Capítulo 43.-Lucifer

—¡Ganamos! —exclama Karkemish echándose sobre la tierra.

Behemoth frunce el ceño mientras aprieta su puño al recordar esa impotencia.

Adren jadea, Agalariept y Elías se acercan a Zavebe que se encuentra realmente agotada.

Karkemish mira sorprendido la gran marca dejada en el suelo, perforando ligeramente el árbol.

—Esperen —dice Zavebe—. Algo anda mal. El árbol debería desaparecer, imposible ¿Sobrevivió?

Un pilar de luz blanca surge de entre los escombros y entre aquella luz surge una figura que todos conocían bien, aunque las heridas en su cuerpo no sanaban.

—¡Zavebe! —exclama Lucifer.

Al gritar eso una gran explosión surgió, pero inesperadamente, Lucifer la fue comprimiendo hasta que entra en la palma de su mano.

—¡Con sólo la mitad de mi poder es suficiente! —exclama Lucifer.

Todos se ponen en guardia. Lucifer dispara, el rayo pasa entre todos los ahí presentes y se aproxima hacia Zavebe.

Elías se interpone mientras se protege con su daga, dividiendo el rayo en dos, más su brazo comienza a ceder mientras pone todo su esfuerzo en mantener su pulso.

La daga sale volando mientras Elías queda desprotegida, por lo que corre hacia Zavebe, y salta con ella, sin embargo, el ataque la roza, lastimado su hombro. Una gran explosión destruye varias montañas cercanas.

Karkemish desenvaina su espada y lanza un corte contra el abdomen de Lucifer, quién lo bloquea con su rodilla y contraataca con un codazo  que entierra al humano.

Adren le ataca con una gran llamarada. Lucifer extiende su mano y la absorbe más Behemoth logra conectar un golpe que logra desbalancear al villano.

Behemoth comienza a flotar y es arrojado contra Adren. Lucifer señala a Elías, quién comienza a levitar y a gritar en cuanto siente una presión demoledora en todo su cuerpo.

Agalariept gira su lanza y la arroja contra Lucifer, quién la sujeta con la mano.

—¡Ataquen todos! —exclama Agalariept.

Adren toca el suelo mientras unas ramas puntiagudas van contra Lucifer, quién las esquiva saltando pero Agalariept lo recibe con un golpe de su talón, estrellandolo en el suelo.

Zavebe toma la daga de Elías y la arroja hacia el cielo.

La pelinegra comienza a caer mientras sujeta su daga. Karkemish trata de cortar a Lucifer, más lo traspasa al igual que el relámpago de Adren, que termina por darle al guerrero de Elam.

Elías se aproxima rápidamente, lo suficiente como para que Lucifer no la notara y terminara por ser herido, más éste esquiva el ataque colocando su mano frente a su rostro.

Lucifer comienza a sangrar sin siquiera sanar.

"¡Reacciona más rápido!" Se dice Elías.

La pelinegra se da la vuelta y corta la espalda de Lucifer, quién se da la vuelta más recibe un herida en el rostro.

—¡Maldito! —exclama dando un manotazo que envía a Elías contra el edificio, atravesandolo hasta toparse con una dura roca que quedó agrietada.

Lucifer aparece delante de Zavebe mientras todos escupen sangre y caen al suelo sintiendo una gran presión en sus estómagos.

—¡Te tengo! —exclama Lucifer extendiendo su mano más es bloqueado por una barrera—. ¡Cómo si eso fuera funcionar!

Zavebe se encuentra sujetando su brazo mientras suda a mares debido al gran esfuerzo, e incluso sangre escurre de su boca.

—Déjenmelo a mí, si me dan el tiempo suficiente puedo herir de gravedad a Lucifer —dice la albina orgullosa de sí.

Todos asienten.

Lucifer aleja su puño, mientras se prepara para romper la barrera.

—¿Hm? —Lucifer voltea su mirada viendo que Karkemish sujeta su brazo.

Behemoth lo trata de golpear desde arriba más Lucifer lo bloquea con su antebrazo.

—¡Cómo si unos gusanos pudiesen derrotarme! —exclama Lucifer levantándose y haciendo retroceder a Behemoth.

Con una simple sacudida arroja a Karkemish contra el suelo, y lo patea enviándolo lejos. Haciendo levitar a Behemoth lo coloca en frene suya y de un puñetazo en el abdomen lo manda contra un árbol.
Adren lanza un rayo de hielo, más Lucifer lo detiene con una barrera de tierra que avanza sorprendentemente rápido y golpea a Adren.

Elías surge desde el suelo golpeando la quijada de Lucifer, para luego lanzar una puñalada al hombro.

El Villano lanza un puñetazo esquivado por Elías, quién a pesar de todo siente un hueso roto.

La pelinegra golpea con su talón la nuca de Lucifer, quién sujeta la pierna de Elías y la estrella contra el suelo una y otra vez hasta que se libera con una patada.

—¡Muere! —exclama Zavebe.

Lucifer voltea mientras aquella espada de luz lo entierra de nuevo, más esta vez, el arma se parte por la mitad.

De entre la tierra surge Lucifer sin poder abrir un ojo y con todo su cuero dañado, mientras sonríe.

Pedazos de tierra caen a su alrededor mientras todos le observan con miedo.

—¿Qué pasa? ¿Ya se les acabaron los trucos? —cuestiona Lucifer con burla.

El suelo rápidamente comienza a temblar mientras ven luces blancas dirigirse hacia el árbol.

—Se les acaba el tiempo~ —dice el villano.

Elías se vuelve a poner de pie, mientras todos lo intentan. Incluso Zavebe.

—Es igual..... —susurra Lucifer—. ¡¿Por qué todos a tú alrededor tienen que ser tan malditamente obstinados?!

Un aura roja negra rodea al villano, quién aparece frente a Karkemish, golpeando su mejilla.

Behemoth trata de golpear a Lucifer desde atrás más éste responde con una patada que lo devuelve a suelo.

Al momento de voltearse es atacado en ambos costados por unas agotadas Zavebe y Elías, quienes recibieron un fuerte golpe en la nuca que les hace estrellarse contra el piso.

Lucifer emana dos grandes fuentes de sangre, más aún se mantiene en pie.

—¡¿Por qué no caen?! —exclama un ya desesperado Lucifer.

Elías, Zavebe y los demás caídos se vuelven a poner de pie.

Un relámpago cae sobre Lucifer, siendo seguidamente impactado por un espada en el abdomen, una espada común que logra hacerlo sangrar.

Karkemish sonríe victorioso, más Lucifer lo toma del cráneo y comienza a apretarlo.

—¡Retroceda o....

Lucifer es atravesado por dos raíces y golpeado en el rostro por Behemoth.

Lucifer toca el piso con su espalda mientras observa el cielo.

—Este es el mismo cielo ¿Verdad? —cuestiona Lucifer.

Zavebe salta junto a Lucifer para propinar el golpe final, más Lucifer sonríe mientras dos columnas de tierra los golpean.

Y nuevamente en un sólo segundo se encuentras detrás de Zavebe.

Mandandola contra el suelo y luego por accidente Elías se corta con su daga, en ese momento se encuentra frente a Lucifer.

A pesar de ello, nada a su alrededor se mueve. Por sólo ese momento una idea pasó por su mente.

"¿Control del tiempo? Ciertamente eso provoca un desgaste masivo de maná, pero siendo él ¿Es tan descabellado?" Piensa Elías antes de recibir un puñetazo que debido a la fuerza y a pesar de haberse cubierto sangra mientras se hunde en el suelo.

Lucifer jadea, más respira hondo y en ese momento Elías se vuelve a cortar.

El tiempo se volvió a detener y Elías rápidamente se puso de pie mientras observa a Lucifer correr cobra Zavebe.

—¿Qu-

Lucifer pierde un brazo, al recibir aquél corte, más Elías es sujetada por el villano, siendo aplastada dada su enorme fuerza.

Los brazos de la ahora chica terminan por ser descuartizados.

—¡Muere! —exclama tratando de asestar el golpe de gracia contra Elías, más salta hacia atrás esquivando a Zavebe.

Behemoth aparece frente a Lucifer, pero su golpe le atraviesa y termina golpeando a Zavebe.

Una fuerza psíquica levanta a Behemoth y lo arroja contra el suelo mientras Lucifer salta contra Elías.

"Si puedo matar a estos dos la batalla es mía" Se dice el villano.

Elías y Zavebe caen al suelo, mientras Lucifer abre un porta frente a él.

Apareciendo frente a la albina y a punto de golpearla, pero Elías corta su otro brazo arrojando la daga con su boca.

Zavebe abre los ojos y expande la cuchilla de su mano, mientras Lucifer la observa sorprendido.

Aquella cuchilla atraviesa su pecho mientras la retira, el cuerpo de Lucifer cae.

Es en ese momento que una extraña entidad gaseosa sale del cuerpo de Kéter.

—¡No esta vez! —exclama Zavebe.

Con sus manos parte aquella entidad en dos.

Todos se dejaron caer al suelo, mientras aquél árbol paraba su crecimiento y el suelo recobra su característico color.

—¿Ganamos? —pregunta Elías jadeando.

Todos miran a Zavebe, quién hace un símbolo de amor y paz.

—¡Sí! —responde sonriendo.

To be continued.....

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