Al día siguiente, cuando Wen Bai vio la enorme nave que cubría todo el cielo y estaba estacionada en el aire, no se sorprendió en lo más mínimo.

Esta vez, Qiao Ming Luo no salió a recibirlos. Después de esperar más de diez minutos, cuando la nave espacial en el cielo encontró un puerto y aterrizó, una pequeña nave espacial cargada de regalos llegó a la finca.

El que traía los regalos era el corpulento soldado que habían visto antes, pero el soldado dijo que no era él quien enviaba esos regalos, los suyos solo eran adicionales.

Wen Bai preguntó quién enviaba los regalos y el soldado titubeó, mirando a Qiao Ming Luo con ojos relucientes. Wen Bai entendió de inmediato que los regalos no eran para él, sino para Qiao Xiao Ming.

Así que el que enviaba los regalos debía ser el hermano mayor de Xiao Ming.

Wen Bai invitó al soldado a entrar y sentarse, pero el soldado negó con la cabeza, mirando hacia el huerto verde, y dijo con pesar: "No, tengo que apresurarme para reportarme en Biasi Star". En realidad, los regalos debían haber llegado ayer, pero se retrasaron en el camino, por eso llegaron hoy.

"Entonces no te vayas todavía", dijo Wen Bai apresuradamente. Fue rápidamente a la bodega subterránea de la villa y sacó un saco de manzanas. Apenas subió las escaleras, ya estaba sin aliento y jadeando, apoyando las manos en las rodillas.

En ese momento, Qiao Ming Luo se acercó, miró el saco en el suelo y dijo: "Qué molestia". Luego levantó el saco de manzanas sin esfuerzo.

Viendo a Qiao Ming Luo cargar el saco con una mano y caminar ágil delante de él, Wen Bai estaba lleno de envidia. Miró su delgado cuerpecito y murmuró: "Sin duda, eres un ser natural".

Mientras Wen Bai iba a buscar las manzanas, los soldados ya habían llevado los regalos de la nave espacial a la villa. Desde que aterrizaron en WenDuo Star hasta que partieron, no pasó ni una hora, así que realmente debían tener prisa y no podían quedarse un día.

Después de despedir al soldado, Wen Bai miró los regalos apilados en la sala y luego a Qiao Ming Luo: "Xiao Ming, ¿no vas a ver qué te envió tu hermano?"

Wen Bai también recordó que los regalos que le enviaron ayer aún estaban en la pequeña casa donde vivían antes. Ayer estuvieron demasiado ocupados y no tuvieron tiempo de abrir los regalos.

Qiao Ming Luo lo miró lentamente: "¿Quién dijo que eran para mí? Ayer dijeron que eran para ti, ¿no?".

"Espera, ¿no los envió tu hermano?" preguntó Wen Bai.

"Sí", asintió Qiao Ming Luo, "pero son para ti".

Viendo que Qiao Ming Luo no bromeaba, Wen Bai aún no lo entendía: "Entonces, ¿por qué me enviaría algo a mí?"

Al oír esto, Qiao Ming Luo lo miró insatisfecho: "¿Qué relación tenemos tú y yo? ¿Por qué no podría enviarte algo?"

Wen Bai se sintió un poco avergonzado: "¿Le hablaste de mí?"

"¿Por qué no podría hacerlo?" Qiao Ming Luo parecía enojado, incluso con un tono de reproche: "¿Acaso nuestra relación es algo que no se pueda ver?"

Wen Bai se quedó sin palabras. No esperaba que Qiao Xiao Ming le contara a su familia sobre él tan pronto, ya que solo llevaban menos de dos meses de relación. Además, recordó que ayer Qiao Xiao Ming estuvo a su lado todo el día recibiendo invitados, pero los habitantes de WenDuo Star parecían evitarlo a propósito y nunca le hablaban directamente.

En estos días, Wen Bai también percibió la atmósfera tensa entre la gente de WenDuo Star y Qiao Xiao Ming, pero nunca pensó en admitir su relación con Xiao Ming frente a ellos. Al pensarlo, Wen Bai se sintió un poco culpable.

Wen Bai bajó la cabeza y se disculpó: "Lo siento, esta vez yo estuve mal".

Al ver a Wen Bai con la cabeza gacha y una expresión miserable, la ira de Qiao Ming Luo se desvaneció de inmediato. "Olvídalo, no te lo reprocharé. Ve a ver qué te envió ese tipo".

"Xiao Ming, eres muy bueno", sonrió Wen Bai de inmediato. Luego vaciló y de repente abrazó la cintura de Qiao Ming Luo antes de darse la vuelta para abrir los regalos.

Apenas dio unos pasos cuando alguien lo agarró por detrás del cuello y lo jaló de vuelta. Escuchó la voz burlona de Qiao Ming Luo en su oído: "¿Qué pasa? ¿Provocas y luego intentas huir?"

El grito de sorpresa de Wen Bai fue ahogado por un beso.

Mucho después, la respiración de Wen Bai se volvió más pesada. En ese momento, sintió que algo le apretaba suavemente el pecho y se sobresaltó, tomando la mano que se había deslizado dentro de su camisa. "Ahora no..."

Qiao Ming Luo levantó la cabeza y miró fijamente a Wen Bai por unos segundos. Al ver su mirada resuelta, retiró su mano a regañadientes.

"Voy a abrir las cajas", dijo Wen Bai, arreglando su camisa arrugada y caminando hacia los regalos.

La caja frente a él era casi tan alta como él mismo, y tuvo que hacer un gran esfuerzo para abrirla. Dentro había un robot de apariencia real de aproximadamente un metro y medio de altura. Wen Bai lo reconoció al instante: era un robot niñera, con rasgos neutros y suaves, cabello largo, vestido con ropa de casa. Este tipo de robot no tiene género y es adecuado para uso doméstico: limpia, cuida niños, monitorea la salud, prácticamente es una niñera para todo.

Wen Bai recordó al robot que cuidó al dueño original cuando crecía. En ese entonces, el dueño original partió apresuradamente y no pudo llevarlo. Wen Bai pensó en silencio que si algún día tenía la oportunidad de regresar a la familia Wen, definitivamente lo traería de vuelta.

Wen Bai dio una vuelta alrededor del robot y se rascó la cabeza: "¿Cómo se enciende?"

"Qué tonto", dijo Qiao Ming Luo con expresión despectiva, pero su cuerpo fue muy sincero al acercarse y presionar con fuerza la cabeza del robot.

Wen Bai sonrió torcidamente. Su querido Xiao Ming siempre decía una cosa pero hacía otra. Luego criticó en silencio al inventor del robot, ¿quién iba a pensar que el interruptor estaría ahí?

"Bip-C1OD Robot 1000 para servirle, por favor póngame un nombre".

Wen Bai pensó un rato: "¿Qué tal Duo Lai Mi?"

Qiao Ming Luo guardó silencio un momento: "Si te gusta, está bien".

Wen Bai encogió los hombros inocentemente: "No se me ocurría ningún otro nombre, así que será Duo Lai Mi".

"Entrada exitosa, bip-Hola maestro, Duo Lai Mi para servirle, ¿qué necesita que haga?"

Wen Bai señaló la pila de regalos: "Desempaca todo eso".

Duo Lai Mi era tan eficiente como la hada Tinkerbell. Con su ayuda, Wen Bai tuvo mucho menos trabajo y pronto terminaron de desempacar todo. Los regalos que envió el hermano de Qiao Ming Luo eran muy prácticos, todo cosas útiles: la ropa y los zapatos más nuevos del Imperio, dos juegos de cada prenda pero en tallas diferentes. Wen Bai finalmente creyó que había una parte de los regalos para él.

Incluso había dos cabinas de juegos holográficos que eran lo suficientemente grandes para que un adulto pudiera acostarse dentro.

Lan Mo, Arlén y los demás también enviaron regalos a través de los soldados, en su mayoría semillas que habían recolectado en todas partes. Aunque Wen Bai no sabía si crecerían, igualmente le encantaron esos regalos.

Sonó una notificación en la terminal y apareció un mensaje: "¿Recibieron los regalos?"

Qiao Ming Luo iba a ignorarlo, pero al ver la alegría en el rostro de Wen Bai, respondió: "Sí, le gustaron mucho, gracias".

Rápidamente llegó otra respuesta: "Me alegro que le gustaran. ¿Qué más le gusta? Les enviaré más".

Qiao Ming Luo decidió ignorar ese mensaje.

Después de desempacar los regalos, Wen Bai aplaudió satisfecho: "Iré a la casa pequeña", le dijo a Qiao Ming Luo y se llevó a Duo Lai Mi para abrir los otros regalos.

Esta vez no usó un vehículo aéreo, ya que había un coche de turismo estacionado frente a la villa. Durante el trayecto vieron a muchos turistas jugando. La población total del centro de la ciudad aún no llegaba a cincuenta mil habitantes, equivalente a un pequeño pueblo en el pasado, y su nivel de consumo tampoco era muy alto.

La granja aplicaba un sistema de entradas, cien puntos de crédito por boleto, que incluía transporte gratuito en los coches turísticos, pero los paseos en bote requerían un boleto adicional de veinte puntos. Estas tarifas se establecieron según los precios de WenDuo Star, pero aumentarían si llegaban más turistas extraterrestres en el futuro.

La gente de esta época tenía muy buenos modales, no era necesario que los empleados los guiaran. Todos hacían fila obedientemente para comprar las entradas. Después de comprarlas, podían disfrutar de un almuerzo gratis en el comedor del primer piso, solo una comida sencilla de un plato, una guarnición y una sopa, actualmente sopa de tomate con huevo. Esta era una promoción para las clases populares.

En el segundo piso había un restaurante donde los turistas podían pedir a la carta, con un consumo mínimo de quinientos puntos de crédito.

El coche turístico llegó al rancho y Wen Bai vio a lo lejos muchas cometas volando en el cielo. La gente actual nunca había volado cometas, incluso muchos millennials del siglo XXI tampoco, porque ahora hay demasiados otros juegos disponibles y nadie vuela cometas. (NT: Yo si vuelo cometas)

Pero en este momento había muchas personas volando cometas y les parecía algo muy novedoso.

El coche pasó por el rancho y Wen Bai notó que muchos turistas eran adultos que venían a jugar con sus hijos pequeños. Las risas felices de los niños eran contagiosas y Wen Bai no pudo evitar reír también.

Después de rodear la mitad del lago, llegaron al otro lado donde había muchas personas abordando los botes, más de lo que esperaba. Wen Bai diseñó personalmente los botes, con el estilo de las antiguas embarcaciones de las series de televisión, llenas de pintoresquismo y belleza poética. No esperaba que los botes fueran tan populares, solo había encargado tres, pero si llegaban más turistas definitivamente no serían suficientes y tendría que pedir dos más.

De repente, Wen Bai pensó en traer un río desde el exterior al lago. Sería muy romántico ver las linternas flotando en el agua por la noche. Pero descartó esa idea de inmediato, ya que las linternas flotantes causarían contaminación y le preocupaba dañar a los peces del lago, así que lo dejó por la paz.

En el comedor, Hu Chen no podía atender solo, así que ayer Wen Bai le pidió a Zhang He que publicara un anuncio de empleo. Estos días deberían poder contratar al personal adecuado.

El único requisito de Wen Bai era que fueran trabajadores y resistentes.

Trabajar en el comedor sería muy arduo, pero también tenía muchas ventajas: buenos salarios, los empleados comunes ganaban cinco mil al mes, sin contar los bonos. Los cocineros jefes de nivel especial, como Hu Chen, ganaban diez mil al mes y bonos variables según su desempeño mensual. Además, podían llevarse a casa lo que sobrara de las comidas del día.

Así que cuando se enteraron que la granja contrataría más personal, los funcionarios del gobierno ejecutivo recomendaron a sus padres, tíos, sobrinos y sobrinas con Zhang He.

En estos días, Zhang He estaba tan preocupado que casi se le caía el cabello, cada vez que elegía a uno ofendía a otro. Finalmente, el Funcionario Principal tuvo que intervenir para que dejaran de pelear.