Capítulo 19: (Histeria)
🔥
𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑫𝒂𝒏
Enloquecer, perder todo sentido humano entre tantos caminos, la histeria es nuestro último obstáculo antes de llegar a la realización, ese segundo donde sabes que ya todo va a quedar bien y una pizca pequeña, tan pequeña que no crees relevante, comienza a alimentarse de tus miedos, antes de siquiera moverte ya se empezó a desplazar por todo tu cerebro mezclándose entre tus neuronas y ha creado caos, un caos que no podrás reparar, quizás este sea el origen de la ansiedad, entre la pureza de la nieve, hay un objeto que estorba, ruédalo por mucho y tendrás una bola de nieve, sigue haciendo que avance y crezca y tendrás un problema, déjala caer y ¿Qué pasará?
Supongo que lo sabes, no podré interpretarlo igual que tú, pero sé que cada individuo tendrá una opinión diversa, desde peligro, hasta algo que debía pasar, no sé definir en mi caso que representa, pero quiero que lo tengas contigo y nunca lo olvides.
Y bien, no puedo decir que el caos se encuentra en estos momentos, porque ha pasado todo tan rápido, el ente arrastró cruelmente a Noah lejos de mí, el televisor se reventó sin piedad haciendo que mi cuerpo cayera al piso con fragilidad, ahora no podré salir de aquí, no volveré a ver a mi mejor amigo y tal vez muera pronto, solo necesito tus respuestas, solo quiero que me alientes, no sé como c*rajos seguir, todo ha sido un verdadero infierno para ambos.
Se escuchan unos pasos que retumban en el suelo, mi vista está postrada enfrente paralizada, perdida de alguna manera, sus pies llegan hasta mí, no sé a quién esperar en esta sala de espera.
—Pobre e ingenuo Dan...— Murmura una voz grave detrás mío, no puedo girarme, no pienso hacerlo, tampoco estoy seguro de quién sea.
—Supongo que terminaste aquí por una razón...— Agrega y algo presiona mi cráneo, al sentir el objeto cierro mis ojos.
—Mátame si quieres... quizás lo merezco— Susurro presionando mis párpados, el frío se está disipando, sumado a la tensión.
—¿Y hacer lo mismo que ustedes con mi padre?— Dice alejando el arma despacio, suspiro.
—Quizás solo quizás, algún día te disculpes por lo que hiciste— Su voz suena más molesta y él da pasos cortos hacia atrás, deslizando ahora el arma por mi espalda.
—¿Importa? Tú ni siquiera eres real... Donovan— Respondo con ira, abro mis ojos y giro mi cuello con suavidad.
—Esta dimensión, solo quiere que enfrente mis temores, pero estoy tan harto de eso ¿Qué tal si muero? Me quedaré aquí para siempre, o tal vez reencarne, o no pase nada...— Donovan me interrumpe con una patada fuerte en mi espalda, mi cuerpo se retuerce con mucho dolor.
—¡SILENCIO! Dan, no parece que lo entiendas llegado a este punto, TÚ ERES EL PROBLEMA— Me quedo quieto reflexionando al oírlo decir eso.
—Mira lo que le has hecho a Noah ¿Vas a seguir justificando tu necedad solo para salir de aquí?— Contengo mi ira, él tiene un punto.
—Sigue presionando... y te romperás— Mi corazón palpita con fuerza, las palabras de Donovan finalmente caen en cuenta con anillo al dedo.
Donovan vuelve a poner el arma en mi cuello y su rostro se afila acercándose al mío con mucha fuerza.
—Seguro que ahora entiendes lo que se siente perder a alguien que amas— Agrega, miro hacia abajo arrepentido.
—Sabes... Tengo un don que no dudaría en usar contigo— Digo con una sonrisa macabra, estoy recobrando el sentido de todo.
—Un don que desperdicias matando gente, robando, huyendo, destruyendo, para proteger a alguien que al final traicionaste— Aprieto mi mandíbula sintiendo un intenso enojo.
—Que manera tan linda de honrar a tu madre— Dice él burlándose, en ese momento me levanto de forma inmediata gracias a mi poder, con un rostro retorcido y sonriente me acerco lo más que puedo a sus ojos.
—Tu padre no debía morir Donovan... pero él hizo su elección, para empezar...— Le arrebato el arma con mi poder y sin concentrarme.
—Él irrumpió a nuestro domicilio señalándonos de culpables, le disparo al padre de Noah, intentó dispararme antes, incluso tú...— Extiendo mi mano con fuerza y su cuerpo se levanta ligeramente del suelo atrayéndose con la gravedad hacia mi.
—Tú querías matarme y lograste dispararme ¿Soy yo el de la histeria?— Su mirada se engruesa en angustia y reflexiona, por primera vez recupero la cordura y chispa que tenía antes.
—Tú... has hecho tu elección, pero no me preocupo, por qué...— El frío entra por todos los lados de la desordenada sala de espera mientras Donovan se esmera en terminar la frase.
—Pagaste el precio de eso, con tu madre...— Dice por fin y yo desprendo con fuerza su cuerpo, en ese preciso segundo, todo el cuarto se llena desde atrás hacia él de hielo, me alejo lo más que puedo y lo veo claro.
El cuerpo de Donovan se abandona con las piernas hincadas en el piso, el hielo llega hasta él cristalizando en cientos de partículas frías cada parte de él, el arma queda varada a un lado suyo y todo el lugar se está congelando, haciendo su camino hacia mi.
No pienso más, Donovan se ha quedado hecho una estatua y lo mismo me pasará, corro sintiendo apenas la debilidad de sus patadas, cruzo un estrecho pasillo y llego hasta unas escaleras, todo está crujiendo de forma fuerte y se está congelando más y más.
Mis pies hacen su mayor esfuerzo, recorro cada escalón con mucha histeria, luchando porque el hielo que está creciendo no toque mis talones.
Las escaleras se hacen eternas, es imposible no cansarme, presiento que llegaré al segundo piso pronto, me estoy apurando y siento que el hielo está cerca....
Pego un brinco antes de por fin pisar el suelo de este segundo piso, a mi frente hay cientos de puertas cerradas con frases que apenas puedo leer, comienzo una por una y ante la presión, ninguna que yo deseo abre, el seguro está colocado del otro lado, el hielo por fin llega hasta arriba, con desesperación extiendo mis manos y a punto hacia cualquiera, cierro mis ojos concentrando y la fuerza de mi poder se desprende por fin haciendo que esta se abra, sin más me lanzo, no llegaré hasta las escaleras para subir.
Suplicando que no pase, empujo la puerta azotando el marco y sellando al instante la entrada del frío, parece funcionar porque no emerge más y todo el sitio se mantiene en su temperatura normal.
𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑵𝒐𝒂𝒉
Me pongo de pie mirando a cada rincón del sitio en donde me ha traído ese ente, no hay señales de él, pero parece un grandísimo cuarto con una puerta en la esquina y cientos de televisores apuntando hacia mi.
Respiro tratando de calmar mis nervios, cada televisor está apagado y apenas puedo ver, intento ser fuerte y caminar hasta la puerta que yace cerrada.
No abre cuando giro la manija, irónicamente me pasa en los peores momentos, no pienso golpearla, no si esa cosa sigue rondando por aquí, recuerdo al ente y me pongo con mucho cuidado de cunclillas revisando cada rincón, el hecho de que no lo note después de que me arrastró hasta aquí es raro.
Recorro cuanto más puedo sin señal de movimiento, sin otra solución me acerco a uno de los televisores, tal vez, solo tal vez, Dan tenía razón sobre ellos.
Mis dedos pasan por los botones de atrás y lo presionan, el televisor de enfrente es pequeño y idéntico al de la sala de espera.
Una estática confusa y el ruido blanco emergen, intento no mirar demasiado la imagen, pero me siento llamado a hacerlo, no teniendo otra opción decido pasar mis ojos en los pixeles, estos comienzan a aclararse forman un video extraño.
El vídeo es del departamento de Laura, en él nos vemos Dan y yo bailando mientras limpiamos.
—But now i'm fineeeeee— Grita el Dan de la imagen y da un gran salto cerrando sus ojos, levita gracias a su poder.
—But that's a Lieeeee— Dice ahora mi voz y aparezco en el video acompañando su cante, se da un giro de 360 grados.
El televisor se apaga de forma inesperada, antes de que el resto pueda producir, siento unos escalofríos pasar por mi cuerpo. ¿Por qué ví eso?
—Tranquilo, tu poder nos puede proteger...— La voz de Dan hace eco en el sitio y la sigo hasta encontrar un televisor encendido, proyectando la imagen del departamento de Laura de nuevo.
—¿Y si no funciona?— Responde el Noah detrás suyo.
Desesperado por este extraño sentimiento decido apagar este televisor, esto me está atemorizando, siento el sitio llenarse de una aura rojiza casi al instante.
—¡No se irán de aquí!— Grita a lo lejos otra voz, me giro sin saber que hacer y busco de donde proviene el sonido.
La iluminación de otro televisor proyectando la imagen de la fiesta me impacta, Donovan está en ese video apuntándole a Dan con el arma.
Corro a apagarlo golpeando con fuerza el botón, pero otra voz irrumpe detrás, juro que es de otro televisor.
—¡Dan, por favor no dejes que nos hagan daño!— Mis pasos atraviesan todo el inmenso sitio y alcanzan el botón de apagado del televisor.
—¡Dan estás vivo!— Me sorprende una vez más otra voz lejos de mí.
—Está bien, yo hubiera hecho lo mismo, si sospechaba, pero Dan, no es lo que tu madre te enseñó a ser...— Me giro, hay dos televisores reproduciendo esos recuerdos.
—Mi madre... está muerta Noah— Una por una se comienzan a encender, cada televisor trae un recuerdo más y más extraño del mundo real.
—Dan, nunca he conocido a Laura...— Comienzo a girar a todos lados, las voces se están acumulando.
—¡dios! ¡Noah, bájale a eso!— Regaña Laura en otro video, esto es un caos
—¿Sabes? Tienes razón, no nos hemos divertido desde hace mucho...— Coloco mis manos sobre mi frente e intento pensar.
—Dan, salimos de moonlight hace días, ahora estamos en una carretera hacia Noon, ahí está ella... — ...
—Nos volvemos a ver — La voz de mi tía en otro televisor crea una tensión extraña
—¡USTEDES LO PROVOCARON!— Grita Dan entre todo el ruido con los televisores, me tiro al suelo sin soportar más los cientos de televisores hablando.
—Sabe bien como termina esto, deje de resistirse...— Mis ojos se abren ese momento, todas las teles regresan con estática y un ruido blanco sumamente fuerte, este mismo sonido se agudiza hasta crear un pitido irritante que me entorpece.
Los televisores dejan de escucharse en mis oídos, solo se ve la misma estática vacía en cada uno.
𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑫𝒂𝒏
Miro hacia delante siguiendo aún más esta pesadilla, frente a mi hay cientos de espejos, en todos me puedo ver por que apuntan en mi dirección.
Suspiro, tengo que mantenerme firme o la histeria regresará, camino en dirección a ellos y veo como han formado un camino que será díficil de atravesar con los miles de reflejos que se forman.
Me concentro en el primero que tengo frente a mí, paso mis dedos y hago emerger mi poder intentando lograr que estos se conviertan en el medio para viajar, pero no sucede nada, el material se queda estático y mi reflejo idéntico.
Miro hacia mi reflejo con atención, este es el Dan que ahora existe, este soy yo, me permito reflexionar ¿Cómo es que esta persona puede siquiera estar aquí de pie?
—Tú y yo, somos tan parecidos...— Dice otra voz detrás mío, niego confundido, no puede ser esto verdad, no es...
—Lástima que tú seas el egoísta— Sonríe la persona que está frente a mi, me rompo la cabeza incrédulo
—Pero que...— Mi reflejo comienza a moverse dentro del espejo desincronizado conmigo
—Llámame loco y verás...— Perplejo me intento alejar del espejo al escucharlo seguir hablando.
—Tranquilo Dan... Solo sígueme— El reflejo se va corriendo y pasa entre espejos dejando espacios vacíos por doquier.
Sin más remedio corro encaminado a la perfección por los espejos, estoy consciente del espacio tan peculiar que encapsula el edificio, pero no tengo más remedio.
Veo al fondo otra puerta, mi reflejo está corriendo intentando guiarme directo hacía ahí, está desfasado a mis pasos y cerca de llegar, varios escalofríos recorren mi cuerpo con severa angustia.
—Noah está cerca...— Dice el reflejo llegando al último espejo, verlo desfasado es inquietante, pero más que actúe y se parezca a mi, escuchar sus palabras me calma momentáneamente.
Paso mi mano por la perilla y esta puerta si abre, desde mi ángulo estoy viendo algunos sillones y dibujos de las paredes hacia el otro cuarto, mi reflejo sonríe ligeramente y señala que siga.
—Tu amado te espera, anda— Guiña el Dan del espejo y ahora yo correspondo, atravieso confiado la puerta y la oscuridad que me aguarda es mucho mayor.
Este último sitio es pequeño, en uno de los sillones hay una abolladura, enfrente una silla más costosa, a los lados dibujos de parecen pacientes, en la esquina un escritorio con notas por todos lados.
Suspiro, nuevamente está pasando, todo es una completa locura, decido sentarme en uno de los sillones a respirar y recuperarme.
Unos pasos nuevos abundan de enfrente, solo los escucho, pero no veo a la persona, empaño mi vista con concentración y sigue sin verse.
—Usted, no debería estar aquí— Susurra la voz de un hombre proveniente de mi mente, cierro mis ojos sintiendo dudas complejas.
—Todavía... no está listo...— Complementa y me levanto de prisa, sigo mis pasos hacia donde sabía que venían los ruidos, de mi lado izquierdo muy escondido, hay una última puerta.
Me acerco hasta ella y veo la perilla, sintiendo como este instante no puede ser peor, algo me llama a abrirla, puedo sentir que hay un precioso chico del otro lado.
Lo hago, sin mirar más hacia mi pasado, sin pensar, solo estando seguro de hacerlo.
La puerta se abre cuando descuelgo el seguro, el escenario que se revela es impresionante, casi más que todos los que he visto.
Noah está en medio, rodeado de cientos de televisores que emanan luz con su estática, el sitio es inmenso y contenido de forma circular, arriba hay varias ventanas y libros que levitan.
—¡NOAAAAAAAH!— Grito corriendo con mis pulmones a flote hacia él, me cuelgo de su cuerpo y lo abrazo tan fuerte, que casi lo tiro.
—¡OH DIOS MIO, DAN!— Varias lágrimas quieren emerger de sus ojos, contengo el sentimiento tan bello y nostálgico.
Unos recuerdos tan majestuosos regresan a mí, él y yo de la mano, jugando juntos, huyendo, charlando, bailando, cantando, discutiendo... y al final aquí...
El caluroso abrazo por fin alivia mis pesares, dejando que nos separemos un poco.
—Ahora si, todo está bien conmigo— Sonrío esparanzado, él no luce muy entusiasmado.
—Yo también, lamento enserio haberte dicho eso, creo que al final tenías razón— Su vista va hacia el piso y yo tomo su mano con suavidad.
—Lo lamento tanto Noah, creo que no puedo sentirme más estúpido que ahora— Me inclino hacia su rostro y sonrío, como si este fuerte aprecio opacara los problemas.
—Dan... gracias, pero debemos irnos— Sonríe ligeramente y yo me separo de su rostro.
—Extrañaba que dijeras eso...— Menciono con una sonrisa magistral, acompaño el momento sotestiendo aún su mano.
Las teles emiten el ruido intenso de nuevo, permitiendo a Noah y ami sentirnos preocupados otra vez.
Poco a poco, éstas se encienden y apagan sin parar, creando un mar de ruidos extraños y luces parpadeantes, la gravedad comienza a alterar objetos pequeños haciéndolos sobrevolar.
Un estridente ruido crea interferencias sin cesár y las imágenes comienzan a revelar un escalofriante rostro que ambos hemos visto antes.
Pongo a Noah detrás mío sabiendo que debo protegerlo y observo con detenimiento las pantallas, listo para usar mi poder.
El tiempo decae volviéndose más lento y no dejando que nos alejamos, poco a poco sale un brazo de oscuridad y va liberando la forma del ente por partes.
El ente sale por completo justo enfrente de nosotros y se queda pasmado, Noah está aferrado a mi espalda y yo extendiendo mi mano justo enfrente suyo.
El ente emite cientos de sonidos y comienza a moverse de forma espasmódica, haciendo que cada paso sea más temeroso.
Una extraña melodía sale de algún lado y es nostálgica, a medida que siento que el ente atacará me preparo, con todas las fuerzas que pueda hacer brotar de mi poder.
Este extiende su brazo y los dos corremos sabiendo que es demasiado poderoso, atravesando cada tele y a punto de llegar hasta la puerta.
El tiempo se relentiza cada vez más y es como avanzar en agua, Noah y yo no podemos correr más, no estamos perdiendo entre el tiempo.
El ente tuerce ligeramente su brazo y sentimos nuestros cuerpos moverse de vuelta haciendo todo lo de antes pero en reversa.
La sombra del ente crece y se hace más aterradora, Noah es arrastrado primero hacia él y levantado del aire, el ente retuerce sus garras y da pasos lentos, precisos, listo para hacerle daño a él.
El cuerpo de Noah es embestido por una extraña energía roja, este se retuerce gritando y yo corro hasta el creador de este mal.
La melodía se transforma en una horrible pesadilla, de la que no huiré más, haré lo que él siempre me dijo, enfrentarlo.
Mis manos se extienden mientras el aire es expulsado por el ente y el cuarto se comienza a congelar, esta es mi única oportunidad, este es el momento de acabar para siempre con él.
Esto es lo que ocurre, mis piernas se abren y extienden, mi pecho se coloca en postura, mi rostro arquea con fuerza sus cejas y mis labios se aprietan, mis pupilas se quedan fijas en el ente concentrándose por un momento y haciendo que el tiempo se relentice como lo hizo él.
Mi mano se extiende con mucha sincronía, mis dedos se abren y permiten que todo su poder crezca, una vibración se presenta en estos y seguido una fuerza emerge revirtiendo de forma increíble la gravedad, todos los televisores levitan con rapidez, el suelo comienza a tronar ante la presión del aire, las ventanas de arriba se rompen en cámara lenta y de ella los vidrios comienzan a unirse y levitar directo hacia el ente.
—¡AHHHHHHH!— Pego el grito definitivo y más desgarrador de toda mi vida, todo comienza a sobrevolarse y hacer un torbellino que golpea al ente sin piedad.
De mi frente el cabello se levanta y crea un campo gravitacional tan inmenso que atraviesa el sitio hasta llegar a la criatura envolviéndola con todas sus fuerzas y forzándola a dejar a Noah.
El instante más épico ocurre, cuando me acerco al ente debilitado, ese corta sus respiraciones y se esmera en seguir de pie...
—Se acabó...— Afirmo, el ente se descompone ante la fuerza descomunal que sobre sale de mis dedos, haciéndolo gritar.
La criatura se transforma en una estática y se guía hasta dentro uno de los televisores que levitan entre el cielo.
Sonrío maléficamente, cierro mis ojos y presiento su origen, encerrada entre uno de estos está, cierro mis dedos y todos los televisores se quiebran creando cientos de luces y chispas que botan los circuitos, la gravedad regresa haciendo todo descender.
El cuerpo de Noah cae justo en mis brazos con suavidad, este se encuentra a salvo.
—Noah ¿Te hizo daño?...— Miro sus ojos acomadándolo con cuidado.
—E-stoy bien, wow Dan, mataste a esa cosa...— Dice con una carcajada, miro todo el lugar y me siento orgulloso.
—¿Te sientes bien...?— Pregunta, por alguna extraña razón estoy más que de acuerdo en esa pregunta.
—Estoy bien— Respondo, el se pone de pie con cuidado y los dos miramos de nuevo.
—¡NO PUEDO CREER QUE ENSERIO LO LOGRAMOS!— Ambos festejamos conmocionados.
—NI YO, NOAH ESTO ES... DIOS MÍO— Sonrío totalmente inspirado.
Un pequeño temblor invade el piso, sumado a esto un tambaleo nuestro.
—Noah, es hora... de volver a nuestra realidad...— Digo tomando su mano.
~~~~~~~Fin del Capítulo~~~~~~~~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top