin control hacia delante, mi mente dejó de concentrarse en la radio volviendo al volante. Mis pies jugaron con el freno una y otra vez en lo que todo estaba levitando dentro del vehículo.
—¡N..nooooo!— Grité debilitándome, el auto estaba por caerse a un barranco y en segundos se detuve quedando a centímetros de este.
Descolgué las llaves y pronto se detuvo, dejándonos varados en el último tramo del barranco.
Todo aquí adentro descendió despacio y mi cerebro seguía concentrado en hacer el auto retroceder, ya que no respondía de ninguna forma.
—Dan... ¡CONCÉNTRATE, VAMOS!— Luché por moverlo con mi poder y este por fin empezaba a responder.
De pronto, algo inesperado ocurrió. Mientras se movía hacia atrás, las luces dentro del auto parpadeaban despacio.
Todo empezaba a congelarse y sentirse distinto, de un momento a otro retrocedimos incorporándonos al sitio donde estábamos antes. No sin antes ver frente a nosotros algo asombroso.
Mis manos abrazaban con fuerza la cruz y está se desprendió comenzando a elevarse lentamente en el aire, situándose en el frente. Se quedó estática levitando durante un enorme rato en lo que Laura y yo éramos conscientes del contexto.
Mi cuerpo comenzó a llenarse de mucha armonía, nuestras mentes apaciguaban sus pensamientos con solo paz, la cruz se movió levitando frente a mi.
Algo en mi trajo cientos de recuerdos, las lágrimas no dudaron en salir y levitar despacio hacia arriba, cientos de sus mejores frases viajaban a la par que imágenes preciosas de ambos sonrientes volvían conectando la mejor parte de mi vida.
—Dan, eres tan afortunado y aún no lo sabes, tienes un don contigo, a alguien que te ama y estaría dispuesto a lo que sea por verte sonreír, tienes a una amiga tan bondadosa que los procuró cuando estaban en peligro y ahora estás frente a mí...—
—Jamás olvides que Dios siempre estará contigo—
—Awwww, eres un gran hijo ¿Lo sabías?—
Entonces lo había entendido todo, para siempre... Ella debía morir, solo así podría cambiar todo, el padre de Noah murió para que él pudiera ser libre, mientras que el policía fue víctima de sus errores, solo existía un modo de acabar esto para siempre, y todos por fin podríamos tener algo de ese destino.
Las luces se apagaron por completo y Laura me abrazó, envuelta en lágrimas. Ambos ahora teníamos un nuevo objetivo en nuestras vidas, uno que perduraría en la fe y nos salvaría.
—Dan... Gracias por todo— Afirmó sonriendo, yo asentí con mi alma segura de si misma.
—Vamos por Noah...— Dije conteniendo mi respiración y sintiendo una fuerte inspiración.
𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑵𝒐𝒂𝒉
Las horas habían pasado y yo seguía varado en este viejo edificio, alguna vez fue un salón de fiestas, pero desde que llegué había notado cuan abandonada estaba esta ciudad. El reloj hacía su trabajo en lo que esperaba a Dan si es que él por casualidad había logrado escuchar el mensaje.
Recorrí todo el lugar pasando entre recuerdos únicos, mis ojos estaban atentos a cualquier persona que no debiera estar aquí. Casi agotando todas mis porciones de alimento llegué hasta este sitio y sé que no estaba del todo seguro.
Me cambié la mochila hacia el otro hombro y noté a lo lejos una puerta extraña entre la decoración abandonada.
Acercándome despacio intenté abrir la manija solo para revelar un extraño cuarto con cientos de espejos en todos los extremos y uno enorme que se situaba en frente.
Este comenzaba a brillar de forma intensa, dando destellos largos a cada minuto, mi curiosidad crecía mientras caminaba hacia él.
Un cartucho destelló de forma inesperada y yo me giré hacia mi espalda, delante mío estaba aquella persona que no creería que pudiera estar apuntándome con el arma.
Donovan sonrío, en sus ropas había un montón de sangre pero todo su cuerpo se había recuperado del accidente casi de milagro.
—Tú fe te delata— Afirmó y se acercó cada vez más despacio.
Mis manos se extendieron, este era todo... Mi posible perdición, no existiría otra forma de salir sin Dan.
—Te equivocas, la tuya te corrompió— Respondí retrocediendo lentamente, el daba pasos más y más cercanos.
—No tienes idea de las cosas que tuve que hacer, solo para por fin encontrarte— Algunas lágrimas salen de sus ojos con fuerza.
—Si eliges matarme, tu padre seguirá como está...— Afirmé caminano más y más hacia atrás.
—Exacto, pero al menos tendré la certeza de que pagaste por ello— Respondió y sus manos seguían firmes delante mío.
—Yo elegí dejarte vivir Donovan...— Su voz me interrumpió entre gritos.
—¡TÚ ELEGISTE MAL!— Su voz se rompió en un llanto errático y se apuntó asi mismo.
Mi cuerpo se acercó ahora, él estaba completamente fuera de si mismo y no podía pensar en que hacer, no podía decidirlo.
—¡YA NO ME QUEDA NADA!— Su llanto fue inevitable, comencé a alejarme de nuevo protegiéndome en cualquier caso.
—Donovan... todavía tienes una última oportunidad— Mi mente seguía inquieta ante lo que pudiera pasar, él bajó despacio la pistola.
—¡Todos perdimos a nuestros padres!— Contuve las lágrimas contagiado por el terrible dolor de decirlo.
—Pero solo es uno es el culpable...— Su fría mirada se posó en mi y retrocedí hasta pegarme un poco en el fondo del cuarto.
—Tú decisión detonó este caos...— Su cuerpo recorrió el extremo del salón despacio y el preparó la última bala.
—Mi decisión... nunca fue mía— Retrocedí apenas sentí la bala emerger y mi cuerpo se abalanzó hacia atrás con firmeza.
El material en el espejo comenzó a deformarse y poco a poco me dió la oportunidad de atravesarlo, la bala lo perseguía y en el último momento perdí mi conciencia en cuánto lo atravesé.
𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑫𝒐𝒏𝒐𝒗𝒂𝒏
Miles de vidrios emergieron en cuánto Noah cayó al otro lado del espejo y la bala destruyó el espejo causando una inmensa explosión.
Mi cuerpo se levantó en el aire afectado por la onda y voló hacía atrás cortándose en algunas partes por el filo de estos.
Mi dorsó se golpeó con fuerza en el piso y la respiración salió sin control de mis pulmones. Los peores dolores emergían de mi ser al sentir como todos los vidrios se disparaban en todas las direcciones.
Con un solo hilo de aliento, me levanté y giré mi vista, el cuerpo de Noah había desaparecido de una forma extraña, no quedaba nada de él. Tomé mi pistola y no tenía más balas, empecé a caminar huyendo del sitio para siempre, seguro de que de cualquier lo había matado.
Un alivio recorrió mi ser a medida que salía de ese extraño salón, hasta que empecé a sentir una extraña sensación en el aire. Mis pies entorpecidos lucharon en el último momento logrando salir de aquel lugar y con mi objetivo cumplido.
𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑫𝒂𝒏
Laura y yo por fin logramos llegar hasta el lugar, yo abrí las puertas del vehículo y salí disparado hacia el edificio con mucha rapidez. Laura intentaba llegar a mi paso, pero mi vida por fin estaba colgando de un hilo.
Pasé los pasillos del sitio, subí unas cuantas escaleras y no lo veía por ningún lado, la creciente preocupación se externaba, pero mi fe se mantenía viva y dispuesta.
Bajé y empujé algunos muebles viejos, mi ser seguía divisando alguna pista de su presencia, Laura por fin había llegado hasta mí con una linterna en la mano.
—Vamos.. yo sé que está aquí— Dije sintiéndolo en lo más profundo de mi alma, la cruz de mi madre estaba colgada en mi cuello.
—Iré hacia el otro extremo...— Laura salió disparada rebuscando entre las puertas, mi rostro perseguía una y otra vez los mismos sitios.
Antes de llegar a una esquina, vi entre todas las puertas del salón una entre abierta. Indispuesto extendí mi mano y entré.
Miles de vidrios adorban el piso, una pistola estaba tirada en el suelo. Una bala incrustada en el centro de todo, en la esquina una mochila negra entre abierta.
Estaba confundido, algo había pasado aquí. Y si podía averiguarlo mejor, empecé rebuscando entre las cosas.
Mi alma se impactó al notar de quién eran, me giré y salí corriendo hacia donde todo empezó.
Laura apareció detrás mío y puso su mano en mi hombro.
—¿Qué pudo haber pasado aquí?— Preguntó y empezó a contemplar el sitio.
Me alejé suspirando y salí del cuarto con mucha prisa, no pensaba rendirme aún, pero tenía algo en mente.
Volví a divisar una puerta entreabierta en todos los demás lugares del salón, me acerqué a ella y entré despacio.
El cuarto tenía un espejo en el frente, cientos de mesas y sillas por doquier, una fuerte luz que iluminaba el centro con mucha coincidencia.
Me acerqué hasta el espejo y empecé a pensar cientos de cosas, no estaba seguro que creer pero si que Noah era el único que sabía sobre esta dimensión.
Mi cabeza se concentró de nuevo despacio, la sangre ya no era parte de mi nariz y estaba muy seguro de que hacer, mi mano se extendió hacia mi reflejo y lentamente comenzó a hacer que este se deformarma y brillara sin parar.
Mi fe seguía siendo fuerte, poco a poco lograba crear este portal hasta que finalmente estaba listo. Mi cuerpo se quedó de pie mirando mi reflejo atenuado.
—Noah... lamento mucho no haber confiado en ti y haber arruinado todo— Dije mirando mis ojos aturquesados.
Mi mano se extendió de nuevo y acercó hasta el material deformado, comenzando a atravesarlo con lentitud, era como meter el brazo en agua.
Alejé el brazo y retrocedí un poco, de cualquier forma, tal vez el está aquí y yo solo empeoraré más las cosas. Es tan díficil decidir.
Toqué mi cruz despacio y empecé a sentir hacia que me guiaba Dios que hiciera, demoré minutos pero poco a poco comprendí todo.
Miré hacia el frente por última vez y no dije más, solo esperé y esperé...
Un destello irrumpió de golpe y en él se reflejó el cuerpo de Noah, mis ojos incrédulos soltaron miles de lágrimas.
Me quedé observándolo, todo parecía una enorme metáfora.
Dos de nuestras realidades colisionaban ante un reflejo, de un lado se hayaba la verdad y del otro lo desconocido. Él de un lado y yo del otro. Contemplando nuestro rostro en una ventana que perseguía las creencias más valiosas de cada uno.
Sonreí y congelé el tiempo de forma inmediata, su cuerpo se aventajó y cruzó el espejo. Volviendo hasta donde yo estaba y desmayándose.
—Noah..— Mi voz se rompió en cuánto lo sintió, el espejo permanecía iluminado.
Su cuerpo descendió y lo sostuve entre mis brazos, sus ojos se abrieron de forma inesperada y miraron los míos.
Mi poder nos hizo levitar a ambos y encontrarnos frente a frente, él sonreía como nunca en toda su vida.
—Dan...— Sus brazos me rodearon el aire, con la gravedad invertida y todas las mesas levitando.
El abrazo se transformó en un dulce y suave momento que perduraba congelado en el tiempo, ambos por fin nos habíamos reencontrado después de tanto por lo que pasamos.
Mis labios se unieron a los suyos de forma fuerte, danzando y sintiendo mil cosas en mi corazón. mis manos sintieron su cabello y su piel de forma impresionante.
Era él, aquel que inundó mi vida y la cambió para siempre. Él que estuvo dispuesto a perderlo todo para seguir en mi lado y quién jamás se dió por vencido a pesar de sus errores.
—Gracias por salvarme— Dijo entre susurros intactos, el abrazo proseguía eternamente.
—No, gracias a ti por salvarme— Nuestras miradas se juntaron de nuevo y recorrieron un mar de recuerdos increíbles que solo él y yo conocíamos.
Mi corazón latía de forma increíble y así mismo generaba mariposas, adrenalina y un sin fin de sensaciones vívidas en mi.
Sonreí por fin, mi fe había respondido en tantas ocasiones y gracias a ella tomé las decisiones exactas, era por fin tiempo de volver a ser nosotros.
~~~~~~~Fin del Capítulo~~~~~~~~
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