Curiosidad

''HABLANDO DEL DIABLO...''

| 𝟎𝟑 |

LILIAN REFLEXIONÓ SOBRE SU NUEVO CASO: la desaparición de Sam Uley, su propia familia. Fue raro. Por un momento, Lilian había sido capaz de rastrearlo, seguir cada paso... luego, sus huellas desaparecieron. Sam Uley había desaparecido en una escena de garras, arena y sin sangre. Había huellas claras de un animal, no de un oso, pero sería lo suficientemente grande. La huella tenía la forma de la pata de un lobo, pero ciertamente no era un lobo. La huella era demasiado grande para ser proveniente de uno.

―"Extraño..."― murmuró Lilian, sus manos apretando el cuero del volante del coche por costumbre. Este podría ser el primer caso que ella no podría resolver.

Su cabeza estaba adolorida de tanto pensar, su corazón se estaba ahogando en la preocupación. Su mente estaba restableciendo el día, siguiendo todas las líneas importantes.

El hecho de que no había sido capaz de encontrar ninguna pista, fue la razón de su comportamiento irritado. Necesitaba más pistas. No había forma de que Sam desapareciera, y que un monstruo, más grande que un oso, rápido como un lobo, pudiera pasar dos segundos después. Era imposible. Lilian empujó el acelerador completamente hacia abajo y corrió hacia su casa. Tenía que aflojar el desorden que se había asentado en su cabeza. Tenía que desaparecer. No la hacía pensar claramente y Lilian odiaba eso. Si no tenía la mente despejada, no era ella misma.

Cuando su coche se detuvo en su entrada, Lilian vio que el Volvo no se había ido todavía.

―"Bueno, genial."― Lilian murmuró, acercandose hacia la casa. Abrió la puerta principal y lo primero vio  fue a  Hale y al Castaño, hablando sobre algo, que claramente Lilian no podía oír, porque estaban susurrando.

―"¡Lilian! Encantado de verte aquí."― El castañito saludó, ganando nada más que un ceño fruncido a cambio. Lilian entró en su habitación y cerró la puerta de un portazo. Empezó a desempacar su mochila y miró la evidencia y la información que había encontrado

"¡Ugh! ¡Nada!"―Ella exclamó con molestia, mientras se sentaba en su cama y frotaba sus sienes, tratando de reventar la burbuja donde su cerebro estaba actualmente. Para irrumpir en el mundo de las respuestas.

―"¿Puedo entrar?"― Una voz suave, un susurro sin el dolor que Lilian había oído antes, preguntó. ―"He tocado varias veces."

Lilian inhaló bruscamente, antes de mirar a Jasper Hale, dándole al chico una señal de asentimiento en respuesta.

Edward se sentó frente a él, balbuceando sobre cómo la chica Stanley ya le había pedido salir varias veces. 

―"Quiero decir, esa chica no puede aceptar un no por respuesta. No estás escuchando mis quejas en absoluto, ¿verdad?" Jasper agitó la cabeza, despertando de su ensoñación.

En el fondo, los dos vampiros podían escuchar la conversación tranquila que Alice estaba teniendo con Collin. Sólo una de esas conversaciones normales entre nuevos amigos, con algo de coqueteo aquí y allá. Alice les había dicho a Edward y a Jasper, que Collin era el chico que había visto en su visión. Su visión que predijo su futuro amor. Ella todavía tenía que discutir con la familia de cómo le diría a Collin sobre lo que eran ellos.

―"Creo que esto está mal."― dijo Jasper. Edward frunció el ceño.

―"¿Por qué? Estoy seguro de que todos queremos ver a Alice feliz"― contestó el de cabello castaño.

Jasper agitó la cabeza. ―"Sí, por supuesto. Pero no es eso. Tampoco es Collin. Es su hermana. Es demasiado inteligente, como también curiosa. Cuando vio a Rosalie por primera vez, no sintió celos. Cuando hablé por primera vez con ella - en mi forma más encantadora, puedo añadir - ella no se ruborizó o incluso no se sintió ni un poco halagada. Ella sospecha de nosotros. Ella sintió la mentira que estábamos diciendo sobre nosotros el primer día de clases." ―Le dijo a su hermano adoptivo.

―"¿Estás diciendo que ella podría averiguar sobre nosotros por su cuenta?"― Edward preguntó en un tono silencioso, recibiendo sólo un asentimiento de Jasper a cambio

―"Hablando del diablo..." ―Jasper murmuró en silencio mientras escuchaba la llegada del coche de Lilian frente a la casa. No diez segundos después, la puerta principal se abrió, y Lilian Harper apareció.

―"¡Lilian!"― Edward dijo, "Me alegro de verte aquí." Pero en su intento de ser amable, Edward claramente la hizo enojar aún más y Lilian frunció el ceño al vampiro de cabello castaño, corriendo arriba a su habitación. La oyeron teniendo un pequeño berrinche y Jasper miró a Edward cuestionandolo.

―"Ella está confundida y enojada."― Él contestó. "Ella no ha tenido ningún caso tan difícil antes."

Eso era cierto, por supuesto. Collin les había contado de  cómo Lilian era una detective brillante, si algo le llamaba la atención,  investigaba sobre ello, para al final descubrir hasta lo más recondito.

―"Aunque no creo que ella crea en lo sobrenatural todavía."― dijo Edward sonriendo, moviendo sus cejas hacia Jasper

―"¿Qué demonios quieres decir?"― Preguntó el rubio a través de sus dientes apretados. Edward se encogió de hombros, su sonrisa no se desvaneció.

―"Más tarde." ―Dijo. Desde arriba, los chicos escucharon gemidos desalentados y Jasper pudo sentir la frustración alterar sus propias emociones.

―"Voy a tratar de calmarla."― Jasper dijo con convicción, "Realmente me canso de que su insatisfacción alimente la mía."

Edward asintió, y subió las escaleras, su olfato siendo perfectamente inútil. Tenía que confiar en sus oídos para encontrarla, porque su olor era irrastreable, incluso en su propia casa. Llamando a la puerta que creía que era la de Lilian, no recibió ninguna respuesta. Llamó de nuevo, no hubo respuesta. Llamó una vez más, y como era de esperar, no recibió ninguna respuesta. La paciencia de Jasper se sintió destrozada, y abrió la puerta. Allí se estaba, Lilian Harper, con la cabeza en las manos,  y con sus dedos índices frotándose las sienes.

―"¿Puedo entrar?" Jasper preguntó suavemente, ―"He tocado varias veces." Lilian levantó la vista, su expresión suavizándose pero la frustración y la ira nunca se desvanecieron. Para sorpresa total de Jasper, Lilian asintió. Vacilante, entró en su habitación y cerró la puerta.

De alguna manera, los ojos dorados de Jasper y los azules helados de Lilian se encontraron. Durante tres minutos seguidos, no hicieron más que mirarse. Sus ojos se contaban historias que ninguno de ellos podía explicar.

Jasper perdió todo su ser en esos fríos ojos azules, vio tantos patrones en esos iris, tantas sabidurías en esos orbes. La forma en que parecían hielo sobre un lago, pero todavía parecía lo suficientemente suave como para parecerse al cielo claro... sus ojos eran impredecibles, y ella también.

Cuando los ojos de Lilian recuperaron su fuego habitual, Jasper miró lejos de ella, sus ojos escaneando la habitación

―"Bueno, ese fue el concurso de miradas más largo que he hecho."― Lilian bromeó, mientras se levantaba de su cama y caminaba hacia su escritorio. "¿Hay algo que pueda hacer por ti, Hale?"

―"Solo quería saber si estabas bien."― dijo rápidamente Jasper. Lilian giró la cabeza hacia él, sus emociones cambiando de irritadas a sorprendidas.

―"Estoy perfectamente bien, si es que estas tan desesperado por saberlo."― Como si ella lo hubiera corrido, Jasper salió de la habitación, demasiado confundido incluso para conseguir  que una palabra saliera de sus labios. Nunca ningún humano lo había dejado sin palabras.

―"¿Supongo que no fue como esperabas?"― preguntó Edward sonriendo cuando Jasper volvió a entrar en la sala de estar.

―"Cállate." ―Jasper gruñó, suspirando después de hacerlo. "Creo que es hora de que Alice y nosotros nos vayamos a casa. Son casi las ocho, Carlisle estará preocupado."

Edward asintió y se levantó de su silla, caminando hacia las escaleras. Jasper escuchó cómo llamó a Alice, diciéndole que había sido suficiente por hoy. Tenian que ir a casa y discutir algunas cosas con la familia. Algunas cosas menos serias que otras.

―"¿Te veo mañana, entonces?" Collin Harper preguntó con una sonrisa juvenil a Alice.  Alice asintió con entusiasmo.

Cuando sus padres llegaron a casa, antes de lo normal, tanto Collin como Lilian entendieron que algo no estaba bien. Cristina Harper parecía estresada y molesta, mientras que Johnathan Harper llevaba una máscara que era impenetrable para los gemelos.

―"¿Mamá? ¿Qué pasó?"― preguntó preocupado Collin. Cristina suspiró.

―"Tu padre recibió una llamada... tenemos que irnos antes de lo esperado para nuestro viaje de negocios. Este sábado, para ser exactos."― La mujer se sentó y se frotó la frente con el pulgar y el dedo índice, suspirando más.

―"Así que, ¿desde el sábado... no vamos a verlos durante cinco meses?"― Lilian señaló, sus ojos abiertos y su corazón latiendo rápidamente. La idea de estar sola en casa no le agradaba en lo absoluto.

―"Parece que sí. Afortunadamente, el año escolar terminará en un mes, para que ustedes puedan pasar tiempo con amigos", ―dijo Johnathan. Sabiendo que ninguno de ellos podía cambiar nada sobre la situación, Lilian y Collin se dieron una mirada breve el uno al otro.

―"Mamá, papá, todo va a estar bien. Probablemente sólo seremos Collin y yo, viendo películas en el sofá. No tienen nada de qué preocuparse." Lilian dijo, sonriendo a su madre de manera alentadora.

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