Sólo no lo hagas Edward
"AH, HAZ COMPLACIDO AL PERRO"
SEMANAS PASARON. Toda la población de Forks High School estaba en un frenesí completo con el baile de graduación. Sí, casi todo el mundo estaba obsesionado con el próximo baile que estaba a tres meses y medio de distancia.
Mientras tanto, Lilian Harper se había hecho amiga cercana de la hija de su jefe: Bella Swan. Su único problema con la chica, era que estaba completamente obsesionada con cierto vampiro de pelo bronce que no le agradaba mucho.
Lo que hizo el problema de Lilian con la obsesión de su amiga aún más grande, fue el hecho de que ella sabía que Edward Cullen estaba demasiado obsesionado con Bella también. No sólo la miraba cada vez que Bella no miraba, Lilian descubrió recientemente que el adolescente estaba viendo a su mejor amiga mientras dormía, dentro de su habitación.
Lilian y Edward se habían metido en una gran pelea debido a ello, considerando el hecho de que Lilian pensaba que el comportamiento de Edward era inaceptable.
—¡Alice también lo hace! —Edward se opuso a la rubia, que puso los ojos molestos.
—Eso es porque Alice y Collin están juntos la mayor parte del tiempo— Lilian siseó en él, mientras miraba a Alice - la rubia todavía no le gustaba el hecho de que su hermano estaba teniendo sexo con un vampiro, que podría aplastarlo por accidente.
—¿Y qué pasa con Jasper? Edward dijo astutamente, —te observa también.
Las mejillas de Lilian se llenaron de ira y Emmett se rió. Lilian le miró con sus orbes azules y se volvió hacia Edward.
—Jasper se queda conmigo por la noche porque se lo pido— dijo Lilian en un gruñido— Duermo más cómodamente cuando sé que está cerca, porque siempre hay una posibilidad de que ese vampiro cretino de pecho desnudo me encuentre por tercera vez, y trate de matarme de nuevo!
Edward había abierto la boca cuando ella estaba hablando, pero ahora la cerró, silenciada por sus palabras —Lo entiendo. ¿Pero no puedes al menos entender que estoy haciendo lo mismo?
—Lo entiendo, quieres mantener a Bella a salvo suspiró Lilian —¡pero no entres en su maldita habitación, Edward! Es tu Tua cantante, cada nervio de tu cuerpo te ruega que la mates. La rubia se acercó al vampiro de pelo bronce, mirándole con dagas en los ojos.
—Y puedo prometerte, Edward Anthony Masen Cullen, si solo te atreves a lastimar un pelo de su cuerpo; te quemaré hasta el fondo de tus pies y mantendré tus cenizas en la olla más fea que pueda encontrar— juró Lilian amenazándolo. Edward la miró fijamente y tragó, asintiendo al intimidante humano frente a él.
—Si alguna vez se convierte en vampiro, no quiero estar cerca de ella en su fase de recién nacido. Eso me matará— dijo Emmett, cambiando el tema de Bella a algo más... delicado para algunas personas en la habitación.
—Bueno, entonces no tienes que tener miedo por un tiempo, Em —Lilian declaró descuidadamente—Estoy dudando que incluso voy a ser uno de ustedes.— La rubia se sentó a su lado, sin notar el doloroso silencio que había caído sobre los vampiros hasta entonces.
—¿Qué pasa?— preguntó Lilian, sin bromear cuando no entendió el problema de sus palabras.
—No es nada, cariño— dijo Jasper mientras la ponía en su regazo y le besaba la frente.
—Aunque entiendo que debes ser un gran mentiroso, no me mientas, Whitlock,— regañó suavemente Lilian, la punta de su nariz tocando la suya brevemente.
—Aún no nos has mostrado cómo descubriste el hecho de que somos inmortales —dijo Rosalie, mirando con curiosidad a Lilian. Y mientras que la vampira rubia logró cambiar el tema sutilmente, el subconsciente de Lilian salvó el tema de 'convertirse en vampiro' para más tarde.
—La próxima vez que esté aquí, tomaré mi libro y se los mostraré —prometió Lilian, pero Alice ya chilló y dejó caer misteriosamente en su regazo el libro antes de que Lilian pudiera decir 'vampiro'. La rubia humana miró al duende durante un minuto entero, una de sus cejas levantadas - pidiendo una explicación con su mirada.
—Vi tu decisión de tomarlo la próxima vez y corrí a tu casa hace una hora —Alice dijo en una pequeña voz, —Espero que no te importe... Hasta le dejé a Hunter un bocadillo para compensarte.
—Ah, complaciste al perro— resopló Lilian, y Emmett pareció ahogarse con su aliento, aunque Lilian no entendía lo que era gracioso de su declaración aparte del sarcasmo —entonces está bien.
—Así que, empieza por el principio... —Jasper empujó, mientras envolvía sus brazos alrededor de su cintura, mirando con ella sobre su hombro.
—Estaba aburrida y empecé a hojear las páginas del siglo XIX. La mayoría de ellos eran bastante aburridos, teniendo en cuenta que no había muchas fotos en ese tiempo y sólo las personas altamente cualificadas consiguieron unos pocos - y esas personas no desaparecieron, la mayoría de las veces. La mayoría de las veces, los detalles también apestaban.
—Después de un tiempo, me topé con un archivo bastante delicadamente detallado. Se trataba de un Sargento en Texas, que desapareció la noche antes de su primera batalla. Hubo informes de que estaba evacuando a las mujeres y los niños de Galveston y luego... no fue visto de nuevo durante al menos cincuenta años. Había varias fotos de este hombre: Jasper Whitlock. En una, incluso vi a Alice. ¿Coincidencia? Creo que no.
—¡Alice Cullen y Jasper Hale, esa evidencia debería haber sido destruida hace mucho tiempo— Carlisle regañó burlonamente, pero Lilian se rió, inclinándose hacia el abrazo de Jasper.
—Un poco raro viniendo de ti, Carlisle —dijo Lilian, —"cuando literalmente busqué tu nombre en Google, encontré varios archivos de un tal Carlisle Cullen que trabajaba en un hospital en Chicago alrededor de 1918. Y uno de 1895, 1923 y 1946 —anunció Lilian, y Emmett aulló de risa.
—Alice y Emmett fueron los únicos a los que tomaron unas cuantas fotos, en las que se veían diferentes, considerando los estilos de moda que varían cada década. Parecían al menos tomar esfuerzo en cambiar su apariencia. Pero tuve el mayor problema con Emmett, sin embargo. Considerando que desapareció en el bosque, su familia asumió que fue comido por un oso— añadió Lilian a su historia. Si el ego de Emmet hubiera sido visible, Lilian estaba segura de que llenaba toda la habitación en ese momento.
✗
Lilian tomó su teléfono, enviando un mensaje a Angela diciéndole que se iba ahora, así que estaría en su casa en cualquier momento. Angela, Jessica y Bella la habían invitado a ir de compras en Port Angeles.
Odiaba la idea de comprar ropa, ciertamente para el baile. Ella ni siquiera quería ir, pero Lilian había pasado tanto tiempo con Jasper y los otros Cullen, que se había olvidado de pasar tiempo con sus amigos humanos. Se suponía que este viaje compensaría eso.
—¡Vamos tan rápido como podamos!— exclamó Jessica cuando todas las chicas habían entrado en el coche. La morena extrovertida se sentó junto a Lilian, una gran sonrisa en su cara. Lilian pensó que estaba allí por el hecho de que llegarían a Port Angeles en menos de una hora con el Audi de Lilian, que era mucho menos que los coches habituales en esta zona.
—Mantén la velocidad bajo control, Lil— gimió Bella— mi padre es policía y tú trabajas en la Estación de Policía, por el amor de Dios.— Lilian sonrió en el espejo retrovisor, sus ojos azules brillando traviesamente.
—La ignorancia es felicidad, querida Bells —dijo Lilian, burlándose de un sabio acento de anciana.
—¡Esto va a ser genial! Angela dijo con entusiasmo, —Ahora corre por tu dinero, Harper.
Y Lilian hizo precisamente eso.
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