❄️

𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑫𝒂𝒏

Unión, lazo, todo esto me trae tantos recuerdos, es como si repitieras una canción cientos de veces y no te cansaras, la sensación es físicamente inolvidable, nunca me olvido de él, nunca me olvido quién soy cuando estoy a su lado, nunca crezco demasiado para dejar de entenderlo, nunca dejo de pensar en cuanto vale lo que creamos, nuestra amistad, es única, es nostálgica, es esperanzadora.

Nunca imaginé sentir algo así por alguien, nunca creí que siquiera podría durar tanto con compañía, es mi mundo, y amo ese mundo. Cuando él y yo éramos niños, siempre se hacía el fuerte, siempre jugábamos en el patio de mi madre, ella lo adoraba tanto, lo trataba como su segunda madre, él se sentía feliz a su lado, mientras su padre se perdía en la oscuridad, lleno de resentimiento, de crueldad, él nunca me invitaba a su casa, su padre siempre actuaba de forma hostil cuando me veía y de imaginar todo lo que le hizo mientras cuando llegaba a casa, me hiere, la madre de Noah se fue apenas su padre comenzó a actuar de forma cruda e incorrecta, mi mamá actuaba preocupada todo el tiempo, ella intentó meter cientos de reportes de la situación, pero no ayudaban en mucho.

Noah quizás nunca fue feliz, pero siempre actuaba en su contra, desobedeciendo y arriesgándose incluso más que yo, la amistad es así a veces, pero mi vida fue distinta, empezó a perder su sentido periódicamente, mientras me esforzaba por mantenerme a flote, quizás por qué creí que hacia lo correcto, pero solo robaba, mentía, engañaba, con mi poder pude tomar decisiones que valieran más la pena, y aquí estaba.

Abreacción, una catarsis invasiva de emociones profundas, un estado más de conciencia, un portal incluso más complejo que el lado introspectivo de la psicología, un hecho que cambiaría en definitiva lo que soy.

En estos momentos habíamos liberado una fuerza que jamás imaginamos podría ser fuente del mal de esta dimensión, de una forma ligeramente aterradora y peculiar, ambos yacíamos sentados en el suelo observando lo que se formaba lentamente.

𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂𝒅𝒐𝒓

La luz parpadea ligeramente, el televisor se enciende y apaga constantemente, poco a poco se forma una sombra inmensa, que va llenando la sala de oscuridad y estática, cientos de partículas ascienden mientras este se crea, una inmensa nube se forma en su espalda y todo se llena de frío.

La temperatura desciende al punto de congelación y el ambiente entero se comienza a llenar de hielo congelado, mientras lentamente el ente se acerca con una mano estirada, de sus manos una energía oscura apunta hacia Dan y se acerca lentamente, creando terror y preocupaciones.

Noah se levanta del sitio apurado e intenta interponerse, pero el ente extiende el otro brazo, creando una fuerza que lo empuja tan lejos y lo arrastra hacia uno de los cuartos sin piedad.

—¡¡¡NO TE ACERQUES A ÉL!!!— Grita Noah desgarrando su voz e intenta apurado caminar hacia la puerta, el ente se gira y observa, con su simple y oscuros ojos brillantes, la puerta se azota con fuerza y se comienza a congelar tan rápidamente y con tanta magnitud que le es imposible salir.

—¡DAN, CUIDADO!— Dice Noah del otro lado, encerrado y golpeando el hielo sin control.

Sin más, el ente se gira hacia Dan y lentamente comienza a acercarse, con su brazo extendido y aventajándose de su fuerza, cientos de luces parpadean y la batalla interna comienza.

—¡¿Quién eres tú?!— Grita Dan muerto de miedo y sentado en el suelo, con impaciencia se aleja cada vez más de él

El ente comienza a dar pasos ruidosos por la sala y queda justo enfrente suyo.

Dan lo mira un par de segundos y luego cierra sus ojos un momento.

El ente estira su brazo de nuevo y todo el cuarto comienza a perder su gravedad, mientras ahora ejerce una pronunciada rotación, las cosas dentro del departamento salen hacia todos lados.

𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑫𝒂𝒏

Mi cuerpo asciende mientras siento como todo el sitio se vuelve oscuro y frío, cientos de malos recuerdos invaden mi mente y comienzo a llorar, en una batalla interna por recuperar mi cordura.

En ese instante, abro mis ojos y comienzo a perder el temor, pues recuerdo que también tengo poderes, recuerdo que tengo una magnitud de control que aún no conozco y comienzo a concentrarme en él.

Lentamente, las vibraciones recobran mis manos, mi mirada se fija con fuerza y puedo sentir como está por hacerme algo, cuando mi cuerpo entero se detiene, las cosas se detienen lentamente, todo se paraliza en ese momento tan impactante.

Con delicadeza desciendo, observando como he logrado detener el tiempo, como antes, el ente está pasmado y preso en este preciso periodo, con su mano estirada, yo me apuro a pisar el suelo y correr hacia la puerta en donde Noah se ha quedado atrapado.

Puedo sentir como con mi concentración logré mantenerlo a él al ritmo, el hielo cubre totalmente la puerta, al golpearla es inútil, extiendo la otra mano observo cada trozo del petrificado frío atento.

Este comienza a quebrarse llegando a un punto la puerta entera es empujada hacia atrás y se desprende del marco.

La madera se cae con fuerza y Noah corre asustado hacia mi.

—¡Dan! ¡¿Estás bien?!—  Grita desesperado y me abraza, su rostro está frío y su cuerpo también, observo ligeramente la habitación en la que se quedó encerrado, está cubierta completamente de hielo y el frío es aún mayor cada instante.

—Sí lo estoy, ¡Vámonos!— Me giro soltándolo y corro hacia la sala tomando su mano.

Los dos contemplamos al ente detenido en el tiempo durante unos segundos y empujamos la puerta con fuerza de la entrada.

—¡Está congelada también!— Dice con mucha preocupación, de nuevo intento extender mi mano y con mi poder concentrado empujarla hasta quebrarla.

La madera se desprende del marco otra vez y desciende quebrándose juntos con los cristales, él y yo salimos desesperados del departamento cruzando el pasillo.

De pronto una de las luces parpadea intensificadamente, un ruido agudo recorre mis oídos y un fuerte dolor de cabeza irrumpe, haciéndome descender ligeramente todo mi cuerpo durante unos segundos.

—¡Arrgggh!— Digo y un líquido rojo gotea en el suelo, con delicadeza toco mi nariz y la siento húmeda, pongo mis dedos frente a mi y observo la sangre que acaba de salirme.

Noah regresa y me intenta levantar, de forma instintiva, comienzo a sentir debilidad en mi cuerpo, a su vez, la fuerza de mi poder comienza a recobrarse, generando que el tiempo regrese a su estado anterior.

—¡Usaste demasiado tu poder, vamos Dan, ya casi llegamos a las escaleras, avanza!— Dice Noah y yo siento un mareo ligero, uso mis fuerzas en mantenerme de pie y seguir corriendo cuánto puedo y los dos bajamos a prisa cada escalón.

—¡Corre, pásame la llave!— Agrega llegando al último escalón, yo toco mis bolsillos y la extraigo, el ruido regresa, incluyendo el dolor de cabeza, la sangre corre con más fuerzas por mi nariz y no puedo más.

—Noah, no puedo usar más el poder, el ti-tiempo regresará...— Le digo y me concentro ligeramente, el aire junto a sus partículas se dispersan y todo lo que se ha detenido está regresando a su ritmo normal, junto al ente.

—¡No puede ser, HAY QUE APURARNOS!— Dice tomando mi mano y avanzando a la salida de los departamentos con total escalofríos.

Afuera comenzamos a buscar el auto a todo pulmón, él llega hasta la meta y los dos nos metemos, sin pensarlo demasiado coloca la llave y presiona el acelerador creando una fuerza de gravedad que nos impulsa con muchísima fuerza hacia atrás.

El auto avanza camino en las calles de Moondark a una velocidad nunca antes alcanzada y los dos desperados por encontrar otra salida.

—¿Qué rayos fue eso?— Le digo sintiendo el ambiente más frío, los dolores continúan con más calma y él conduce avocado en la salida de la ciudad.

—FFFFF...— Suspira soltando un aire con vapor ligero, nuestras miradas se unen unos segundos y el silencio lo dice todo.

Noah no sabe que decir, pero puedo estar más que seguro que los dos nos sentimos igual, desesperados, por estar en nuestras vidas normales, angustiados por recuperar la poca cordura y esperanza que queda, es pesimista pero real.

—En unos minutos saldremos de la ciudad, no sé ni a dónde iremos, pero me siento mejor de haber escapado a tu lado— Dice un poco cabizbajo, su mirada sonríe ligeramente y se mantiene tierna.

—Yo también— Le digo y sin pensarlo paso mi mano por su espalda y le doy una ligera palmada, él sonríe y el momento se calma un poco después de tanto sucedido.

—Logramos contactar a Laura... Eso quiere decir que estamos oficialmente en otra dimensión, y hay un puente hacia la suya— Admito despiadado, él lo piensa unos segundos.

—¿Crees que el tiempo avance diferente, al menos aquí?— Se atreve a preguntar, yo asiento con curiosidad y miro hacia el vidrio.

—Tal vez...— Reconozco mientras contemplo un escenario completo y diferente de vegetación en movimiento.

El cielo sigue púrpura, por alguna razón las nubes se mueven más rápido y se siente particular, los cientos de plantas que adornan la carretera de salida a la ciudad son brillantes y aturquesadas, hay un montón de flores amarillas y negras que apenas logro distinguir con la poca luz del entorno, se siente magnífico, aunque no bien, es tan, vívido para ser un sueño, y tan falso para ser una realidad nueva. Al atravesar la carretera y el cartel por fin estamos fuera de Moondark, tal vez sin rumbo, tal vez, si sentido, pero aquí estábamos, por alguna razón.

—Oye, no he sentido hambre o cansancio desde que desperté, ¿crees que eso signifique algo?— Arqueo la ceja escuchando la pregunta y me encojo de hombros nervioso.

—Yo solo sentí dolor, pero siento que estoy mejorando poco a poco— Revelo me giro hacia la ventana

—Dan, tal vez no sea un perfecto lugar, pero por alguna curiosa razón, me gusta esta atmósfera solitaria, sigo preocupado por esa cosa en el departamento de Laura— Me giro ahora hacia él y lo contemplo unos segundos.

Su rostro despabila inocencia, seguridad y tranquilidad, a pesar de que hace minutos estábamos por morir, lo que me deja inquieto.

—¿Recuerdas lo que te dije? Juntos hasta el final, descubriremos esta dimensión y lo enfrentaremos con mis poderes... Tranquilo— Menciono cerrando toda respuesta contraproducente y tomo su mano con delicadeza, se siente cálida y suave.

El mira hacia el frente, sus ojos se abren un poco más y puedo jurar que vi sus mejillas teñidas de rojo, el no dice más y puedo sentir como la carretera me deja pensando.

Los minutos pasan más y más acelerados, al igual que el vehículo, yo contemplo el tramo de la carretera que hemos alcanzado, está rodeado de altos árboles brillantes en sus matices, algunas luces pequeñas que juraría son luciérnagas se apegan a la oscuridad en todos lados.

El frio del lugar se ha controlado, llegando ahora a temperaturas normales, con más humedad, no hay mapas cerca, no hay más carteles, solo nosotros dos guiándonos a algún sitio.

A lo lejos observo una curiosa cabaña con ligera iluminación y me giro emocionado, pegándole al hombro de Noah

—¡Noah! ¡Mira!, una cabaña, ese camino en los bosques, conduce hasta ahí— El centra sus pupilas en la desviación que no está pavimentada por completo y se orilla lentamente hacia ella.

—¿Crees que haya más personas cerca?— Pregunta un poco angustiado mientras el camino es largo y más inóspito, el brillo de los árboles facilita no perderse.

El logra alcanzar la mitad de camino, cuando unas ligeros goteos se escuchan en el techo del auto, miro hacia arriba y aumentan, está chispeando, no tardará en llover.

—Espero que lluvia no tenga ácido o algo así— Suelto como chiste y Noah no responde, se nota mucho más abrumado.

La cabaña está casi frente a nosotros, por fuera se puede notar mucha madera y algo de rusticidad en el diseño, pero puede ser comfortable, aunque no tengo las esperanzas más vagas y temerosas ahora.

Noah apaga las luces del vehículo sin preguntar nada, se acerca más despacio e intentando no hacer demasiado ruido, estaciona el vehículo entre la vegetación.

—Dijiste que yo estaba a cargo a partir de ahora ¿Cierto?— Pregunta dudoso

—Por ahora, te cederé el cargo, si— Río ligeramente

—Entonces evitemos hacer ruido, entraremos lo más sigilosos posibles, por si encontramos algo...— Emite y su voz se nota desconfiada.

—Vamos...— ...

Los dos abandonamos el vehículo y damos pasos lentos hacia la puerta de la cabaña, Noah se tropieza con una caja y desciende haciendo un montón de ruido.

—¡Mierda! Lo primero que dije— Se ríe avergonzado, el toma la caja y la mueve, con su otra mano sujeta la perilla de la entrada y cuenta mentalmente.

Noah suspira pesadamente y jala hacia a un lado, la puerta por supuesto, abre, los dos nos sorprendemos y intentamos no hablar más, al abrir nos encontramos con un sitio de gran calidad.

Luce tan hermoso, con algunas luces iluminando de forma tenue el techo, muebles de madera y por supuesto, ni una señal de personas, todo está tan ordenado que de alguna forma me provoca miedo, hay una cocina muy pequeña en la esquina, un desayunador de mader y un sillón rústico alargado, un televisor muy pequeño y algunas revistas, el ambiente sigue siendo nocturno.

—¿Es seguro?— Susurro encendiendo el resto de luces, Noah no responde y se aleja hasta la parte trasera, observando un alargado terreno cubierto de cultivos brillantes, recorro el resto del pasillo y veo el baño, muy modesto y sencillo, comienzo a calmarme.

—Creo que estamos bien por ahora— Dice una voz detrás mía y me provoca un gran susto de muerte.

—¡¡AAAh!! Oye, tranquilo— Aviso desprevenido y suelto mi respiración sintiendo aún como mi corazón late fuerte.

—Lo siento, estaba checando el...— Dice Noah y se autointerrumpe girando su mirada unos centímetros, en ese momento observa el pequeño televisor postrado en una mesita y camina hacia él.

—¿¡Qué demonios hace esto aquí!?— Grita molesto y comienza a buscar el origen de la conexión entre las cosas.

—¿Qué pasa?— Pregunto siguiéndole el rastro.

—Ésta cosa fue la que nos trajo ese ente hasta aquí, no pienso seguir huyendo...— Dice y al encontrar el cable de entre las cosas lo intenta desconectar.

—¡Espera! Con ese televisor pudimos contactar a Laura, ¿Qué tal si es nuestra respuesta?— Insisto y el lo observa con detenimiento

—También atrajo a esa cosa, ¿Vale la pena el riesgo?— Debate pensativo, yo suspiro pesadamente y asiento

—Encontraremos otra forma, por ahora hay que estar seguros— Su idea es confusa a más no poder, sin embargo la desconecta y lleva hasta el fondo colocándola en el suelo.

—Bien, necesitamos hablar sobre todo esto Noah, han pasado muchas cosas y podemos encontrar también nuestras propias respuestas— Agrego intencionalmente y este regresa hasta mi, yo contemplo su rostro y me alejo encaminado a proteger la cabaña entera.

—Siéntate, yo nos encerraré por cualquier cosa— Digo colocando un seguro a la puerta principal, un par de cosas y luego pasando al patio a cerrar la puerta que lo conduce.

𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑵𝒐𝒂𝒉

Tal vez estamos aquí por una razón, sea cual sea, el sentarme mientras Dan asegura la cabaña, me da tiempo de pensar, el silencio es perfecto, apenas unas gotas de lluvia se siguen escuchando en el techo, el ruido de cada cosa cerrándose y mi mente por fin detenida en un instante lejos del peligro es algo que anhelaba.

—¿Estás bien?— Pregunta Dan con su rostro inquieto, el se acerca y se sienta a mi lado mientras se acerca un poco a mi.

—¿Tú lo estás?— Dedico sintiendo una presión en el pecho.

—Sólo estoy bien, por que seguimos vivos— Menciona torpemente, el apoya su cabeza en mi hombro y una chispa de nervios me acelera un poco el corazón.

—No creí que llegáramos hasta este punto, pero siento que tu poder si es un don— Digo tomando un poco su mano, recordando aquellas palabras que nos dijimos antes de atravesar el espejo.

—Un don, que trae problemas— Escupe con la mirada entristecida

—No puedo creerlo Dan, nada tiene sentido y a su vez existe— Él sonríe nervioso y yo intento seguir mi rollo.

—No tenemos hambre, ni sueño, pero de alguna forma queremos parar y meditarlo— Le suelto un poco la mano invadido de pensamientos problemáticos de mi padre.

—Cuánto daría por estar en ese instante de mi vida que todo empezó a desescalonarse y corregirlo, ahora siento que todo está mal— Dice Dan separando su cabeza de mi hombro y analizando detenidamente nuestro entorno.

—¿Sabes? Eso mismo me decía todos los días incluso antes del incidente, ahora realmente no sé quién soy...— Interrumpo con palabras dolidas

—Entonces recuperemos la cordura pronto, o no lograremos nada— Dan insiste levántandose del sillón y soltando mi contacto.

—¿Y por dónde empezar?— Pregunta con ritmo dando vueltas alrededor del lugar.

—Tú deberías tener más respuestas, Dan, eres el que sabía atravesar el espejo ¿Cómo?— Dan pone su mirada en el suelo.

—No creo que pueda explicártelo detalladamente, sucedió en el motel, antes de que nos encontrara la policía, yo me concentré en un espejo y eso comenzó a pasar, creí que estaba enloqueciendo, por eso no te había dicho— Explica sintiéndose tímido y avergonzado

—Eso nos salvó al final, así que lo dudo, pero... es que no comprendo tus poderes, he descubierto cientos de cosas que podías hacer y no creo que tengan un origen en particular, solo que se ligan a las emociones tuyas— Digo conteniendo un poco mi pensar

—Escúchame, eso es lo importante, si puedo controlarlos en esta dimensión, puedo usarlos como ventaja para encontrar un objetivo ¿Qué tal el espejo que atravesamos?— Responde intentando hallar más pistas

—¡Está roto Dan! Lo golpeé cuando entramos desde el otro lado, los policías podían entrar— Él niega con la cabeza y suspira cerrando los ojos

—Podemos usar algún otro, es el medio con el que nos transportamos hasta aquí, piénsalo— Insiste y comienzo a darme cuenta lentamente de la realidad.

—Dan, no vi más espejos en todos los lugares que recorrímos, en el departamento de Laura había un marco vacío nada más— Digo preocupado, mi piel se eriza y me levanto

—Yo tampoco ví ninguno, en el auto estaba quebrado los tres retrovisores, fue extraño, pero no me pareció importante considerando el lugar— Dan camina de lado a lado

—¡El baño!— Grito desesperado y corro hacia el pequeño baño en la cabaña, empujo la puerta solo para encontrarme con que este estaba quebrado en cientos de pedazos.

—¡Dan! ¿Cómo no notamos eso?— Inclaustro observando hacia todos lados, no parece haber ninguna señal de ello

—Tal vez esa es la respuesta que buscamos...— Insiste detrás mío, su respiración sopla en mi oído y mi estómago siente un retortijón con los nervios.

—Sí todos los espejos estaban quebrados cuando llegamos, es por que algo o alguien los intentó romper por algún motivo— Especulo insistente y seguro, acto seguido regreso a la pequeña cocina de la cabaña y revuelvo las cosas sin control

Escucho a Dan abrir el agua de una de las llaves de la cocina y me encamino hacia él, solo para quedar perplejo en el liquido negro que brota de esta.

—¿¡Pero que caraj*s?!— Suelto asqueado

—Noah, observa, el agua es negra y no se puede ver nuestro reflejo, creo que estoy entendiendo lo que sucede— El indistingido espesor del agua oscura se drena por fregadero con suavidad emitiendo un sonido desagradable.

—Dan, esto quiere decir, que los espejos pueden ser la clave para volver— Afirmo más que seguro y este me observa tan solo unos segundos.

—Entonces... ¿El ente no quiere que escapem...?— La voz de Dan es interrumpida por un estrepitoso y gran trueno que emerge del techo, un parpadeo en todo el lugar ilumina unos segundos y nos ciega ligeramente, la vibración del trueno provoca que nuestros oídos se sordeen un poco.

—¿Estás bien?— Insite Dan con su espalda encorbada, yo asiento y escucho un extraño sonido de la puerta.

—Dan, ¿También escuchas eso?— Me atrevo a preguntar y ambos nos callamos, el ruido del trueno disminuye de forma escalonada.

Un golpeteo emerge de la entrada de la cabaña, parece humano, los dos avanzamos temblorosos hacia la puerta desde la cocina, un poco encorbados y inseguros.

—Tranquilo Noah, yo me encargaré...— Me dice Dan adelantando un poco sus pasos, el momento es tenso.

Dan llega por fin a la entrada de la cabaña y lentamente mueve los seguros que la protegen, deslizando la barra de metal, su mano está temblando hasta que desprende el último, ninguno pregunta quién es.

Hasta que ocurre, el abre la puerta con delicadeza y sosteniéndola en caso de que algo malo suceda, la tensión es increiblemente fuerte, al no poder alcanzar a ver correctamente.

—¿Laura?— Pregunta Dan perplejo, el abre la puerta más que nunca y de ella emerge la Laura que conozco, totalmente sonriente.

—Hola chicos, ¿Me extrañaron?— Dice con su voz, nuestras miradas se unen en este último segundo de total confusión...

~~~~~~~Fin del Capítulo~~~~~~~~