ㅡWill, ¿crees que hay una razón para todo? ㅡdijo Byakuya de manera monótona mirando hacia la fogata, como si el fuego de ésta lo tuviera cautivado.

ㅡSí, pero... ¿a qué viene esa pregunta?

Eché una rama al fuego, las hierbas y palitos en el fuego trepidaban cada vez más; él seguía con la mirada perdida en algún recuerdo, viendo las llamas arder. Los demás niños en el grupo estaban más interesados en asar malvaviscos mientras escuchaban las historias de mi padre y del señor Webber.

Byakuya bufó.

ㅡMe siento confundido, no preguntes el porqué. No estás listo para saberlo.

ㅡ¿Listo? A ver, aquí ya me perdiste. Me preguntas una cosa y después me sales con locuras dramáticas ㅡreclamé agarrándolo de los hombros para que me voltease a ver. Él agachó la mirada, el cabello le tapaba la cara y con el mismo tono de voz con el que me había respondido, habló:

ㅡNo sé cómo te tomarías mi asunto, pero conste que si te digo que estoy bien... estoy mintiendo, hace tiempo que eso es así. Por favor, no te preocupes por eso, no quiero ser una carga por mis problemas; yo lucho solo y seguirá siendo así, nadie me ayudó con lo que me pasó.

>>Yo hago lo que hago simplemente para olvidar, ser libre y no pensar en el dolor. No te puedo decir que fue lo que me marcó tanto, ni los Webber lo saben.

27 de noviembre del 2011, Domingo. 6:48 PM, Virginia.

...

ㅡNi los Webber lo saben...

William terminó de leer la última línea de la página de su antiguo diario, uno que tenía él antes de terminar la preparatoria; lo que le dijo Byakuya esa noche le había quitado el sueño durante una semana por esas épocas. Ahora, sin motivo alguno y más que curiosidad, un impulso de revisar sus escritos de secundaria vino justo después que su madre dispusiera partir hacia su presentación musical. Esos ataques de conectar cosas y sucesos sin ninguna razón concreta le estaban dando a menudo. Podría ser que hubiera alguna cosa o ser que estuviera viéndolo para darle un mensaje, ¿pero cuál?

ㅡWill, baja ya. Tu padre está por venir y el frío está terrible allá afuera ㅡllamó su madre desde la sala, en la planta baja.

ㅡYa voy ㅡrespondió.