Capitulo X: Ue O Muite Aruko (Kyu Sakamoto)
Eventualmente hablaré de artistas más conocidos como los Beatles o Elvis Presley, lo juro. Y no es que sienta que no merezcan un gran lugar en el apartado de grandes canciones porque vaya que hicieron grandes canciones, pero es un poco como hablar de la importancia del aire: ¿es necesario? Sí. ¿Pero qué puedes agregar? Simplemente ahí está.
Además, debo admitir que es un placer mío el enfocarme en canciones que quizá no estén olvidadas pero a menudo es debatible si merecen un lugar en lo que podríamos llamar el "canon" de la música popular occidental; siento que hay más tela de dónde cortar, y más aún cuando existen ejemplos que ni siquiera pueden tecnicamente ser considerados "occidentales".
Prueba de ello, Ue O Muite Aruko del cantante nipón Kyu Sakamoto, en español "Veo Arriba Al Caminar", mal llamada Sukiyaki porque... bueno, eran los 60, y el nombrar a una canción de desamor como un platillo estaba entre las acciones menos racistas que se podían cometer.
Pero eso no borra la distinción que fue el número uno en 1963 del listado Billboard en la Unión Americana, lo cuál, lo juro, lo he mencionado muchas veces pero no deja de ser bizarro; mucho se habla de la invasión asiática (en especial de parte de los artistas coreanos como PSY, BTS, Blackpink entre otros) pero esta es una obra un tanto empolvada; fue un hit, y luego se fue.
De eso hablaremos un poco más adelante.
Por lo pronto, ¿qué hay de la canción en sí? ¿Se sostiene a pesar de los años? Porque aunque a muchos nos guste la figura del artísta incomprendido que trasciende las eras, es más común que cierto arte se haya dejado atrás porque simplemente no soportó el paso del tiempo. ¿Eso pasa aquí?
Yo diría que no, al menos no del mismo modo en que una canción de Dean Martin o Frank Sinatra: si bien puedes denotar un estilo vintage, al mismo tiempo hay cierta cualidad que la vuelve algo atemporal. Y así como siempre en alguna boda o karaoke alguien pondrá My Way, no puedo evitar pensar que Ue O Muite Aruko tenía las cualidades para unirse a ese panteón de canciones excepto, claro, por el pequeño detalle del lenguaje.
Si bien es cierto que mucho se habla de la música como el idioma universal, tampoco podemos caer en inocentadas; existe una razón por la que artistas de países no-anglos como ABBA o Shakira empezaron a hacer discos en inglés: es un puente que comunica con mercados mucho más grandes de aquellos que quizá ya dominabas.
Pero eso vuelve más destacado el casi milagro que una canción en una lengua que ni siquiera es indio-europea haya escalado hasta la cima de la lista más importante de la industria, y aunque la popularidad no siempre se traduce en calidad, tampoco se puede decir que no existe nada de valor a algo que consiguió tremendo éxito.
Y cuando el artista apenas tenía 19 años. Él no era muy diferente en ese sentido de tantos idols y sensaciones que están cruzando barreras tanto geográficas como lingüísticas.
¿De qué trata? Bueno, eso dependerá de a quién le preguntes porque el significado parece ser una prueba de manchas respecto a qué tengas más cercano en el corazón: puedes asumir que fue inspirada por un rechazo amoroso por parte de la actriz Meiko Nakamura, o que se creó a partir de las protestas contra la presencia de bases estadounidenses en suelo japonés tras el término de la Segunda Guerra Mundial.
Por otro lado, y tras inspeccionar las letras, siento que estas son suficientemente amplias (ojo: no genéricas) para poder decir que habla de cualquier decepción en general. Es decir, creo que puede aplicarse tanto a un amor perdido de verano como a un rechazo laboral (cualquiera de regreso de una entrevista fallida entenderá la parte de "miro hacía arriba... / así mis lagrimas no caerán", y aunque menciona "recordando esos días de primavera/recordando esos días de verano", como dando pistas a un enamoramiento, tampoco hay algo explicito que nos haga llegar a esa conclusión de manera definitiva, después de todo, es muy común en la retórica usar esas dos estaciones para ilustrar un tiempo de mayor felicidad como puede ser la infancia o la adolescencia, épocas mucho antes de las preocupaciones del mundo adulto.
Ue O Muite Aruko tuvo éxito en parte (al menos eso pienso yo) porque fue una de las últimas canciones que aprovecharon esa ventana de oportunidad que apareció a finales de los 50 y principios de los 60. Verán, no fue coincidencia que mencioné a Elvis y Los Beatles al principio de este episodio. Entre el Rey decidiendo cumplir con su servicio militar y la llegada del Cuarteto Liverpool, existió un vacío musical; hoy en retrospectiva vemos a ambas décadas como un terreno fértil para el nacimiento y desarrollo del Rock, pero en ese tiempo, en esa brecha entre un artista y otro parecía justo lo contrario: una cita que se le atribuye a Sinatra decía que le daba al género máximo un año, y era visto como una sensación pasajera, y aunque en el hoy por hoy se nos hace muy sencillo hacer burla de tal falta de visión, cualquiera viviendo en esos tiempos al menos hubiera tomado un poco en serio tales predicciones.
En un período muy corto vimos a tres de las estrellas más prometedoras como Ritchie Valens, Buddy Holly y Big Bopper fallecer en un accidente aéreo (el "día en que murió la música") y Jerry Lee Lewis estremeció a una nación al contraer nupcias POR TERCERA VEZ en su vida con su prima de trece años, y aunque siempre existieron grandes artistas negros como Chuck Berry y Little Richard, su alcance era limitado tomando en cuenta que seguía siendo una sociedad operando con un nivel de racismo altísimo en casi todo nivel concebible. Los ídolos juveniles olvidados (como Fabian, que no podía cantar ni aunque su vida dependiera de ello) y las tontas canciones "de novedad" habían llenado ese espacio disponible.
https://youtu.be/vNuVifA7DSU
https://youtu.be/DL1ZH0Ke92A
https://youtu.be/ICkWjdQuK7Q
(Así que por lo pronto ya tienen armas para cuando alguien mayor les diga que "la música de antes era mucho mejor" o "la música de hoy es pura estupidez)
Claro, la novedad era que se trataba de una canción en japonés... lo cuál tiene implicaciones no muy agradables si lo meditamos bien ("¡Qué les parece! ¡Un país diferente tiene su propia música!") pero, no se trataba de algo con el objetivo de hacer reír: "Ue..." poseía muchísima más clase, y una emotividad elegante que la eleva de un panorama tan artísticamente desolador como el que le tocó.
Quizá por eso triunfó; el público no tardó en cansarse de tantas canciones de novedad y pidieron algo más serio, y si tenían que cruzar el Pacífico para obtenerlo, pues así tendría que hacer.
Después, ya todos sabemos la historia: la música de los 60 tomó una fuerza como quizá no la volvería a tener, y esa nueva oleada de talento barrió con muchos de los que no estaban preparados para luchar ante auténticos gigantes.
Pero al señor Sakamoto nadie le puede quitar lo bailado, o en este caso, lo caminado.
Sayonara camaradas.
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