Capítulo XIII: I Will Survive (Gloria Gaynor)
Gamergate fue un movimiento en línea de varios fans de los videojuegos que argumentaban desear una mayor ética profesional en el ejercicio del periodismo de su medio; en un primer instinto, parece algo superfluo pero noble, y más transparencia en dicha disciplina no me parece algo negativo, pero la verdad es que, cuál sea que fuera la intención original, pronto degeneró en una horda de trolls gastando sus vidas acosando a personas al grado de lo ilegal.
No tengo idea si es que el movimiento sigue, y francamente, no deseo saberlo, pero admito que del medio de los juegos electrónicos no estoy tan versado en su historia como lo estoy en el del mundo de la música, y en el mundo de la música encontré muchas similitudes con algo llamado "La Noche de la Demolición del Disco".
Ampliaré en ello en brevedad, pero primero, la canción en turno.
Lanzada en 1978, en el pico de la popularidad del género bailable, la obra de Gaynor se volvió un éxito demoledor, y se convirtió con el tiempo no sólo en una de las melodías más representativas de su tiempo, sino en un himno de batalla y ánimo para aquellos marginados, especialmente, dentro de la comunidad LGBT; en unos tiempos mucho menos iluminados al respecto que el hoy (y ciertamente el presente no está cerca de la perfección) los clubes nocturnos dónde el disco reinaba eran una especie de refugio para muchos miembros de este grupo, hecho de lado, descartado, ignorado o rechazado por la sociedad en general.
Así pues, aquellas frases de apertura, "Primero tenía miedo, estaba petrificada" resonó de un modo profundo pero quizá diferente a la intención original; no olvidemos que, en realidad, desde el punto de vista de la letra, es una historia de amor y desamor en que un amante deja a la protagonista.
Pero tengo la sensación que aquellas palabras tocaron una fibra sensible; quizá el temor de aceptar quién eres, quizá el miedo de dar a conocer a quiénes amas tu verdadero yo. No puedo hablar por experiencia dado que no pertenezco a tal espectro (hasta dónde ustedes saben) pero la idea de poseer un secreto enorme y el terror de que salga a la luz (quizá de que lo haga en un momento en que no se siente uno listo para afrontar las consecuencias de la verdad) es un drama interno atormentante y (al menos pienso yo) uno con el que es relativamente fácil sentir empatía.
Cuando era niño, sufría de abuso y acoso de mis "compañeritos", pero no estoy resentido (ahora, si me dijeran que no lograron nada en sus vidas o que murieron de manera violenta, sólo diría "¡AY, POBRECITO!" con un nivel de honestidad sólo vista en funcionarios electos), y eso que, fuera de mis muy particulares modos de expresarme, no me desviaba mucho del ideal social: un varón heterosexual de inteligencia normal. Por lo mismo, no puedo imaginar el nivel de acoso sufrido por aquellos que sí se encuentran dentro de áreas que la sociedad considera "inusuales", entre ellos, la sexualidad o la expresión de género. Todo lo que puedo deducir es que, lo que sea que sufrí (y vaya que dolió), en ellos y ellas esa agonía debió ser mucho peor.
I Will Survive ruge un mensaje claro y simple: vas a salir adelante. Sobrevivir no es vida, pero a veces en la vida sólo necesitas sobrevivir; quizá más adelante podrás pensar qué hacer después, cómo construir o reconstruir tus anhelos y deseos, pero el sólo saber que la tormenta pasará puede volverse un mantra para aquellos que viven en la más penumbrosa de las existencias.
Nadie debería sorprenderse al saber que el disco en última instancia, pasó a mejor vida; llegó a ser tan sobre-expuesto que grupos y artistas ajenos al género y que basaron su carrera en otros más tuvieron que adoptar elementos de este para poder sobrevivir (Miss You de The Rolling Stones, I Was Made For Lovin' You de Kiss, o If You Want My Body de Rod Stewart); imaginen cómo sería si de pronto Coldplay sacará una canción de trap, Adele algo de K-Pop o Foo Fighters un regaetton.
Yo soy de los que creen que ningún estilo musical es malo por sí mismo, y que todo depende de la ejecución, pero también no puedo negar que cuando algo se escucha en todo rincón y toda estación, sí, puedo comprender el hartazgo: debe haber un punto medio entre el amor por la novedad y el deseo de mutilarse las orejas con tijeras oxidadas al escuchar "Despacito" o "¡Opa Gangman Style!", pero tal espacio parece muy reducido.
El disco en cierto modo, fue todo un género de eso, así que desde esa perspectiva, no puedo culpar a nadie por desear algo de novedad...
...pero quizá el mejor modo de hacerlo no sea con un mal planeado y mal ejecutado stunt mediático con un público emborrachado.
Volviendo a la Noche de Demolición, ¿de qué trató? Bueno, el 12 de julio de 1979, Steve Dahl, locutor de radio, convocó a un evento especial a un juego de béisbol en esa precisa fecha; hartó del domino de ese género por encima de otros más convencionales como el rock, instó a los escuchas a llevar un álbum de algún artista disco a cambio de un descuento en la entrada, y en un receso, se juntarían en el campo y se harían explotar, una especie de destrucción simbólica de este.
No es precisamente el gesto más gentil, pero quizá no se esperaba más que un acto tonto pero inofensivo; dejó de serlo cuando varios asistentes alcoholizados invadieron el terreno de juego, y el encuentro tuvo que ser suspendido. Los arrestos fueron numerosos, y hoy en día es recordado como un evento bochornoso.
Ahora, hay que aclarar: si tú odias un género, puedo decir que quizá no seas la persona de mente más abierta, pero eso no tiene algo de malo inherentemente tampoco; son preferencias, y todas las tenemos en la música y en cualquier otra forma de arte.
Pero en muchas ocasiones quizá hay que dar un par de pasos atrás y reflexionar de dónde puede provenir una impresión, sea buena, o en este caso, mala.
Muchos asistentes en verdad trajeron álbumes de disco, pero varios otros sólo de música negra en general, sea funk, R&B o soul, porque supongo que para algunos ojos, realmente todo eso luce (o se escucha) igual.
Exigían un retorno del rock tradicional al frente y al centro, un género dominado en su mayoría por personas de raza caucásica (curiosamente ignorando que su raíz se haya en las tradiciones musicales de las personas de descendencia africana, incluyendo el gospel, el jazz y el blues)
Y cuando uno considera que el disco era una especie de refugio (lejos de ser igualitario, NADA lo era, o lo es) para varios grupos marginados, incluyendo gente de color o personas del espectro LGBT... tenemos desde afuera lo que es un montón de hombres blancos destruyendo un género musical gobernado por, bueno, ellos no. Y...
...seee, no puedo evitar sentirme un poco incómodo, y es que, otra vez: el que no te guste algo, o que prefieras otra cosa no te vuelve un prejuicioso.
Pero los símbolos cuentan, y si deseas simbólicamente herir o lesionar, es que en la mente quizá tus intenciones no son tan inocuas, o estas se alimenten de un sentimiento muy tóxico.
Los estándares sociales no siempre son justos, y muchos varones resintieron el hecho que la cultura gravitará (por primera vez, Y MUY LEVEMENTE comparado con otros patrones arbitrarios) lejos del ideal caucásico, digo, piensen en los estereotipos del "galán" de los 70: cabello afro, cadenas de oro y piel bronceada (aspectos culturales distintos a la clásica imagen caucásica); los zapatos de plataforma, incluso, podría decirse que es la aceptación de un elemento femenino dentro de la masculinidad idealizada (curioso dado que en realidad, los tacones fueron durante sus inicios un elemento de la moda entre los varones).
Y estas personas hicieron sonar su voz... quizá no de la manera más elegante posible.
No puedo probar, o si quiera aseverar con toda confianza que inseguridades culturales fueron lo que llevaron a este género a quizá, una muerte prematura, sino es que un asesinato; hay expertos en temas de sociología y musicología mucho más versados que yo para argumentar a favor o en contra de tal opinión. Y ni hablar de temas sobre raza, género y preferencia sexual, pero quizá valga la pena señalar que en Europa, más o menos durante la misma época, el estigma en la música disco no pareció hacerse presente, y en su lugar, el disco en lugar de morir, se filtró en los estilos locales y eventualmente derivaría en la escena eurodance, la cuál siguió floreciendo durante los 80, los 90, y uno podría decir, hasta nuestros días. Es decir, ¿es Daft Punk tan diferente al disco?
https://youtu.be/5NV6Rdv1a3I
Al final, Gloria tenía razón: sobrevivieron, y quizá sea momento para ver con ojos menos dominados por las narrativas tradicionales del "rockismo" (una idea que sugiere que el rock es superior o más autentico a otros estilos musicales, y predominante de manera consciente o inconsciente a mucha de la prensa y la academia establecida, casi siempre mayoritariamente autores caucásicos varones).
Shalom camaradas.
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